miércoles, 24 de agosto de 2016

Primero hay que concentrarse

Una práctica para desarrollar una mente estable, necesaria para alcanzar sabiduría

Leigh Brasington


Tal vez ningún aspecto de la enseñanza del Buddha ha sido más incomprendido y descuidado que la concentración adecuada. Sin embargo, concentración adecuada es una parte integral del camino de despertar del Buddha. Es, por ejemplo, una de las cualidades cultivada en el óctuple sendero.
En general, las enseñanzas budistas se pueden dividir en tres partes: sila, samadhi y prajna: conducta ética, concentración y sabiduría. O para decirlo en concreto: purificar tus actos, concentrar tu mente y usar tu mente concentrada para investigar la realidad.

El Buda puso así de manifiesto que una mente concentrada es necesaria para el adecuado examen de la realidad. Los jhanas son el método que enseñó una y otra vez para el desarrollo de esa mente.

La palabra jhana literalmente significa "meditación". En los sutras, hay cuatro jhanas y cuatro estados inmateriales. En los tiempos modernos estos ocho estados se llaman simplemente los ocho jhanas. Así los jhanas son ocho estados alterados de conciencia, provocados por medio de la concentración y cada uno rinde más concentración que el anterior. Al salir de las jhanas — preferiblemente del cuarto o más altos — comienzan a hacer una práctica de visión penetrante con tu mente concentrada jhanicamente, no distraida. Este es el corazón del método que el Buddha descubrió. Nos recuerda que estos estados no son un fin en sí y de sí; son simplemente una forma muy útil de preparar tu mente, para que más eficazmente puedas examinar la realidad y descubrir las verdades más profundas que conducen a la liberación.

El método para introducir los jhanas comienza con generar concentración de acceso. La frase concentración de acceso significa concentración lo suficientemente fuerte como para proporcionar acceso a las jhanas. Se distingue de la concentración momentánea — que es menos concentrada — y de la concentración fija o concentración unidireccionada, que es la concentración más fuerte asociada con las jhanas.

Empiezas por sentarte en una posición vertical y cómoda. Debe ser cómoda, porque si hay demasiado dolor, espontáneamente desarrollará el estado mental insano de aversión. Puedes ser capaz de sentarte de forma que luzca muy bien, pero si tus rodillas te están matando, sentirás dolor y no experimentarás ningún jhanas. Así que necesitas encontrar alguna manera de sentarte cómodo. Pero también necesitas estar vertical y alerta, porque esto tiende a conseguir que tu energía fluya de una manera que te mantenga despierto. Por otro lado, si estás demasiado cómodo, podrías ser doblegado por la pereza y el letargo, que es también un estado mental insano que por supuesto es totalmente inútil para que entren las jhanas.

Así el primer requisito para entrar en los jhanas es poner tu cuerpo en una posición que se pueda mantener durante el periodo de meditación. Si tienes nuevamente problemas o algún otro obstáculo que impide estar vertical, entonces necesitas encontrar alguna otra posición de alerta que puedas mantener cómodamente.
Ahora, esto no quiere decir que no te puedas mover. Puede ser que has tomado una posición y descubres algo: "Mi rodilla me está matando; tengo que moverme porque hay demasiada aversión." Si tienes que moverte, tienes que moverte. Solo tener plena conciencia del moverse. La intención de moverse estará allí antes del movimiento. Date cuenta de esa intención; luego muévete muy conscientemente y entonces restablécete en la nueva posición; por último, observa el funcionamiento de la mente para volver a ese lugar de calma que tenía antes de moverte.
Este proceso te anima a encontrar una posición que puedas mantener, porque te darás cuenta de la cantidad de disturbio que genera incluso un movimiento ligero. Y para estar concentrado lo suficiente para tener las jhanas manifestados, necesitas una mente muy tranquila.
Generar concentración de acceso puede hacerse de muchas maneras. Un medio común para hacerlo así es siguiendo la respiración, una práctica conocida como anapanasati. La primera palabra de este compuesto Pali, anapana, significa "en la inspiración y en la exhalación," mientras que la palabra sati de significa "atención consciente". La práctica es por lo tanto "atención consciente de la respiración." Cuando practicas anapanasati, pones tu atención en las sensaciones físicas asociadas con la respiración. Es muy importante no controlar la respiración de cualquier manera, solo prestar mucha atención a la respiración tal como ocurre naturalmente. Si controlas la respiración, hace más fácil concentrarse. Pero resulta demasiado fácil, así que no generas suficiente concentración para entrar en las jhanas.

Probablemente resulta mejor si se observan las sensaciones físicas en las fosas nasales o en la zona entre la nariz y el labio superior, en lugar de en el abdomen o en otras partes. Es mejor porque es más difícil de hacer; por lo tanto, tienes que concentrarte más. Puesto que estás intentando generar concentración de acceso, tomas algo que es factible, aunque no muy fácil de hacer, pero entonces lo haces.
Al ser consciente de la respiración natural, sin control en la nariz, tienes que prestar atención muy cuidadosamente. Al hacerlo te darás cuenta de las sensaciones táctiles, y entonces tu mente se alejará. Entonces podrás traerla de vuelta, y se alejará; entonces la traes de vuelta, y se alejará. Finalmente, aunque tal vez no la próxima vez que te sientas en meditación, tal vez no hasta mañana o la semana que viene o el mes próximo, encontrarás las cerraduras de la mente en la respiración. Los pensamientos que tienes son relegados a un segundo plano. Los pensamientos pueden ser algo como: "¡Wow, estoy realmente con la respiración," como opuesto a: "Cuando llegue a Hawaii, es lo primero que voy a hacer..."
Cualquier método que utilice para generar concentración de acceso, la señal que se ha llegado a la concentración es que estás totalmente presente con el objeto de meditación. Así que si haces metta (meditación de bondad amorosa), estás completamente allí con el sentimiento de metta; no te distraes. Si estás haciendo la práctica de pasar el cuerpo, estás completamente allí con las sensaciones en el cuerpo como pasando tu atención sobre el cuerpo. No tienes pensamientos extraños; no estás planeando; no estás preocupándote; no estás enojado; no estás queriendo algo. Sólo estás completamente con todo lo que es tu objeto.

En cuanto empiezas a estar concentrado, podrás notar varias luces y colores aunque tus ojos están cerrados. Estas son señales que estás empezando a conseguir estar concentrado. Generalmente no hay nada útil que se pueda hacer, solo ignorarlas. Cuando estás realmente muy concentrado, las manchas aleatorias y las muestras láser van a desaparecer. Éstas pueden ser sustituidas por una luz blanca difusa, que es un signo de buena concentración. Siempre aparecen para algunas personas, nunca aparecen parr otras, y muchas personas encuentran que a veces aparecen y a veces no aparecen. Pero una vez más, no hay nada necesitas hacer con cualquier señal — es sólo un signo. Permanece centrado en tu objeto de meditación.
No todo el que emprende la práctica de jhana se convierte en competente en esta habilidad, pero la única manera de saber si es algo que funciona para ti es intentar aprenderla. Esto de hecho es aprendido por serios practicantes laicos, así como por monjas y monjes modernos.
Que tu viaje en el sendero espiritual pueda ser gran fruto y de gran beneficio para todos los seres.

Leigh Brasington estudió los jhanas con el último Venerable Ayya Khema y fue empoderada para enseñar por Jack Kornfield, cofundador de la Insight Meditation Society (Sociedad de meditación de Insight), en Barre, Massachusetts y Spirit Rock Meditation Center, en Woodacre, California. Right Concentration  (Recta concentración) es el primer libro de Brasington.
De Right Concentration de Leigh Brasington, © 2015 por Leigh Brasington. Reimpreso y corregido con Shambhala Publications, Inc., Boston, MA. 
Tim Cummins/Flickr


GURUPANCASIKA
DE ASVAGHOSA.



(1)
Inclinado apropiadamente a los pies de loto de mi Gurú, quien es la causa para que yo logre el estado de un glorioso Vajrasattva, resumiré lo dicho en muchos textos tántricos impecables sobre la devoción al gurú. (Por lo tanto) escucha respetuosamente.

(2)
Todos los Budas del pasado, presente y futuro, establecidos en cada una de las tierras de las diez direcciones, han rendido homenaje a los Maestros Tántricos de quienes recibieron las más altas iniciaciones. (¿Acaso es necesario decir que tú deberías hacer lo mismo?)

En general, hay tres clases de empoderamientos o iniciaciones: casual, del camino y del resultado. El primero es para madurar tu continuo mental, el segundo es un verdadero camino de práctica a través del cual se puede alcanzar la Iluminación y el tercero es sobre el verdadero estado liberado de la Budeidad. Cada quien que en algún momento haya obtenido u obtendrá la Iluminación lo hace a través de la recepción de estos más altos empoderamientos de parte de sus Maestros Tántricos.

(3)
Tres veces cada día con suprema fe debes demostrar el respeto que tienes por tu Gurú que te enseña (el camino tántrico), juntando las palmas de tus manos, ofreciendo tanto un mandala como flores y postrando tu cabeza  a (tocando) sus pies.

Como discípulo, debes considerar a tu Gurú como un Ser Iluminado. Incluso si él mismo no se considera Iluminado y tú, su discípulo, hayas conseguido la Iluminación antes que él, igual, debes mostrarle tu respeto y rendirle homenaje. Por ejemplo, Maitreya, el quinto y siguiente Buda de los mil de esta era, quien ahora encabeza la tierra búdica de Tusita, se Iluminó antes de su Gurú, el Buda Sakyamuni. Para demostrar respeto a su gurú, Maitreya tiene una estupa o monumento relicario en su frente. De igual manera, Avalokiteshvara, la encarnación de la compasión de todos los Budas, en su manifestación de once cabezas está coronado con la cabeza de su Gurú, el Buda Amitabha, que preside la Tierra Pura Sukhavati.
Esta enseñanza de un Gurú no debe ser como matar un ciervo para extraer su aroma [el almizcle] y luego desechar su cuerpo. Incluso, después de obtener la Iluminación uno debe seguir todavía honrando a su Guru, el que hizo posible todos tus logros.

(4)
Para los que mantienen sus votos de ordenación, si (tu Guru) es un laico o tu menor, póstrate (en público) mientras miras cosas como sus textos escritos para evitar el desprecio mundano [de la gente]. Pero en tu mente (póstrate ante tu Gurú).

(5)
En cuanto a servir (a tu Guru) y mostrarle respeto, por ejemplo obedeciendo lo que dice, levantarse (cuando aparece) y mostrarle su asiento –estas cosas deben ser hechas incluso por los que tienen votos de ordenación (cuyos Gurus son laicos o son sus menores). Pero (en público) evitar postraciones y acciones no comunes (como lavar sus pies).

Una de las reglas de ordenación es que los monjes y monjas no deberían postrarse ante laicos. Esto quiere decir que en público no debes mostrar este tipo de respetos a tu Guru laico, ya que puede causar malentendidos y desprecio entre aquellos que lo observen casualmente. Es mejor postrarse mirando textos o imágenes de Buda cerca del Guru, mientras que diriges tu reverencia en tu mente hacia tu Guru.

Por ejemplo, los grandes maestros Chandragomi y Chandrakirti debatieron entre sí. El primero era laico, el otro monje. Un día, Chandrakirti invitó Chandragomi a su monasterio. Quería que todos los monjes hicieran una procesión, pero el Maestro laico consideró que esto a la gente del pueblo le podría resultar extraño. Chandrakirti le dijo que no se preocupara, puso una estatua de Manjusri, la manifestación de la sabiduría de los Budas, y así el monje evitó cualquier incomodidad.

Aunque la restricción del respeto o su demostración indirecta son consideradas muchas veces por otros como indebidas, en privado el discípulo debe seguir todos los procedimientos apropiados de devoción al Guru, no importa el estatus que él tenga. Sin embargo, el respeto general, como levantarse cuando él aparece, debe ser demostrado siempre.

Por su parte, el guru, no obstante, siempre debe ser humilde, nunca soberbio o pomposo considerándose grande y merecedor de honor. P´a-ra Rinpoche, uno de los discípulos más realizados del Tutor Mayor y Menor de Su Santidad el Catorceavo Dalai Lama, siempre mantuvo un escrito al lado de su asiento. Explicando el por qué, dijo que cuando las personas quisieran visitarle y hacer postraciones, por lo menos ganarían algo de mérito mostrando respecto a las escrituras, ya que él mismo carecía de calificaciones.

(6)
Para que no degeneren los compromisos del Guru o del discípulo, debe haber un mutuo análisis previo (para determinar si cada uno) puede asumir la relación Guru-discípulo.

En los empoderamientos tántricos se asumen muchos conjuntos de votos para nunca abandonar las prácticas y procedimientos esenciales para el progreso espiritual. El discípulo da su palabra de honor de nunca transgredir esos votos, como por ejemplo, siempre visualizar a su Guru como inseparable de la deidad meditativa en cuya práctica acaba de ser iniciado.

También anteriormente el Guru dio su palabra de honor para nunca conceder los secretos tántricos a aquellos que no puedan entenderlos ni guardarlos. Así como la leche del león no se debe guardar en un simple recipiente de arcilla, de igual manera los métodos profundos y poderosos del Tantra no deben ser confiados a quienes no están listos para recibirlos. Cuando habiendo tomado esos votos, el Guru o el discípulo los degeneran, será imposible para los dos obtener alguna meta y ambos sufrirán graves consecuencias infortunadas. Por lo tanto es extremadamente importante examinarse mutuamente el Guru y su discípulo antes que entren en una relación formal.

En los tiempos antiguos para conseguir un empoderamiento, el potencial discípulo debía pedirlo durante tres años. Una iniciación no era de ninguna manera algo casual. Al dejar esperando al discípulo por tanto tiempo, el Guru recalcaba en la seriedad de entrar en el camino tántrico, probando su compromiso y asegurándose que estaba preparado adecuadamente. Muchas veces el Guru hacía esperar al discípulo hasta más tiempo antes de estar dispuesto a enseñarle cualquier asunto. Estaba una y otra vez probando su carácter y sólo cuando había entendido bien, lo aceptaba como su discípulo.

El discípulo también debe examinar a su potencial Guru y determinar si él está plenamente calificado. Debe confiar que él mismo será capaz de mostrar plena devoción a su Maestro.  Antes de entrar a una relación formal de Guru-discípulo, tienes toda libertad de elegir. Pero una vez que has establecido un vínculo, estas enseñanzas sobre devoción al Guru deben ser seguidas con un compromiso total.

(7)
Un discípulo con sentido común no debe aceptar como su Guru a alguien que carece de compasión o que es colérico, vicioso o arrogante, posesivo, indisciplinado o jactancioso de su conocimiento.

(8)
(Un Guru debe ser) estable (en sus acciones), cultivado (en su habla), sabio, paciente y  honesto. No debe esconder sus debilidades ni pretender poseer habilidades que no tiene. Debe ser un experto en los significados (del tantra) y en los procedimientos rituales (de la medicina y para remover los obstáculos). También debe tener compasión amorosa y conocimiento completo de las escrituras.

(9)
Debe tener plena pericia tanto en los diez campos como capacidad para dibujar mandalas, conocimiento completo de cómo explicar el tantra, fe pura y suprema y pleno control de sus sentidos.

Un Guru Mahayana, en general, debe tener las siguientes diez cualidades: (1) disciplina como resultado de su dominio del entrenamiento en la alta disciplina de auto-control moral, (2) calma mental por su entrenamiento en la más alta concentración, (3) pacificación frente a todo engaño y obstáculos debido a su entrenamiento en la más alta sabiduría, (4) mayor conocimiento que su discípulo en el tema que es enseñado, (5) perseverancia entusiasta y alegría en enseñar, (6) un tesoro de conocimiento de las escrituras, (7) visión penetrante en y entendimiento de la vacuidad, (8) capacidad en presentar las enseñanzas, (9) gran compasión y (10)  no desgano para enseñar y trabajar para sus discípulos sin dar importancia a su nivel de inteligencia.

Un Maestro Tántrico debe tener, incluso, más buenas cualidades que las mencionadas en el texto. Lo más importante es que sea una persona estable en extremo, con su cuerpo, habla y mente totalmente bajo control.

Hay dos conjuntos de diez campos en los que un Guru debe ser un maestro completo. Diez internos son esenciales para enseñar las clases de Tantra de Yoga y Anuttarayoga, que enfatizan la importancia de purificar principalmente las actividades mentales internas. Estas son pericia en (1) visualizar la rueda de protección y eliminación de obstáculos, (2) elaboración y consagración de nudos y amuletos para ser colocados en el cuello, (3) conferir la iniciación de la vasija [bumpa] y los empoderamientos secretos, plantando las semillas para lograr los cuerpos de forma búdica, (4) conferir los empoderamientos de sabiduría y palabra, plantando las semillas para lograr los cuerpo de sabiduría búdicos, (5) distinguir los enemigos del Dharma de sus protectores propios, (6) elaborar ofrendas como tormas esculpidas, (7) recitar mantras tanto verbal como mentalmente, visualizando que giran alrededor de su corazón, (8) efectuar procedimientos de rituales iracundos para llamar vigorosamente la atención de las deidades meditacionales y protectoras, (9) consagrar imágenes y estatuas y (10) hacer ofrendas de mandala, efectuar prácticas meditacionales (sadhanas) y hacer auto iniciaciones.

Las diez cualidades externas son necesarias para enseñar las clases de tantra kriya y charya, que enfatizan la importancia de purificar principalmente las actividades externas en conexión con los procesos mentales internos. Son pericia en (1) dibujar, construir y visualizar los mandalas como moradas de las deidades meditacionales, (2) mantener los diferentes estados de concentración de una mente única (samadhi), (3) efectuar los gestos manuales (mudras), (4) ejecutar danzas rituales, (5) sentarse en plena postura meditacional, (6) recitar lo que es adecuado a estas dos clases de tantra, (7) hacer ofrendas de fuego, (8) hacer otras diferentes ofrendas, (9) realizar rituales de (a) pacificación de peleas, hambre y enfermedad, (b) aumento de longevidad, conocimiento y prosperidad, (c) poder para influir en otros y (d) eliminación airada de fuerzas demoníacas e interferencias, y (10)  invocación de las deidades meditacionales y disolverlas en su lugar apropiado.

No es suficiente para un Maestro Tántrico conocer simplemente cómo efectuar las acciones superficiales de estos procedimientos rituales. Debe ser capaz de llevarlos a cabo. Por ejemplo, al consagrar la imagen de una deidad meditacional, debe ser capaz de efectivamente invocar a la deidad y colocarla en la imagen, no simplemente recitar las palabras del texto acompañante. Si tomas como su Guru a un Maestro con todas estas calificaciones y poderes, y  él te acepta como su discípulo, le debes mostrar tu plena devoción. Aunque es posible que por ignorancia puedes estar en desacuerdo con tu Guru, nunca debes faltarle respeto o despreciarlo desde lo profundo de tu corazón.

(10)
Si te has convertido en discípulo de tal protector (Guru), y lo desprecias de corazón, entonces cosecharás sufrimiento continuo tanto como si hubieras menospreciado a todos los Budas.

(11)
Si eres tan tonto de despreciar a tu Guru, contraerás enfermedades contagiosas y los males causados por los espíritus malignos. Tendrás una muerte (horrible) causada por demonios, epidemias o veneno.

(12)
Serás asesinado por (malvados) reyes o fuego, por víboras, agua, hechiceros o bandidos, por espíritus malignos o salvajes y entonces renacerás en un infierno.

(13)
Nunca atormentes la mente de tu Guru. En caso de ser tan tonto de hacerlo, seguro hervirás en el infierno.

(14)
Queda claro que cualquier infierno terrible que ha sido enseñado, como el Avīci, el infierno de Dolor Interminable, es el lugar en el que permanecerán (por mucho tiempo) los que menosprecian a su Guru.

(15)
Por lo tanto, haz el esfuerzo de todo corazón de nunca empequeñecer a tu Maestro Tántrico que no exhibe su gran sabiduría y virtudes.

Como tu Guru es un Buda, despreciarlo es igual a odiar a todos los Iluminados. El estado de budeidad es de total liberación del sufrimiento, de la ignorancia, de los engaños y obstáculos. Es el logro de todas las buenas cualidades, la plena perfección  y la omnisciencia total. Despreciar o desmerecer tal estado, al despreciar a tu Guru, te arrojará en la dirección opuesta a la felicidad y a la libertad. Habiendo desdeñado la sabiduría y la liberación, consigues lo contrario, la esclavitud y el dolor. Estos estados tormentosos son como lo han descrito en todas las escrituras como los diferentes infiernos.

Entonces hay grandes peligros al entrar en la relación Guru-discípulo. Tu Maestro Tántrico puede ser quien te ha dado tus empoderamientos, un discurso tántrico y hasta quien te dio instrucciones para dibujar mandalas. Como no es pretencioso y nunca fanfarroneará, siempre ocultará sus buenas cualidades y no dudará en aceptar sus limitaciones. Si no reconoces estos rasgos como señales de su perfección,  humildad y medios hábiles, puedes cometer el grave error de menospreciar o ver faltas en él. Habiendo establecido una vinculación formal con este Guru y, a través de él, entrado al sendero de la budeidad, puedes caer por ti mismo en terrible sufrimiento si, desde lo profundo de tu corazón, rompes este vínculo.

(16)
(Si por ignorancia has mostrado irrespeto) a tu Guru, reverentemente preséntale una ofrenda y trata de obtener su perdón. Así en el futuro esos daños, como pestes, no van a perjudicarte.

Como Buda, un Guru nunca tendrá rencor, demostrando que la falta de respeto no puede ni ofenderle ni afectarle.  El único que se daña eres tu mismo. Por lo tanto, cuando te arrepientes y pides su perdón, él te aceptará con gran compasión lo que le ofreces. Entonces, por la fuerza de la fe, el respeto y la devoción, no vas a experimentar infortunios.

Los beneficios de la devoción al Guru y las espantosas consecuencias de su ruptura, no son premios ni castigos de un Guru divino. Ellos directamente provienen de (la ley de) causa y efecto. Tu Guru es el punto focal de tus prácticas conducentes a la Iluminación.  Cuanto más devoto seas hacia el estado de perfección que él representa, más cerca estarás de esa meta. Despreciarlo solo puede retraerte hacia la oscuridad y la ignorancia.

(17)
Se ha enseñado que para el Guru a quien has dado tu palabra de honor (de visualizarlo como uno con tu deidad meditacional), deberías con gusto ofrendar a tu esposa, tus hijos, incluso a tu vida, aunque no es (fácil) renunciar a ellos. ¿Es necesario mencionar también tus efímeras riquezas?

(18)
(tal práctica de ofrenda) puede conferir hasta la budeidad en solo una vida a un ferviente (discípulo), al que de otra manera le resultaría difícil de obtener hasta en innumerables millones de eones.

(19)
Conserva siempre tu compromiso. Haz siempre ofrendas a los Iluminados. También siempre haz ofrendas a tu Guru, porque es igual a todos los Budas.

(20)
Aquellos que desean (obtener) el inagotable (estado de Cuerpo de Sabiduría de Buda) deben dar a su Guru cualquier cosa que ellos consideran agradable, desde los objetos más triviales hasta aquellos de mejor calidad.

(21)
Dar (a tu Guru) es como si hicieras continuas ofrendas a todos los Budas. Con este ofrecimiento se acumula mucho mérito. De tal acumulación deviene el poderoso logro supremo (de la Budeidad).

Hacer ofrendas a tu Guru como representante de todos los Budas es muy importante. Tal generosidad simboliza tu total devoción para lograr la Budeidad.  Si por causa de pobreza o egotismo no das lo que para ti es lo más agradable y solo ofreces lo que no deseas para ti mismo, ¿cómo puede tu promesa de entregarte totalmente a trabajar en beneficio de todos los seres sensibles no ser sino una farsa? Sin ningún apego debes estar dispuesto a sacrificar todo para lograr la Iluminación a través de tu Guru.

La ofrenda de mandala simboliza esta dedicación de tu cuerpo, palabra y mente, incluso el universo entero, a este propósito.

Si eres pobre como Je-Tsun Milarepa, no importa que no tengas riquezas que ofrecer. Lo importante es tu estado mental y tu disposición a sacrificar todo para beneficio de tu Guru, de la Iluminación y de todos los seres sensibles.  La mejor ofrenda, entonces, es tu práctica. Pero si tienes riquezas, nunca dudes de usarla para obtener méritos.

Desde luego hacer ofrendas no es para que tu Guru se enriquezca. De su parte, tu Guru debe observar esas ofrendas como el tigre que mira la yerba. Lo central es que tu entrega total te beneficie a ti mismo y finalmente a todos los demás. Gran mérito se consigue por esta práctica, resultando en que logres el Cuerpo de la Forma de Buda. Entonces si puedes ver la naturaleza de la vacuidad, que es la verdadera falta de existencia independiente de ti, de tu Guru y de lo que ofreces, entonces acumularás al mismo tiempo la visión profunda que llevará a que obtengas el Cuerpo de Sabiduría de Buda. Entonces, el poderoso logro supremo de la Budeidad proviene de hacer ofrendas a tu Guru.

(22)
Por lo tanto, un discípulo con buenas cualidades de compasión, generosidad, moral, autocontrol y paciencia nunca debería considerar diferentes tanto a su Guru como al Buda Vajradhara.

Tu Guru, las deidades meditacionales y Vajradhara, la forma que asume Buda en los tantras, todos son de la misma naturaleza. Son como una sola personas en un drama [teatral] cambiando máscaras y trajes y jugando distintos roles. Lo mismo es verdad si tienes varios Gurus. Debes considerarlos a todos como Buda, sólo distinguiéndolos por los diferentes rostros.

La capacidad para ver a tu Guru como no distinto al Buda Vajradhara depende de tu motivación. Si has desarrollado una motivación Iluminada de Bodhicitta, estás esforzándote para volverte tú mismo un Buda para ser totalmente capaz de beneficiar a otros. Cuanto más poderosa sea esta motivación, el pensamiento de Iluminación más viene a impregnar completamente tu mente. Pensando solamente en la Iluminación y en las maneras de obtenerla, tú, automáticamente, serás capaz de ver a tu Guru en términos de este estado, porque nada más estará en tu mente.

Cuanto más deseas obtener la Iluminación, nítido verás la necesidad para tu Guru ser un Buda. Entonces, con gran compasión de desear que otros no sufran nunca, puedes dedicarte fácil y gozosamente. A través de la práctica de las perfecciones de la generosidad, la disciplina de autocontrol moral, paciencia y lo demás, todo centrado alrededor de tu Guru, serás capaz de obtener su estado.

(23)
Nunca debes pisar ni la sombra (de tu Guru), porque las consecuencias horrorosas serán las mismas que cuando se destruye una estupa, en consecuencia es necesario mencionar que nunca debes pisar o saltar sobre sus zapatos o sentarte (haciéndolo en su lugar o subirse) a su montura.

Una estupa es un monumento en el que se guardan reliquias de un Buda. Como tu Guru, sirve de punto focal para tu veneración y devoción para lograr la Budeidad. Destruir una estupa es como pisar la sombra de tu Guru, entonces, son actos de extrema desconsideración e irrespeto del estado de Iluminación. Por lo tanto, las consecuencias horrorosas son igual en ambos casos.

Si tratas los zapatos, el asiento y el caballo o el vehículo de tu Guru como objetos comunes y te atreves a usarlos o pisarlos, tu actitud arrogante solo podrá ser un obstáculo mayor en tu logro de la Budeidad.

(24)
 (Un discípulo) con sentido común debe obedecer alegre y entusiastamente las palabras de su Guru. Si te falta el conocimiento o la capacidad (de hacer lo que dice), explica en palabras (corteses) porque no puedes (cumplir).

(25)
Es desde tu Guru que provienen los poderosos logros, el mejor renacimiento y la felicidad. Por lo tanto, haz un esfuerzo de todo corazón de nunca transgredir los consejos de tu Guru.

Obedecer las órdenes de tu Guru y seguir sus consejos resulta más importante que hacer innumerables ofrendas. Confíate totalmente a él, te guiará por el camino de la Iluminación.  Cuando con orgullo extremo y visión obtusa y terca, pienses que sabes lo que es mejor para tu propio progreso espiritual, ¿cómo serás capaz de aprender algo de él?

No significa que debes convertirte en un esclavo, sin pensar por ti mismo, o que tu Guru pueda abusar de ti. Dado que estás apuntando a la completa libertad de la Iluminación, debe haber también libertad en las maneras de obtenerla. Nunca debes seguir los deseos de tu Guru, simplemente porque te sientes obligado o forzado a obedecer, más bien trata de entender sus intenciones y objetivos. Tu Guru solo te indicará hacer lo que es beneficioso para ti y para otros. Lo que él pide puede ser difícil y su propósito inmediato puede resultar no tan claro, pero debes recibir gozosamente su consejo y con profunda gratitud por interesarse por tu bienestar.

Analizate honestamente para ver si puedes cumplir con sus deseos. Si no hay manera de cumplirlos no seas grosero o arrogante. Explica cortésmente y con extrema humildad cuál es la dificultad. Tu Guru no será irracional; como un Buda está lleno de gran compasión.

No obstante, es mejor si puedes evitar trasgredir su consejo. Siguiendo el camino espiritual tal como él lo dirige, puedes no solo obtener los poderosos logros ordinarios (siddhi) de poderes extra físicos y mentales accesibles a los no budistas, sino, dependiendo de tu motivación, también un más alto renacimiento, la felicidad de la liberación o el poderoso logro supremo de la Budeidad.

(26)
(Protege) las pertenencias de tu Guru como lo harías con tu propia vida. Incluso trata a los seres queridos (familia) de tu Guru con igual (respeto que le muestras) a él. (Ten en cuenta de una manera afectuosa a) los allegados como si fueran los más apreciados de tu familia. Solo piensa (así) todo el tiempo.

Antes que Drom-ton-pa estudiara con Atisa, sirvió a otro Guru en K’am. Durante el día cargaba a los hijos de su maestro en su espalda, hilaba la lana con sus manos y suavizaba el cuero con sus pies. Por la noche cuidaba sus animales. Todo esto lo hacía con mucho gozo y aunque era solo un laico, Atisa lo escogió para darle todas las enseñanzas que trajo de Tíbet.

Cuando Je-Tsun Milares servía a Marpa, solía echarse en el lodo y rogar a la esposa de su Guru que se sentara sobre él cuando ella ordeñaba las vacas. Tú debes tener igual respeto y devoción para todo el mundo cercano a tu Guru. Recuerda que él es un Buda con igual aprecio y amor para todos. Si tienes envidia de su familia, de sus empleados u otros discípulos, así como si eres posesivo de su tiempo y atención, esto claramente demuestra que no crees sinceramente en él como un Buda.

(27)
Nunca te sientes en la (misma) cama o asiento (de tu Guru), ni camines delante de él. (Durante las enseñanzas no hagas) un moño en lo alto de tu cabeza, no te pongas un sombrero ni zapatos o portes algún arma. (Nunca) toques un asiento (antes de que el se haya sentado o si por casualidad él está sentado en el piso. No) pongas tus manos (orgullosamente) en tus caderas o las frotes (delante de él).

(28)
Nunca te sientes o te recuestes mientras tu Guru está parado (ni te eches cuando él está sentado). Siempre estate atento para pararte y servirlo hábilmente de excelente manera.

(29)
Ante la presencia de tu Guru nunca hagas cosas como escupir, toser o estornudar sin cubrir tu rostro. (Nunca) estires tus piernas cuando estés sentado, no camines hacia atrás y adelante (sin razón, delante de él. Y nunca) discutas.

(30)
Nunca des masajes o frotes tus miembros. No cantes, bailes o toques instrumentos musicales (por otros motivos que no sean religiosos). Y nunca parlotees o hables demasiado (o muy fuerte) dentro del rango de escucha (de tu Guru).

Todos estos ejemplos de conducta impropia están prohibidos no porque tu Guru se ofenderá: los Budas no pueden resultar afectados por las groserías. Porque deseas obtener su estado de perfección y tienes gran respeto por su logro, es que no debes actuar de manera tosca, arrogante y desconsiderada.

Los hábitos explicados aquí no tienen la intención de ser restricciones antinaturales y crueles. Si estás sentado con las piernas cruzadas durante una charla y te resulta incómodo, estás ciertamente permitido elevar tus rodillas o cambiar de posición. Pero sentarse casualmente con los pies estirados hacia tu Guru demuestra una actitud irrespetuosa. Recibir una charla no es como asistir a un evento deportivo. No estás con tu Guru para entretenerte, sino para alcanzar la Iluminación. Por lo tanto, debes de mostrarle gran respeto y siempre estar atento a sus necesidades y comodidad.

(31)
(Cuando tu Guru entra a la sala) levántate de tu asiento e inclina levemente tu cabeza. Siéntate (ante su presencia) respetuosamente. En la noche o en las orillas o en caminos peligrosos, con (el permiso de tu Guru) puedes caminar delante de él.

(32)
Ante la vista directa de su Guru (un discípulo) con sentido común no (se sienta) con su cuerpo torcido ni reposando (casualmente) sobre pilares o cosas parecidas. Nunca crujas tus nudillos, (juegues con tus dedos o limpies las uñas).

Siempre debes ser considerado con tu Guru. Ya que él es quien te mostrará el camino hacia la plena libertad de todos tus sufrimientos y cómo ser capaz de liberar a otros, él es más precioso que cualquier otra cosa. Si él está en peligro, debes protegerlo. No te sientes despreocupado y orgullosamente como si fueras el dueño del mundo.

(33)
Cuando laves los pies o el cuerpo (de tu Guru), lo secas, masajeas o lo (afeitas), antes de cualquiera de estas acciones haz (tres) postraciones y también al final. Luego atiendete (a ti mismo) cuanto desees.

Si tienes la oportunidad de lavar a tu Guru, afeitar su cabeza o hacer cualquier cosa para su comodidad, te permitirá ganar mucho mérito. Entonces, todas esas acciones hazlas con el máximo respeto.  Nunca egoístamente pienses primero en tus propias necesidades. Tu primera preocupación es con tu Guru y tu logro de su estado Iluminado. Sólo después debes cuidar de ti mismo.

(34)
Si necesitas dirigirte (a tu Guru) por su nombre, siempre añade el título “Su presencia” después de su nombre. Para generar respeto a él en otros, también puedes usar otro título honorífico.

Una vez Je-Tsong-ka-pa daba una charla a unos cuantos discípulos en una casa de retiro donde después fue construido el monasterio Sera. Ka-drub Je vino a verlo por primera vez. Preguntó a una monja que vivía cerca donde podría encontrar al Venerable Tsongka-pa y ella se alejó sin decir una sola palabra. Ella enjuagó su boca, encendió un incienso y entonces respondió: “Mi bendito, venerable Abad, Su Presencia Je Tzong-ka-pa reside allá.”

Si el nombre de tu Guru es Rin-chen dor-je, puedes referirte a él cuando hablas con otros como “mi maestro espiritual, Su Presencia, el divino, venerable Rin-chen-dorje”. Al menos debes usar algún título de respeto. Es muy burdo, arrogante e irritante dirigirte, referirte o escribir sobre tu Guru simplemente usando su nombre personal. Tu Guru no es tu amigo de infancia, sino un Buda que te guía a tu Iluminación.

(35)
Cuando le pidas un consejo a tu Guru, (primero dile para qué has venido). Con las palmas de tu manos juntas a la altura de tu corazón, escucha lo que te dice sin (dejar que tu mente) vagabundee. Luego (cuando él ya ha hablado) debes contestar, “haré exactamente como me ha dicho”.

(36)
Después de haber hecho (lo que tu Guru te dijo), infórmale (lo que pasó) en palabras corteses y amables. Cuando bosteces o tosas (aclares tu garganta o rías ante su presencia), cubre la boca con tu mano.

Nunca hagas perder el tiempo de tu Guru visitándolo solo para cotorrear. Luego de hacer tres postraciones, dile directamente el propósito de tu visita. Haz tus preguntas de una manera directa, con extrema cortesía y humildad.

Cuando el Guru te da consejos o te pida hacer algo, analiza para ti mismo para ver si puedes cumplirlo. Si no puedes, entonces excúsate y explica por qué. No prometas hacer algo y luego no cumplir tu palabra. Las consecuencias de tal desobediencia y negligencia son muy serias. Pero si puedes cumplir, dile que harás lo que él dice. Mantenlo informado sobre tu progreso y siempre informa al final lo que has hecho.

(37)
Si deseas recibir cierta enseñanza, pídelo tres veces con las palmas de las manos juntas mientras te arrodillas delante de él sobre tu rodilla (derecha). (Durante su charla) siéntate humildemente con respeto, usando ropa apropiada y pulcra (y limpia, sin adornos, joyas o cosméticos). 

(38)
Cualquier cosa que hagas para servir (a tu Guru) o para mostrarle respeto nunca lo hagas con una mente arrogante. Por el contrario, siempre debes ser como una novia recién casada, tímida, vergonzosa y muy callada.

(39)
Ante la presencia de (tu Guru) quien te muestra (el camino), deja de actuar de una manera presuntuosa y coqueta. Como también, fanfarronear ante otros lo que has hecho (para tu Guru), examina (tu conciencia) y descarta estos actos. 

Es inapropiado para un Guru ofrecer enseñanzas sin haber sido especialmente pedidas. Él enseña para beneficiar a sus discípulos, no para demostrar su conocimiento. Por lo tanto, es importante pedirlas en forma apropiada y de manera formal. Sin embargo, no intentes presionar a tu Guru para que te enseñe algo demasiado avanzado para tu nivel. El juzgará cuando estás listo. No le ordenes altaneramente que haga lo que a ti te parece lo mejor.

Cuando asistas a su charla, recuerda que no es un acto social. La única razón de por qué estás ahí es para aprender cómo obtener la Iluminación para beneficio de otros. No has venido para demostrar tu riqueza o tu belleza ante otros, entonces no te adornes como un pavo real. También sé consciente y considera las costumbres sociales de tu entorno. Nunca te vistas de una manera ofensiva para otros que podría distorsionar sus mentes. Sé pulcro, limpio y modesto, siéntate con gran respeto a tu Guru.

Cuando sirvas a tu Guru no seas infantil. Cualquier servicio u ofrenda que hagas son para que obtengas la Iluminación a través de este mérito. No hagas aquellas cosas para alardear ante otros que tú eres piadoso y devoto. De la arrogancia no se obtiene ningún mérito. No sirvas a tu Guru con altísimo orgullo como si le estuvieras haciendo un gran favor. Él no necesita tu ayuda; él es un Buda. Pero tú sí necesitas mucho de su ayuda, porque al permitirte hacer algunas pequeñas tareas para él te ofrece una gran oportunidad de obtener mérito. Por lo tanto, recuerda su gran gentileza de permitirte servirle.

También no actúes de manera coqueta, flirteando con tu Guru como si pudieras ganar su favor de este modo. Tu Guru es un Buda con igual compasión amorosa para todos. No se impresionará por tu actitud frívola.

(40)
Si te (piden) realizar una consagración, (una iniciación en) mandala o una ceremonia de ofrenda de fuego o reunir discípulos y darles una charla, puedes no hacerlo si tu Guru reside en esa área, aunque hayas recibido su permiso anteriormente.

(41)
Cualquier ofrenda que recibas por realizar aquellos ritos como (la consagración conocida como) Abrir los Ojos, debes presentar todo a tu Guru. Una vez que él ha tomado una porción, pues utilizar el resto para lo que quieras.

(42)
Ante la presencia de su Guru un discípulo no debe actuar (como un Guru) ante sus propios discípulos y ellos no deben actuar hacia él como su Guru. Por lo tanto, (ante la presencia de tu propio Guru) no permitas (a tus discípulos) que te muestren respeto a ti cuando entras (cuando llegas) y te hagan postraciones.

Incluso cuando te has convertido tu mismo en un Guru, aún debes practicar gran devoción hacia tu Guru. Cuando tus propios discípulos te piden dar un empoderamiento, una charla, etc. y tu propio Guru reside en la misma área, tú deberías preguntarle, primero, si él puede darlos en tu lugar. Si tu Guru no puede, únicamente entonces y con su aprobación puedes realizar tú mismo esas ceremonias.

Si tu Guru vive lejos, deberías escribirle para pedirle permiso de aceptar un discípulo u ofrecer cualquier enseñanza. No debes actuar independientemente con orgullo, como si fueras un gran y divino Maestro, sino siempre por deferencia de su consejo. Especialmente en presencia de tu Guru, no debes permitir que tus propios discípulos te demuestren respeto. Debes ser siempre humilde. Por lo tanto, toda ofrenda que recibas debe ser tomada por tu Guru como señal de tu respeto. Él tomará una parte y te devolverá el resto. Él no codicia tus ofrendas, pero siempre debes tenerlo presente en tu mente sobre todo.

Una vez Ra-chung-pa vivía en la misma ciudad que su Guru, Je-Tsun Milarepa. Como era muy hermoso muchas devotas venían a verlo y le presentaban muchas ofrendas. Pensaba: “Si me han dado tantas ofrendas a mí, entonces, seguramente mi Guru ha recibido por lo menos tres veces más que yo”.

El fue donde su Maestro y dijo: “No es verdad que hemos recibido muchas ofrendas hoy día. Vamos a compartirlas con todos los otros discípulos.” Pero su Guru le mostró que todo lo que le habían dado ese día era un pedazo de carne, un bizcocho de queso y un poco de mantequilla. Ra-chung-pa se sintió muy avergonzado de haber recibido más ofrendas que su Guru y le dijo que saldría de la ciudad inmediatamente.

Pidió permiso para ir a Lhasa para ver la famosa imagen de Buda. Je-Tsung Milarepa le contestó: “Cuando ves a tu Guru como un Buda, ¿Qué sentido tiene mirar una estatua?”

Luego le preguntó si podía visitar un monasterio antiguo en Sam-ya. Otra vez su Guru contestó: “Al mirar el espectáculo en tu mente, ¿qué sentido tiene mirar un edificio?”

Por tercera vez, pidió hacer un peregrinaje a Lhodrag donde el Maestro de su Guru, el gran Marpa había vivido. Su Guru solo dijo: “Si meditas en las enseñanzas de mi Maestro, ¿qué sentido tiene ver su casa?”

Je-Tsun Milarepa le dijo no intentar hacer demasiadas cosas, sino ir a un retiro de meditación para obtener más confianza en su práctica. Y así lo hizo Ra-chung-pa, ya que se dio cuenta que no es apropiado para un discípulo recibir más respeto y ofrendas que su Guru.

(43)
En cualquier momento que hagas una ofrenda a tu Guru o tu Guru te presenta algo a ti, un discípulo con sentido común debe (ofrecer y) recibir usando ambas manos y con su cabeza levemente inclinada.

(44)
Sé diligente en todas tus acciones (alerta y) concentrado en nunca olvidar (tu palabra de honor). Si otros condiscípulos transgreden, corríjanse entre ustedes de una manera amigable.

Todos los discípulos que reciben empoderamiento tántrico de un mismo Guru se convierten en hermanos y hermanas “vajra”. Deben tener un gran afecto y estima entre ustedes, ayudándose para mantenerse en el camino. Nunca debes ser envidioso, orgulloso o competir con tus condiscípulos. Corregirse entre ustedes agrada a tu Guru y todos se benefician. Si hay unidad y armonía entre los amigos del Dharma, esto se extenderá en las vidas de otros de tu entorno.

(45)
Si por enfermedad estás físicamente (limitado) para reverenciar a tu Guru y tienes que hacer lo que normalmente está prohibido, incluso sin (su explícito) permiso, no habrá consecuencias infortunadas si tienes una mente virtuosa.

La devoción al Guru no es una práctica fanática. Si estás enfermo y tu Guru entra en tu habitación, no necesitas levantarte y hacer postración. Cuando tengas algo que ofrecer, pero estás demasiado débil para extender tu mano, es permitido incluso que tu Guru se incline hacia tu cama para recibirlo. Esto no es mostrar irrespeto a tu Guru, porque en tu corazón deseas hacer lo que es apropiado pero tu condición física te lo impide.

Sin embargo, hay ciertas cosas en las que no hay excepciones. Nunca debes perturbar la mente de tu Guru, alardear, ser arrogante o irrespetuoso no importa las circunstancias.

(46)
Qué necesidad hay de decir mucho más. Haz lo que gusta a tu Guru y evita hacer cualquier cosa que no le agrada. Sé diligente en ambos sentidos.

(47)
“Poderosos logros siguen de (hacer lo que) a tu Guru (le gustan).” Eso fue dicho por (el Buda) Vajradhara mismo. Sabiendo esto, trata de agradar a tu Guru plenamente con todos los actos (de tu cuerpo, habla y mente).

Todo el mundo quiere solamente felicidad y nunca experimentar algún sufrimiento. La fuente de todos estos logros es tu Guru, ya que él te muestra el camino a la Budeidad y, con su ejemplo viviente como un Ser Iluminado, te motiva a viajar por este mismo camino. Cuando te das cuenta de esto, entenderás la importancia de una decidida devoción al Guru y harás solo lo que le agrada. Como la fuente de estas enseñanzas es el Buda Vajradhara, deberías desechar cualquier duda  y seguirlas con plena convicción y así podrás alcanzar la Iluminación.

Lo que agrada a tu Guru, entonces, es tu práctica conducente a la Budeidad. Por lo tanto, tu motivación para agradarlo debe ser Bodhicitta y tu deseo de ayudar a otros. No debes apuntar a deseos mundanos como buscar el elogio o la aprobación paternal de tu Guru. Es más, si tu Guru te regaña, analiza tus sentimientos. Si no le has disminuido intencionalmente o intentado molestarlo, y si no has reaccionado ante su reprimenda con cólera o acusaciones de que él no es iluminado, entonces no rompiste la devoción al Guru. En tal situación es totalmente inapropiado volverse deprimido, abatido. Cuando lo haces es una señal de tu fuerte egotismo que te causa tomar su crítica demasiado personal.

Marpa reprendió e incluso muchas veces le pegó a Je-Tsun Milarepa. No porque personalmente no le gustaba, sino que por compasión vio la necesidad de medios hábiles que fueran contundentes. Entonces si tu Guru está iracundo contigo trata de verlo como un método que está usando para domar tu mente y llevarte a la Iluminación. Como un Buddha, ¿cómo sería posible que te odiara?

(48)
Después que un discípulo haya tomado refugio en la Triple Gema y desarrollado una pura (motivación Iluminada), deberían darle este (texto) para llevarlo a su corazón (como abandonar su propio egoísmo arrogante) y seguir las huellas de su Guru (a través del Camino Gradual de la Iluminación).

(49)
(Al estudiar los prerrequisitos del entrenamiento de la Devoción al Guru y el Camino Gradual, común tanto en sutra como en tantra), te conviertes en un (adecuado) recipiente (para contener) el Dharma puro. Entonces se te puede dar las enseñanzas como el tantra. Después de recibir los empoderamientos apropiados, recita en voz alta los catorce votos raíz y llévalos sinceramente a tu corazón.

Si como discípulo tienes pensamientos puros para beneficiar a otros, son humildes, no arrogantes o egoístas y careces de maneras toscas, tu Guru, en primer lugar, te enseñará lo que significa tomar refugio. Te mostrará que la estabilidad, dirección y significado de tu vida pueden ser dados al ir por protección contra todo sufrimiento y confusión ante la Triple Gema de los Budas, sus enseñanzas del Dharma y la Sangha, la comunidad de los que las realizan. Luego él te guiará gradualmente a través de los Tres Caminos Principales de renunciación, el Motivo Iluminado de la Bodhicitta y un entendimiento correcto de la Vacuidad. Sobre la firme fundamentación de tu refugio y en los votos de la Bodhicitta, entonces te pueden dar las enseñanzas detalladas de la devoción al Guru.

Este texto fue escrito para ser recitado diariamente para que los discípulos no olviden los puntos importantes de cómo comportarse con su Guru. Cuando tu Maestro te ha preparado de esta manera, para las enseñanzas tántricas y te has convertido en un recipiente adecuado, entonces es apropiado que él te dé la iniciación. Entonces, explicará los votos tántricos y tú debes estar seguro de nunca trasgredirlos. Buda Vajradhara prometió que incluso cuando no practiques la meditación, pero mantienes tus votos tántricos raíz puros por dieciséis días, entonces acumularás suficiente mérito y eliminas suficientes obstáculos para obtener la iluminación. 

Después de recibir iniciaciones, serás empoderado para seguir el camino tántrico completo, ya que tu Guru te guía a través de las etapas de generación y completación. Tu éxito dependerá de tu devoción a tu Guru y la pureza de mantener todos tus votos / Entonces devoción apropiada hacia tu Guru de acuerdo con sus enseñanzas es esencial en todo el proceso del camino hacia el estado Iluminado de no dualidad con tu Guru-Buda-deidad meditacional.

(50)
Dado que no he cometido error (agregando mi interpretación personal) al escribir este trabajo, pueda esto ser de beneficio infinito a todos los discípulos que siguen a su Guru. Por el ilimitado mérito que he obtenido de esta manera, puedan todos los seres sensibles rápidamente conseguir el estado de Buda. 


Esto concluye las “Cincuenta estrofas de la devoción al Guru” del gran Maestro Asvaghosa. Fue pedido y traducido (al tibetano) por el monje traductor y gran editor Rin-ch’en zang-po, junto con el abad indio Padmakaravarma.