jueves, 19 de octubre de 2017

Meditando en la naturaleza de Buda

 Dilgo Khyentse Rinpoche




“¿Es  correcta  mi  meditación?  ¿Cuándo  seguiré  progresando  sin  cesar?  Nunca lograré el nivel de mi Maestro espiritual.” Oscilando entre la esperanza y la duda, nuestra mente nunca está en paz. 

Dependiendo de nuestro estado de ánimo, un día practicaremos intensa-mente, y al día  siguiente  no  haremos  nada.  Nosotros  nos  sentimos  apegados  a  las experiencias  agradables  que  emergen  del  estado  de  calma mental,  y  deseamos abandonar  la  meditación  cuando  fracasamos  a  la  hora  de  aminorar  el  flujo  de pensamientos. Eso no es una forma correcta de practicar. 

Cualquiera que sea nuestro estado de ánimo, tenemos que dedicarnos firmemente a llevar una práctica regular, día tras día; observando el movimiento de nuestros pensamientos,  y  seguirlos  hasta  su  origen.  No  deberíamos  de  esperar inmediatamente ser capaces de mantener nuestra concentración día y noche. 

Cuando comenzamos a meditar en la naturaleza de la mente, es preferible hacer sesiones  cortas  de  meditación,  durante  varias  veces  al  día.  Con  perseverancia, realizaremos  progresivamente  la  naturaleza  de  nuestra  mente,  y  esa  realización llegará  a  ir  haciéndose  más  estable.  En  este  nivel,  los  pensamientos  habrán perdido su poder para perturbarnos y dominarnos. 

La  vacuidad,  la  naturaleza  última  del  Dharmakaya,  el  Cuerpo  de  la  Realidad Absoluta, no es una simple nada. Posee inherentemente la cualidad de conocer todos  los  fenómenos.  Esta  cualidad  es  la  luminosidad  o  aspecto  cognitivo  del Dharmakaya,  cuya  expresión  es  espontánea.  El  Dharmakaya  no  es  un  producto que surge de causas y condiciones, es la auténtica natura-leza de la mente.

El  reconocer  esta  naturaleza  primordial  se  parece  a  la  salida  del  Sol  de  la sabiduría en la noche de la ignorancia: la oscuridad es disipada instantáneamente. La claridad del Dharmakaya no crece y decrece como hace la Luna; es como la luz inmutable que brilla en el centro del Sol. 

Aunque las nubes se acumulen, la naturaleza del cielo no se corrompe, y cuando las  nubes  se  dispersan,  no  es  mejorado.  El  cielo  no  es  por  ello  más  o  menos extenso.  No  cambia.  Lo  mismo  sucede  con  la  naturaleza  de  la  mente;  no  se deteriora  con  la  llegada  de  los  pensamientos,  ni  mejora  cuando  estos desaparecen.
 
La naturaleza de la mente es la vacuidad; su expresión es la claridad. Estos dos aspectos son esencialmente simples imágenes de uno designadas para indicar los diversos aspectos de la mente. Sería inútil atarnos a la noción de vacuidad, o a la de claridad, como si estas fueran entidades independientes. La natura-leza última de la mente está más allá de todos los conceptos, de toda definición, y de toda división. 

“Si  pudiera  andar  sobre  las  nubes”  dice  un  niño.  Pero  si  buscara  las  nubes, encontraría que no hay un lugar en el que posar sus pies. De manera similar, si uno no examina los pensamientos, estos presentan una apariencia sólida; pero si uno los examina,  no  hay  nada  allí.  Eso  es  lo  que  es  llamado  el  ser  al  mismo  tiempo vacuidad y apariencia. La vacuidad de la mente no es una nada, ni un estado de embotamiento, porque ella posee, por su propia naturaleza, una facultad luminosa de  conocimiento  que  es  llamado  Cons-ciencia.  Estos  dos  aspectos,  vacuidad  y Consciencia,  no  pueden  ser  separados.  Son  esencialmente  uno,  como  son  la superficie de un espejo y la imagen que es reflejada en él. 

Los pensamientos se manifiestan sin vacuidad, y son reabsorbidos en la vacuidad, lo  mismo  que  una  cara  aparece  y  desaparece  en  un  espejo;  la  cara  nunca  ha estado  en  el  espejo,  y  cuando  deja  de  estar  reflejado  en  él,  no  ha  dejado verdaderamente de existir. El espejo nunca ha cambiado. 

Por  tanto,  antes  de  entrar  en  el  camino  espiritual,  permanecemos  en  lo  que es llamado el “impuro” estado del samsara, el cual es aparentemente gobernado por la  ignorancia.  Cuando  nos  comprometemos  con  ese  camino,  cruzamos  por  un estado en el que la ignorancia y la sabiduría están mezcla-das. Al final del camino, en el momento de la Iluminación, solo existe la sabiduría pura. Pero durante todo este  camino  a  lo  largo  de  este  viaje  espiritual,  aunque  exista  una  apariencia  de transformación, la naturaleza de la mente nunca ha cambiado: no fue corrompida con la entrada en el camino, y no mejoró al alcanzar la realización. 

Las infinitas e inexpresables cualidades  de la sabiduría  primordial, el “verdadero Nirvana” están de forma inherente en nuestra mente. No es necesario el crearlas, o el hacer algo nuevo. La realización espiritual solo sirve para revelarlas a través de la purificación, que es el Camino. 

Finalmente, si uno las considera desde un punto de vista último, estas cualidades son tan solo vacuidad. Por tanto, el samsara es vacuidad, y el nirvana también es vacuidad, y en consecuencia, no hay uno que sea “malo”, ni otro que sea “bueno”.  La persona que ha realizado la naturaleza de la mente, está libre del impulso de rechazo  al  samsara  y  del  apego  por  obtener  el  nirvana.  El  es  como  un  niño pequeño que contempla el mundo con una inocente simplicidad, sin conceptos de belleza o de fealdad, de bueno o de malo. El no es más la presa de la tendencias conflictivas, la fuente de los deseos y aversiones. 

Carece de sentido apenarse por los inconvenientes de la vida diaria, como el otro niño,  que  se  regocija  construyendo  un  castillo  de  arena,  y  que  llora  cuando  se derruye. Mirad cuan puerilmente los seres se dirigen hacia las dificultades, como una  mariposa  nocturna  que  se  arroja  hacia  la  llama  de  una  lámpara,  con  la intención de apropiarse de lo que ellos desean, y de evitar lo que ellos odian. Es mejor  posar  la  carga  que  todos  esos  imaginarios  apegos  nos  traen,  que  el soportarla encima de uno. 

El  estado  de  Buda  contiene  en  sí  mismo  cinco  “cuerpos”  o  aspectos  de  la Budeidad:  el  Cuerpo  Manifestado,  el  Cuerpo  del  Perfecto  Gozo,  el  Cuerpo Absoluto, el Cuerpo Esencial y el Cuerpo Inmutable del Diamante. Estos cuerpos no  son  algo  externo  a  nosotros:  son  inseparables  de  nuestro  ser,  de  nuestra mente. 

Tan  pronto  como  hayamos  reconocido  esta  presencia,  finaliza  la  confusión.  No tenemos una posterior necesidad de buscar la Iluminación fuera. El navegante que llega  a  una  isla  hecha  toda  ella  de  fino  oro,  no  encontrará  una  sola  pepita,  no importa lo mucho que busque. Debemos de comprender que todas las cualidades de Buda, han existido siempre de forma inherente en nuestro ser. 



 Trad. al castellano por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.
SOBRE LA GENEROSIDAD


Chögyal Namkhai Norbu



Mensaje oral de Chögyal Namkhai Norbu’s al final del retiro de enseñanza de Longsal Longchen Nyer-nga’I Man-ngag en Merigar West, abril 30, 2014

Este retiro lo hicimos de una manera especial, por ejemplo, las personas que participaron no pagaron por el retiro. Este es un programa que he preparado hace un año pero no he aplicado hasta ahora. ¿Por qué hice esto? En los países del oriente, cuando un maestro está dando enseñanzas de la actitud no es que la gente pague por el retiro porque hay patrocinadores que están interesados en organizar las enseñanzas y patrocinan el retiro de enseñanza.

Aquí en occidente cuando comenzamos a hacer retiros, nadie lo hizo. Tuvimos que organizarlos nosotros mismos con personas interesadas de la Comunidad. Entonces cuando hacemos los retiros algunas personas pueden venir a los retiros y preguntar por qué tienen que pagar por la enseñanza. Nadie paga por la enseñanza.  Pagan por la organización, por el lugar, por todos los gastos. A veces necesita invitar a un maestro y luego hay otros gastos. Pero nadie paga por la enseñanza y muchas personas no entienden eso.

Entonces pensé que sería mejor tratar de educar a la gente y hacerles entender que también hay una posibilidad de hacer como hace la gente en los países orientales. En este caso, debemos hacer una especie de programa porque no es la costumbre en los países occidentales. Entonces he explicado lo importante que es cuando están sirviendo o patrocinando el dharma para los practicantes, ofreciendo muchos ejemplos. Hay un folleto que pueden leer y entender.

Ésta es nuestra idea acerca de cómo en el futuro pueda ser aplicada en los retiros de enseñanza en la Comunidad Dzogchen.

Para las personas que tienen una pequeña posibilidad de ofrecerse como patrocinadores, esto también es una muy buena manera para que se vuelvan en ricos porque si no existe una causa, no hay ningún fruto y la causa de volverse próspero es la generosidad. La generosidad hacia la enseñanza es algo muy positivo para esta vida y para las vidas futuras. Por lo que las personas deben tratar de aprender y desarrollar esto. Creo que es algo importante.

MENSAJE ESCRITO DE CHÖGYAL NAMKHAI NORBU SOBRE LAS VIRTUDES DE LA GENEROSIDAD Y LOS DONANTES

Hay muchas historias que narran cómo en la antigüedad, cuando el Buddha Shakyamuni vivía, los llamados khyimdag (cabeza de familia adineradas) o jindag (donantes) invitaban al Buddha y su séquito a sus países, y el Buddha transmitía el Dharma sagrado a aquellos seres afortunados. Estos individuos ricos ponían en práctica la generosidad, que es el primero de los seis paramitas y reunieron una gran acumulación de méritos. Esto debe ser reconocido como el comportamiento insuperable de un Bodhisattva. Podemos entender esto por los siguientes ejemplos.

Una historia muy famosa en el vehículo del Bodhisattva dice que una vez, en el tiempo de Buddha Shakyamuni, en China hubo un importante y rico propietario llamado Hashang. Él tenía muy fuerte devoción y deseo de invitar al Buddha de la India a China, pero ya que la distancia entre los dos países era tan grande, y el viaje tan difícil, entendía que su deseo era muy difícil de realizar. Por lo que quedó con el pensamiento: "¿Qué puedo hacer al respecto?" Entonces un sabio seguidor del Buddha le aconsejó, "Aunque es muy difícil para usted invitar al Buddha Shakyamuni en persona desde la India a China, ya que el Buddha es omnisciente, invóquelo concentradamente e invítelo un día para el almuerzo. El Buddha y los Arhats de su séquito que están dotados de poderes milagrosos ¡llegarán para el almuerzo!"

El gran propietario Hashang arregló todo según lo aconsejado, y cuando llegó el momento de la comida del mediodía, el Buddha junto a los Arhats dotados de poderes milagrosos, conocidos como los " dieciséis ancianos", llegaron a la casa de Hashang y compartieron la comida, cumpliendo totalmente el deseo del gran patrón. Hoy en día, en la mayoría de los lugares sagrados budistas en China y el Tíbet hay representaciones de los dieciséis ancianos, y esto se origina de la historia de cuando el Buddha con su comitiva viajaron milagrosamente a China. La oportunidad que tuvo el propietario Hashang de invitar al Buddha y su séquito fue debido a una enorme acumulación de méritos. Por lo tanto desde esa época, surgió la costumbre de colocar una estatua grande o pequeña de Hashang en todos los hogares en China, Tíbet y Mongolia, con la creencia de que, gracias al poder de los grandes méritos producidos por Hashang, en cada casa donde la estatua se mostraba todas las cosas buenas como la prosperidad y la riqueza serían espontáneamente aumentadas. Por esta razón la representación de Hashang está muy difundida en todas las regiones. Sin embargo, mucha gente desconoce la historia de Hashang, y en el mundo occidental también ha sucedido que los que tienen la estatua creen que es una representación del Buddha.

En las historias de las enseñanzas del Mantra Secreto se dice que una vez, cuando el Buddha Shakyamuni estaba vivo en el Reino de Oddiyana era un rey muy poderoso llamado Indrabhuti. Él tenía muy sincera fe y devoción hacia el Buddha y por eso invitó a algunos panditas que eran discípulos del Buddha y los honró como sacerdotes reales. Un día el rey dijo a los sacerdotes reales: "Tengo el mayor deseo de invitar al Buddha Shakyamuni al país de Oddiyana, pero como la distancia entre la India y Oddiyana es muy grande, no es seguro viajar, etc., por lo que parece que no voy a tener la fortuna de conocer al Buddha, y no tenemos los méritos para hacer que el Buddha venga a la tierra de Oddiyana. ¡Ay! ¿Qué podemos hacer?"

Así se lamentó, pero los panditas que estaban presentes le aconsejaron, unánimemente: "El Buddha Shakyamuni es omnisciente, él debe con seguridad conocer su deseo. Él está dotado de poderes milagrosos, por lo tanto, si le invoca con ferviente devoción y le invita a la comida del mediodía, el Buddha llegará para el almuerzo milagrosamente. Así podrá conocer al Buddha!"

El rey de Oddiyana arregló perfectamente el almuerzo como le aconsejaron los panditas reales y oraron concentradamente al Buddha. Cuando llegó el momento de la comida del mediodía, el Buddha llegó al Palacio Real de Oddiyana, junto con su séquito dotado de poderes milagrosos. Cuando el Buddha y su séquito habían terminado su comida, recitaron:

A través del poder de esta vasta ofrenda
Que puedan  todos los seres alcanzar naturalmente la iluminación,
Y que puedan todos los que no han sido liberados por los anteriores budas
Ser liberados por este acto de generosidad.

Después de esta invocación y dedicación, el rey de Oddiyana se dirigió al Buddha: "¡Buddha Bhagavan! Tengo un inmenso deseo de seguir su enseñanza y alcanzar el estado de la Liberación Suprema. Sin embargo, dado que tengo la responsabilidad de cuidar el Reino y de mi familia, no hay forma para que pueda renunciar a esto y ser ordenado como monje y así practicar sus enseñanzas. "

El Buddha Bhagavan respondió: “¡Gran rey! El seguir y practicar la sagrada enseñanza deben estar de acuerdo con las capacidades de los individuos. Puesto que hay varias capacidades, no significa que todos aquellos que entran en el sagrado Dharma deben necesariamente abandonar sus familias, convertirse en monjes y practicar exclusivamente según el camino de la renuncia. Hay también upadeshas profundas para las personas de alta capacidad que pueden alcanzar la iluminación a través del camino de la transformación, sin renunciar a las emociones y disfrutes.”
Entonces preguntó el rey de Oddiyana: "Supremo maestro, por favor, me enseña esta enseñanza extraordinaria!"

Por consiguiente, el Buddha vio que él era un discípulo especial y en un instante se manifestó como el mandala de Shri Guhyasamaja, tanto como la dimensión y sus deidades y transmitió el upadesha completo de la vía profunda de la transformación Vajrayana. Esto es narrado en la historia del Guhyasamaja. Por lo tanto, también desde los orígenes de la difusión de las enseñanzas del Mantra secreto podemos claramente comprender la importancia de ser un donante.

Cuando los bodhisattvas, la descendencia de los budas, entran en el sendero del Mahayana y aplican la conducta del bodhisattva sublime, se dedican a los famosos "seis paramitas": generosidad, moralidad, paciencia, diligencia, meditación y sabiduría discriminativa. El primero de los seis es el paramita de la generosidad, que se subdivide en tres aspectos, el don de la enseñanza, el don de las cosas materiales y el don de la protección del miedo.

El don de la enseñanza

La generosidad suprema es el don de la enseñanza sagrada para salvar a los seres sensibles del gran océano del sufrimiento. Por supuesto la mayor generosidad es el "don de la enseñanza", cuando los maestros que son capaces de enseñar directamente el camino de la liberación transmiten perfectamente el Dharma sagrado a otros seres tomando voluntariamente el cuidado para beneficiarlos. Sin embargo, si uno no tiene esta capacidad, incluso buscando con intención pura las condiciones favorables para que los maestros transmitan el Dharma, o ayudar de diversas formas, directa o indirectamente, para que los desafortunados seres que carecen de las condiciones favorables para recibir el Dharma, puedan obtener la posibilidad de recibirlo, son "dones de la enseñanza" extraordinarios.

El don de las cosas materiales

El don de las cosas materiales significa hacer ofrendas materiales, grandes o pequeñas, con generosidad, sin esperar una recompensa inmediata o kármica y sin el concepto del donante, el receptor y la ofrenda, para cualquiera de los seres afligidos por la pobreza. En cuanto a hacer la "ofrenda de agua" a los seres que moran en el océano, o la "ofrenda de quemar" a aquellos seres que se alimentan de olor, todas están incluidas en el "Don de las cosas materiales". En realidad, los ricos propietarios que tienen el coraje de hacer la ofrenda suprema, dando a los estudiantes pobres las condiciones favorables para escuchar, estudiar y practicar el Dharma sagrado, muestran sin duda inmejorable comportamiento excelente en el que el don de la enseñanza y el don de las cosas materiales son inseparables.

El don de la protección del miedo

Todos los seres son afligidos por los famosos "ocho y dieciséis temores" hasta que mueren. Dar asistencia y protección de estos miedos tanto como uno puede, directa o indirectamente, se conoce como el don de la protección del miedo. Sin embargo, en el excelente comportamiento explicado en que el don de la enseñanza y el don de las cosas materiales son inseparables, también el don de la protección del miedo está naturalmente incluido. De hecho, todos nosotros somos seres miserables sujetos al karma y a las emociones, encarcelados en la red del sufrimiento infinito del océano del samsara, siempre afligidos por los continuos temores, absolutamente similares a los animales en manos de un carnicero. El único método para liberarnos de todo esto es el Dharma sagrado, y el Dharma debe ser recibido de un maestro Supremo, escuchado, estudiado y practicado con el fin de integrarnos en nosotros mismos y alcanzar el estado de liberación. Por lo tanto, ofrecer a los seres indigentes las necesarias condiciones para seguir el Dharma sagrado y liberarse de los miedos del samsara es ciertamente un don extraordinario "don de la protección del miedo". Siendo tal la naturaleza de los tres tipos de dones y especialmente el don de la enseñanza, es muy importante que nosotros, mientras vivamos en la visión dualista, precisamente pongamos en práctica este excelente comportamiento y seguir el principio de que el "comportamiento debe ser según el lugar y el momento".

El modo de poner en práctica este comportamiento excelente

Siempre que, en cualquier país del mundo, queramos invitar a un maestro que enseña el Dharma sagrado puro y organizar un retiro de la enseñanza, ya sea grande o pequeño, el paso previo indispensable es que el Gakhyil, que tiene la responsabilidad de la Comunidad Dzogchen, ya sea grande o pequeño, conjuntamente (decide) satisfacer completamente los deseos de la comunidad. Desde la antigüedad hasta ahora, en los ojos de todos los seres humanos, siempre ha sido claro que tratar de conseguir riquezas mundanas, poder, posición y etc., mediante el Dharma es un tipo de conducta contrario al Dharma, mientras que asumir la tarea y aplicar perseverancia tanto como sea posible por el bien de la Dharma es un tipo de comportamiento correspondiente al Dharma. Sin embargo, es muy fácil de entender que si alguien, por causa del Dharma, impone una cuota de inscripción a quienes deseen recibir el Dharma, esto es contrario a la conducta correcta. Sin embargo, en nuestra condición actual, si tenemos que invitar a un maestro a un país con el fin de cumplir los deseos de los estudiantes, hay muchos gastos, como el viaje del maestro y su estancia, para el lugar donde el retiro se llevará a cabo, etc. Si carecemos de estos factores, es evidente que no hay manera de establecer un retiro de la enseñanza en aquel lugar. Aunque lograr que todos los participantes de un retiro de enseñanza paguen todos los gastos de que retiro no está en completa conformidad con el principio del Dharma sagrado, debido a las condiciones de lugar y momento, se ha considerado indispensable adoptar este sistema, y por lo tanto, ha surgido la necesidad de que todos los estudiantes paguen una especie de matrícula para asistir a un retiro de enseñanza.

En el futuro, para estar en total acuerdo con el principio del Sagrado Dharma y ser capaces de poner en práctica de una manera auténtica "comportarse según el lugar y la época" sin dejarlo como un mero hablar, cualquier Gakhyil de la Comunidad Dzogchen que, sobre la base de los deseos de los miembros de la comunidad y de las diferentes necesidades de lugar y momento, tiene que planificar la organización de un retiro de enseñanza, ya sea grande o pequeño, en primer lugar debe de seguir este procedimiento fundamental:

.    1) En primer lugar el motivo o importancia concretos de ese retiro de enseñanza tiene que ser ampliamente comunicado a todos los miembros de la comunidad, de modo que una comprensión clara pueda surgir en todos aquellos que estén interesados.

.    2) Quienes desean patrocinar la enseñanza de retiro específica, ya sea un donante individual o un grupo, debe informar al Gakhyil a su debido tiempo y, a continuación, el Gakhyil junto con el patrocinador debe decidir el lugar y el momento del retiro y todos sus factores necesarios.

.    3) El Gakhyil y el patrocinador deben conjuntamente tomar plenamente a cargo el retiro de enseñanza y asegurar que todas las actividades del retiro se realizará perfectamente.

.    4) Todos los miembros de la comunidad, tanto como grupo o individuos, sólo hará donaciones y presentes al maestro y a la comunidad según sus deseos, y no se pedirá ninguna cuota de inscripción específicos.

.    5) Es importante que los patrocinadores, sin querer una recompensa inmediata o kármica, se entrenen en el excelente comportamiento de los Bodhisattvas, vástagos de los budas, y que incluso no muestren un aire de auto importancia frente a la comunidad por el hecho de que son patrocinadores.

.    6) El maestro, el Gakhyil y todos los miembros de la comunidad se regocijarán en los méritos de tales patrocinadores y expresarán adecuadamente el deseo de que puedan alcanzar la felicidad inagotable.

Estos seis puntos que están relacionados con el principio de los seis espacios de Samantabhadra, yo, el Dzogchenpa Chögyal Namkhai Norbu, los ofrezco a todos los miembros de la Comunidad Dzogchen como un medio para mantener presencia y conciencia. ¡Qué puedan incrementarse las cosas buenas!

La Práctica de Tonglen
Pema Chödron


P
ara tener compasión por otros, tenemos que poder tener compasión por nosotros mismos.

En particular, ocuparse de otras personas que tienen miedo, están enojadas, celosas, superadas por adicciones de todo tipo, son arrogantes, orgullosas, quejosas, egoístas, significa – usted lo identifica-  tener compasión y cuidar de estas personas, no huir del dolor de encontrar estas cosas en nosotros mismos.

De hecho, la propia actitud hacia el dolor puede cambiar. En lugar de defenderse y esconderse de él, se puede abrir el propio corazón y permitirse sentir ese dolor, sentirlo como algo que nos suavizará y purificará y nos hará mucho más amorosos y amables.

La práctica de Tonglen es un método para conectarse con el sufrimiento -el nuestro y el de todo lo que nos rodea- dondequiera que vayamos. Es un método para superar el miedo al sufrimiento y para disolver la dureza de nuestro corazón. Principalmente es un método para despertar la compasión que es inherente a todos nosotros, sin importar cuán cruel o fríos podamos parecer.

Comenzamos la práctica aceptando el sufrimiento de una persona que sabemos que está sufriendo y a quién deseamos ayudar. Por ejemplo, si usted sabe de un niño que está siendo lastimado, usted inspira el deseo de retirar todo el dolor y miedo de ese niño. Luego, mientras espira, usted le envía felicidad, gozo o aquello que alivie su dolor. Este es el centro de la práctica: inspirar  el dolor de otros para que puedan estar bien y tener más espacio para relajarse y abrirse, y espirar, enviándoles relajación o aquello que usted sienta que les traería alivio y felicidad. Sin embargo, a menudo no podemos hacer esta práctica porque nos enfrentamos con nuestro propio miedo, nuestra propia resistencia, enojo, o cualesquiera sean nuestro sufrimiento o estancamiento personal en ese momento.

Es ahí que usted puede cambiar el foco y comenzar a efectuar tonglen por aquello que usted está sintiendo y por millones de otros como usted que en ese mismo momento están sintiendo exactamente el mismo estancamiento  y miseria. Puede ser que usted sea capaz de identificar claramente su dolor como terror, repulsión, enojo o deseo de venganza. Así que usted inspira por todos aquellos que están atrapados en esa misma emoción y les envía alivio o aquello que abra espacio para usted y los innumerables otros. Puede ser que usted no identifique lo que esté sintiendo. Pero puede sentirlo – una dureza en el estómago, una oscuridad pesada, o lo que sea. Sólo contáctese con lo que está sintiendo e inspírelo, llévelo adentro – por todos nosotros y envíe alivio a todos nosotros.

La gente frecuentemente dice que esta práctica va en contra de la naturaleza de cómo  nos fortalecemos  usualmente.  En verdad, esta práctica va en contra de las cosas que queremos según nuestro código, de querer que funcionen para nosotros sin importar qué suceda a los otros. Esta práctica disuelve la armadura de la propia pro-tección que tan fuertemente hemos creado alrededor nuestro. En lenguaje Budista uno diría que disuelve la fijación y adhesión al ego.

El Tonglen revierte la lógica usual de evitar el sufrimiento  y buscar el placer y en el proceso, nos liberamos de una prisión muy antigua de egoísmo. Comenzamos a sentir amor por nosotros mismos y otros y también comenzamos a ocuparnos de nosotros y otros. Despierta nuestra compasión y también nos introduce a una visión más amplia de la realidad. Nos introduce al espacio ilimitado que los Budistas llaman Shunyata. Al hacer la práctica nos comenzamos a conectar con la dimensión abierta de nuestro ser. Al principio experimentamos esto como que las cosas no son tan importantes o tan sólidas como antes lo parecían ser.

La práctica de Tonglen puede ser efectuada para aquellos que están enfermos, para quienes están muriendo, o acaban de morir, o para aquellos que tienen un dolor de cualquier tipo. Puede realizarse como una práctica de meditación formal o súbitamente en cualquier momento. Por ejemplo, si usted está caminando y ve a alguien que sufre – inmediatamente usted puede comenzar a inspirar el dolor del otro y enviarle algún alivio. O, más probable, usted podría ver a alguien que sufre y mirar hacia otro lado porque eso actualiza su propio miedo o enojo; actualiza su resistencia y confusión.

Así es que inmediatamente usted puede efectuar tonglen para toda la gente que son como usted, para todos los que desean ser compasivos pero en cambio tienen miedo, para todos los que desean ser valientes pero en cambio son cobardes.
En lugar de castigarse a usted mismo, use su propio estancamiento como un peldaño para comprender aquello que la gente rechaza en todo el mundo.

Inspire por todos nosotros y espire por todos nosotros.

Use lo que parece veneno como medicina. Use su propio sufrimiento personal como camino de compasión hacia todos los seres.

Traducción del inglés: Mabel Sara Benedini