jueves, 31 de diciembre de 2015



Pregunta:
Lama, cuando se dice en las sadhanas meditar sobre la claridad de la mente mientras se recita el mantra, ¿cómo lo hacemos? ¿Qué es esta claridad? ¿Si no la encontramos, estamos meditando en la ignorancia? ¿Cómo practicamos correctamente el mantrayana?

Lama Jigme Lhawang:
"Hay muchas tradiciones espirituales que practican los mantras. En el budismo tántrico, o más específicamente en el vehículo del mantra secreto del vajrayana en las sadhanas (manuales de meditación o medios de realización), el mantra debe ser entendido como la invocación, el reconocimiento, la familiaridad, el cultivo y la habituación con la naturaleza vacía luminosa de la bondad primordial, que es la verdadera identidad de todas las deidades. En general, encontramos en los mantras el propio nombre de ciertas deidades, cualidades, sabidurías o características de las mismas.

El gran pandita indio Abhayarakagupta (siglo XI), un gran maestro erudito del universidad budista de Vikramashila, en su obra titulada Munimatālakāra, dice que "man significa cognición (Sáns. Manas) y tra significa protección (Sáns. traina). Esta cognición (quién conoce) y esta compasión que protege es a lo que el término mantra se refiere. El conjunto de sílabas que representa dicha afiliación también se denomina mantra." En esencia, el término mantra es la unión de deprajna y upaya, es decir, la unificación entre discernimiento y medios hábiles. El corazón de la práctica del mantra es su recitación, repetición o conteo indicada por el sánscrito "Djap", del cual proviene la palabra " Djapa Mala", que significa un rosario (Sáns. mala) de repeticiones (Sáns. jap). La naturaleza de este conteo repetitivo es el continuo mental de la conciencia lúcida desarrollado a través de su repetición.

Según Acharya Lakshmikara, hermana del rey y mahasiddha Índrabhūti (siglo VIII), los mantras pueden ser entendidos a través de su causa (aire o energía vital, Sáns. prana) y su efecto que es el propio mantra (expresión sonora de esta energía vital). También, según Lakshmi, los mantras pueden ser identificados a través de cuatro aspectos: los mantras que expresan un significado (tib. don), que expresan un simbolismo (tib. brdar gyur), que expresan las derivaciones (tib. btub) y que expresan su naturaleza esencial (tib. de kho na nyid).

Ejemplos de los mantras que expresan un significado particular son "OM", etc. Mantras que expresan un simbolismo, que se inician con "OM" y con "SOHA", por ejemplo, "OM MUNI MUNI MAHA MUNI YE SOHA". Mantras que expresan las derivaciones, es decir, los mantras de varias deidades masculinas y femeninas, pacíficas y coléricas, por ejemplo, "OM VAJRA KILAYA KILI SARVA BIGANAM HUNG PHET", el mantra de la deidad Vajrakilaya. Y los mantras que expresan su naturaleza esencial, tales como "OM AH HUNG" o simplemente "AH", la sílaba mántrica que expresa el vacío luminoso, la naturaleza primordialmente pura.

Los mantras son sílabas sagradas que sirven como instrumentos que protegen la mente de visiones impuras y estados mentales negativos. Son explicados a través de nueve principios:

1. El mantra como la naturaleza de la propia deidad;
2. El mantra como un mandala o una percepción sagrada;
3. El mantra como una ofrenda;
4. El mantra como una fuente de bendiciones;
5. El mantra como la expresión de una realización;
6. El mantra como la propia manifestación de la actividad iluminada;
7. El mantra como una representación viva de la vaciedad luminosa (shunyata);
8. El mantra como un instrumento de purificación;
9. El mantra como una joya realizadora de deseos dotada de poderes espirituales.

Hay tres diferentes tipos principales de mantras en el vajrayana:
1. Mantras secretos
2. Vidya mantras
3. Dharani mantras

Los mantras secretos son explicados en la literatura sánscrita como mantre guptibhāae, o sea, “mantra en el sentido de una expresión vocal secreta”. Es llamado así pues invoca secretamente a la deidad en su naturaleza (secreta en el sentido de una invocación a partir de una expresión aparentemente sin significado o sumamente resumida en palabras clave sin conexión entre si). Los mantras secretos, en general, son recitados en conexión y en relación con una deidad de meditación.

Algunos ejemplos de mantras secretos son el mantra del Buddha Shakyamuni, el buddha histórico (OM MUNI MUNI MAHA MUNI YE SOHA), el mantra de Avalokiteshvara, el Buddha de la Compasión (OM MANI PADME HUNG) y el mantra de Guru Padmasambhava, el segundo Buddha del Tibet (OM AH HUNG VAJRA GURU PADMA SIDDHI HUNG).

Vidya mantras como vidya jñāna, o sea, “visión en sentido de conocimiento”. Son llamados de Vidya Mantras por ser expresiones vocales que funcionan como antídotos para la ignorancia. Vidya Mantras o mantras de conocimiento representan la esencia de algún tipo de visión, meditación o acción iluminada corporizada a través de una divinidad femenina.

Por ejemplo, “OM GATE GATE PARA GATE BODHI SVAHA”, el mantra de la deidad femenina “Bhagavati Prajna Paramita”, la naturaleza esencial del corazón de la Sabiduría Transcendental. También, el mantra “OM TARE TU TARE SOHA”, que representa la esencia del amor y compasión de la deidad femenina Tara Verde, etc.

Dharani Mantras como arthagranthan dhārayatīti dhāranī, o sea, “una retención sonora que retiene las palabras y su significado”. Cuyo uso permite que su significado sea claramente comprendido y mantenido en mente. Son Vidya mantras (Mantras de conocimiento) en los cuales la composición desarrollada en una secuencia especial los empodera para pacificar la negatividad a través de la comprensión de su sentido y de su no olvido.

Por ejemplo, el dharani mantra del Buda de la Medicina:

OM NAMO BHAGAVATE BHAISHAJYE / GURU BAIDURYA / PRABHA RAJAYA / TATHAGATAYA / ARHATE SAMYAKSAM BUDDHAYA / TADYATHA / OM BHAISHAJYE BHAISHAJYE MAHA BHAISHAJYE / RAJA SAMUDGATE SVAHA

Como practicar el mantra:

Hay explicaciones muy detalladas y precisas en cuanto la posición del cuerpo, como usar el habla y que hacer con la mente durante la recitación. Sin embargo, esencialmente, la claridad de la mente de la que nos familiarizamos durante la recitación del mantra es la naturaleza vacua luminosa de nuestras mentes. En general, en la conclusión de una sadhana vajrayana, disolvemos nuestra imaginación sagrada en el espacio luminoso de donde el mismo emergió y, entonces, reposamos en el estado natural de la mente en que todas las formas son reconocidas como la forma de la deidad, todos los sonidos como el habla de la deidad y todos los pensamientos como manifestaciones de la mente de la deidad. En esencia, esto quiere decir que todos los fenómenos son vacuos de una existencia independiente, no obstante luminosamente aparentes como imágenes claras reflejadas en un espejo. La naturaleza del cuerpo, del habla y de la mente de la deidad meditacional es esta naturaleza vacía luminosa. Por tanto, cualquier movimiento de la mente es esto, es la propia naturaleza de la deidad. Esta naturaleza es nuestra consciencia más original, primordial. Esta consciencia está siempre presente, es a través de su presencia que la realidad fenomenal surge en nuestro campo de experiencia. Pero, cuando no estamos presentes, conscientes y profundamente en paz, no la percibimos pues somos arrastrados por pensamientos y emociones del pasado y del futuro.

Descansar en esta tranquila y lúcida conciencia mientras recitamos el mantra, mientras desarrollamos el reconocimiento de su naturaleza vacía luminosa, es un camino de despertar a la naturaleza de la realidad. En esencia, la recitación del mantra y de cada una de sus sílabas debe hacerse claramente (despertando la claridad de la mente consciente), así como en un ritmo o melodía igual y continua (despertando medios hábiles compasivo a través de un flujo continuo de claridad consciente, ecuánime y sin perturbaciones de la mente). Se dice que a través de la recitación del mantra de forma relajada y lúcida nuestra consciencia vibra relajada y lúcida sin rechazo o atracción por la presencia o ausencia de movimiento mental. A través de esta práctica es posible penetrar en el estado de shámata (el permanecer tranquilo) y vipassana (visión elevada). La experiencia de la unión de shámata y vipassana que reconoce su propia naturaleza a través de la práctica del mantra abre la puerta del samadhi vajra, el saldo total del samadhi vajra o pleno dominio diamantino.



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