jueves, 27 de noviembre de 2014


 
Enseñanza sobre la meditación 

Una enseñanza ofrecida por S.S. Penor Rinpoche
Noviembre 12, 1999.
 




Reciclando en la existencia mundana ("Samsara")


En este mundo, como hemos nacido como seres humanos, necesitamos tener algo beneficioso que podamos hacer. En general, tenemos algún tipo de actividad mediante el cual ganamos nuestro sustento, sólo para tener algo que comer y beber. Por supuesto, no sólo los seres humanos, sino también los animales saben cómo vivir sus vidas de esta manera. Como hemos nacido humanos, podemos hablar y entender el lenguaje y el significado. Esa es la característica específica del ser humano. Así nos basamos en que tenemos que tener algún beneficio máximo que podemos lograr en esta vida.

En general, dos son las principales  categorías de actividades en que podemos participar: nuestras actividades mundanas y luego las actividades dármicas. Pero la mayoría de personas en el mundo se tornan muy ocupadas con las actividades mundanas antes que seguir algún tipo de práctica espiritual. Esos trabajos o actividades mundanas están basadas en capacidades como la fuerza y la habilidad de uno, en ello hay muy diferentes niveles; algunos tienen más o mejor y algunos tienen menos.

Sin embargo, cualesquiera sean las actividades mundanas que completemos, sean o no buenas o significativas, sólo perdurarán durante unos meses o años. No hay nada dentro de estas actividades, en última instancia, en la que podamos realmente confiar. Por ejemplo, desde la tierna infancia seguimos la formación educativa, desde primer grado hasta la graduación. Durante casi quince o veinte años trabajamos y estudiamos muy duro para que podamos conseguir un trabajo específico. Luego si a través de su trabajo uno se vuelve más exitoso, entonces posiblemente en veinte o treinta años consideraremos que tenemos una vida mejor o más feliz. Y si durante todo ese tiempo, si tenemos una mente muy pura y sincera en todos estos trabajos, entonces por supuesto hay algún beneficio que se conoce como acción virtuosa. Pero también hay personas que tienen las calificaciones para hacer estas actividades, pero como tienen mucho ego o arrogancia u orgullo en lo que son sus obras, aun si se completan, no son muy beneficiosas en esta vida.

Tantos seres humanos consideran como la cosa más importante el beneficio para sus yo individuales. El resultado es que todos nos estamos reciclando una y otra vez en lo que se denomina el samsara o la existencia cíclica.

Realmente no podemos establecer o averiguar cuánto nos hemos ido a la deriva en el Samsara o existencia cíclica. Nadie puede saber con certeza cuántas vidas hemos dado en este mundo: cien, mil, diez mil, tal vez un millón de vidas. No podemos calcular los incontables eones de veces que hemos ido renaciendo en este mundo, en este Samsara.

A veces hemos sido capaces de cumplir con algunos de nuestros deseos y a veces no pudimos. En esta vida, desde el momento que nacimos del vientre de nuestra madre hasta ahora, sea cual sea nuestra edad, hemos estado constantemente pensando acerca de nuestro propio beneficio y de cómo podemos ser más una persona feliz. Toda nuestra educación y nuestro desarrollo financiero son sólo para beneficio propio. No queda nada afuera de lo que uno no haya pensado para su propio beneficio.


La ley de causa y efecto ("Karma") y la ignorancia

Sin embargo, sea lo que hagamos, realicemos o ejecutemos en esta vida está principalmente basado en nuestro karma, la acción, de lo que hemos hecho en nuestras muchas vidas pasadas. Uno no puede realizar cada deseo inmediatamente debido a la ley del karma. Por cuanto nunca han desarrollado principalmente su lado espiritual, tienen las mentes engañadas. Por eso no son capaces de comprender las causas y condiciones basadas en la ley del karma. Sólo pueden pensar en lo que está pasando hoy en día y no imaginan lo que realmente está pasando. No tienen un nivel más profundo de entendimiento de estas prácticas espirituales y así ellos no entienden lo que está involucrado en las vidas pasadas y en las vidas futuras. Es debido a sus oscurecimientos o ignorancia que no tienen ninguna comprensión clara sobre las causas y condiciones. Realmente no saben nada sobre la ley del karma.

Y hay muchos, muchos seres que no saben mucho acerca del Buda o la iluminación o las enseñanzas del Darma o la liberación. Realmente no tienen ni idea de esas cosas. Incluso con todas las explicaciones que encontramos en estas enseñanzas del Dharma, y aunque muchos lamas y otros maestros calificados dan estas enseñanzas, todavía se podría pensar que estas enseñanzas son sólo mitos. De este modo, ustedes no pueden verdaderamente aceptar o creer en la realidad absoluta.

Todo se basa en lo que se denomina la ley del karma que son las acciones que hacemos, las causas y condiciones que nosotros mismos creamos. Además hay una ley del karma, que se conoce como el karma colectivo, las acciones, causas y condiciones que creamos juntos. No hay manera de que podamos cambiar nosotros mismos, aparte de entender el Karma. Además, cuando uno no puede entender todas estas cosas más profundas, entonces uno piensa que estas cosas no existen realmente.

Cuando los lamas y muchos otros maestros calificados enseñan sobre el sufrimiento del Samsara, por supuesto que esto no es realmente placentero de escuchar y luego uno siente: “No quiero escuchar estas clases de enseñanzas.” Algunas personas cuando el lama da estas enseñanzas sobre el sufrimiento dicen incluso: “No estoy interesado en escuchar sobre los sufrimientos del samsara. ¡Este lama no considera que debe ofrecer buenas enseñanzas!” Estas personas prefieren solo expresar sus propias ideas.

Sin embargo, cuando un lama calificado enseña, de hecho es el Dharma, la verdad. Estas enseñanzas sobre la naturaleza del Samsara y la realidad de las fallas del Samsara han sido impartidas por todos los seres iluminados como el Buddha Shakyamuni. Los seres iluminados, los budas, dieron todas estas enseñanzas porque si sólo pudiéramos entender la naturaleza del Samsara, entonces acudiríamos a las prácticas reales a través del cual podemos purificar nuestros oscurecimientos. Podemos tener la máxima realización a través de la cual alcanzamos la paz y la felicidad y, por eso mismo, podemos manifestarnos en beneficio de todos los demás seres sensibles en el Samsara. Para ello el Buda dio todas estas enseñanzas. No es que el Buda quería ser famoso y por esa razón ofreció estas enseñanzas, ni muchos menos estaba mostrando sus habilidades en la enseñanza, ni nos estaba explicando las cosas para que nos asustáramos. Estas enseñanzas son principalmente acerca de cómo todos los seres podemos creer y actuar para alcanzar completamente la iluminación, para liberarnos nosotros mismos de los sufrimientos del Samsara. Así que ya ven, Buda dio estas enseñanzas con gran compasión.

Tomemos el ejemplo de una pesadilla. Dentro de esos sueños, no importa lo que hagan, aun así no pueden escapar de la sensación de miedo de una pesadilla hasta que despiertan. En el mismo momento, alguien que esté despierto y mire al lado de la cama, puede ver que estás teniendo un sueño. Podemos entender algo de la naturaleza del Samsara con este ejemplo de sueño. Mientras estamos en el Samsara experimentando toda clase de sufrimientos, somos exactamente como alguien que está sufriendo una pesadilla.

Los sufrimientos samsáricos que experimentamos son el resultado de las acciones no virtuosas del cuerpo, habla y mente. Por ejemplo, si alguien realiza una acción negativa, como matar, entonces el resultado basado en esa acción, la reacción o su maduración karmica, es acortar la vida de esa persona. Y en la próxima vida puede nacer en los reinos del infierno donde tiene que sufrir el resultado del karma que creó. Del mismo modo, si alguien piensa que en esta vida podrían obtener posesiones materiales por hurto o robo, como una rata que roba todo tipo de granos, tales robos, en última instancia, maduran su fruto para que en la próxima vida, o tal vez en esta vida, esta persona pueda en realidad no tener suficiente riqueza y ser muy pobre.

Incluso las acciones negativas del cuerpo físico, como la mala conducta sexual, tienen resultados negativos. Esto puede ser en esta vida de uno o en la próxima vida, la familia no estará en armonía y sufrirá riñas y peleas. Del mismo modo existen cuatro negatividades del habla, que se conocen como mentiras, interferencias, palabras duras y chismes. De estas, algunas son resultados negativos que uno experimenta, como el que la gente no creerá lo que uno trata de decir. Incluso cuando uno intenta decir algo beneficioso parece como si uno estuviera tratando de lastimar a alguien. Asimismo con las tres acciones mentales negativas: la codicia, pensamientos de dañar a los demás y las visiones equivocadas. Basado en estas, uno no tendrá éxito en lo que uno trata de hacer en esta vida o en vidas futuras, se experimentará un montón de daño de otros seres, uno será incapaz de permanecer junto a los maestros, profesores o amigos, etc. Estos son ejemplos de la maduración de las acciones negativas.

Al entender que todas estas causas y condiciones se basan en las acciones de nuestro cuerpo, habla y mente, entonces deberíamos abandonar totalmente las diez acciones negativas e intentar entrenarnos para que nuestro continuo mental fluya en el sendero espiritual. Entonces uno puede practicar y acumular todas las actividades virtuosas. Las enseñanzas dicen que si uno sigue el aspecto mundano de la práctica del Dharma, con comportamientos buenos o positivos, esto naturalmente se convierte en un camino espiritual a través del cual se pueden tener paz y felicidad. De esta manera, con nuestros cuerpos, habla y mente, en cualesquiera condiciones de vida, es muy importante tratar de beneficiar a otros y tener amorosa bondad hacia todo el mundo.


Esta es la raíz de todas las prácticas del Dharma: generar la Bodhicitta [bondad amorosa]. Si uno realmente puede generar genuina Bodhicitta en la mente, entonces es muy fácil acercarnos a la liberación final. La Bodhicitta es conocida como el despertar de la mente. La mente del despertar es imparcial y beneficia por igual a todos los seres sensibles. Si tenemos la idea de hacer algo bueno y beneficioso para nuestras familias y amigos y luego queremos crear todo tipo de obstáculos para alguien que no nos agrada o a quien consideramos un enemigo, eso no es Bodhicitta.

Generar Bodhicitta, la mente del despertar, se hace con la finalidad de beneficiar a todos los seres sensibles sin excepción. Hasta criaturas vivientes como las hormigas, en su naturaleza definitiva, también tienen naturaleza búdica. Hasta las cucarachas. No hay ninguna diferencia en el tamaño de la forma. En las enseñanzas se dice que no hay límite para el espacio, que el espacio es inconmensurable y, del mismo modo, no hay límite para los seres sensibles. Su número es incalculable. Por lo tanto, tenemos que generar el tipo de Bodhicitta que es inconmensurable para todo este incalculable número de seres.

Si la Bodhicitta, la mente del despertar, está dentro de su continuo mental desde su nacimiento, entonces ¡por supuesto que es muy buena! Pero si uno no la puede generar de esa manera o tener esa clase de cualidad, por lo menos uno puede entender la necesidad y la importancia de la Bodhicitta. Esto basado en que uno puede recibir los votos del bodhisattva de un maestro y también los soportes de cuerpo, habla y mente, como altares y santuarios. En cuanto recibimos los votos del bodhisattva, podemos aplicar todo esto en la práctica, y convierte en algo realmente significativo el hecho de que nosotros hemos nacidos como seres humanos.

Dentro de nuestro discurrir mental hay toda clase de aflicciones mentales o contaminaciones que son llamadas los cinco venenos. Estas son las principales causas por las cuales experimentamos todo tipo de sufrimientos y problemas en el Samsara. Es por ello que nuestra responsabilidad más importante como practicantes es cómo podemos deshacernos de esta mente afligida, cómo podemos abandonarla y cómo podemos suprimir estos venenos.

Es difícil al comienzo generar realmente bodhicitta, el pensamiento positivo de beneficiar a todos los demás seres sensibles, dentro de la mente de uno. Pero si piensan en ello constantemente y tratan de contemplar y entrenarse para superar todas estas prácticas, entonces será fácil, como generar un hábito. Todos los budas y bodhisattvas del pasado, incontables como las estrellas del cielo, todos estos seres iluminados fueron en un principio igual a nosotros, solo seres sensibles. No nacieron desde el principio como budas.

Así que con este precioso nacimiento humano, cuando tenemos todo este entendimiento intelectual, lo tenemos para realmente contemplar y pensar cuál es el mejor beneficio que verdaderamente uno puede alcanzar en esta vida. Sólo nosotros podemos completar nuestras actividades mundanas. Pero todavía eso es cultivar los mismos tipos de causas y condiciones y solo rebotaremos otra vez en el samsara. No alcanzaremos la felicidad máxima. Incluso si tenemos realmente alto rango o tenemos todo tipo de lujos y pertenencias materiales, o tenemos fama y muy buenos amigos y muchos súbditos o asistentes, aún no hay ninguna verdadera esencia desde la que podamos beneficiarnos. Así que si nos pasamos toda nuestra vida buscando obtener éxito, aun así, nada encontraremos en que lo podamos confiar. Todo es tan impermanente y cambiable.

Todos ustedes tienen una comprensión intelectual para que puedan pensar y examinar por sí mismos y entender lo que realmente está pasando. Uno debería examinar y reflexionar sobre lo que uno ha hecho realmente y qué beneficios realmente ha obtenido en su vida. Incluso si uno es muy rico, muy próspero, muy intelectual, muy sabio; si miramos dentro de nosotros mismos, en nuestras mentes, podemos comprender cuánta experiencia de paz o de felicidad hay realmente allí.
 

¿El “Yo” existe?

En este mundo, la más poderosa oscuridad o negatividad es conocida como el aferramiento a sí mismo, el "yo" o el ego. Cuando uno sólo piensa en "yo" y tiene ese tipo de orgullo y fuerte ego, entonces dentro de ese tipo de flujo mental es muy difícil tener estas enseñanzas y prácticas del Dharma. El orgullo, o el ego, es como una bola de hierro que nos arrastra hacia abajo.

Si investigamos cuidadosamente, no encontraremos un "yo" existiendo en la realidad. Pensamos, "Yo soy" y "Él es" o "Ella es", pero cuando examinamos verdaderamente, estos no existen en un sentido absoluto. Por ejemplo, podemos pensar de nuestro cuerpo como "Yo", pero cuando investigamos podemos ver que el cuerpo no es el "yo". El "yo" se siente feliz, el "yo" sufre, el "yo" tiene este dolor y enfermedad y luego el "yo" muere. Pero cuando en la muerte, los cinco agregados de nuestros cuerpos físicos mueren, nuestro cuerpo externo aún está allí, pero ya no tiene todos esos tipos de experiencias de felicidad o de dolor. Por ejemplo, cuando el cadáver se quema en el fuego, en absoluto no siente el calor. Cuando está enterrado bajo tierra, no hay ningún tipo de sensación. Incluso cuando es comido por perros y buitres, no hay dolor en absoluto. Cuando ocurre la muerte, todos los dolores y sufrimientos asociados con el cuerpo ya no existen.

Incluso si ahora intentamos encontrar este "yo" dentro de nuestro cuerpo, de arriba a abajo, realmente no lo encontramos. Cuándo investigamos, preguntando: ¿es la cabeza el "yo"? ¿Son los ojos el "yo"? ¿La nariz es el "yo"? ¿El pecho es el "yo"? No podemos encontrar en cualquier parte lo que llamamos el "yo". No hay manera de que podamos encontrar allí nuestra mente, nuestro "yo".

En la existencia corporal relativa es que se da el aferramiento de nuestra mente al sujeto y objeto a través del cual creemos que hay este "yo" y a través del cual experimentamos cosas. Esto es simplemente es creado por la mente conceptual. También el discurso verbal, cuando investigamos y dividimos pasado, presente y futuro, entonces no podemos encontrar lo que se denomina discurso. Está solo en nuestra mente.

 

¿Qué es la mente?

Así es la mente, ¿necesita ser algo que podamos ver? Si pensamos que lo que tiene dolor, sufrimiento, problemas y demás es lo que se llama mente, de esta manera tenemos que percibir la mente como algo parecido a una pelota redonda. Cuando nos fijamos en la mente misma no hay alguien que realmente pueda percibir una mente.

Al mismo tiempo, esta mente no muere realmente. Desde los tiempos sin comienzo hasta ahora, la mente del samsara simplemente ha estado renaciendo una y otra vez. La mente que ha sido conceptualizada por tener esa idea de sujeto y objeto es la que vincula a uno mismo aquí. Es la que proyecta el mundo externo y luego el cuerpo de uno y así sucesivamente. Pero no importa cuánto investiguemos, es imposible que nadie pueda percibir esta mente.

Todos los budas del pasado han explicado que no hay ninguna manera en que uno pueda percibir la mente en el pasado, presente y futuro. Si ella es auto-existente, entonces podríamos verla como una pastilla redonda o algo así. Así que ¿por qué pensamos que tiene que ser percibida como una "cosa"? Todas estas "cosas" son creadas por la mente. Todas las experiencias de felicidad y sufrimiento del samsara y el nirvana; todo es creado por la mente misma.

Por si pensamos sobre la naturaleza de la mente absoluta solo vamos a encontrar que es definitivamente vacua. Algunos dicen: "¡Oh, mi mente es muy activa y multicolor! ¡Quizá es posible que alguien podría tenerla así!" O tal vez alguien podría decir: "¡Mi mente es algo parecido a una luz blanca!" Pero no existe realmente de ese modo.

Cuando no controlamos la mente y la dejamos ser libre, entonces comienza a crear todas esas acciones y pensamientos negativos. Es por ello que en estas prácticas que llamamos meditación, si bien existen muchos niveles de meditaciones, en cualquiera de las enseñanzas del Dharma que han sido enseñadas por todos los budas iluminados, son principalmente para contener esta mente y domarla. Esto es reconocer que la falla de la mente es el pensamiento conceptual, que es una cosa muy dualista donde hay siempre sujeto y objeto, y esto nos une al Samsara o existencia cíclica. Al mismo tiempo, intentamos realizar su naturaleza absoluta, para darse cuenta o reconocerla, y esa es la parte más importante de nuestra práctica.

Cuando el lama da todas estas enseñanzas, los practicantes las reciben y tratan de ponerlas en práctica y luego dicen: "¡Oh! ¡Reconozco la naturaleza de la mente!" Pero tan sólo por reconocer la mente conceptual es muy difícil que uno pueda alcanzar la iluminación. Lo que crea todas esas emociones y pensamientos conceptuales, esto se llama mente. Pero la práctica real es algo que está más allá de ese tipo de mente conceptual, esto se conoce como sabiduría. Es lo que necesitamos comprender. Así que no podemos alcanzar la felicidad máxima sólo mediante el reconocimiento de la mente conceptual.

Hay muchas clases de practicas que tienen como objetivo pacificar a todos estos tipos de pensamientos negativos y controlar la mente afligida, para purificarlos y abandonarlos. Cuando hacemos estas prácticas y logramos alguna tranquilidad a través de la cual podemos concentrar nuestra mente y que sea muy estable, entonces tal vez podamos concentrar nuestras mentes en la vacuidad a través de la cual lograr alguna realización. Cuando practicamos meditación y conseguimos un tipo de permanencia y estabilidad, incluso teniendo un poco de experiencia de vaciedad es realmente beneficioso y se puede acumular muchos méritos.

 
Vacuidad y la idea de vacuidad

La vacuidad no es algo parecido a sólo permanecer sin tener pensamientos o nada de nada. Se ha dicho en los textos que si uno no sabe cómo meditar correctamente en vacuidad, entonces uno puede caer en el recipiente equivocado. Así que uno tiene que investigar la verdadera naturaleza de la mente para establecer realmente su naturaleza absoluta como vaciedad, y esto debe ser mantenido a través de la práctica de meditación.

El vacío que es simplemente vacío y la vacuidad que es la naturaleza de la mente, son dos cosas diferentes. El vacío es como la nada. Este tipo de vacío de la nada en las enseñanzas de Dharma se explica con el ejemplo del cuerno del conejo; algo que no existe en absoluto. Pero la vaciedad de la mente, que no tiene ninguna forma o colores o aspecto alguno, es en cierta manera inexistente, aunque al mismo tiempo esta mente es todo. Es lo que crea todos estos fenómenos samsáricos y todos los fenómenos del nirvana.

Cuando hagan la práctica de meditación, es bueno cortar a través de todos estos pensamientos conceptuales. Estar sin cualquiera de tales pensamientos y luego permanecer en meditación resulta muy beneficioso. Esto es lo que se conoce como meditación samatha o meditación en calma. Si uno va con tal práctica de meditación, durante un tiempo, uno comienza a tener cierta estabilidad de la mente y, entonces, es más fácil alcanzar las prácticas de meditación vipassana o de visión penetrante.

Todas las enseñanzas y prácticas del Dharma tienen que seguirlas a través del linaje adecuado. Es decir, el lama, el maestro, debe estar calificado para dar estas enseñanzas. Entonces el discípulo, el practicante, si él o ella tienen realmente fuerte devoción o fe, pueden entenderlas a través de su práctica. No hay ninguna otra manera de dar y recibir estas enseñanzas.

Así el lama, el maestro debe tener esa cualidad mediante la cual puede "leer" la mente del discípulo. Cuando el lama tiene esa cualidad - el conocimiento por el cual realiza el flujo mental del practicante - entonces según este conocimiento puede darle la correcta introducción de la naturaleza de la mente. Por ejemplo, cuando el lama examina un practicante, él puede experimentar directamente si el practicante tiene o no el reconocimiento real de la naturaleza de la mente.

Aparte de ese tipo de interacción directa de mente a mente, no hay forma de explicar: "Oh, la naturaleza de la mente es algo como esto". No hay palabras para manejarla. Si hubiera algún tipo de diagrama específico sobre la naturaleza de la mente, entonces podríamos dibujarla y luego explicar: "¡Aquí! ¡Esta es la naturaleza de la mente!". Por eso es importante llevar a cabo todas las prácticas, observar constantemente a través de la práctica de la meditación samatha, acostumbrarse a este tipo de concentración de la mente, de modo que pueda haber una manera en que uno pueda tener el verdadero reconocimiento de la mente.

La palabra tibetana, "lama", significa el maestro insuperable. El "la" se basa en la calidad de la realización y el "ma" simboliza la madre, la benevolencia y el afecto que uno debe tener, al igual al que una madre da a sus hijos. Todos los budas del pasado, presente y futuro obtuvieron la iluminación apoyándose en el lama. No hay ningún Buda que haya alcanzado la iluminación por sí solos.

El lama, el maestro, significa que alguien que tiene un conocimiento completo sobre todas estas prácticas. Por eso no son lamas todos los que simplemente tienen ropa roja. ¡También los que visten de amarillo, no son necesariamente lamas! Alguien que tiene internamente la realización y la verdadera purificación es lo que se conoce como lama. Y el flujo mental del lama debe tener la genuina Bodhicitta para beneficiar a todos los seres sensibles.

 


Muchos de ustedes están interesados y han pedido: "Por favor, denos las enseñanzas Dzogchen". Pero incluso yo mismo ¡no sé qué es el Dzogchen y no tengo nada que enseñarles!

De todos modos, como ya le expliqué antes, si uno practica la Bodhicitta, esa clase de intención pura para realmente beneficiar a todos los demás seres sensibles y luego las prácticas de meditación samatha para establecer la mente de uno en concentración plena, entonces por supuesto eso serán las meditaciones de la Gran Perfección ("Dzogchen").

Pero si uno no puede cultivar la bodhicitta dentro de la mente de uno, el camino hacia la iluminación ya está roto. Sin bodhicitta, no hay ningún camino verdadero. La bodhicitta es lo que es sin ninguna parcialidad. La intención pura de la bodhicitta, el pensamiento de beneficiar a todos los seres sensibles sin excepción alguna, puede entenderse al darse cuenta de que en uno u otro curso de la vida, cada ser han sido nuestros padres. Si entendemos esto y pensamos en lo mucho que han cuidado de nosotros, entonces nos sentiremos agradecidos a todos los seres paternales y nosotros podemos generar bodhicitta hacia todos ellos.

Este nuestro cuerpo presente está aquí gracias a nuestros padres. Si no tuviésemos padres, no habría ninguna posibilidad de que podríamos tener estos cuerpos. Y sin este cuerpo físico, entonces no podemos lograr cualquier tipo de actividad mundana o dharmica. Así que de hecho nuestras madres son muy bondadosas y deberíamos estar agradecidos.

Por supuesto, hay muchos tipos de relaciones de padre-hijo en este mundo, pero debemos recordar que si estamos o no cerca de nuestros padres está fundamentado en nuestros propios deseos y en nuestros propios pensamientos. Más allá de ese tipo de cosas, el principal significado aquí es que sin nuestros padres, no podríamos tener este cuerpo, y por ello debemos entender y estar agradecidos por su generosidad. Primero uno realmente se concentra en la generación de la bodhicitta basado en su agradecimiento a la madre en esta vida y a partir de eso uno igualmente puede ampliar esta bodhicitta a todos los seres sensibles.

Así que los puntos más importantes son tener fe y devoción en el Dharma, luego meditar y contemplar la bodhicitta y la compasión. Entonces uno puede aplicar esto a la práctica a través de las meditaciones sobre la vacuidad.

En la práctica del Dharma uno no debería pensar: "Oh, estoy haciendo toda esta práctica en beneficio de este lama o para estos budas." Nunca piensen de esta manera. La práctica del Dharma es para vosotros. Todos y cada uno de ustedes como individuos deben liberarse del samsara. Es alcanzar la iluminación para ustedes. Están logrando la budeidad por ustedes mismos. Por vuestra práctica, su lama no va a alcanzar la iluminación ni Buda va a alcanzar la iluminación. Buda ya ha alcanzado la budeidad. Y si no puede atender de manera adecuada la práctica del Dharma, entonces caerá en los tres reinos inferiores. ¡No es el lama o el Buda los que caerán en los reinos inferiores!

Así que, aunque es importante pensar espiritualmente en beneficio propio y en cómo uno puede alcanzar la iluminación, aun el logro de esa clase de liberación sigue por el camino de beneficiar a todos los demás seres sensibles. Sin ese tipo de bodhicitta uno no puede alcanzar la completa iluminación.

La bodhicitta que podemos generar ahora, sin embargo enorme, es beneficiosa. En el futuro, cuando uno alcance la iluminación, según la vastedad de esta bodhicitta, es que muchos seres sensibles pueden beneficiarse y liberarse por sí mismos de los sufrimientos del samsara. Ahora no podemos realmente percibir todo ese fruto, pero si seguimos practicando, entonces en el futuro lo realizaremos como una percepción directa.

 
Tener coraje

El Buddha Amitabha, por ejemplo, alcanzó realmente este tipo de resultado desde su generación de la bodhicitta y su acumulación durante muchos innumerables años de prácticas de compromisos y plegarias de aspiración. Así como el Amitabha Buddha alcanzó la iluminación basado en durante mucho tiempo de plegarias de aspiración y compromisos en beneficio de todos los seres sensibles, asimismo, nosotros como practicantes debemos constantemente aplicar la práctica de las seis perfecciones en beneficio de todos los demás seres.

El Buddha Amitabha no sólo hizo estas plegarias de aspiración una o dos veces, o hizo esta clase de compromiso solo una o dos veces. Fue por muchos eones que él practicó estas aspiraciones y compromisos, tal como cualquiera que oye el nombre de Amitabha y hace plegarias de súplica a Amitabha, nacerá instantáneamente en su tierra pura. Si uno tiene devoción concentrada en el  Buddha  Amitabha y uno va a través de todas estas plegarias de súplica, entonces incluso uno mismo como persona normal con una mente afligida puede renacer en su tierra pura. Todo es por las especiales plegarias de aspiración del Buddha Amitabha. Por lo que aunque haya innumerables campos búdicos, la tierra pura del  Buddha Amitabha es muy especial debido a estas razones.

Todos nosotros también podríamos lograr ese tipo de  compleción cuando alcanzamos la iluminación si seguimos en el camino y vamos a través de nuestras prácticas, generando bodhicitta tanto como sea posible. Así que no se debe perder valor, pensando, "Oh, no puedo hacerlo. No podré nunca alcanzar ese tipo de iluminación." No es bueno perder así su coraje. Por el contrario, pensar que todos estos seres iluminados, todos los budas y bodhisattvas, que también alcanzaron la iluminación y la realización absoluta, comenzaron igual que nosotros, los seres estándar; y si ellos pudieron alcanzar la iluminación, nosotros también podemos lograr el mismo tipo de realización.

Así que hoy, aunque hay mucho que ha sido enseñado, si uno puede tratar de mantener en la mente de uno, cien por ciento de devoción al Buda, al Dharma y a la Sangha, y si uno quiere entrenar la mente generando bodhicitta y llevar a cabo las prácticas, entonces uno puede definitivamente tener este tipo de frutos. Podemos hacer toda la plegaria de aspiración, de que en el futuro podamos todos alcanzar la iluminación, dentro de un mandala a través de estas meditaciones de la Gran Perfección ("Dzogchen"). Igual que en el pasado en que tan grandes maestros de la Gran Perfección ("Dzogchen"), maestros realizados como Garab Dorje y Shri Singha y demás, alcanzaron la iluminación a través de estas prácticas de Gran Perfección ("Dzogchen"), de igual manera, también podemos tener esa plegaria de aspiración de alcanzar la iluminación.

¡Gracias!

Traducido del tibetano al inglés por Khenchen Tsewang Gyatso Rinpoche.


Versión al español, N.G.

Su Santidad Kyabjé Drubwang Pema Norbu Rinpoche  fue el 11avo. Sostenedor del Linaje Palyul de los Nyingma. Fue considerado uno de los principals maestros de la tradición budista del Tíbet. Toda la comunidad budista le mostró respeto por su vasto conocimiento y logro, como por la integridad y fortaleza con la que mantuvo las enseñanzas dharmicas. Su Santidad alcanzó el Paranirvana el 27 de marzo, 2009. El pasado 31 de julio, sagrado día que conmemora el momento de la primera enseñanza dada por el Budha Skyamuni después de alcanzar su iluminación, ha sido entronizado un niño como el 12avo. Sostenedor del Linaje, en el Monasterio Palyul en Tíbet, como expresión de la reencarnación de Su Santidad, para beneficio de todos los seres.