sábado, 18 de junio de 2011


PRÁCTICA DE PURIFICACIÓN 
OM AH HUNG
– CON CUATRO RONDAS DE MALA

~ Visualice una sílaba OM de color blanco en su frente, una sílaba AH color rojo en su garganta y una HUNG de color azul en su corazón.  Luego recite OM AH HUNG.

~ Cuando recite la primera ronda de mala, un fuego blanco emana del OM blanco en su frente, quemándose todos los oscurecimientos físicos.  Toda enfermedad, karma negativo y oscurecimientos corporales serán consumidos por el fuego de la sabiduría del OM blanco.

~ Cuando recite la segunda ronda de mala, un fuego rojo emanará del AH rojo en su garganta, quemándose todos los oscurecimientos y karma negativo que se generaron por medio del habla.

~ Cuando recite la tercera ronda de mala, un fuego azul emanará del HUNG azul en su corazón, que cubrirá todo su cuerpo. Todo el karma y los oscurecimientos negativos de la mente serán consumidos hasta quedar cenizas.

~ Cuando recite la cuarta ronde de mala, luces tri-colores emanarán de las tres sílabas en sus tres centros e irradiarán en todas las direcciones, purificando completamente el universo externo, liberando a todos los seres en conciencia del sufrimiento y las causas del sufrimiento.

~ DISOLUCIÓN DEL OM AH HUNG

~ Al finalizar el recitado del mantra, el OM blanco se disuelve en el AH rojo, que se disuelve en el HUNG azul.

~ El HUNG azul desaparece lentamente desde abajo  hacia la parte superior y se disuelve en la vacuidad.

Termine de relajarse, repose en la mente sin hacer ningún análisis o discriminación, esté  consciente.

Solo perciba la naturaleza de la mente y medite en ese estado. 

viernes, 10 de junio de 2011

La Práctica de la Mente

Por el Ven. Yonge Khachab Rinpoche*

Cuando hablamos de la enseñanza de Buda, usamos la palabra sánscrita Dharma, y cuando hablamos generalmente del Dharma y cómo aplicar esta enseñanza en nuestra vida cotidiana, hablamos en términos de que el Dharma nos enseña a alcanzar la felicidad sostenible y a abandonar el sufrimiento de modo permanente.

Este es el sentido que deben tener el escuchar o practicar el Dharma, ya que normalmente las prácticas budistas tienen esta idea de fondo. De otro modo no tiene sentido hablar acerca del Dharma, como si fuera algo meramente teórico o como una idea filosófica abstracta.
Si pensamos, por ejemplo, en el medio ambiente de nuestro planeta tierra, y tenemos la intención de que siga siendo un ambiente saludable para todos, tenemos que comprender que lo más importante para los seres que lo habitan es el estado mental de esos mismos seres, y más específicamente el estado mental de los seres humanos.

El único medio efectivo para lograr la felicidad y eliminar el sufrimiento es la práctica de un Dharma o de una enseñanza que sea autentica. Una enseñanza autentica es aquella que se centra en eliminar de raíz las causas del sufrimiento y en plantar la semillas de la felicidad verdadera.

Por eso, cuando hablamos de eliminar el sufrimiento y obtener la felicidad, no hablamos simplemente de hacer uso y abuso del mundo y de los seres que lo habitan con la pretensión de que, debido a que lo hacemos para ser felices y para no sufrir, está bien y simplemente hacer lo que nos parece en un momento dado, sin mayores consideraciones. En vez de eso, debemos analizar las cosas usando la capacidad de nuestra mente, hasta llegar a comprender verdaderamente cuál es la base que permite que el sufrimiento o los problemas existan y cuál es la base que permite que exista la felicidad o los estados de alegría y gozo.

El observar con una mirada penetrante, profunda y cuidadosa estos problemas es lo que se podría decir constituye la responsabilidad principal de los seres humanos.

No debemos pensar de modo limitado cuando hablamos de ser felices y no sufrir, porque esto incluye muchos aspectos y, en particular, mantener nuestro entusiasmo y energía mental positiva. Si nos damos cuenta que todos nosotros, sin excepción, tenemos los mismos derechos y las mismas capacidades para alcanzar la verdadera felicidad libre de sufrimiento, entonces, seremos capaces de desarrollar un entusiasmo genuino y un estado mental positivo que nos permitirá dedicarnos a esta tarea apropiadamente.

Teniendo en cuenta lo anterior, cuando hablamos de la enseñanza de Buda, no estamos diciendo que haya que seguir una fe o una creencia, un dogma o incluso una opinión personal particular, sin embargo, existe una tradición budista de enseñanzas tanto orales como escritas que es muy antigua y relevante, la que podemos usar siempre de una manera reflexiva y no como un dogma o una verdad última, pues el tema principal de esta tradición y de todos los textos que se han escrito es simplemente la mente y cómo transformarla, para lograr la verdadera felicidad libre de sufrimiento.
Por ejemplo, de una manera muy básica, podemos analizar y observar lo que ocurre cuando asistimos a un evento de enseñanzas o simplemente las leemos de un libro, analizando y pensando en cuáles son las causas y las condiciones que se han dado para que esto ocurra. Así, tenemos --por ejemplo-- los lamas que han realizado los preparativos para la enseñanza, al Lama que realiza el evento, al traductor que también debe participar, etc., y también las muchas personas que fueron capaces de llegar al evento o tomar contacto con la enseñanza y las otras personas que no pudieron hacerlo. ¿Cómo confrontamos esas dos diferencias, entre aquellos que se las arreglaron para participar y quienes no pudieron asistir? Por un lado, podemos decir que hay causas y condiciones que distinguen a quienes lo lograron de quienes no pudieron lograrlo, y esas causas y condiciones de las que estamos hablando son esencialmente el mérito o la energía mental positiva necesaria. Este es un tipo de investigación analítica sencilla que podemos hacer. Podemos decir, entonces, que una de las condiciones para tener esta publicación en las manos y estar leyendo estas líneas ahora requiere de un tipo de energía mental positiva a la que llamamos mérito.

En esta misma línea, cuando hablamos en términos del propio mérito, de este tipo de energía mental, podemos darnos cuenta que hay mucha gente en el mundo, pero no mucha que genere interés cuando uno comienza a hablar de lo que necesita hacerse o evitarse para obtener felicidad y eliminar el sufrimiento, o cuando uno habla sobre lo que debe practicarse y lo que debe evitarse.

Este tipo de temas son las cuestiones verdaderamente espirituales, y podemos darnos cuenta que hay mucha gente que no está particularmente interesada en ellos, en cambio, están más preocupados por cosas externas, en cómo se ven, a dónde irán el fin de semana, etc. Este tipo de cosas externas se vuelven mucho más atractivas para la mayoría de la gente. Es relativamente poca la gente o una minoría que está interesada en cuestiones espirituales, en otras palabras, en aprender a distinguir lo que necesita ser evitado y que tipo de conductas deben cultivarse para lograr la felicidad permanente y eliminar el sufrimiento desde su raíz.

Por ejemplo, han pasado ya varios años desde que el budismo tibetano llegó a los Estados Unidos, y una cosa interesante que podemos notar es la cantidad de tibetanos que han llegaron a los EE.UU. en un período relativamente corto de tiempo, y quizás en mucho menos tiempo, en la mayoría de los casos, olvidaron el dharma. Sin embargo, es también un signo positivo el que haya un pequeño numero de americanos, aún una minoría, que se han interesado de una manera seria en el estudio y práctica del budismo tibetano. Diríamos que, por definición, aquellas personas que tienen este tipo o estado de energía mental positiva, tienen “mérito”.

Podemos ver, incluso, tibetanos que vivieron con el Dharma pero que lo están olvidando y seguramente sus hijos también ya lo han olvidado. También hay unos pocos afortunados que, aun incluso en este ambiente cultural, están muy interesados y comprometidos en el estudio y práctica del Dharma y eso me hace sentir muy bien. Honestamente hablando, me hace muy feliz y me da una muy agradable sensación.

Un punto importante que hay que destacar es que, a pesar de lo que suceda, uno tenga esta energía mental positiva del mérito y la dirija hacia el Dharma; uno se involucra por un momento en forma muy intensa y luego esta intención se consume, se agota y ese es el fin de la historia.

Lo que debe ocurrir es algo distinto, ya que uno debe hacer un esfuerzo regular por un periodo de tiempo prolongado, mes a mes, año a año, y continuar estudiando siempre, ya que en el budismo, es muy importante estar instruidos y además reflexionar en lo que uno va estudiando, y por supuesto, implementar y poner en práctica lo que uno ha aprendido y analizado. Este tipo de secuencia en la que uno se instruye, contempla y luego implementa lo que uno ha contemplado, por medio de diversos tipos de meditación, es muy importante para llegar a realizar en uno la visión auténtica que es la esencia de la Enseñanza o de la propuesta que hace Buda. Es importante hacer esto con una visión de largo plazo, no esperar resultados inmediatos, porque la expectativa de obtener resultados inmediatos terminará al final consumiendo nuestras posibilidades.

Cuando estamos hablando de estudiar el Dharma para lograr la autentica visión budista, uno de los términos que se usa a menudo es la palabra tibetana “nyeshe” que significa “certeza” y podemos entender esta certeza como algo que ha sido entendido completamente, como cuando uno estudia hasta el punto de estar seguro de que se ha entendido realmente un tema. Eso es a lo que nos referimos con certeza, es un estado mental que uno desarrolla luego de haber estudiado algo, bien, y este es el sentido de nyeshe. Ahora este tipo de nyeshe está en el contexto de los libros escritos y es importante, pero importante es no sólo hacer un estudio externo del Dharma, sino también que debe haber una búsqueda interna para alcanzar este nyeshe o lo que significa entender realmente algo, en este caso será un entendimiento de la propia condición de uno mismo en relación a la propia mente. Podemos, en otras palabras, decir, que nyeshe tiene dos aspectos: uno relacionado al estudiar, al escuchar, al recibir enseñanzas y aprenderlas bien, entendiendo la esencia de su sentido, y otro relacionado al auto-conocimiento que se logra como producto de la propia experiencia personal, pero este es un conocimiento que viene de mirar la propia mente usando la propia capacidad natural en conjunto con el apoyo de las enseñanzas esenciales.

Cuando decimos que tenemos que mirar nuestra mente, estamos hablando, en principio, de descubrir cómo funciona, cuáles son sus tendencias, que es lo que sucede cuando el cuerpo y la palabra se involucran a través de la mente, etc., y esto solo puede ocurrir de modo real, cuando uno mira y observa la mente de manera directa, y gracias a las instrucciones recibidas es capaz de reconocer la mente.

Estos temas también son muy importantes de investigar, así uno no sólo desarrolla convicción de entendimiento, en términos de los libros de Dharma, sino también logra tener convicción de entendimiento en relación a la propia mente.

Lo que trato de señalar aquí es algo que podemos explicar también en otras formas. Por ejemplo, se habla de lo que es “budista” en contraposición de lo que es “no budista”. En tibetano, se dice nang pa que significa interno o budista y chi pa, externo o no budista.

Me gusta presentar estos términos explicando que lo interno incluye todas las formas de budismo sea Hinayana, Mahayana o Vajrayana. Hay varias formas de budismo y todas están de acuerdo en que el punto central es la transformación de la mente. Así, ser un “interno” en este sentido, significa enfocarse en la mente interna de uno en vez de hacerlo en el mundo externo. Esto significa que uno comprende que el punto principal de la práctica es la responsabilidad de entender, contemplar y transformar la propia mente.

En contraste, lo externo aquí realmente significa pensar que de alguna forma hay algo fuera de uno mismo que es lo que se debe conocer, por ejemplo, el mundo externo o alguna tipo de deidad o un dios creador, o lo que sea que exista, pero con la idea de que está fuera de uno, y entonces uno tiene la idea de que todas las energías espirituales deben estar dirigidas hacia fuera, hacia una cosa externa, un ritual externo, o un dios externo, etc. Lo que intento decir con esta idea de obtener convicción de entendimiento, es que es el resultado de observar el interior, la propia mente interna, y que esto deber ser el foco de la práctica.

Podemos entender cuan importante es la mente en todo esto, entonces, cuando, por ejemplo, reconocemos que todos queremos ser felices y que, aun cuando nos consideremos felices, no lo estamos enteramente. Estamos en una especie de sufrimiento. Todos deseamos evitar el sufrimiento, pero aun cuando queramos evitarlo nos encontrarnos con circunstancias poco placenteras y terminamos sintiéndonos de alguna manera incómodos o infelices. ¿Estas situaciones surgen como resultado de qué? Surgen, ante todo, debido a la forma en la que las vemos, surgen de nuestra actitud mental, de nuestra forma de ver las cosas.

Por ejemplo, si uno no ve desde el punto de vista espiritual, lo que es un buen amigo o un mal amigo, uno puede ver a un amigo positivo, es decir a alguien que nos ayuda a crecer, así como a alguien que deber ser evitado, y es posible que, por otro lado, una compañía negativa o un amigo negativo que estimula en nosotros conductas que nos hacen daño, sea alguien que uno siente ganas de abrazar. De este modo, estar confundido por el propio estado mental respecto de lo que constituye un buen amigo y lo que constituye un mal amigo, las buenas compañías y las no saludables, ocurre debido a que nos confundimos por nuestras percepciones superficiales, y estas percepciones son las que nos guían al sufrimiento y a la infelicidad.

Cuando vemos las distintas tradiciones en el mundo, incluyendo el budismo y todas las grandes instituciones --en las que grandes personajes componen importantes textos y hay grandes figuras, lamas por ejemplo, que lucen ropas muy finas, etc., encontramos mucha gente que cree en estas tradiciones y que son devotos seguidores, pero si observamos más cuidadosamente lo que pasa en sus mentes, podemos ver que, de alguna manera básica, en todas estas declaraciones de fe y devoción, y en su actitud respecto a estas hermosas tradiciones, a esos hermosos maestros o a los grandes libros que han sido escritos, existe algún tipo de pensamiento fundamentalista. Todas las creencias personales que se apoyan en las ropas finas de algún lama o alguna idea que se considera completamente cierta y fundamental, son formas de pensar que provienen de fijarse en algo externo, y nos impulsan a continuar refugiándonos en lo externo, en lugar de descubrir lo que ocurre en nuestra propia mente interna.

Cuando analizamos realmente el tipo de fe de la que estamos hablando aquí, un tipo de fe referida a cosas externas, nos damos cuenta que la razón por la que tenemos esa fe en ellas es nuestro propio egocentrismo y es este egocentrismo el que nos hace orientarnos hacia grandes cosas, en la esperanza de satisfacer de alguna manera nuestro ego. Aunque pensemos que somos personas espirituales y que tenemos fe en tal persona, en esa tradición, en ese linaje, ese tipo de fe en cosas externas está motivada por el egocentrismo, por lo tanto es una fe falsa.

Es una fe basada en un falso refugio, y como resultado de la falsedad de esa fe, de la naturaleza poco confiable de esa fe, motivada por el egocentrismo, nuestra mente está siempre proyectándose así misma hacia fuera buscando algo que pueda satisfacer nuestros deseos internos. Este tipo de actitud, que busca satisfacer los deseos internos por medio de cosas externas, o puntos de referencia externos que uno ha internalizado, siempre nos guiarán al sufrimiento, así que por ello es falsa. Es un refugio que se supone que nos conducirá a la felicidad pero debido a esta falla básica en nuestra propia visión, siempre nos guiará al sufrimiento. Eso es lo que ocurre, y aun cuando estemos buscando felicidad, debido a que este tipo de fe hacia las cosas externas está motivada por el egocentrismo, nos impide alcanzar la verdadera visión para la práctica correctamente orientada que es la práctica de la mente.

Lo que estoy diciendo no es una cuestión de tipo institucional, no es una crítica a esas instituciones o personas que, por ejemplo, en un centro de Dharma se juntan para estudiar y hacer cosas en conjunto como grupo. No digo que eso en sí sea algo problemático y que no sea beneficioso, de hecho es posible que sea de beneficio. Lo que estoy tratando de decirles es que especialmente para ustedes, estudiantes atípicos, que están realmente comprometidos con un camino espiritual, que busquen en su mente, y si tienen a una institución valiosa en que apoyarse, está bien, pero recuerden que todo el camino de la espiritualidad tiene que ver con su propia mente, no externalicen su fe, internalícenla.

En otras palabras, en todo momento y contexto, usen su atención y alerta para discernir, para examinar su mente, expongan a ustedes mismos sus faltas, reconózcanlas y elimínenlas, y vean por ustedes mismos sus cualidades positivas y hagan lo necesario para manifestar más cualidades positivas.

Si no entienden este tipo de práctica, que es la práctica de la mente, especialmente lo que significa observar sus propias fallas, en otras palabras, tener una práctica interna, es posible, en cambio, en un contexto social, por ejemplo, que digan, “soy esto o aquello, conozco esto, conozco aquello, estoy estudiando esto, estoy practicando esto, estoy tomando esta enseñanza y aquella, etc.” Esto es solo un ejemplo de cómo se manifiesta el egocentrismo, el estar auto-centrados. Es el mismo problema que se manifiesta cuando un marido y su esposa no se llevan bien o una pareja de novios no se llevan bien, porque estos tipos de problemas surgen como una manifestación del egocentrismo.

No es necesario pensar, por supuesto, que uno tiene que inmediatamente ser capaz de hacer todo esto a la vez, vuelvo a decir, que es una práctica gradual y de largo plazo. Pero el objetivo aquí es lo que vemos en los grandes practicantes tanto indios como tibetanos, y es hacer como un tipo general de práctica de los bodhisattvas (personas que están cultivando de modo concreto la mente iluminada). En esta práctica, el punto principal es simplemente ver las faltas en uno mismo, de una manera honesta, ser crítico con uno mismo y viendo las faltas de uno mismo, por un lado; por otro, ver las cualidades positivas de otros. Este tipo de práctica fundamental es una práctica general y básica de los bodhisattvas y que necesitamos aplicar también nosotros.

Shantideva, antiguo maestro budista de la India, dice: “si no vigilas tu mente, no hay razón para hacer ninguna otra práctica”. Este es el tipo de actividad de la que hablamos, requiere que se use la atención y la alerta discriminativa para vigilar la mente, para sondear la mente. Si uno tiene este tipo de práctica de vigilar la mente y si uno es sincero en ello, comprometiéndose en la practica, uno se acerca más y más a la sabiduría auténtica, la humanidad en el entorno de uno mejora, uno se encuentra a sí mismo más feliz, y aquellos que están alrededor nuestro se benefician y se vuelven más felices tan solo como resultado de la vigilancia que uno hace de su propia mente; hay muchos grandes beneficios en ello y, por otro lado, si uno no lo hace así, no será capaz de avanzar en una práctica espiritual auténtica.

También puede ocurrir que estemos haciendo práctica y fácilmente perdamos el entusiasmo. La práctica puede resultar difícil y perdemos el entusiasmo, nos deprimimos por ello y sentimos que las cosas no van muy bien. En esos momentos es muy útil mantenerse enfocados en el hecho de que la mente de cualquier ser, incluida nuestra propia mente, es como un tesoro de buenas cualidades, y eso es algo que no puede perderse por ninguna razón, uno siempre la tendrá. Uno ya tiene buenas cualidades y pueden manifestarse aún más. Eso es algo que nadie puede quitarnos, que no puede perderse.

Sí aún así, seguimos creyendo que las cosas no van muy bien, el solo pensar que nuestra mente es algo que tiene infinito potencial nos ayuda a superar la depresión, los problemas y los obstáculos externos e internos, y nos establece en un estado en el que somos capaces de practicar efectivamente.

Este es el tipo de reemplazo que debemos hacer en nuestro pensamiento, en nuestro tipo particular de egocentrismo, pues este nos guía equivocadamente en una dirección que nos conduce al sufrimiento, y eso es lo que estamos haciendo continuamente. Desde el tiempo sin comienzo, mantenemos una especie de fijación auto centrada en nosotros mismos y que nos hace tener una valoración errónea de nuestras verdaderas cualidades. Por otro lado, si de una manera auténtica y apropiada, podemos enfocarnos en las cualidades positivas de la mente y nos motivamos a nosotros mismos de modos útiles, como al pensar: “tenemos esta gran mente, tenemos este gran potencial, si ya hemos hecho estas prácticas, si hemos aprendido esas cosas, entonces vamos a continuar y lo hacemos por nosotros mismos”. Este tipo de cosas positivas pueden ser muy útiles y benéficas para nuestra práctica.

Hablar acerca de perder el entusiasmo en la práctica, me recuerda cuán gradual es realmente la práctica del Dharma. Yo diría, incluso, que no debieran excederse demasiado inicialmente. No se esfuercen a sí mismos en hacer constantemente prácticas demasiado largas todo el tiempo. Por el contrario, es algo que deberían desarrollar gradualmente con el tiempo, de manera natural pero  de modo estable y fuerte, sin agotarse.

Así que este es el tipo de consejo que les doy.

Preguntas:
¿Cuando la mente se dispersa, qué tipo de mecanismos psicológicos pueden utilizarse para atraer la mente de vuelta y mantener una forma de vida positiva?
Una técnica es soltar los pensamientos dentro de la vacuidad, soltar o liberar los estados mentales negativos en vacuidad.

Otra manera de hacer eso, es meditar en la compasión, más específicamente la compasión por ti mismo, considerando los pensamientos negativos, como la ira o cualquier negatividad, y pensar: “he sido muy tonto conmigo mismo, pero ahora quiero ser bueno conmigo mismo”. Es otro método psicológico que se puede usar para eliminar o tomar control sobre los estados mentales negativos.

Cuando usted dice soltar o liberar las emociones aflictivas en la vacuidad, ¿en realidad las buscamos por su ubicación física o las buscamos por las razones o causas detrás de ellas? ¿Puede hablarnos un poco más sobre esto?
Puede seguir este proceso, cuando hablamos de soltar o liberar los pensamientos en la vacuidad, o los estados mentales o emocionales negativos en la vacuidad. Uno puede pasar por un elaborado tipo de proceso para llegar a ello o puede realizarse de modo directo. Un proceso elaborado sería hacer un análisis acerca de cómo se originan estos fenómenos, cómo es que estos pensamientos surgen en base a causas y condiciones, o hacer una especie de búsqueda de estos pensamientos, ver dónde se ubican en nuestra mente, quién es el que está enojado, etc., por ejemplo. Pero también uno puede liberar directamente estos pensamientos en la vacuidad. Dejar que los pensamientos se disuelvan en la vacuidad, no aferrarse a ellos, que es lo que ocurre al observarlos en su esencia misma. ¿Cuál es su esencia? ¿Qué son realmente? Esta es una manera más directa de liberarlos en la vacuidad y también constituye un estado sin pensamientos, una forma de liberar los pensamientos de la mente, no aferrándose a ninguno de ellos. Esto es lo que se quiere decir con liberarlos en la vacuidad.

Debido a que no entendemos realmente la organización completa del Dharmakaya o la naturaleza de la mente, tenemos el estado confuso en el que estamos. Pensamos que la mente en sí es el estado de ira o el estado negativo que estamos experimentando. Ese tipo de confusión nos hace aferrarnos a ellos. Pero si podemos ver a través de ellos, si podemos ver más allá de la forma en que usualmente vemos las cosas, veremos que la mente funciona como lo hace un cristal. Así como el cristal refleja toda clase de cosas, así la mente lo hace con todos estos tipos de estados, sean estados negativos o positivos, así que cuando vemos a través de ellos, cuando vemos a través del hecho de estar enojado o de sentir deseo o lo que sea, veremos que lo que hay es simplemente la mente en sí, y luego veremos que incluso esta misma mente desaparece. Cuando buscamos donde está la ira, encontramos la mente, lo que la mente es intrínsecamente. Si sólo observamos eso directamente, todo lo que encontramos es mente, no encontramos ira. En ese sentido no hay nada que encontrar, no hay ira que encontrar allí, la emoción negativa, el objeto de la emoción negativa y quien siente ira, todo ello se disuelve de modo natural. Esta es una forma directa de hacer la práctica que permite liberar los pensamientos en la vacuidad.

¿Puede usted dar un consejo sobre cómo mantener la práctica ritual en ese aspecto, no llegar a cansarse con la práctica ritual, mantenerla en perspectiva?
Lo que necesitamos es preocuparnos más de nuestra propia mente y de nuestros estados mentales negativos ya sea ira, envidia, deseo o lo que sea que esté ocurriendo en nuestra mente, ese es el punto principal. Si estamos en el proceso de hacer algún ritual o leemos libros del Dharma, etc., como personas comunes que aún somos tendremos el hábito de ver las cosas como si existiesen en un sentido último, como si fueran verdaderamente reales, y las cosas van a seguir apareciendo como verdaderamente reales para nosotros cuando hagamos rituales o lo que sea que se nos ocurra hacer. El mundo aparece ante nosotros por fuerza de un hábito mental erróneo, como algo real en un sentido último, y esta percepción errónea va a continuar ocurriendo hasta que podamos eliminarla, por lo tanto, va a pasar también cuando estemos haciendo rituales o cualquier otra cosa similar. La eliminación de esta percepción errónea de nuestra mente no ocurrirá de inmediato, por tanto, lo que debemos hacer entre tanto es cultivar actividades positivas y evitar los estados mentales negativos. De todos modos, si estamos haciendo rituales por largo tiempo o leyendo libros del Dharma o algo relacionado a esto, será algo mejor que hacer otros tipos de actividades que tiendan a desarrollar estados mentales negativos. Así que, en principio, es mejor preocuparse más de evitar estados mentales negativos, y si encuentran que su mente está exagerando en cuanto a las prácticas de rituales, no se presionen mucho con ello.

Las técnicas dadas por el Buda en el pasado en algún momento alguien más se dio cuenta de que funcionan. Probablemente no le hagan ningún daño si llega a exagerar haciendo rituales muy prolongados. Pero, por supuesto, también es algo difícil al comienzo todas estas cosas de tocar campanas, hacer sonar el tambor, golpearle a alguien en la cabeza con el damaru (tambor tibetano). Esto último es solo un juego. Bueno, este es el tipo de dificultades que enfrentamos en la práctica habitual.

Sé que las emociones humanas pueden llegar a ser un gran problema, como la ira y todas esas emociones similares, por lo tanto podemos liberarlas en la vacuidad, pero pienso, también, que sin estas emociones humanas, la gente puede ofuscarse o deprimirse. ¿Cómo uno puede evitar eso?
El propósito aquí no es el de eliminar completamente todas las emociones, definitivamente ese no es el objetivo. El hecho es que necesitamos las emociones. En la práctica, llamamos a la compasión una emoción. En respuesta a la pregunta, estas cosas van a estar contaminadas por la ignorancia en el sentido de tener estados conceptuales de pensamiento, sin embargo, es cierto que la distinción básica aquí es entre aquellos tipos de emociones que son positivas como aquellas que pudieran necesitar cultivarse a lo largo del camino espiritual, como la compasión, y aquellos otros tipos de emociones que llamamos “negativas”, que no las deseamos para nada. La forma básica de distinguir estas dos es recordar que existen tipos de estados emocionales que nunca pueden estar conectados con la sabiduría. Nunca tendremos estados mentales de este tipo y también ser sabios al mismo tiempo. Con este tipo de emociones no es posible ver las cosas como realmente son, analizarlas con sabiduría.

¿Tiene sentido la forma en la que surgen? Si hay algún estado emocional y tú examinas esa emoción y dices: “¿Estoy viendo las cosas claramente aquí?” Si este estado emocional está conectado con ver las cosas claramente, entonces sabrás que es una emoción positiva o al menos que no es un estado mental negativo. Entonces, cuando tienes un estado emocional cualquiera, deberías preguntarte: ¿Puedo tener sabiduría con este estado emocional? ¿Puedo ver las cosas claramente mientras tengo estos estados emocionales? Si no puedes, entonces eso no es un estado emocional positivo. Esa es la línea básica de discusión. No hay necesidad de eliminar las emociones, sino de tener emociones que sean compatibles con o que sirvan como ayuda para la generación de sabiduría.

Para alguien que es un laico y tiene responsabilidades en la casa, con la familia, con el trabajo, etc. en la vida diaria ¿cómo podemos internamente liberar esas emociones negativas en la vacuidad, pero externamente seguir manteniendo una interacción relativa con otras personas? Caso puntual: se espera que me enoje ante una situación en la oficina y realmente noto que está bien decir “Sí, estoy enojado”. Algunas veces me confunde eso, pues internamente puedo separarlo, ¿pero externamente…?
Pueden haber algún tipo de prácticas, por ejemplo, en la que se espera que una persona se muestre algo enérgica, un poco salvaje, o se manifieste de modo brutal en algún momento, por ejemplo, en la lucha summo, o en el fútbol, pero esos son clases de contextos en los que uno esperaría manifestarlos, y, entonces, no es un problema el no involucrarse internamente en una emoción particular que se esperaría que uno tuviera en una situación dada, sino externamente demostrar algo como esa emoción, si uno está de hecho externamente demostrando que ve las cosas claramente. Si tú estás en un estado de confusión, cuando estás haciendo eso, entonces probablemente es un problema, pero si tú puedes tomar eso de alguna forma como una oportunidad que sea de beneficio a otras personas y la ves claramente como una especie de reacción particular conforme a las expectativas y, no obstante, combinada también con ver las cosas claramente, con sabiduría, entonces en realidad es una especie de practica en este caso. Entonces no hay contradicción, por un lado, entre el hecho de lo que tú esperas aparecer de cierta manera en la vida, pero, por otro lado, esas apariencias podrían no coincidir con lo que estás cultivando internamente, incluso puedes usar esas apariencias como una forma de cultivar algo más.

Tanto es así que yo mismo me he encontrado en situaciones donde creo que necesito manifestar algo que podría ser entendido como ira. Yo no siento ira por dentro, siendo esta una especie de estado mental que se confunde por ignorancia. Pero yo diría algo de manera iracunda a alguien como “OK, levántate y sal de aquí” o usando palabras rudas con algún estudiante si es necesario o si siento que es el único método que tengo y que pudiera funcionar en ese contexto. Dadas ciertas condiciones, he manifestado también algo que podría ser interpretado por alguien más, como ira o algo similar. Pero, nuevamente, dentro de esos contextos, siento que cuando hago eso o llego a darme cuenta de haber estado actuando de esa forma o creo que es el mejor curso de acción en un contexto dado, siempre intento asegurarme de que internamente si llego a hacer algo así, al menos eso esté asociado con sabiduría y no con un estado mental negativo.

Trascrito del Inglés en forma libre, por Carlos Cubillos (Ngakpa Rinchen Phuntsok). Cualquier error que exista en este texto producto de su trascripción, sea accidental o intencionada, pido a las dakinis su absolución. Sarwa Mangalam.

Editado por Konchog Dondup, para beneficio de todos los seres. ¡Om mani padme hung!

* El Ven. Yonge Khachab Rinpoché es la 7ª encarnación del gran maestro de meditación Dzogchen, Khachab Tulku quien obtuvo el cuerpo de arco iris y grandes logros en prácticas de Chakrasamvara, los Seis yogas de Naropa y del Buda de la Medicina. Es un destacado maestro de Tantra y Dzogchen y radica en Estados Unidos.