viernes, 25 de abril de 2008

DEPRESIÓN: una salida

UN ENFOQUE BUDISTA DE LA DEPRESIÓN

por Traleg Kyabgon Rinpoche

La depresión es algo que todos experimentamos. Para algunas personas la depresión es ligera y suave, mientras que para otras es muy intensa y debilitante. Para algunos dura un corto período de tiempo y desaparece, mientras que para otros puede persistir durante varios años, o incluso toda una vida.

Generalmente pensamos en la depresión como un terrible estado para ser vivenciado: es algo a lo que pensamos que debemos sobreponernos, y por ello nos vamos muy lejos para escondernos de los demás. Esto es probable que se deba a que cuando sufrimos de depresión, nuestros niveles de energía y motivación disminuyen, y nos volvemos retraídos, pocos comunicativos, irritables, resentidos y, en pocas palabras, se hace muy difícil estar con nosotros. También hay mucha molestia, celos o envidia mezclado con la depresión, porque ver a alguien que es feliz sólo hace que nuestra depresión aumente. El punto es que la depresión, en términos de síntomas, puede ser debilitante y paralizante por aquello que los budistas llamamos "emociones aflictivas" que se asocian a ella. Cuando estamos deprimidos, nuestra autoestima y confianza decaen. Empezamos a dudar de nosotros mismos. Empezamos a pensar que nos hemos convertido en un fracaso en todo y para todos.

Los psicoterapeutas occidentales dicen que se puede comprender las razones por las que una persona experimenta la depresión si se mira su historia biológica. Desde el punto de vista budista, sin embargo, el entendimiento fundamental es que la depresión está basada en nuestras interpretaciones de las situaciones de la vida, de nuestras circunstancias, de nuestras propias concepciones. Nos deprimimos por no ser la persona que queremos ser. Nos deprimimos cuando pensamos que no hemos podido lograr las cosas que queremos alcanzar en la vida.

Pero la depresión no es necesariamente un mal y desagradable estado como para querer experimentarlo. Cuando estamos deprimidos, podemos ser capaces de ver a través de la falsedad y la engañosa naturaleza del mundo samsárico. En otras palabras, no debemos pensar, "cuando estoy deprimido mi mente está distorsionada y perturbada, mientras que cuando no estoy deprimido veo todo con claridad".

Esto es extremadamente importante según el Budismo, porque si no estamos convencidos de la ilusoria naturaleza de la condición samsárica, siempre estaremos sometidos a un pensamiento dualista. Tendremos un pie en la realidad espiritual y otro en la realidad samsárica, no pudiendo estar nunca completamente capacitados para hacer un esfuerzo extra.

No estamos hablando aquí, sin embargo, de la depresión crónica o clínica, que es aquella que se escapa completamente de las manos. Sino que estamos hablando de aquél tipo de depresión que nos hace detenernos, pensar y reevaluar nuestras vidas. Este tipo de depresión puede ayudarnos en términos de nuestro crecimiento espiritual, porque nos hace cuestionarnos.

Por todos estos años pudimos haber estado pensando, "soy este tipo de persona", "soy este otro tipo de persona", "soy una madre", "soy un ingeniero", o lo que sea. Entonces de pronto, ese mundo familiar se derrumba. La alfombra bajo nuestros pies es arrancada.

Debemos tener experiencias como éstas para que nuestro viaje espiritual se llene de sentido; de otra manera, no estaremos convencidos de la naturaleza insustancial del mundo samsárico. De lo contrario, tomaremos el mundo de cada día por algo real.

Con una forma genuinamente constructiva de depresión, nos volvemos desnudos en el contacto con nuestras emociones y sentimientos. Sentimos la necesidad de buscarle un sentido a todo, pero buscarlo de nuevas maneras, con otras formas.

Todas las viejas creencias, actitudes y formas de tratar con las cosas no han funcionado, por que debemos evaluar, decir y hacer las cosas de una manera diferente, experimentarlas de una manera diferente. Esto es consecuencia de usar la depresión en un modo constructivo.

La depresión puede ser usada para dominar nuestros impulsos naturales para perder el control, distraernos y dirigirnos aparentemente, dispersando nuestra energía en todas las direcciones. Los sentimientos de la depresión siempre nos recuerdan a nosotros mismos; nos detienen de perdernos en nuestras actividades, en nuestras experiencias de esto y aquello. Una forma verdaderamente constructiva de depresión nos mantiene vívidamente en contacto con nuestros sentimientos.

Todo lo que experimentamos es normalmente experimentado desde un punto de vista egoísta y narcisista. Pero una forma constructiva de depresión elimina el orgullo excesivo, la seguridad ciega y las ilusorias formas de confianza propia que tenemos. Cuando estamos deprimidos, en vez de pensar con tal seguridad y confianza, "yo sé lo que está sucediendo, yo sé donde están las cosas", somos forzados a ser más observadores y a cuestionarnos nuestras suposiciones, actitudes y comportamientos. Esto es lo que debemos hacer si queremos hacer algún progreso en el sendero espiritual.

El individuo se abre entonces a nuevas formas de hacer las cosas, formas nuevas y creativas de pensar. Como dicen los maestros budistas, tenemos que lidiar con la vida, tenemos que desarrollarnos. La vida misma es un proceso de aprendizaje y sólo podemos desarrollarnos y aprender cuando estamos abiertos.

Estamos abiertos cuando cuestionamos las cosas, y sólo cuestionamos las cosas cuando estamos despiertos o concientes de nuestras deficiencias tanto como de nuestras habilidades. Estar despierto o conciente de lo que no sabemos es más importante que estar conciente de lo que sí sabemos: si nos concentramos en lo que no sabemos, siempre seremos inquisitivos y estaremos deseosos de aprender. Y queremos aprender, cuando hay aunque sea una ligera experiencia de depresión, lo que en tibetano es llamado “yid tang skyo pa”, que es una expresión que se refiere a “estar cansado de todo lo que es irreal, de todo lo que es falso e ilusorio”. El estado anímico depresivo puede, de hecho, impulsar hacia delante.

Aún cuando muchas personas que experimentan la depresión dicen que se sienten atascadas, el sentimiento de la depresión puede ser una fuerza motivadora. Los místicos cristianos usaron la expresión, "la noche oscura del alma", lo que significa que tienes que experimentar la oscuridad en ti para poder avanzar. No puedes simplemente embarcarte en el viaje místico y esperar que todo sea fácil y sencillo. Tienes que tener la experiencia de la alfombra arrancada bajo los pies y tienes que experimentar tú mismo y cuestionarte, llenándote de dudas e incertidumbres, sin saber qué diablos está pasando.

Como dice Lao Tze, "Aquellos que dicen que saben, no saben, y aquellos que dicen que no saben, saben". Imagino que al decir esto, él está tratando de fijar la atención en una idea similar, en que el verdadero conocimiento intuitivo necesario en el camino espiritual viene de la duda, de la incertidumbre y el no saber. De esta forma la arrogancia de saber es compensada.

En otras palabras, el camino espiritual no consiste en cosas que únicamente masajean el “ego” o que lo hacen sentir bien y cómodo. El “yo” o el “ego” tiene que ser continua y repetidamente puesto a prueba para posibilitar nuestro crecimiento espiritual. Una de las primeras cosas que nuestro “yo” debe aprender es que nada en este mundo es permanente, estable, o absolutamente verdadero.

Para poder lidiar efectivamente con la depresión, debemos cultivar cinco cualidades en nuestra meditación:

1. Coraje,

2. Conciencia despierta,

3. Alegría,

4. Amor y

5. Compasión.

Coraje

Cultivar el coraje significa que debemos tener la voluntad de permitirnos estar en un estado depresivo. Si la depresión es el estado en el que nos encontramos, no debemos alarmarnos ni considerarlo como una señal de algo terrible. Debemos tener el coraje de no retroceder ante nuestra experiencia sino simplemente dejarla ser. No es provechoso ni sirve de ayuda satisfacerse o adentrarse en diálogos internos negativos como, "¿Cuánto va a durar esta depresión? ¿Acaso va a empeorar? ¿Cómo voy a poder arreglármelas conmigo mismo? ¿Qué van a pensar de mi?". Acercarnos a todo lo que experimentamos con coraje, dará como resultado que esas experiencias no nos afecten, sino que al contrario, nos servirán para darnos más fuerzas.

Este tipo de coraje está basado principalmente en la convicción de que somos capaces de enfrentar lo sea que se nos aparezca, en vez de pensar que de una u otra manera aquello que suceda va a producir un efecto negativo en nosotros. Cuando comenzamos a pensar que nuestra experiencia va a afectarnos de manera negativa, todo tipo de cosas como el miedo y la ansiedad se nos vienen encima. Pero cuando somos capaces de decir, "Cualquier cosa que suceda está bien, no hay problema", dejamos de tener que ser tan auto-protectores. Dejando que el estado depresivo esté ahí - si eso es lo que nos sucede - estaremos mostrando coraje. Si tenemos este tipo coraje no seremos heridos. Más daño es hecho cuando nos escondemos tras nuestras ilusiones y desilusiones, cuando hacemos eso, las emociones aflictivas se vuelven muy insistentes y dañinas.

La mayor parte del daño o del dolor toma lugar debido a una falta de coraje. Esta falta de coraje es casi como una necesidad patológica de protegernos a nosotros mismos. Pensamos: "No seré capaz de manejar esto, será demasiado para mi. Quedaré destruido. Me volveré loco". Nos satisfacemos en todo tipo de monólogos negativos, esa es la razón por la que nuestra mente se perturba, y no porque tenemos tal o cual experiencia.

Nos son nuestras experiencias sino nuestras reacciones a ellas lo que nos causa daño y dolor. Debemos olvidarnos de nuestro temor de ser heridos por nuestras experiencias negativas. Si nos concentramos más en el acto mental de coraje que significa estar cómodos y aceptar lo que sea que se nos aparezca, daremos espacio para que el estado mental depresivo esté ahí sin reaccionar ante él con alarma y preocupación.

Tener coraje en la práctica meditativa, significa que automáticamente habrá una conciencia despierta, y tener una conciencia despierta significa ser capaz de ver que es lo que está sucediendo. Si no mostramos coraje en nuestra meditación tampoco habrá una conciencia despierta, porque instintivamente retrocederemos ante nuestras experiencias meditativas. Tan pronto como aparezca algo perturbador y desagradable, como un estado depresivo, retrocederemos. Debemos practicar una conciencia despierta en relación a las cosas que creemos que nos pueden dañar, tanto como sobre aquellas cosas que consideramos inofensivas. A través de la muestra de coraje, podemos estar concientes de lo que nos permitimos experimentar.

Conciencia Despierta

La conciencia despierta no es un estado, sino un proceso, un despertar - "aware-ing"-, todos los “estados” (emocionales, psicológicos, etc.) que ocurren en la mente también son procesos. Esto es algo importante de tener en cuenta. Incluso si se está en un estado depresivo, si estamos con una conciencia despierta, y atenta, si tenemos una mente clara, es posible ver cómo ese estado cambia, y se va transformando. Si no estás conciente, no hay cambio, ni mutación, ni movimiento. Pero si se está conciente, se notarán las ligeras mutaciones, los ligeros cambios que continuamente están teniendo lugar. Se verá que la experiencia misma del estado depresivo varía, cambia. Normalmente asumimos que se trata de la misma depresión todo el tiempo, pero nunca es la misma. Siempre se presenta de manera diferente.

Este tipo de atención es una de las cosas que el Budismo nos alienta a que ejercitemos en la práctica de la meditación, porque no darse cuenta de las cosas es lo que nos lleva a solidificar y a darles el carácter de permanentes a nuestras experiencias. Cuando esa solidificación tiene lugar, nuestra mente se fija a las cosas y la conciencia se desvanece instantáneamente. Dejamos de estar en contacto con nuestro estado mental. Cuando estamos en contacto directo con nuestro estado mental, podemos ver los cambiantes matices de nuestro estado depresivo.

Uno de los signos que se pueden ver en una persona que tiene depresión, es su postura. En la meditación, ponemos atención en nuestra postura, no nos sentamos con nuestros hombros caídos, pareciendo derrotados y desolados. Se dice que los hombros deben estar extendidos y nuestro pecho ligeramente hacia fuera, mostrando una especie de aspecto de majestad y realeza. Esto debe ser incorporado en la práctica de la conciencia despierta y presencia plena.

La forma de estar en contacto con nuestro estado mental, es simplemente prestar atención a lo que estamos experimentando en el momento. Pero cuando los budistas hablan de "estar en el presente, en el aquí y el ahora", generalmente piensan que el "ahora" no tiene relevancia ni importancia para el pasado o el futuro. Esto no es cierto.

La forma de experimentar el momento presente no se hace ignorando las relaciones entre nuestra experiencia presente y el lugar de donde esa experiencia ha venido o el lugar hacia donde puede dirigirse. El pasado y el presente están abarcados y encarnados en las experiencias que tenemos como seres humanos. Cualquier experiencia que tengamos, las tenemos debido al pasado, no podemos tener experiencias totalmente desconectadas de nuestro pasado.

La razón por la que una experiencia particular se presenta, se debe en primer lugar a nuestro pasado, que es la realidad del karma. Nuestro estado mental presente es producto de estados mentales previos y de experiencias de vidas pasadas. En otras palabras, lo que estamos experimentando ahora es el fruto de lo que hemos experimentado en el pasado. Cuando prestamos atención a lo que estamos experimentando ahora, a través de la conciencia despierta y presencia plena, somos capaces de determinar nuestro karma futuro haciendo que tome un curso diferente. Si no prestamos atención a lo que estamos experimentando ahora, no tenemos ninguna posibilidad de orientar nuestro karma futuro.

Alegría

Aparte del coraje y la conciencia despierta, necesitamos cultivar la alegría para poder trabajar con la depresión. La alegría en el ahora no quiere decir euforia, la cual siempre es una mala señal. Cuando nos sentimos realmente excitados, nos estrellamos duramente. En este contexto, la alegría significa un estado de bienestar físico y mental.

En otras palabras, si tenemos buenas experiencias en nuestra meditación, no nos sentiremos sobreexcitados, y si tenemos malas experiencias, no nos sentiremos muy mal ni desesperanzados. La expresión tibetana para la alegría es “dga' ba”, que básicamente significa “no ser o comportarse como un yo-yo (juguete infantil)”.

Ni en la euforia ni en la depresión según con las enseñanzas budistas, hay verdadera alegría, en esas situaciones sólo estamos siendo azotados por nuestras corrientes emocionales. Cuando somos felices somos muy felices y quedamos completamente inundados de ello, y cuando somos infelices la emoción es tan fuerte que no podemos soportarlo.

La alegría se trata más bien de estar estable. Esto no significa que a ratos no nos podamos sentir con mucho ánimo o muy alegres. Pero si tenemos una disposición alegre - una actitud mental de alegría - no nos quebraremos ni desarmaremos cuando las cosas no nos salgan como queremos, ni perderemos la cabeza, cayendo en el otro extremo cuando las cosas nos salgan bien. En vez de esto hay una sensación de equilibrio.

El hecho es que no sabemos que esperar, algunas veces las cosas salen de maravilla, y otras veces salen horrible. Pero habiendo practicado meditación - lidiando con nuestra depresión y otros estados mentales - puede existir, a pesar de todo, una sensación y una actitud de alegría.

En relación a lo anterior y de acuerdo a las enseñanzas budistas, lidiar con nuestra situación presente es lo más importante. No debemos pensar todo el tiempo que las cosas van a ser distintas, que algo diferente va a ocurrir basándonos en nuestros deseos. Si dejamos de hacer eso, comenzaremos a experimentar alegría.

Amor y Compasión

Junto al coraje, la conciencia despierta y la alegría, necesitamos amor y compasión para poder trabajar con la depresión. En el budismo, el amor y la compasión están relacionados con la forma en que nos vemos a nosotros mismos y a los demás.

Cuando estamos deprimidos, no nos sentimos merecedores de recibir amor, dejando sólo la posibilidad de dar amor. No nos sentimos merecedores de recibir el regalo de la compasión de otros, dejando sólo la posibilidad de dar el regalo de la compasión. Pero a través de la práctica de la meditación en el amor y la compasión – conocida en el Budismo como "entrenamiento mental" o lojong - nos damos cuenta de que tenemos algo para dar y que efectivamente podemos darlo. Cuando ese sentimiento regresa, nos sentimos más conectados con las otras personas y los demás seres.

El regalo de amor o de compasión está en el acto mismo de dar. No debemos recibir algo a cambio para poder hacer que estos regalos tengan valor. La simple existencia de otros hace que tengan valor, porque sin otros estaríamos solos, seríamos personas solitarias y miserables. La vida perdería mucho de su riqueza, se empobrecería mucho si otras personas no fuesen parte de nuestro mundo. Se dice en las enseñanzas que incluso las personas que nos causan dificultades nos ayudan a crecer si somos capaces de relacionarnos con ellas adecuadamente.

Practicar el amor y la compasión - junto con el coraje, la conciencia despierta y la alegría - mantendrá acorralado lo que Winston Churchill llamó su "perro negro". Esto no significa que nos vamos a deshacer de nuestra depresión de la noche a la mañana, la verdad es que no tenemos por qué hacerlo. Los efectos negativos de la depresión irán disminuyendo gradualmente y nuestra habilidad de usar la depresión en una forma constructiva aumentará.

Si somos capaces de meditar y aprender a desarrollar coraje, conciencia despierta, alegría, amor y compasión, nosotros creceremos y la depresión desaparecerá. No tenemos que deshacernos de ella, la depresión desaparecerá por si sola. Esto es importante. Pensar en la depresión como un enemigo y tratar de conquistarlo o vencerlo, al menos desde el punto de vista budista, es una tarea contraproducente. Nuestro objetivo en la meditación no es hacer eso, sino aprender las habilidades necesarias para lidiar con lo que sea que estemos experimentando.

El Venerable Traleg Kyabgon Rinpoche es presidente y director del Instituto Kagyu E-Vam en Melbourne, Australia. Además es el autor de “The Essence of Buddhism: An Introduction to its Philosophy and Practice” (La Esencia del Budismo: Una Introducción a su Filosofía y Práctica).

Nota: Traducido por Yeshe Jungne del original en inglés “Depression’s truth” (http://domanassa.org/blog/depression%E2%80%99s-truth/ ) para beneficio de todos los seres sintientes.

miércoles, 9 de abril de 2008

El Karma

EL KARMA, LA LLAVE PARA LA FELICIDAD
Dictada
el 15 de noviembre de 2003 en Santiago de Chile.

Ven. Lama Gendun Yarphal

A todos mis hermanos y hermanas quisiera darles una especial bienvenida. Esto no lo digo por hacer poesía. En realidad siento que todos los seres sintientes son como hermanos y hermanas. La religión cristiana habla que todos somos hijos de Dios y el budismo dice que todos los seres sintientes en el pasado hemos sido hermanos, hermanas, hijos, padres, madres. Creo en esto, y por ello siento a todos los seres sintientes con esta cercanía.

Hoy quisiera explicarles sobre el karma, ya que es algo muy importante para nuestra vida diaria y social. Si entendemos más sobre el karma, nuestra mente podrá disfrutar de un mayor estado de paz

La ley del karma es la ley de la causa y efecto.

En general, existen distintos tipos de leyes, las leyes de gobierno, leyes dictadas por las religiones, por tradiciones o diversas culturas. Sin embargo, la ley del karma no pertenece a ninguna de estas clases, el karma ni siquiera es una orden dada por un Buda. La ley del karma es la naturaleza misma de las causas y los efectos internos. Por esta razón, la ley de la causa y efecto existe desde antes de Buda Sidharta y es una ley que por su naturaleza, no podemos cambiar. Por ejemplo, la naturaleza del azúcar es su dulzor y nadie puede cambiar esta condición natural.

¿Cómo podemos saber que realmente existe este karma?

En nuestra ciudad nos podemos dar cuenta que existen distintos niveles sociales, existe un nivel social superior, personas que gozan de buena salud, hay algunos que tienen mucha inteligencia, conocimientos y hay otros carecen de estas cualidades. Dentro de una misma familia existen enormes diferencias entre los hijos de los mismos padres. Incluso los hermanos gemelos tienen diferentes características, en su inteligencia y personalidad. Uno puede ser tranquilo y el otro muy ruidoso, uno puede ser muy generoso y el otro no.

¿Pero por qué ocurre todo esto? Realmente es difícil encontrar una respuesta a todo esto, pero si entendemos sobre el karma, es fácil poderla encontrar. No hay nada, ninguna cosa que exista inherentemente, todo necesita de causas y condiciones para existir. Podemos decir que existe la fortuna, la buena suerte, pero siempre va a depender de causas y condiciones, en este caso del karma.

¿Qué tipos de karma existen o cuántos tipos de karmas hay?

Existen karmas positivos, karmas negativos, karmas mezclados y también podemos hablar del karma neutral. Las acciones positivas y negativas las podemos llamar también como karma positivo y karma negativo. El karma se puede acumular a través del cuerpo, a través del habla y a través de la conciencia o mente. Toda acción física es producida por la conciencia, por la mente. Toda acción que realicemos ya sea del cuerpo, del habla o de nuestra mente es producida primero por una intención. Por esta razón las acciones que son llevadas a cabo con una buena intención son un karma positivo y las acciones que son llevadas a cabo con una intención negativa son un karma negativo. El karma mezclado es, por ejemplo, cuando una madre le dice algo agresivo a su hijo. Podemos decir que ese karma es un karma mezclado, porque seguramente la intención más profunda de una madre es querer y amar a su hijo y una segunda intención más temporal es negativa o de agresión. Aunque esa acción es un tanto dura, en la profundidad de esa acción subyace el amor. Y el karma neutral es cuando no existe precisamente una intención positiva, pero tampoco una negativa del todo.

Cualquier tipo de acción que traiga como efecto la paz es un karma positivo y cualquiera que conlleve al dolor o sufrimiento, es el efecto de un karma negativo. Es muy importante aclarar esto, porque podemos pensar que si todas las emociones positivas y negativas que sentimos, son efectos de causas específicas, es posible hacer algo al respecto. Tenemos todas las posibilidades de cambiar la situación que vivimos. El karma pasado es la causa principal de toda la felicidad y también de todo el sufrimiento que podamos tener.

¿Cuál es la relación que existe entre la causa y el efecto?

El karma es una acción ¿Cómo puede afectar esa acción física un momento determinado del futuro o después de vivir nuestra vida? Nuestro cuerpo ya no está ahí, entonces ¿cómo puede traspasarse esa acción a un efecto en una próxima vida? Por ejemplo, cuando somos niños aprendemos a leer y escribir, cuando ya estamos grandes no necesitamos volver a aprender a leer y a escribir, es algo que ya podemos entender de manera espontánea. La mano o el dedo que tiene el joven o el niño, no es la misma mano que tiene el joven o el adulto. El cuerpo ha cambiado, no ha cambiado completamente, pero ha cambiado mucho. Entonces cómo puede esa acción de niño traducirse en un efecto cuando uno es adulto.

Porque cuando estudiamos algo, cuando somos niños lo hacemos con nuestra conciencia. La conciencia siempre está presente. Por lo tanto, la acción de este niño proviene desde la conciencia o de una intención, luego viene la acción propiamente tal. La energía de esta acción queda impresa en nuestra mente. Por esta razón cuando ya somos adultos podemos escribir o leer de manera espontánea como algo adquirido. Es como una semilla que se almacena, es decir, con cada acción nosotros ponemos una semilla en nuestra conciencia. Luego en el futuro, con condiciones especiales esta semilla crecerá. En el desierto de Chile, por ejemplo, hay muchas semillas enterradas y con un poco de lluvia surgen muchas flores. De no existir esa lluvia es imposible que las flores surjan, de la misma manera el karma es como una semilla. Tenemos distintos tipos de karmas en nuestra conciencia, por lo tanto, muchos tipos de semillas. Que las semillas crezcan o no crezcan va a depender de la aparición de condiciones determinadas.

Es muy importante eliminar o purificar el karma negativo.

En el budismo se cree que todos los seres sintientes poseen un tremendo potencial para purificar todo lo negativo que subyace en ellos. En el pasado hubo grandes maestros y muchos seres que purificaron su karma negativo y alcanzaron así la iluminación. Existen muchos métodos para poder purificar el karma negativo, se pueden hacer oraciones y postraciones, también existen mantras y meditaciones. Para nosotros lo más importante es ser capaces de desarrollar el amor y la compasión hacia todos los seres sintientes. La práctica del amor y la compasión es tremendamente poderosa para purificar el karma negativo, porque todas las acciones negativas o karmas negativos son llevados a cabo por una intención negativa, como consecuencia de no respetar a los seres sintientes.

Cuando matamos no respetamos su vida, cuando robamos no respetamos sus pertenencias, cuando tenemos una conducta sexual incorrecta no respetamos a nuestra pareja y no respetamos la pareja del otro. Si somos capaces de cultivar el amor y la compasión por los demás seres sintientes, desarrollaremos una intención que es completamente opuesta a la pérdida de respeto hacia el otro. Es como hablar de luz y oscuridad. La luz no puede permanecer junto a la oscuridad, la luz del amor y la compasión disipa espontáneamente la oscuridad. Esa es la condición principal para lograr eliminar el karma negativo.

Finalmente, cuando entendemos profundamente lo que es el karma podemos tomar decisiones en nuestra vida. Podemos tener muchos conocimientos sobre filosofía, pero si no llevamos a cabo la práctica, es difícil hacer cambios. Por eso, si tan sólo entendemos algo, por pequeño que sea, es importante llevarlo a la práctica y de eso hacer una experiencia de vida. La práctica es que en nuestra vida cotidiana tratemos de no llevar a cabo acciones negativas, tratar siempre de dar lo mejor de nosotros y acumular acciones positivas o virtudes.

A veces podemos pensar que lo que dice el budismo es demasiado para mí, si soy pescador por ejemplo cómo voy a vivir, cómo puedo respetar y practicar el karma si estoy matando a otros seres sintientes. El budismo es el camino medio. Primero es importante darnos cuenta de la diferencia entre acciones positivas y negativas. Para la mayoría de nosotros es imposible hacer de nuestras acciones algo perfecto o abstenernos completamente de acciones negativas. En el caso de un pescador que debe matar para vivir, sí puede practicar la enseñanza del karma. Si soy pescador, puedo tratar de que el sufrimiento que tengan estos peces sea el menor posible y de la misma manera, puedo llevar a cabo muchas acciones positivas. Si todos los días tratamos de hacer lo mejor posible, en algún momento seremos capaces de hacerlo perfecto. Si mato a un pez debo tratar de hacerlo no con una intención negativa. Alcanzar la liberación del sufrimiento o alcanzar el estado de un ser iluminado, de un Buda, la iluminación, se realiza a través de la práctica. Por lo tanto, es muy importante tratar de dar siempre lo mejor de cada uno, de esa manera disminuiremos nuestro sufrimiento. Si entendemos sobre el karma ayudaremos a que nuestra mente esté más en calma.

A veces cuando a alguien le ocurre algo malo podemos sentir que esto es algo que aparentemente le cae del cielo o que alguien le castiga, podemos sentir incluso que el sufrimiento que padezco es inherente. Pero cuando entendemos la ley del karma nos damos cuenta de que todo lo que sucede depende de causas y condiciones. Lo que sucede en este instante está dependiendo de acciones pasadas y lo que sigue hacia el futuro depende del presente. Un famoso maestro decía que no es necesario preguntar a alguien por nuestra vida en el futuro. Si quieres entender qué es lo que hiciste en el pasado debes observar el presente, sus condiciones, y si quieres saber lo que habrá en el futuro, observa tu mente. Si en tu interior existe una intención positiva es seguro que en el futuro habrá mucha felicidad y paz. Por lo tanto, la explicación del karma nos dice que lo que experimentaremos en el futuro, paz o sufrimiento, va a depender de nosotros mismos.

Quisiera a todos agradecerles mucho por estar aquí.

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LAMA GENDUN YARPHAL

Hola, esta es mi vida.

Mi nombre es Lama Gendun Yarphal. Nací en el Tíbet. Cuando niño mis padres huyeron del Tíbet hacia la India, nos radicamos en la región del Assam y luego cerca de Calcuta.

Fui a la escuela Tibetana de la India. Allí estudié ciencias, temas sociales, matemáticas, historia, geografía, arte e idiomas, como el tibetano, el hindi y el inglés. Para mis estudios universitarios fui al sur de la India, a la Universidad de Gaden Jangste, donde estudié filosofía budista y terminé con éxito 5 materias diferentes, entre las cuales estaba "lógica", "metodología" y "sabiduría". Además estudié las distintas escuelas del budismo tibetano.

Al terminar mis estudios universitarios sentí que quería alcanzar la paz verdadera. Por lo tanto decidí empezar una práctica de meditación profunda y viajé en busca de un lugar de retiro. Llegué hasta Nepal donde decidí meditar por un tiempo en la cueva del Gran Yogi Milarepa, donde éste se había recluído largo tiempo durante el siglo XI. Me retiré 29 días con solo 2 kg. de Tsampa (harina tostada) y agua de un río cercano. Hice esto para abandonar los placeres del mundo. Al cabo de este período me di cuenta que necesitaba pedirle consejos a S. S. el Dalai Lama. Me fui a Dharamsala donde Su Santidad aceptó recibirme. Le pregunte si convenía que iniciara una práctica meditativa o si debiera continuar mi retiro. Me dijo que sería muy bueno hacer un retiro. Después de darme sus bendiciones me pidió que regresara a visitarlo cada vez que necesitará ayuda. Me quedé en las montañas cerca de Dharamsala e hice voto de silencio. Durante los 12 años que duró mi retiro tuve la gran suerte de poder visitar a Su Santidad frecuentemente. Me dio numerosas instrucciones para mejorar mi meditación y mis prácticas, para que así fuera más provechoso mi retiro. Al mismo tiempo el Jefe del departamento para América Latina del Gobierno Tibetano viajó a Chile. Allí algunos chilenos le expresaron el deseo que les venga a enseñar budismo tibetano un buen maestro. El transmitió esta demanda a Su Santidad el Dalai Lama quien la acogió favorablemente. Su Santidad ya me conocía bien a raíz de los 12 últimos años como su discípulo. De modo que cuando lo visité nuevamente, me dijo que sería importante que viajara a Chile. Entonces partí a Europa y luego a Sudamérica. Desde 1998 he estado enseñando en Santiago y en varios lugares de Chile. Todo demuestra que tengo una gran conexión kármica con los chilenos.

martes, 8 de abril de 2008

Meditación Chenrezig

La meditación de Avalokisteshvara, Chenrezig

Me postro ante el Lama

Si recitas el Mantra de Seis Sílabas,
que es la esencia del mantra secreto,
separado de la unidad del samadhi
y del estado de surgimiento;
permanecerás encerrado en el círculo de los cinco venenos,
el estado infinito de confusión.

Si recitas solamente moviendo los labios
y manteniendo el mala en tu mano,
podrías perder los ornamentos de tu concha de caracola
y así tus realizaciones permanecerán lejanas.

Si aún concentrándote en la unión del samadhi,
en la recitación
y en el estado de surgimiento del supremo sendero de las instrucciones orales del Vajrayana;
tu cuerpo, palabra y mente no son liberadas,
tu no has confiado en las enseñanzas del omnipresente,
el gran Vajradhara.

Recite el mantra libre de las seis faltas.
Cuando la mente esté agitada, demasiado excitada o irritable, recite la práctica mentalmente.
Cuando la mente esté embotada o somnolienta, cántela melodiosamente.

Métodos de meditación y plegarias del Budismo Tibetano Drikung Kagyu

Respiraciones de Purificación

Enseñanzas Preliminares del “Dzogchen Yangzab” El Texto Tesoro “Damcho Gonpa Yangzab del Drikung Gyalwa Rinchen Puntzok (La Mas Profunda Intención del Sublime Dharma)

(Extractos)

por el Venerable Drikung Ontul Rinpoche.

Traducidas por Ngakpa Konchok Thondup Dorje (Mauricio Salinas) 2003.

Exhalar el Aire estancado (9 Respiraciones de Purificación)

El siguiente ejercicio es exhalar el aire estancado o aire viciado de los pulmones. Primero debemos presionar el pulgar de cada mano contra el dedo anular de cada mano, dejando luego las manos descansar sobre las rodillas. Esto es seguido por una serie de ejercicios como se detalla más abajo:

1. Suba su mano derecha y usando su segundo dedo obstruya el orificio nasal izquierdo e inhale a través del orificio nasal derecho. Entonces saque su mano del orificio Izquierdo y bloquee el orificio derecho y exhale desde el orificio izquierdo. Repita este ejercicio tres veces antes de descansar la mano de nuevo en la rodilla derecha.

2. El siguiente es la mano izquierda y usando el segundo dedo bloquee el orificio derecho e inhale a través del orificio izquierdo. Entonces saque su mano del orificio derecho y cierre el orificio izquierdo y exhale a través del orificio derecho. Repita este ejercicio tres veces antes de descansar la mano en la rodilla izquierda.

3. Después de haber usado ambas manos, el siguiente ejercicio es sin manos. De la misma manera, inhale a través de ambos orificios y exhale. Repita el ejercicio tres veces.

Todos los ejercicios anteriores deben ser hechos con la primera inhalación-exhalación larga y fuerte. La segunda deberá ser fuerte y corta y la tercera larga y suave.

Durante cada inhalación debemos visualizar que inhalamos todas las bendiciones de los Budas de las 10 direcciones y de los tres tiempos.

Durante las exhalaciones visualizamos lo siguiente:

  1. Primera exhalación, un Gallo deja nuestro cuerpo a través del aire que eliminamos. Esto simboliza las emociones aflictivas relacionadas al Apego.
  2. Segunda exhalación, una Serpiente deja nuestro cuerpo a través del aire que eliminamos. Esto simboliza las emociones aflictivas relacionadas a la Ira.
  3. Tercera exhalación, un Cerdo abandona nuestro cuerpo a través del aire que eliminamos. Esto simboliza las emociones aflictivas relacionadas a la Ignorancia.

Mahamudra

La Tradición Geluk-Kagyu del Mahamudra

Por SS. Tenzin Gyatso, el 14avo Dalai Lama del Tíbet.(Extracto)

Tomar una dirección segura y la “Naturaleza de Buda” Una vez que nos tomamos a nosotros mismos y a nuestra calidad de vida seriamente, y reconocemos las dificultades que se pueden experimentar, el paso siguiente es tener confianza en que 1) es posible superarlas, 2) hay una forma de lograr esto, 3) y somos capaces de lograrlo. Esto es lo que nos lleva al tópico del Refugio y de la Naturaleza de Buda.

Tomar refugio no es un acto pasivo de ponernos en las manos de un poder superior, que hará todo por nosotros, tal como la palabra “refugio” parece sugerir. Es en realidad un proceso activo de poner nuestra vida en una dirección segura, confiable y positiva.

Esta es la dirección que indican los Budas, el Dharma y la Sangha –Las Tres Joyas Preciosas. Son preciosas en el sentido de que son tanto raras como valiosas. Cada una tiene dos niveles de significado – el convencional o interpretable y el definitivo o absoluto, y también un nivel de representación por medio de símbolos comunes. El nivel interpretable nos lleva al nivel definitivo, mientras que la representación simbólica, nos sirve para que podamos enfocarnos en ellas con una actitud de respeto, pero no nos proveen un sentido real de dirección en y por si mismas.

Los Budas son aquellos que han eliminado toda su confusión de modo de que son capaces de usar todo su potencial para beneficiar a otros. En el nivel definitivo, la dirección segura de los Budas, es provista por medio de su dharmakaya o cuerpos que abarcan todo –en concreto, su sabiduría omnisciente, y su naturaleza, que son lo que abarca todo.

El rupakaya, o cuerpos de la forma que los Budas manifiestan, sirven como el nivel interpretable, mientras que las estatuas de los Budas y las pinturas, son la representación simbólica de la primera de las tres joyas preciosas.

En el nivel definitivo, el Dharma como fuente de dirección se refiere a la completa remoción o a la ausencia total de obstáculos, y al logro completo de las buenas cualidades que los Budas han logrado. En su nivel interpretable, el dharma es lo que nos ayuda a que logremos lo mismo, es decir, tanto las instrucciones en las escrituras como la realización interior del propósito de las mismas. A nivel de la representación simbólica de esto, encontramos los textos del Dharma.

El nivel definitivo de la Sangha, como fuente de dirección, es la “comunidad” interna de total remoción o cesación de los obstáculos y los logros de las buenas cualidades de la mente misma. Específicamente, es la comunidad de los que son reunidos por todos los aryas- aquellos que de manera directa y no conceptual han visto la realidad- mientras progresan más todavía en el camino espiritual. En su nivel interpretable, es la comunidad de los Aryas, tanto laicos como monásticos, con algún logro de esa remoción y esos logros. En términos generales, la representación simbólica, esta es la comunidad de monásticos.

En resumen, el nivel definitivo de las Tres Joyas Preciosas del Buda, Dharma y Sangha, representan la meta que nosotros quisiéramos lograr. En su nivel interpretable, indican lo que usamos como un apoyo externo para llevarnos a nosotros mismos a allí. Sin embargo, también existen factores internos en que debemos apoyarnos también. Estos se refieren a nuestra “Naturaleza de Buda”. Somos capaces de eliminar nuestros problemas y lograr el logro definitivo igual al de las Tres Joyas Preciosas, debido a que cada uno de nosotros tiene una “Naturaleza de Buda”, es decir, varios factores o materiales de trabajo, que lo hacen posible.

De todos nuestros recursos naturales, el más importante es la mente. Todos tenemos una mente que, en su naturaleza, no se daña en absoluto con todas las experiencias que existen. No importa lo que pase, no importa cuan confundidos, estresados o infelices estemos- lo experimentamos. Aun la muerte, es algo que experimentamos cuando ocurre. Por consiguiente, debido a que tenemos una mente que nos permite experimentar todo lo que existe, es que tenemos el recurso básico que nos permite experimentar la ausencia total de confusión y la utilización de todas las buenas cualidades posibles para ayudar a otros- siempre y cuando dicha ausencia total y utilización realmente existan.

En otras palabras, si podemos determinar que es posible que estas dos cosas existan y que no son simplemente un invento de deseos bonitos pero sin base en la realidad- entonces podemos tener una confianza autentica en que nos será posible lograrlos por el simple hecho de reconocer que tenemos una mente. Es posible que podamos experimentar las cosas sin confusión y sin estar tensos. Incluso las personas mas perturbadas, y nerviosas, tienen momentos de calma y claridad- aunque sea solamente cuando están durmiendo apaciblemente y teniendo sueños placenteros o inocuos. Esto demuestra que la confusión y la tensión no forman parte de la naturaleza de nuestra mente. Por ello es posible eliminar la confusión. No es solo posible removerla, y ya que la confusión no puede ser validada, y puede ser totalmente reemplazada por la comprensión, lo que si puede ser verificado, la confusión puede ser eliminada para siempre.

Por tanto, es posible que pueda existir una total ausencia de confusión. Más aún, ya que la confusión limita la capacidad de la mente de usar todo su potencial., entonces, una vez que la confusión se ha eliminado, la utilización de todos los potenciales de la mente, también puede existir. Por consiguiente, debido a que todos tenemos mente, y todas las mentes tienen la misma naturaleza básica que les permite experimentar todo lo que existe, todos podemos realizar y experimentar el aspecto definitivo de las Tres Joyas Preciosas. Así, si nos ponemos el objetivo, de remover nuestra confusión, y realizar nuestros potenciales, tal como se nos muestra a través del ejemplo de los Budas, su logro, sus enseñanzas, lo que ellos han construido al recorrer el camino, y también con el ejemplo de aquellos que progresan también, estaremos viajando por la vida en una dirección segura, confiable y positiva.

Tomar refugio, significa entonces, poner nuestra vida en esta dirección realista y segura. Sin ella, la practica del Mahamudra (y cualquier otro método), no tiene dirección y no lleva a ningún lado, o nos conduce a una dirección insana que generará más confusión y problemas. Por otro lado, mientras más viajamos en esta dirección segura, a través de las técnicas del Mahamudra, en otras palabras, mientras mas comprendemos realmente la naturaleza de la mente y su relación con la realidad, nos volvemos más confiados en la sanidad de esta dirección y en nuestra habilidad de lograr la meta. Mientras mayor sea nuestra confianza, mas progresaremos en el camino.

Traducido del Inglés por Lotsawa Urgyen Karma Lekshe Dayang para beneficio de todos.