Budismo, una Comunidad, una Sangha
Lama Surya Das
(La
charla abajo fue dada el 12 de diciembre de 1994 en el grupo de Dzogchen
que
se sentaba en Cambridge, Ma. la noche regular de lunes)
Buenas tardes a todos, y bienvenidos. Me
parece a mí que hay mucha palabrería en el ghetto espiritual del new age acerca de la sabiduría, la
iluminación, la claridad, la alerta mental, y el conocimiento supremo, los
niveles de conciencia y así sucesivamente. Pareciera que siempre se empieza
desde la cabeza, y desde ahí se apunta hacia arriba. Pienso que necesitamos asentar
esta palabrería más en nuestros cuerpos, y basarla en una experiencia total, no
solo en el intelecto. Debemos acercarla a la base de nuestro ser, y no dejarla
únicamente en los rascacielos del pensamiento, haciendo únicamente aquello que
nos hace quedar tan supuestamente “elevados”. Pienso que nuestra propia vida
necesita estar más asentada en una “suavidad”, una amistad, y un “calor humano”
que verdaderamente nos conecte con la tierra y no solamente con las enrarecidas
alturas del espíritu.
Al buscar ideas occidentales que son
útiles en esto, he estado pensando mucho últimamente acerca de la amistad, y el
buen humor. No oyes tanto acerca de esto en los salones de meditación, o quizás
se ha convertido un tanto en un cliché, que los maestros actualmente vacilamos
en mencionarlo. ¿Pero sin alegría y celebración, dónde estaríamos? Pienso que la Sangha y la colaboración
serán el yoga, y la trayectoria, de la década que se viene, quizá de los siglos
que vienen. Esto requiere de la colaboración, la amistad, y el buen humor, y de
un sentido de nosotros mismos como espíritus fraternales que trabajan,
exploran, y juegan juntos. Hay sabiduría y un sentido más alto en una Sangha. Y
en ella yace todo de lo que hablamos debiéramos construir espiritualmente, pero
sin Sangha, estaremos como muertos en el agua, como unos dinosaurios. Se
perderá todo el aprendizaje y sabiduría budista que poseamos, y toda la
erudición se habrá ido a la basura, y ella quedará como algo inservible [sin
nadie a quien servir y honrar].
He estado sintiendo últimamente esto cada
vez más. No podemos hacer todo únicamente solos y con nuestras manos. ¡La perfecta iluminación necesita
un minyan![i] Es
un esfuerzo colectivo, una búsqueda no individualista, ni egoísta.
Thich Nhat Hanh -el gran maestro vietnamita de Zen, que ha escrito libros
maravillosos y es un excelente profesor, activista de la paz, y un ejemplo de
vida- dice que el Buddha Maitreya, el
Buddha que viene en el futuro de acuerdo a la profecía budista, es realmente la Sangha. Él
explica que el Buddha que viene es “la Sangha ”, es la comunidad budista, que no es un
individuo, no es un ser humano alto de dos metros- como dice en algunos mitos
de la enseñanza escritural. Es la
Sangha -algo más alto en estatura que cualquiera de nosotros.
Ése es el significado de esta clase de mitos en la enseñanza budista. Quizá
existirá un consejo de seres que representen la Sangha , y no será una nueva
figura de autoridad o un jefe patriarcal […] Necesitamos desarrollar dos
direcciones que se centrarán: la altura y la profundidad, la unión del cielo y
la tierra.
Siento que es muy importante que
trabajemos con este espíritu en nuestras propias vidas y lo siento
visceralmente, con mis sensaciones, mis emociones, y pasiones. […]
Nadie de nosotros puede hacer este
trabajo de crecimiento solo: es una tarea demasiado extensa, y demasiado
misteriosa para recorrerla solos, sin los amigos, los profesores o maestros, y
las enseñanzas. Es por esto que cuando hablamos de budismo, hablamos de “tomar
refugio”, o de encontrar un santuario confiable en el Buddha, el Dharma, y la Sangha , (la comunidad de
amigos espirituales). Tenemos al Buddha -- Buddha ha estado alrededor por 2500
años (o por siempre, realmente). Tenemos el Dharma -- las enseñanzas, y los
libros de Dharma que están por todas partes. ¿Pero tenemos una Sangha?
Necesitamos la Sangha
también -- la joya de la Sangha ,
la tercera faceta de la
Triple Joya.
Debemos cultivar una comunidad, una
Sangha aquí en este país, con sus participantes monásticos (los Gurus o Maestros)
y los laicos (estudiantes o discípulos), si quisiéramos que fielmente
prosperara el Dharma.
Los profesores tibetanos dicen siempre
que es casi imposible encontrar un yogui o una yoguini que sean como el
“leopardo de la nieve”, “el león de la nieve”, que vive solamente en la cima de
las montañas, en una cueva o un bosque, o solo en la nieve y que puede lograr
el despertar individualmente, eso es “muy raro” en cada generación. La mayor
parte de nosotros necesita realmente ser parte de un grupo, de obrar
recíprocamente con una Sangha. También, muchos de nosotros se han beneficiado
grandemente con profesores o maestros sabios que conforman estas Sanghas [de
manera permanente, y residiendo donde ellas se conformen]. Pienso que esto es
muy importante para nosotros actualmente en occidente, especialmente cuando
muchos de nosotros tienen una tendencia (y me incluyo en esto) hacia el
individualismo, de lo que hoy en día somos expertos. El individualismo es
también una virtud, pero, como todo, tiene su sombra, tiene su problema.
Ciertamente debemos crecer “hacia arriba” y ser independientes, es cierto, pero
somos también “interdependientes”, así que recuerden eso. No caigamos en el
narcisismo, enamorándonos de nuestra propia imagen, como budistas que siempre se
"renuevan" [con una nueva enseñanza o un nuevo entendimiento
intelectual, o con la nueva visita de un lama a la ciudad. Como budistas que
siempre están intentando meditar sobre un nuevo Yidam más poderoso, o de
recibir una nueva y más elevada transmisión o iniciación, o un nuevo Mantra].
Reconozcamos nuestra igualdad con todos los seres, y unámonos en las Sanghas.
La joya del Sangha como refugio puede
realmente ayudar alrededor de nuestros bordes medios ásperos del ego, esos
puntos que se pasan friccionando hacia fuera y en todas las direcciones como
una cierta clase de pedazo desigual y roto de oro. ¡Necesitamos ser refinados
un poco! El oro está allí, pero puede ser que esté momentáneamente más como una
roca áspera y dentada […]
Tuve el privilegio y la oportunidad de
vivir en una Sangha formal (en una Sangha monástica). […] y aprendí algo muy
interesante cuando tuve este privilegio de vivir con trajes de monje y la
cabeza afeitada durante los tres años de mi retiro. Aprendí que no consigues siempre
escoger con quién viajas el camino íntimo del Dharma. Puede ser que pienses que
lo haces, pero no te engañes […] y ésta es la lección verdadera que deseo
compartir -en una Sangha comienzas a experimentar que puedes amar a cualquiera-
y debes poder amar a cualquiera. […]
La empatía es el mayor componente de la compasión
Estamos todos en el mismo lado, el mismo
equipo […] nos acompañamos juntos en la lucha con los kleshas, en la lucha con
nuestros egos, el sufrimiento, y la confusión. Estamos todos alineados de esta
manera vital. Pienso que el trabajo en conjunto dentro de una Sangha es muy
provechoso. Demostrará ser muy enriquecedor, iluminador, nos aclarará y nos
bajará a tierra. ¡Pondrá un poco más de alma a nuestros actos budistas secos, y
sin color! No solamente mientras intentemos alcanzar la altura de nuestra
“montaña espiritual” estando parados de puntillas y continuamente estirándonos
hacia el cielo en cada meditación; sino también dejándonos descender en los
valles, en la oscuridad vaga, y maloliente de la selva en donde la vida
transpira realmente, donde el alimento crece, y donde el agua funciona.
Es ACEPTABLE si deseamos estar parados en
la punta de esa “montaña espiritual”, pero alguien diferente tendrá que estar
abajo en el valle, el que trae el alimento, el que lo cultiva, y ese alguien
diferente es “todos nosotros” la mayor parte del tiempo. No pasemos por alto
eso. Debemos reconocer nuestra responsabilidad. Está allí, apenas la
reconocemos. Ya sea que lo llames trabajo para la Sangha
o Servicio
Comunitario o Amor y Amistad o
lo que sea, estamos todos trabajando juntos, en el mismo equipo.
No es “nosotros” contra “ellos”. La
persona que te corta el paso en el tráfico está también en tu lado,
apresurándose en algo para intentar ser más feliz. Él y nosotros estamos en el
mismo equipo, aun cuando él nos cortó el paso para sacarnos del camino. Eso
sucede a veces, pero, por otra parte, puede ser que nosotros hagamos igual
alguna que otra vez. Por esto es que DEBEMOS
COOPERAR Y COLABORAR, y NO
UNICAMENTE COMPETIR. Por
tanto, llamemos la atención en este planeta, hagámonos notar y guardemos
compromisos con otros, y no escapemos de nuestras responsabilidades.
Amo el colaborar…
Por otra parte, noto cuando estoy con
otros profesores budistas occidentales y estudiantes, eruditos, y amigos
experimentados, que ellos proporcionan un espejo para mí, que incluso refleja
más claramente, si no más claro, que lo que proporcionaría el icono de un
maestro santo o un erudito asiático. El círculo en que nos sentamos adentro de
una Sangha proporciona un espejo a lo menos tan claro como el espejo que se
supone los Gurúes nos deben proporcionar. Esto porque no hay una barrera
cultural o una barrera lingüística de por medio.
No pasemos por alto la posibilidad real
de encontrar nuestro verdadero yo, nuestro verdadero corazón, con la práctica
de pertenecer a una Sangha. Viviendo junto con ella nuestra vida personal, y
aun más, “caminando nuestro discurso”. Realmente incorporando una vida sana
aquí en este planeta. Cultivando la amistad y el calor humano hacia todos.
[...]
Biografía Lama Surya Das
Lama Surya Das ha pasado más de treinta y cinco años estudiando Dharma –ha completando dos veces el tradicional retiro de tres años en el monasterio de Dordogne, Francia- y ha estudiado con los grandes maestros espirituales de Asia, incluyendo quince años en que vivió en
Él se ha entrenado en las instrucciones especiales de los linajes Nygma y Kagyu bajo la dirección directa del Venerable Urgyen Tulku Rinpoche y del Venerable Kalu Rinpoche.
Recibió la transmisión y autorización completas del Dharma directamente de su maestro Nyoshul Khenpo Rinpoche, donde en el Certificado Oficial de Transmisión y Autorización del Dharma extendido por Nyoshul se indica que “Lama Surya Das practicó diligentemente desde los preliminares hasta las supremas prácticas de Trekcho y de Thogal Dzogchen, según la tradición del Terton Dudjom Lingpa, Kyabje Dudjom Rinpoche y también del Longchen Nyngtik. Recibió en muchas ocasiones el renombrado "Grandioso Linaje Oral de las Esencia de las Instrucciones de Dzogchen". Es un Lama Occidental Cualificado Completamente, las personas interesadas en él pueden tener completa confianza”.
Lama Surya Das es un Lama Autorizado (maestro espiritual) en la escuela Nyingma del budismo tibetano que ha recibido todas las iniciaciones, instrucciones y transmisiones necesarias para ser un Maestro de Dzogchen. El Dalai Lama lo llama “El Lama Occidental.”
[1] Minyan o minian,(‘conteo’
o ‘número’ en hebreo) se refiere a la
asamblea mínima, 10 personas, que se requiere en el judaísmo para la
realización para la celebración de ciertos rituales, lectura de oraciones
específicas o el cumplimiento de algunos preceptos.- N. del E.
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