martes, 24 de febrero de 2015


 
 

S.S. Drikung Kyabgön Chetsang Rinpoche

en Lima y Cusco, Perú

 

 
EN LIMA:
GRAN EMPODERAMIENTO DE KALACHKRA
por primera vez en Sudamérica.
16-17 de mayo
 
EN CUSCO:
RETIRO DE MILAREPA / TRANSMISIÓN DE PHOWA
 
24-25 de mayo
 


Aprendiendo a Meditar


Lama Jigme Lhawang

27 de diciembre, 2013


Tantas conversaciones, tanta información, pero ¿Cómo tengo que hacerlo?

Aspiramos a un bienestar verdadero. Estamos buscando constantemente el equilibrio. En el budismo, aunque descubramos y entendamos que las cosas no tienen existencia real en el nivel último, que son como un sueño, esta instrucción no tendrá ningún efecto si esto no se saborea en nuestras vidas. No nos va a ayudar en absoluto.

Buda enseñó algo muy importante que funciona como la facultad del gusto, que propicia el poder saborear las cosas. Buda enseñó un instrumento utilizado durante todo el transcurso del entrenamiento de la mente, bhavana. Bhavana en sánscrito conlleva el campo semántico de “cultivo”, “familiarización” o “habituación” con algo. En Occidente, el término se traduce a menudo como “meditación”. Pero, ¿qué es la meditación y cómo aplicarla?

Imagina una gran cascada cayendo fuertemente desde una montaña alta. Cuando tratamos de mirar a través del agua no vemos nada porque está borroso y lleno de espuma. Tras el contacto con el suelo, la fuerza y la velocidad del agua disminuyen y podemos ver mejor a través de ella. En ese momento se forma un río que desciende entre las montañas. En la medida en que los márgenes de este río se estrechan, la velocidad y la fuerza del agua aumentan. En la medida en que los márgenes se amplían, su velocidad y su fuerza disminuyen. Esto sucede hasta que, en algún momento, un gran lago se forma y ahí nos encontramos con la misma agua completamente inmóvil, cristalina y transparente. En la superficie de este lago podemos ver nuestro propio reflejo y también, si fijamos nuestra mirada hacia dentro, podemos ver lo que hay en el fondo. Del mismo modo, respiramos, nos relajamos. Ofrecemos un mayor espacio a nuestros corazones y nuestras mentes. La tranquilidad mental surge y con ella también surge una claridad extraordinaria, una inteligencia y una lucidez profundas. Nuestra mente es análoga al agua en el ejemplo anterior: cuanto más espacio tengamos en nuestro entorno mental, menor será la fuerza de los pensamientos, nuestra mente estará menos agitada y seremos más conscientes de cada evento mental.

Considera la mente como si fuera un mono o un caballo salvaje. Una de las mejores y más efectivas maneras para domar un caballo salvaje es acostumbrarlo a un ruedo amplio (una zona vallada para entrenar caballos). Gradualmente vamos reduciendo el tamaño del ruedo en la medida que el caballo se va acostumbrando a su nuevo espacio. Aunque el ruedo vaya disminuyendo, el caballo no se sentirá inseguro puesto que el lugar ya le es familiar y no le supone ninguna amenaza. Con amabilidad, tocamos al caballo, lo acostumbramos a nuestra presencia, hasta que podamos dirigirlo.

Al iniciar la práctica de la meditación, nos sentamos en silencio y en posición vertical en una silla, en un banco o en el suelo. En este momento es importante recordar que la calidad es mejor que la cantidad. La calidad de nuestra meditación es mucho más beneficiosa que la cantidad de tiempo que dediquemos. Nos detenemos por unos minutos, durante 15, 24 o más. Hay tres cualidades esenciales para el desarrollo de la meditación: la relajación, la claridad y la estabilidad. Relajamos profundamente nuestro cuerpo, nuestra energía y nuestra mente. Cultivamos el equilibrio de una mente lúcida, pero profundamente relajada. La continuidad surgida a través de esta habituación corresponde al aspecto de la estabilidad.

Uno de los principales objetos donde se puede enfocar la meditación es la respiración. Buda ofreció esta instrucción en varios de sus discursos en el canon Mahayana. En esta tradición, las diversas técnicas de meditación, cultivo, familiarización o habituación pueden ser resumidas en tres cualidades principales, que en tibetano se llaman drenpa (atención plena, smrti en sánscrito), shebzhin (vigilancia, samprajnata en sánscrito) y bagyod (prudencia, apramada en sánscrito). En general, las tres son traducidas del tibetano al inglés con el único término de “mindfulness” o “atención plena”. De ahí surge la dificultad para diferenciar estas tres cualidades mentales, que tienen una funcionalidad muy importante en el entrenamiento de la mente y en la meditación.

Drenpa es como el portero de un hotel. Él es quien decide quién y aquello que va a pasar o no va a pasar por la puerta de los sentidos físicos y de la mente. Él no se olvida de lo que debe ser aceptado, adoptado y cultivado, y por otro lado, de lo que debe ser descartado, rechazado o abandonado. Drenpase define como el aspecto de la mente que funciona sustentando, reteniendo o manteniendo la mente en su objeto de meditación, sin dejar que se olvide o se aleje de su foco. Protege y nutre al mismo tiempo la permanencia y la inmovilidad de la mente.

Shebzhin es como el supervisor de un hotel que es consciente, observa, analiza y controla las tres puertas (cuerpo, palabra y mente) enfocadas por el portero. Funciona como un aspecto de vigilancia o de posición de alerta donde la mente conoce o reconoce lo que está haciendo.

Bagyod es como el gerente de un hotel que dirige al supervisor que vigila el trabajo del portero. Él es quien gestiona las reglas del hotel, da las directrices y trabaja para mantenerlo en la misma dirección. Es una cualidad mental de la conciencia, de cuidado y prudencia hacia las puertas enfocadas por el portero de la “atención plena” (drenpa) y vigiladas por el supervisor de “vigilancia” (shebzhin). La “prudencia” (bagyod) es una cualidad tanto realizadora como protectora. Es aquella que hace participar drenpa y shebzhin en una cierta dirección positiva y los protege de incurrir en actitudes negativas.

Ofreciendo otra analogía, cuando profundizamos en la relación entre drenpa y shebzhin, la primera es como una cuerda que asegura, mantiene o retiene a una oveja en su lugar mientras que shebzhin es como un pastor que asiste, observa y vigila a sus ovejas para asegurarse de que no se suelten y huyan. Drenpa (la cuerda) retiene la mente en el lugar elegido, mientras que shebzhin (el pastor) está alerta vigilando la situación para garantizar que drenpa está funcionando. Cuando drenpa se debilita o se distrae y la mente entonces vaga, shebzhin toma consciencia de esto e informa a la mente para restablecer o reafirmar drenpa.

En el contexto de la meditación en silencio enfocada en la respiración, estas cualidades mentales funcionan de la siguiente manera: cuando dirigimos nuestra atención con calma hacia la respiración, surge una creciente familiaridad con los movimientos presentes de esa respiración. A través de la experiencia de respirar, el practicante empieza a familiarizarse con la propia mente y las cavilaciones ya no resultan tan atractivas como antes.

Hay cuatro aspectos de drenpa a tener en cuenta:

El primer aspecto de esta cualidad se da cuando traemos nuestra mente de vuelta a la respiración. A través de la cualidad de shebzhin, somos conscientes de este direccionamiento en el momento de hacerlo. Shebzhin se da cuenta cuando el caballo de la mente sale disparado y avisa a drenpa para traerlo de vuelta. En este contexto, cuando la atención se dirige suavemente a la respiración, surge una familiaridad experiencial cada vez mayor con los movimientos de inspiración y espiración. El practicante empieza a familiarizarse con esta experiencia. Este es el aspecto de “familiaridad” de la atención plena.

El segundo aspecto de drenpa es “recordar”, “acordarse”. Este aspecto significa que estamos tan estables y firmes en drenpaque constantemente nos damos cuenta de lo que estamos haciendo y de lo que debemos hacer en el momento presente. Recordamos con continuidad mantener nuestra mente en la respiración. Una vez comenzamos nuestra meditación, experimentamos el movimiento de nuestra mente salvaje; sin embargo, en la medida en que desarrollemos drenpa, nos iremos familiarizando con la respiración y nos acordaremos de volver a ella, estableciéndonos gradualmente en un estado continuo de no-olvido. Este estado se presenta entonces con más energía para permanecer donde está (drenpa) y darse cuenta de lo que está haciendo (shebzhin). Esta estabilidad proporciona una continuidad que se vuelve una base para el desarrollo de un tipo de potencialidad o habilidad. Este es el aspecto “recordativo” de la atención plena.

El tercer aspecto de drenpa es exactamente un potencial, una fuerza que se manifiesta como no-distracción o no-olvido. Con el no-olvido situamos nuestra mente en la respiración y allí permanece. La continuidad de esta estabilidad destacará sobre cualquier posible distracción o cavilación mental. En este contexto, la mente funciona a través de los sentidos y se expresa a través de pensamientos, pero ya no es arrastrada por sus propias creaciones. El caballo deja de saltar y patear, permaneciendo tranquilo. De esta manera, experimentamos las cualidades naturales de inmovilidad y estabilidad de nuestra mente. Esta es la fuerza, “no-olvido”, el tercer aspecto de la atención plena.

Cuando desarrollemos los elementos de “familiaridad”, “recordativo” y “no-olvido”, podremos decir entonces que la atención plena está presente. Ya sin más distracciones, conseguiremos ver las cosas con más claridad. Esa lucidez será capaz de percibir los fenómenos directamente, en su propia naturaleza, sus cualidades, sus potencialidades y su funcionamiento. Una vez que las cualidades naturales de equilibrio e inmovilidad mentales estén presentes, surgirá la claridad de la mente. Esta lucidez discierne la realidad de manera perspectiva y retrospectiva, así como reconoce su naturaleza básica. Este es el aspecto de “lucidez” de la atención plena.

El cultivo y la habituación de drenpa, shebzhin y bagyod hacen surgir un entorno mental más amplio. Así que vayamos dando continuidad a esta familiarización, este espacio se volverá cada vez mayor. Drenpa sucede plenamente cuando, en lugar de percibir la respiración, nos volvemos esa respiración. La sensación de separación entre nuestra mente y la respiración comienza a disolverse. En esta etapa no hay nada más a sostener, a mantener o donde aferrarse. Reposamos en la naturalidad y espontaneidad puras de la mente, en su verdadera naturaleza. Permanecemos en un retiro espacioso, libre e increíblemente repleto de potencialidades sin impedimentos.

Llegados a este punto, tal como es transmitido en la tradición Mahamudra del Linaje Drukpa, no hay nada más que aprender sino a revelarse por sí mismo. Bhavana se vuelve abhavana, o sea, meditar se vuelve no-meditar. O, como el gran siddha indio Maitripa propuso, la verdadera meditación es aquella dotada de asmrti, es decir, la no-atención plena, el propio descanso revitalizante y auto-conocedor de su propia naturaleza. Surge un gran lago translúcido, donde cualquier ola que se manifieste en la superficie ya no perturba su interior, sino que adorna su capacidad de expresión.

Lama Jigme Lhawang
Comunidad budista Drukpa Brasil
info@drukpabrasil.org
www.drukpabrasil.org


Traducido del portugués por Miguel Perez.
Pido perdón por los errores y omisiones en esta traducción y dedico todos los méritos a completa iluminación de todos los seres.
Original: 
http://sobrebudismo.com.br/aprendendo-a-meditar/

PLEGARIA ALTRUISTA


 

Lo puesto en itálicas fue escrito por el Señor Jigten Sumgon. Los comentarios son de Khenchen Rinpoche. Es importante estudiar estas plegarias y entender su significado y hacerla parte de su práctica diaria.

Todas mis madres los seres sensibles -

-- Especialmente los enemigos que me odian, los obstructores que me dañan,

Y aquellos que crean obstáculos en mi camino de liberación y omnisciencia--
Que puedan ellos experimentar felicidad y ser apartados del sufrimiento,

Que puedan rápidamente alcanzar el estado de la insuperable, perfecta, completa y preciosa budeidad.


Esta plegaria de motivación altruista es muy importante para adecuarnos al comienzo de nuestras prácticas. Los maestros iluminados del pasado condensan el amplio y profundo significado de los sutras y tantras en una sencilla forma que podemos fácilmente memorizar. Cuando cantemos esta plegaria es crucial poner atención, contemplar su significado, traer el significado en nuestro corazón y ponerlo en práctica.


Específicamente enfocados en los obstructores y enemigos que nos dan un momento duro, podemos directamente cortar nuestro odio y resentimiento. Diciendo: “Puedan experimentar felicidad y ser apartado del sufrimiento” es una práctica genuina del Dharma que trae paz en la mente. Esta plegaria es muy directa y poderosa manera para cortar por medio de nuestros defectos.  Nos da la fortaleza para perseverar en nuestra práctica y no obstaculizarnos
; es el modo genuino para entrenar la mente.


Es muy fácil sentir bondad y compasión hacia nuestra familia, amigos y hacia los que nos apoyan y apoyan nuestro trabajo. Esto es por nuestro apego basado en el egocentrismo. Creemos que ellos son la fuente de nuestra felicidad y dicha, sin darnos cuenta que a veces son realmente la fuente de confusión y sufrimiento.  Esta plegaria nos fuerza a ir más allá de nuestro limitado hábito de percibir a los enemigos y obstructores como la fuente de nuestro sufrimiento. Esta plegaria amplia la mente para incluir a todos los seres sensibles a lo largo y ancho del mundo. De este modo, nos enseñan como eliminar el apego, los límites, el egocentrismo y el resentimiento. Nos ayuda a construir valor, fuerza mental y bodhicitta empíricamente basada en sabiduría y compasión.


Estamos entrenados nosotros mismos para separar a través de límites a los amigos, enemigos, yo y otros. Esta es una práctica muy especial de profundo significado. Estamos procurando purificar nuestras obscuraciones mentales: esto es, estamos tratando de fijar nuestra propia mente, no a otras personas. Generalmente, nuestra mente está habituada a pensamientos samsaricos de apego, odio, orgullo celoso, etc. Estos son los que obstruyen nuestra paz mental y felicidad; estos son los que nos dan sufrimiento. Por lo que nos enfocamos en estos pensamientos y los purificamos tanto como sea posible.  Esta plegaria está diseñada para ayudarnos a realizar esta intención.


Recita
r esta plegaria y reflexionar sobre este significado es la primera cosa que en la mañana amplía nuestra mente con bondad amorosa, compasión y bodhicitta. Cuando la mente comienza a despertar nos ocupamos con tales pensamientos, de manera que todo el día pueda estar llena con ellos. Debemos memorizar toda esta plegaria para poder decirla en cualquier momento, en cualquier parte. Por supuesto, es bueno recitarla en nuestra sala de oración, pero tenemos una tendencia a dejar allí nuestros nobles pensamientos cuando salimos.


Cuando nos enfrentemos con condiciones indeseables, esta práctica nos ayudará a sentir bondad y compasión por los que no nos apoyan. El problema está realmente en nuestra propia mente, pero esto es muy difícil de reconocer. Esta plegaria ayuda a traer el problema a la superficie. De lo contrario nuestra negatividad puede quedarse  escondida donde nosotros estamos conscientes de ello. Por eso, en el momento que nosotros oramos de este modo, vemos en nuestra mente y transformamos nuestros pensamientos negativos antes que enfocarnos en otra persona con odio e ira. Así trascienden y se desarraigan nuestros sentimientos negativos orando por nuestros enemigos para alcanzar la completa iluminación.


Esta utilidad de la práctica no está limitada a nuestra vida cotidiana, o incluso a esta vida; es también beneficiosa para vidas futuras. Un día, las experiencias de esta vida serán solo un sueño, quizás una pesadilla, pero todavía solo un sueño. Todas nuestras experiencias pertenecen al pasado, pero los resultados de esta práctica permanecerán con nosotros vida tras vida. Esta práctica enseña como cultivar nuestra mente y la coloca en el camino recto. Esta práctica nos mostrará las causas del sufrimiento y también las causas de la felicidad. Como sabemos, nuestras tendencias habituales nos hacen pensar e ir en una dirección sin
dejarnos elegir. Sabemos qué causa felicidad, pero estamos reacios a seguir este camino porque puede ser doloroso. Muchos pensamientos ocupan nuestra mente y a veces nos sobrepasan. Esta plegaria nos enseñará cómo reconocer estas deficiencias y permitirnos cambiar nuestra orientación. Esto merece la pena sacrificar algunas cosas en el samsara para disipar nuestra confusión y alcanzar la paz y la felicidad definitivas. Aquí, tenemos una práctica que ofrece un método para cultivar la mente universal y desarrollar compasión hacia todos los seres sensibles.

Tomará tiempo encontrar la paz real porque estamos acostumbrados en el samsara y experimentamos solo una mente muy estrecha. Pero podemos abrir nuestra mente solo si ejercemos esfuerzo, porque todos tenemos naturaleza búdica, la semilla de la iluminación. Dondequiera que aparezca una semilla de mostaza, es su naturaleza contener aceite. Si alguien no entiende esto, no significa que allí no haya aceite. De modo similar, todos los seres sensibles, no importa en cual de los seis reinos se encuentren, están permeados con la naturaleza búdica. Es su naturaleza, estén conscientes de esto o no. Por lo tanto, el Dharma no es solo para budistas. Más bien, beneficia a cada uno de los seres sensibles. Esta paz es el modo perdurable de todos los fenómenos.

Las enseñanzas sobre el mahamudra mencionan que la naturaleza última de la realidad es no artificial o no elaborada y describen la realidad convencional como siendo temporal o artificial, una ilusión. Esto nos permite abrir nuestros corazones al espacio infinito sin comienzo, sin borde o centro. Cuando este espacio esté en nuestra mente, nos sentiremos relajados e ilimitados. Por eso cultivar esta ilimitada, mente universal tanto como sea posible.

A veces cuando meditamos, sentimos alguna paz y pensamos: “¡Oh, puedo estar iluminado ahora!” Pero luego vienen esos otros pensamientos y nos arrastran en todas las direcciones; nos alocan. Decimos: “Allí está esa terrible persona que…” y así se sufre mucho. Estoy diciéndolo desde mi propia experiencia. Siento esta plegaria como verdadera práctica del Dharma. En esta breve plegaria está condensado este profundo significado. Debemos decirlo sinceramente y meditar sobre este significado. Como un asunto de hecho, todos los sistemas de entrenar la mente están contenidos allí.

Respira hondo y relaja la mente en paz por unos momentos. Luego trae a todos los seres sensibles, humanos y no humanos, a tu consciencia. Respeta a todos ellos, particularmente a los enemigos, a los demonios dañinos y a los que obstruyen el camino hacia la iluminación, como si fueran tu propia madre. Los seres sensibles están perdidos y confundidos en el samsara debido a la ignorancia fundamental. Por esta razón, destruyen las causas de la alegría y la felicidad como si fueran sus enemigos. Después, van tras el sufrimiento como si fuera su amigo o pariente más cercano. Con esto en mente, reza esta plegaria: "Que puedan ellos rápidamente experimentar felicidad, estar libre de todo sufrimiento y lograr la insuperable budeidad." Al principio, nuestra mente indisciplinada puede resistirse a esta práctica, pero se acostumbrará con el reforzamiento repetido. Esto traerá una paz real a nuestra mente y a nuestra vida.

 

COMPROMISO CON LA VIRTUD

Por lo tanto, hasta lograr la iluminación, realizaré actos virtuosos con el cuerpo, la palabra y la mente.  Hasta la muerte, realizaré actos virtuosos con el cuerpo, la palabra y la mente. Desde esta hora de hoy hasta mañana, realizaré actos virtuosos con el cuerpo, la palabra y la mente.


Después de generar primero la aspiración de la bodhicitta, debemos centrarnos en cultivar esa mente y seguir el camino de la perfección. Con esta plegaria, nos comprometemos a convertir la bodhicitta en acción con nuestro cuerpo, palabra y mente hasta lograr
la iluminación. Lenta y suavemente, necesitamos cambiar nuestros pensamientos negativos en nuevos hábitos. Esto requiere un proceso de atención consciente y disciplina. Sentarse en meditación durante una hora, no constituye disciplina. Más bien, debemos aplicar un esfuerzo continuo y constante para evitar acciones como los diez no virtudes:

  • Físicamente, tomar la vida de otro, robar propiedad ajena, tener conducta sexual inadecuada e intoxicarse con alcohol o drogas;
  • Verbalmente, mentir, generar habladurías, decir palabras rudas o mantener conversaciones sin sentido;
  • Mentalmente, codiciar, tener malicia o una visión equivocada de la causalidad o el significado último.


Debemos participar coherentemente en las prácticas de puro amor y compasión basada en sabiduría, razón y bodhicitta, la mente de la iluminación. Para perfeccionar la práctica de la bodhicitta, es indispensable que persigamos las seis perfecciones: generosidad, ética moral, paciencia, perseverancia, absorción meditativa y sabiduría. Para traer beneficio a nosotros mismos y a todos los seres sensibles en el samsara, poner esto en práctica compromentiénd
onos profunda y sinceramente a seguir el camino hasta logra la completa budeidad. Esto puede venir en una sola vida o puede tomar muchas vidas. Por eso decimos hasta lograr la iluminación, cada vez que se puede. Este es un proyecto enorme, así que debemos utilizar todos nuestros recursos físicos, mentales y verbales. Nosotros debemos canalizar toda nuestra energía en realizar actos virtuosos con nuestro cuerpo, palabra y mente hasta lograr nuestro objetivo.

Hasta la muerte, realizaré actos virtuosos con el cuerpo, la palabra y la mente. Esta línea reconoce que tenemos una preciada vida humana que constituye una rara oportunidad para el estudio y la práctica del Dharma y es también una oportunidad para alcanzar la completa iluminación. Una preciada vida humana es la base para la iluminación. Debido a esto, tenemos la oportunidad de purificar todos los oscurecimientos que causan el sufrimiento, cultivar la bodhicitta y realizar las cualidades perfectas de la mente. Debemos no desaprovecharla, sino más bien emplearla de la mejor manera hasta que muramos. Cuando practicamos estas enseñanzas, nuestro cuerpo, habla y mente desarrollarán cualidades virtuosas. Hay tantas cosas en el mundo que podríamos hacer, pero el logro más alto es revelar las cualidades internas de la mente, porque es la solución definitiva para todos los problemas ahora y en el futuro. Para lograr esto, debemos poner todo nuestro tiempo y esfuerzo hacia ese objetivo. Debemos desarrollar las cualidades mentales necesarias y profundas de la mente que hace posible nuestra preciosa vida humana. Sin embargo es nuestra elección individual si aprovechamos esta valiosa oportunidad.

Tomo un momento para meditar sobre esto. Contemplo que, dentro de todos los reinos de la existencia, tengo una preciada vida humana. Esto me da la capacidad mental para entender la verdadera naturaleza del samsara y el nirvana. Tengo la habilidad para liberarme de las causas del samsara y alcanzar el nirvana. Por lo tanto, debo usar esta vida de una manera práctica que logrará la meta última antes de morir. De esa manera, experimentaré felicidad, alegría y plena satisfacción.


La línea Desde esta hora
de hoy hasta mañana, realizaré actos virtuosos con el cuerpo, el habla y la mente, trae a la mente la necesidad de comenzar hoy. En lugar de posponer la práctica del Dharma, considera adecuado hacerlo ahora que tu salud es buena. Entiendes la diferencia entre virtud y la falta de virtud. Has tomado refugio y cultivado bodhicitta. Por lo tanto, comienza la práctica de meditación hoy. Dentro de las próximas veinticuatro horas, haz todos los esfuerzos para mejorar tu bodhicitta y trabaja en purificar todas tus limitaciones.

Debemos repetir esta plegaria todos los días para recordarnos a nosotros mismos practicar cada vez más, para seguir desarrollando y hacer un progreso constante. Cuando leemos la vida de Milarepa, podemos ver cuánto se sacrificó una vez que se dio cuenta de la rara oportunidad que se le otorgó. Después de estudiar el Dharma, él sabía que no podría gastar un minuto de su vida en nada, salvo practicar las enseñanzas. Cada momento que perdemos no puede ser recuperado, no importa cuánto uno se esfuerce. Nuestra vida humana es invaluable y por esta razón no debemos desperdiciar la oportunidad. ¿Quién sabe cuándo llegará la muerte? El Buddha dijo: "No sabemos que llegará primero, mañana o la próxima vida". Así que todos debemos prepararnos para nuestra próxima vida ¡y no sólo para mañana!


Nuestra vida es transitoria y frágil; depende de una respiración breve. Aunque hemos cultivado nuestra mente para alcanzar la iluminación, aún tenemos que vivir un día a la vez. Ahora es el tiempo de practicar. El pasado se ha ido; no está aquí ahora. El futuro no está tampoco. Así que todo lo que tenemos es este momento, pero es temporal y transitorio. Ver esta realidad, ser conscientes de la mente en este momento. Esto se llama "La práctica del Dharma". Cuando los pensamientos negativos surgen en la mente, es el tiempo de practicar el Dharma, no importa dónde estemos, en casa, en el trabajo, mientras conduce, en cualquier lugar. Si practicamos de esta manera, nos convertiremos en personas más felices, nuestra mente se irá aclarando, y viveremos en paz y armonía. Con este tipo de motivación, estamos dispuestos a trabajar hacia la iluminación, no mañana o la semana que viene, sino
desde este momento. Es por ello que se llama bodhicitta en "movimiento".



Del capítulo 1 “Abriendo plegarias” del libro “Diamond Rosary [Rosario adiamantino]: Un comentario de las cinco plegarias preliminares llamadas la Brillante Gloria de bendiciones” de Khenchen Rinpoche pronto a ser publicado.