sábado, 24 de marzo de 2018


Buscando un refugio interior

S.S. el Decimocuarto Dalai Lama




Desde  el  punto  de  vista  budista  la  mente  de  una  persona ordinaria  es  débil  y distorsionada debido al poder de los engaños y de las emociones aflictivas que lleva con ella. Como consecuencia de esta debilidad y distorsión, es incapaz de ver las cosas como realmente son dado que lo que ve, es una visión torcida, definida por sus propias neurosis emocionales y preconceptos.

El propósito del Budismo en cuanto religión, es remover estos elementos deformados de la mente, facilitando así una percepción válida. Hasta que estos elementos deformados no hayan sido desenraizados, nuestra percepción estará siempre manchada; pero una vez que los engaños sean removidos de raíz, uno entra en un estado que ve continuamente la realidad, tal cual ella es. A partir de entonces, y dado que la mente existe en perfecta sabiduría y libertad, el cuerpo y la palabra toman un curso sano en forma automática. Esto beneficia de inmediato a la persona y a las demás, tanto en esta vida, como en el camino que sigue después de la muerte. Por eso se dice que el budismo no es un sendero de fe sino uno de razón y conocimiento.

Los  tibetanos  somos  afortunados  al  haber  nacido  en  una sociedad  donde  el conocimiento espiritual era no sólo accesible sino además apreciado. Claro que a veces al haber nacido así lo dábamos por hecho.  El Buda mismo dijo: “comprueben mis palabras tal como un analista compra el oro y sólo entonces acéptenlas”. El Buda enseñó por un largo período de tiempo y a persona de todas las culturas y niveles de inteligencia. Consecuentemente el significado de cada una de sus enseñanzas tiene que ser ponderado cuidadosamente y la enseñanza debe ser evaluada para determinar si se trata de una verdad literal o si es sólo figurada.  Muchas enseñanzas fueron dadas en circunstancias particulares o a seres de comprensión limitada. Aceptar una doctrina o un aspecto de la misma sin hacer primero un examen analítico, es como construir  un castillo sobre el hielo. Nuestra práctica permanecería por siempre inestable y carecería de la fuerza y la profundidad básicas.

¿Qué se quiere decir con “practicar el Dharma”? Dharma se define como “aquello que sostiene”, y “aquello” es la sabiduría espiritual que nos mantiene o nos conduce fuera del sufrimiento.  El  Budismo  afirma  que aun cuando por el momento nuestra mente está siendo dominada por el engaño y la distorsión, en última instancia existe un aspecto de la mente que es por naturaleza puro e inmaculado y que al cultivar dicha pureza  y eliminar  los  oscurecimiento  mentales,  nos  liberamos  del  estorbo  del sufrimiento  y  de  las  experiencias  de  insatisfacción.  El Buda enseñó esta pureza potencial como un principio esencial de su doctrina y Dharmakirti, el pensador indio que apareciera mil años después, estableció lógicamente su validez. Cuando esta semilla de la iluminación ha sido cultivada de modo suficiente uno  obtiene  la  experiencia  del nirvana, la libertad de todos los defectos del samsara. Además de la validación realizada por Dharmakirti sobre el concepto de la semilla de la iluminación, también él validó, a través de la lógica, el espectro completo de las doctrinas budistas incluyendo la ley del karma, el concepto del renacimiento, la posibilidad de la liberación y la omnisciencia, y la naturaleza de las tres joyas del refugio: el Buddha, el Dharma y la Sangha.

Con relación al método en sí de práctica, no es correcto que se practique sin tener una comprensión lógica de la doctrina. El practicante debe saber bien qué es lo que se encuentra haciendo y porqué lo hace. Puesto que aquellos de nosotros que somos monjes o monjas estamos dedicando nuestras vidas enteras a la práctica del Dharma, debemos ser muy cuidadosos y practicar en forma intachable. La Sangha es muy importante para la estabilidad de la doctrina y, en consecuencia, debemos poner todo de nuestra parte para imitar al Buda mismo. Quienquiera que esté pensando en ordenarse debe pensarlo bien; no es necesario volverse un monje si sólo va a ser un monje inferior. La Sangha tiene la responsabilidad de ejemplificar los preceptos. Si uno quiere seguir viviendo una vida ordinaria es  mejor  dejarle  la  condición  monástica a aquellos que tienen una mayor inclinación espiritual y simplemente practicar como un laico, lo mejor que uno pueda.

Todas las religiones del mundo son similares en cuanto que ellas proveen métodos para cultivar aspectos íntegros de la mente, eliminando los dañinos.  El budismo es una religión particularmente apetitosa porque habiéndose desarrollado en la India – cuando el país  se  encontraba  en  un  alto  nivel  espiritual  y  filosófico –  presenta  tanto un rango espiritual completo de ideas espirituales como un enfoque racional para los métodos de desarrollo espiritual. Esto es particularmente importante en esta era moderna cuando a la mente racional se le da tanto crédito. Debido a esta faceta de racionalidad, al Budismo no le es difícil confrontar el mundo moderno.  De hecho, muchos de los descubrimientos de la ciencia moderna como los de la física nuclear que son considerados nuevos descubrimientos ya habían sido por largo tiempo discutidos en las escrituras budistas antiguas.  Debido a  que  el  último  consejo  que  dio  el  Buda  a  sus discípulos fue que  no  debían  aceptar  nada  por  fe,  sino  únicamente  a través de una investigación racional, el mundo budista ha mantenido muy vivo el espíritu de búsqueda en todo los lugares. Esto es muy diferente de muchas otras religiones del mundo que dicen tener la verdad, pero que luego impiden cualquier tipo de investigación  que pudiese amenazar su limita descripción de la realidad.

Que una persona sea o no budista depende de si en forma pura y de todo corazón, ha tomado o no refugio en las tres joyas del refugio. El sólo hecho de hacer plegarias budistas, jugar con rosarios de mantras y caminar alrededor de templos, no lo convierte a uno en budista. Hasta un mico puede ser entrenado para que haga estas cosas. El Dharma es asunto de la mente, del espíritu y no de actividades externas. Por esa razón para ser un budista uno tiene que entender exactamente qué son las tres joyas del Buda, del Dharma y de la Sangha, y saber cómo se relacionan estos con nuestra vida espiritual. Existen el refugio causal en el Buda, -- de todos los budas del pasado, presente y futuro de quienes el más relevante para nosotros es el Buda Sakyamuni-- y el refugio en el Buda resultante,  es decir, el refugio en nuestro propio potencial para la iluminación, el Buda en el cual habremos de convertirnos. 

En cuanto al Dharma, está el Dharma que fue enseñado en las escrituras y la realización de lo que fue enseñado, la cual encontramos en las mentes de aquellos que han recibido secretamente una transmisión. Finalmente, tenemos el refugio en la Sangha, tanto los monjes ordinarios símbolo de la Sangha, y la Arya Sangha de aquellos seres que han ganado experiencia meditativa en la forma última de la verdad. Se dice entonces, que Buda es el maestro, el Dharma es el camino y la Sangha son los compañeros espirituales que nos ayudan. 

De estos tres, el más importante para nosotros como individuos es el Dharma, porque en última instancia, sólo nosotros mismos nos podemos ayudar. Nadie más puede obtener la iluminación por nosotros ni tampoco nos la puede dar. La Iluminación sólo le llega a quienes practican el Dharma bien, quienes toman el Dharma y lo aplican en el cultivo de sus propios continuos mentales. De allí que, de las tres joyas sea ésta el refugio último. Gracias al escuchar, contemplar y meditar en el Dharma, nuestras vidas pueden volverse uno con él y la iluminación será una posibilidad inmediata.  

Todos los maestros Kadampa del pasado se esforzaron en enseñar que el refugio tiene que ser practicado en el contexto de una conciencia intensa de la ley de causa y efecto; el refugio requiere del soporte de la observancia de la ley de causa y efecto. El Buda dijo, “nosotros somos nuestro propio protector y nuestro propio enemigo”; el Buda no nos puede proteger, sólo nuestro cumplimiento de la ley de causa y efecto nos protege. Si  mantenemos  nuestro  refugio  en  forma  pura  y  nos  esforzamos  en  vivir  en concordancia  con  los  caminos  del  karma,  nos  convertiremos  en nuestro  propio protector.  En forma inversa, si vivimos contradiciendo el camino espiritual nos convertiremos en nuestro peor enemigo, dañándonos a nosotros mismos, en esta vida y en vidas futuras.

La mente de una persona ordinaria es indisciplinada y descontrolada.  Para poder emprender prácticas budistas avanzadas tales como el logro del samadhi, comprender la vacuidad o practicar los métodos yóguicos de los varios sistemas de tantras, tenemos antes que nada cultivar una mente disciplinada. Con el refugio y la autodisciplina como base,  podremos  fácilmente  desarrollar  experiencias  cada  vez  más  grandes  en  las prácticas dhármicas  superiores.  Pero sin el fundamento de las disciplina las prácticas superiores no llevarán a ningún fruto. Todos quieren practicar las técnicas superiores pero primero tenemos que preguntarnos si ya hemos logrado la maestría en las prácticas inferiores que son prerrequisito tales como la disciplina. El propósito del refugio es transformar a la persona ordinaria en un buda; cuando esto se haya logrado se habrá cumplido el objetivo del refugio.  El momento en que nuestra mente se vuelve Buda, nuestra palabra se vuelve Dharma y nuestro cuerpo se vuelve Sangha. Pero el logro de este estado glorioso depende de nuestra propia práctica del Dharma. Dejar la práctica para  otros  y  esperar  beneficios  espirituales  para  uno,  es  un sueño  imposible.  Para purificar  nuestra  mente  del  karma  y  de  los  errores  relacionados  con  la  percepción  y cultivar las cualidades de la iluminación dentro de nuestra corriente de ser, tenemos que realizar las prácticas y experimentar los estados espirituales. Los 108 volúmenes de las palabras de Buda que fueron traducidas al tibetano tienen un tema esencial: purificar la mente y generar cualidades internas.  En ninguna parte dice que alguien más pueda hacerlo por uno. Por eso los budas están de cierta manera limitados, puesto que sólo nos pueden liberar inspirándonos para que practiquemos sus enseñanzas. Muchos budas han venido antes y sin embargo seguimos atrapados en el samsara. Y no es porque dichos budas no hubieran sido compasivos, sino porque no hemos sido capaces de practicar sus enseñanzas. Los progresos individuales en el sendero espiritual dependen de los esfuerzos que haya hecho el individuo él mismo.

El proceso de cultivarse a sí mismo tiene muchos niveles. Pero para los principiantes se debe empezar por  evitar  las  diez  acciones  negativas  y observar  las  diez  acciones positivas.  Tres  de  estas  tienen  que  ver  con  las  acciones  físicas:  en  lugar  de  matar debemos  valorar  y  cuidar  la  vida;  en  lugar  de  robar,  debemos  dar  libremente  lo  que tengamos  para  ayudar  a  los  demás;  en  lugar  de  tomar  las  esposas  de  otros,  debemos respetar los sentimientos de los demás. En cuanto a la palabra: en lugar de mentir hemos de  decir  siempre  la  verdad;  en  lugar  de  generar  desarmonía  entre  las  personas difamándolas, debemos cultivar la virtud, hablando de sus buenas cualidades; la palabra grosera  y  cortante,  debe  ser  cambiada  por  palabras amorosas, suaves  y  gentiles;  y  la conversación  sin  sentido,  debe ser reemplazada por actividades significativas. Finalmente, tenemos las de la mente: el apego debe superarse y el no apego debe ser cultivado; las malas intenciones hacia otros  deben  ser  cambiadas  por  sentimiento  de amor  y  compasión;  y  las  creencias  equivocadas  deben  ser  eliminadas  y  cultivarse  a cambio enfoques realistas.

Estas diez disciplinas fundamentales deben ser seguidas por todo budista. No seguirlas mientras se involucra uno en  los  denominados  métodos tántricos  superiores  es engañarnos a nosotros mismos. Estas son diez prácticas sencillas, observancias que todo mundo puede seguir y no obstante, son el primer paso para cualquiera que desee trabajar en los yogas poderosos que traen la iluminación en una sola vida.

 Cuando tomamos refugio y nos volvemos budistas, tenemos que honrar a la familia de los budas. Hacer cualquiera de las diez acciones negativas luego de haber  tomado refugio, es deshonrar el budismo. Nadie nos ha pedido que nos volvamos budistas. Si eres budista fue tu decisión hacerlo, entonces, compórtate de acuerdo. Lo mínimo que debes hacer es evitar las diez malas acciones y cultivar sus opuestos. Nadie es perfecto, pero si queremos llamarnos budistas debemos hacer algún esfuerzo. Cuando notamos algo que va a  generar  apego  o  ira  en  nosotros  lo  mínimo  que  debemos  hacer  es esforzarnos,  para no ser vencidos  por  estos  estados  distorsionados  de  la  mente  y mantener a cambio unas actitud libre y amorosa.

La esencia del Dharma es el cultivo de la mente; todos los karmas positivos y negativos acumulados por el cuerpo y la palabra tienen su origen y son dirigidos por la mente. Si no cultivamos la atención de nuestros procesos mentales y la habilidad de cortar con las corrientes de pensamientos negativos tan pronto ellos vayan surgiendo, veinte años de meditación en una cueva remota serán de poca ayuda.  Antes de buscar la cueva debemos buscar buenas cualidades en nuestros pensamientos y desarrollar la habilidad de vivir de acuerdo al Dharma. Sólo entonces nuestra estadía en la cueva de meditación será mejor que ser un oso hibernando. Quienes hablan de retiros tántricos, mientras que tienen a los diez fundamentos dhármicos fuera de su alcance, se están riendo de ellos mismos.

Como humanos tenemos la posibilidad de alcanzar la iluminación en una sola vida. Sin embargo, la vida es corta y una buena parte de nuestra vida ya nos ha pasado. Debemos preguntarnos cuanto progreso espiritual hemos logrado. La muerte nos puede llegar en cualquier momento y cuando llegue, deberemos dejar atrás todo excepto las huellas mentales dejadas por nuestras acciones. Si durante nuestra vida hemos practicado el Dharma, si hemos intentado vivir de acuerdo con los caminos del Dharma o hemos alcanzado realizaciones del Dharma entonces esta energía estará allí con nosotros. De otra forma si nuestra vida se gastó en cosas negativas la conciencia que viaja a mundos futuros estará inmersa de pensamientos negativos y estará obsesionada con recuerdos de nuestros caminos samsáricos.  Es en este momento, ahora mismo, mientras que todavía tengamos el poder de practicar el Dharma que debemos hacerlo en forma pura e intensamente.  La  práctica  del  Dharma  nos  trae  paz  y  armonía  para  nosotros  y  para quienes nos rodean, incluso en esta vida, y aun cuando no logremos iluminarnos en esta vida nos dará una joya que concede deseos, la que podemos llevar con nosotros a las vidas futuras para que nos ayude en nuestro sendero espiritual.

Al final, nuestro futuro está en nuestras manos. La mayoría de las personas hace planes fantásticos  para  la  próxima  semana,  el  próximo mes o  el  año  venidero,  pero  lo  más importante es practicar ahora mismo el Dharma. Si esto se hace todos los planes podrán ser cumplidos. Si hoy cultivamos las buenas acciones, las leyes del origen dependiente aseguran que una corriente positiva de cambio se ponga en acción. Esto es lo precioso del ser humano.  La  humanidad  es  capaz  de  afectar  dinámicamente  su  propio  estado futuro  al  aplicar  una  sabiduría  discriminativa  a  todas  las  actividades  de  su  cuerpo, palabra y mente. Usar y cultivar esta sabiduría distintiva es extraer la esencia misma de la vida humana.

Traducido del tibetano al inglés por Losang Chopel y Glenn H. Mullin

Tomado de Teachings at Tushita, editado por Nicholas Ribush con Glenn H. Mullin, Mahayana  Publications,  Nueva  Delhi,  1981. 


LA PRÁCTICA DE MEDITACIÓN
DE CHENREZIG
Khenchen Konchog Gyaltshen Rinpoche



En general en el budismo, y particularmente en el Mahayana y Vajrayana, un concepto central es la filosofía de la compasión y su práctica es esencial. El Bodhisattva Chenrezig tiene una larga historia de asociación con la compasión en muchas tradiciones. Él es Kwan Yin en China, Kannon en Japón, por ejemplo. En el budismo tibetano, o Vajrayana, la técnica de meditación de visualizar a Chenrezig y cantar su mantra de seis sílabas es muy común.

Chenrezig es una palabra tibetana, el nombre de todas las formas de este compasivo bodhisattva. En sánscrito es llamado Avalokiteshvara, Avalokesvara o Lokesvara, todos significan Señor de los Mundos. En tibetano, chenre es la palabra honorífica para ojos. Los ojos simbolizan sabiduría, porque nosotros aprendemos acerca de nuestro mundo a través de ellos. De modo semejante, la sabiduría “ve” la causa del sufrimiento, la naturaleza del samsara, la naturaleza de la iluminación y las causas de la paz y la felicidad. Esta consciencia discriminativa percibe el modo de función de todos los fenómenos. Zig significa mirar o contemplar con gran compasión. Chenrezig contempla el mundo para ver cómo beneficiar a los seres sensibles a través de sus actividades y manifestaciones.

Algunos tienen amplio conocimiento, pero sin compasión, tal mente no está motivada para beneficiar a los demás. Pueden ver por sí mismos que algunas personas son muy inteligentes, tan talentosos, pero no ofrecen algún beneficio para la sociedad. Hay otros que tienen compasión sincera pero carecen de sabiduría, así continuamente cometen equivocaciones. Ellos quieren ayudar a los demás, pero no tienen habilidad para tal efecto. Sin compasión, la sabiduría es solo seca e intelectual. Por eso podemos ver cuán importante es el combinar estas dos. Chenrezig nos da un modelo de alguien que personifica tanto la sabiduría como la compasión. Hacemos su práctica de meditación para realizar estas cualidades en nosotros mismos. Generar sabiduría y compasión juntas es importante para nuestro propio beneficio y para beneficio de los demás. Estas dos son interdependientes, así que cuando hablamos de beneficiar a los demás, realmente recibimos el beneficio nosotros mismos. Cuando poseemos sabiduría y compasión genuinas, la gente lo reconocerá y responderá positivamente. Cuando más trabajemos por el beneficio de los demás, más recibiremos para nosotros mismos. Esta es la realidad de la realización de causa y resultado.

Entrenar la mente de esta manera no resulta fácil porque las aflicciones están profundamente enraizadas en la mente. Podemos decirnos: “Debo hacer esto”, pero la mente no siempre lo cumplirá. Vemos que esta es una paradoja entre la mente de acción y la mente intelectual. La mente de acción consiste de nuestras propensiones y hábitos profundamente enraizados. La mente intelectual es nuestro entendimiento sobre las cosas. Cuando estamos habituados a las aflicciones y emociones perturba-doras, la mente de acción está influida por su fuerza poderosa. El sufrimiento es el resultado inevitable, no importa cuánto la mente intelectual quiera hacer otra cosa. De otro lado, si practicamos y nos habituamos en sabiduría y compasión, entonces un tipo positivo de mente de acción se enraizará profundamente en nosotros. La experiencia inevitable será una felicidad y paz imperturbables. Debemos asegurar que nuestra práctica del Dharma no se quede a nivel puramente intelectual sino, por el contrario, se convierta en una vívida presencia. Para lograr esto es indispensable la práctica Vajrayana.

La meditación es el método principal con el cual entrenar nuestra mente en sabiduría y compasión. No hay otra manera, así que necesitamos voluntad y dedicación.  Si la mente fuera una máquina, podríamos apretar un botón y podríamos hacer que pidamos esto. Pero la mente no funciona así; ella no reacciona instantáneamente. La meditación no es solo un “botón” que podemos presionar para efectuar la transformación.

Estamos acostumbrados a creer que todo el mundo funciona como una máquina. En todas partes que vamos, en la oficina, en la pista, en la casa, presionamos un botón para que las cosas funcionen. Debido a este condicionamiento, pensamos erróneamente que la meditación debe funcionar de la misma manera. Si no conseguimos resultados en una sesión, entonces nos desanimamos y creemos que esto no funciona. Tenemos que entender que la meditación toma un período de tiempo. La mente no es una máquina, por eso debemos aplicarnos con perseverancia y paciencia.

Hay dos clases de paciencia: la paciencia inútil y la paciencia necesaria. La paciencia inútil nos lleva a perder nuestro tiempo y energía mientras pasa el tiempo sin hacer ningún esfuerzo realmente espiritual. No hay opción sino la de practicar la otra paciencia. La paciencia necesaria desarrolla fuerza en la mente sobre una base de razón, sabiduría y compasión. No es el modo sumiso de paciencia que proviene de la pereza; no es un signo de debilidad. Con la paciencia adecuada podemos practicar sin resentimiento y odio. Alegres e intrépidos nos colocamos en nuestro tiempo y energía; lo que es el verdadero significado de paciencia. Para combatir el desánimo, ponemos paciencia junto con perseverancia.

Cuidando de practicar cotidianamente, no importa cuánto tomemos para acostumbrarnos. No es algo que finalice en un par de años. Puede tomar 10 años o toda una vida. Es como comer y beber, que tenemos que hacer diariamente para sostener nuestro cuerpo. De igual manera, hacemos la práctica de meditación consistentemente para sostener la mente.

La meditación es más que tan solo sentarse con sus ojos cerrados. Hay un dicho tibetano: “Gompa ma yin gompa yin”, que significa “La meditación no es solo meditación. La meditación es acostumbrarse a ella.” Debemos comprender cómo meditar, generar fuerza y domar la arrogancia indisciplinada de nuestra mente. Existen dos métodos esenciales de meditación; la meditación analítica y la meditación estabilizante. Por ejemplo, uno puede primero analizar la causa y efecto, la temporalidad de los fenómenos, el sufrimiento del samsara y las buenas cualidades de la sabiduría y compasión. Luego, sobre estas bases, uno puede entrenar la mente en la conducta apropiada con la meditación estabilizante. La meditación es un medio para familiarizarnos con la mente y aprender cómo usarla. Es un método de acostumbrar la mente en sabiduría y compasión. Podemos hacer esto en cualquier momento y en cualquier lugar, hacer de nuestra vida una meditación.

De: Pearl Rosary. The Path of Purification. Khenchen Rinpoche, Konchog Gyaltshen. Vajra Publications, 2007, Florida, EE. UU. Capítulo I, Chenrezig Meditation Practice, Introduction, pp. 19-22

Versión al español, el editor.


lunes, 19 de marzo de 2018


Auto Comentario
a la Canción para la Práctica.
Carya-giti vrtti.
Atisha




Homenaje a Mañjushri, el Lleno de Juventud.
Homenaje a Yuganaddha[1], el completamente perfecto.

Para el beneficio de los demás, yo estoy explicando esta Canción para la Práctica.

La filosofía pura está explicada aquí de dos formas. Es una canción vajra[2] en cuanto a la forma, y en ella es enseñada principalmente la Verdad del Cese del Sufrimiento[3]. La Canción  para  la  Práctica  tiene  sus  propias  bendiciones,  y  muestra  la  Verdad  del Sendero[4]  y la verdad convencional[5].

1) Esta existencia es lo mismo que un reflejo en un espejo;
Si es examinada su esencia, no puede encontrarse una naturaleza inherente.
No comprendiendo la similitud a un espejo de la esencia,
¡Oh, mente oscurecida, que puedas no ser engañada por la ignorancia!

Las palabras “lo mismo que un reflejo”, etc, tienen dos objetos que han de ser vistos con los ojos del conocimiento[6]: son lo que no existe[7]  y lo que existe[8]. Lo que no existe es eso que, aunque no está existiendo, es visto. Por ejemplo las cosas vistas por una vista  enferma,  como  en  el  caso  de  la  persona  que  sufre  de  la  enfermedad  del  ojo llamada timira[9]. 

“Lo  mismo  que  un  reflejo”,  etc.  En  ello[10],  hay  tres  factores: el  espejo  claro,  la proximidad de la cara, y el cielo despejado. Similarmente, debido a las distorsiones de la mente y de los vientos, que son causados especialmente por la ignorancia, los seres de los Tres Reinos[11]  son vistos. No obstante, su verdad no se sigue por el mero hecho de que sean vistos. Por esto es por lo que se dice: “Si es examinada  su esencia, no puede encontrarse una naturaleza inherente”. 

¿Por medio de qué examen es conocida esta no existencia? Sabed que la naturaleza del yo y la de los seres sintientes de los Tres Reinos no son más que reflejos, los cuales son  meramente  vistos.  Conocedlos  como  no  nacidos[12].  Esto  es  mostrado  por  la expresión, “Oh,” etc. 

2) Uno y todos los demás seres son vistos claramente, del mismo modo
En que los reflejos son vistos en una gran joya, en un día con el cielo claro.
Como un niño que engañado toma a su propio reflejo como real, 
¿Por qué tienes la ilusión con respecto a la diferencia entre yo y  los otros? 

No  cometáis  errores  con  respecto  a  los  reflejos.  No  cometáis  errores  sobre  la naturaleza del reflejo. Para explicar más detalladamente el ejemplo y sus implicaciones mencionadas crípticamente como “Con el cielo claro” etc. El reflejo es el producto de la unión de estos tres: 1) el cielo claro, 2) la gran joya, y 3) la cara. De modo similar, el yo y los Tres Reinos, los cuales no son más que reflejos, son vistos debido a la mente, los vientos, y el karma, que trabajan bajo la ignorancia. No comprender acertadamente a estos,  y  pensar  que  estos  son  permanentes  y  reales,  es  comportarse  tan estúpidamente como el león cuando muere ahogado en el mar, cuando ve a su propia imagen reflejada[13]; o tan estúpidamente como el niño ignorante que intenta arañar a su propia imagen reflejada.  Igualmente, observando al yo y a los Tres Reinos, los cuales no son sino reflejos, ¿Por qué cometéis el error del yo y los otros? Por consiguiente se dice “¿Por qué tienes la Ilusión”, etc. 

Tal como se dice en el Sutra, también “A pesar de ser visto, no está en el espejo. La naturaleza de todo es como esto.” Y  otra  vez  “No  hay  nada  real.  Es  solo  la  mente,  bajo  la  turbulencia  creada  por  las tendencias, la que lo ve como  real”. Así se ha dicho.

Así pues, el yo y los Tres Reinos, los objetos de conocimiento del hombre ordinario, son irreales como una flor en el cielo[14].

Ahora, con respecto al conocimiento de lo real.

3) Aquellos que siempre están conceptualizando los reflejos,
Son como el animal que lucha contra su propia sombra. 
El yogui que conoce la Talidad, no se queda allí,
El medita continuamente en el círculo del mandala.

Por  esto  se  dijo  “medita  continuamente  en  el  círculo  del  mandala”  etc.  Hay  cinco marcas de esto[15]. Son: el poder de la originación interdependiente estando siempre presente, siéndola, conociéndola como tal, meditando en ella como tal, y obteniendo las bendiciones. De esta forma, para purificar la mente y los vientos, concentraros en la generación dependiente de la deidad, y conocedlo como la causa de causas.

Cuando  los  tres -la  mente,  que  es  la  causa  cooperante;  el  viento,  que  es  la  causa general; y la cualidad de ser puro- están combinados, todas las creaciones de la mente aparecerán como una ilusión[16]. 

Cuando este conocimiento emerge, o sea, que la cualidad de la naturaleza pura es la naturaleza de todo lo existente, entonces todo ello[17] no está allí[18].

Por lo tanto, confiando en el amigo espiritual  Completamente Iluminado, uno debería de  alcanzar  el  conocimiento  inequívoco  del  yo,  con  la  ayuda  de  los  tres  y  doce ejemplos. 

La bendición imborrable que resulta de la meditación que domina los cinco sentidos es el conocimiento de la completa certeza de que todo es una ilusión. 
Todo  esto  es  conocido  además  a  partir  de  las  palabras  de  Devapala  y  otros  Seres Nobles. 

“El  yogui  que  conoce  la  Talidad,  no  se  queda  allí”.  Esto  se  dijo  porque  a  pesar  del conocimiento  de  que  la  mujer  ilusoria  es  creada  por  la  ilusión,  allí  crece  el  deseo lujurioso hacia ella. Por lo tanto, este conocimiento tendrá que ser purificado por la iluminación[19].

4) El gran Gozo, precioso y noble,
Ya está incluido en ese mandala.
¿Cómo piensas que lo que tu imaginas
Y creas en tu mente, es por naturaleza como eso?

Las dos palabras “Gran Gozo” son fáciles de entender. “¿Cómo piensas que lo que tu imaginas y creas en tu mente, es por naturaleza como eso?” etc. Esto es para refutar al yogui que no posee el conocimiento de las marcas  de las dos verdades[20]. Y esto es fácil de entender.

5) ¿Cómo puede uno realizar la Insuperable Iluminación
Mientras que la naturaleza de todo eso no sea realizada?
La completa negación de todas las acciones de conceptualización imaginadas
Es de la naturaleza del Gran Gozo”.

“¿Cómo puede uno realizar la Insuperable Iluminación mientras que la naturaleza de todo eso no sea realizada?” se refiere a la iluminación de los Nobles, y a la unión de la calma mental y la visión penetrante. “La completa negación de todas las acciones de conceptualización  imaginadas”  se  refiere  a  las  160  mentes  mundanas.  Estas  serán purificadas por la iluminación. 

6) Mantén tu mente indiferente ante los Ocho Intereses Mundanos, 
Se firme en tu absorción en el objeto de meditación.
Así siempre permanecerás puro y completamente libre
De todas las acciones innecesarias.

Si  uno  se  pregunta:  ¿Cómo  realizar  el  Gran  Gozo  Insuperable?,  la  respuesta  es “Mantén tu mente indiferente ante los ocho intereses mundanos”, y “Se firme en tu absorción en el objeto de meditación”. 

Hay dos formas de conseguirlo:

1)  El  sendero  ordinario[21],  el  cual  significa  que  se  ha  de  estar  en  posesión  de  la moralidad, estar desapegado de los disfrutes, ser paciente, tener una determinación firme, estar apartado del ruido, ser cuidadoso, estar continuamente consciente de las dos verdades, estar en posesión del conocimiento de lo que debería de ser hecho y de lo que debería de ser evitado, estar apartado de los cinco oscurecimientos morales[22], ha de ser consciente de la cantidad correcta de comida, y ha de ser imparcial en su trato ante los amigos y enemigos.

2)  El  sendero  extraordinario[23],  lo  cual  significa  el  haber  recibido  las  cuatro iniciaciones[24], tener una mente de la iluminación[25] firme, y tener reverencia hacia el maestro espiritual[26]. Cuando estéis en este sendero, vuestro cuerpo, habla, y mente; y las tres impurezas, serán purificados. 

7) Todo lo que es creado como producto de las diversas imaginaciones
Está carente de una naturaleza pura y buena. 
Solo esa Talidad, la cual está absolutamente libre
De la acción e imaginación, es pura.

“Completamente  libre  de  las  acciones  innecesarias”  (estrofa    6)  y  “las  diversas imaginaciones” etc, estas dos están refutando a los yoguis que están involucrados en ese tipo de acciones innecesarias. Y esto es fácil de entender. Esto está claro, porque[27] las  tres  fiebres,  la  mente  mundana,  y  las  interminables  imaginaciones  no  tendrán eficacia. Y así es logrado un nivel de pureza prístina. 

8) La absorción en la meditación más elevada sobre la verdad, quemará,
Igual que las llamas del gran fuego, toda la suciedad de las aflicciones.
Cuando el mundo es conocido completamente,
El mundo entero se convierte en vacío como el espacio.

En este nivel los cinco sentidos están bajo control, y la mente mundana-la suciedad de las aflicciones-será quemada en el fuego de la absorción meditativa[28]. Los Tres Reinos y la mente mundana serán entonces como el espacio. El conocimiento de todos los seres será como el espacio. 

9) No mantengas ilusiones con respecto a la naturaleza del mundo, el cual es como el espacio vacío.
No permanezcas ciego bajo la oscuridad de las imaginaciones.
El mundo permanece siendo lo mismo antes y después.
El pasado, el presente, y el futuro no son diferentes.

El  conocimiento de  todo  tal  como  aparece, tiene  la  naturaleza de  la  impureza,  y es necesario limpiarlo del conocimiento de  todo tal  como es  visto. Esto  es  lo  que  está expresado  por  las  palabras  “No  permanezcas  ciego  bajo  la  oscuridad  de  las imaginaciones”. Si se pregunta ¿Por qué”, la respuesta es que no hay diferencia entre los  tres  tiempos,  si  es  visto  desde  el  punto  de  vista  de  su  pureza  primordial.  La diferencia es debida a la imaginación. 

10) Lo mismo que alguien con una enfermedad en la vista ve pelos en el aire,
La  persona  afligida  con  la  enfermedad  de  la  conceptualización,  ve  el  mundo distorsionado. 
Por lo tanto medita, y examina las numerosas conceptualizaciones,
Las cuales son por naturaleza calmas y vacías como el espacio.

“Lo mismo que alguien”, etc, es fácil de entender.

11) Guarda el gran tesoro de tu moralidad de forma que no sea robado
Por los ladrones de las diez acciones no virtuosas.
¡Oh, mente! No hagas que la larga noche de la existencia no tenga fin,
Permaneciendo bajo el sueño de la ilusión. ¡Permanece alerta!

Ahora  está  siendo  mostrada  la  necesidad  de  evitar,  hasta  que  todo  el  karma  sea purificado, todas las acciones kármicas negativas, incluso las más leves, pues son las fuentes de las miserias. “Los ladrones de las diez acciones no virtuosas”, etc, es fácil de entender.

13) No permitas que tu mente desee realizar acciones no virtuosas ni siquiera durante un instante.
Mantén una estrecha vigilancia de tu mente hasta que salga el Sol de la Talidad. 
Hasta que salga este Sol, permanece firmemente apegado a los principios del deber,
Tal como uno permanece apegado a una joya preciosa.

Sarthavaha llegó a ser supremamente generoso al renunciar a su propio karma a través de la Absorción Meditativa que Ilumina como el Sol[29]. Por tanto, ello[30]  es innecesario cuando  la  mente  amistosa  está  completamente  desarrollada  dentro  de  uno.  Por consiguiente, son empleadas las palabras “los principios del deber”, etc, y ello es fácil de entender.

16) El gran gozo del Nirvana ha de ser conocido como lo mejor,
Y viene del beber continuamente de este gran néctar. 
El ir desnudo y la realización de sacrificios no lo convierten a uno en un brahmán;
Ni tampoco por llevar el pelo enmarañado, o por nacimiento.

Un brahmán ha de ser conocido por sus visiones y por su comportamiento, y no por su ascendencia. Por ello se dice “ir desnudo”, etc. Esto es fácil de entender.

18) Aunque uno haya nacido en un entorno humilde,
A través de toda su vida uno debería de evitar todas las acciones inmorales,
Debería de conquistar el enfado por medio de la paciencia,
Y debería de renunciar al deseo hacia los placeres de los sentidos.

Uno  no  debiera  de  apegarse,  dando  importancia  a  su  propia  estirpe;  sino  que  uno debiera de considerar si está siguiendo el sendero correcto. Esto está indicado con las palabras “Aunque uno haya nacido en un entorno humilde”, etc.

19) Báñate siempre en el océano de las acciones virtuosas,
Evita el mal de la lujuria, el miedo, y el engaño.
Es debido a la estupidez por lo que no entiendes la futilidad
De montar una y otra vez sobre un esqueleto que gotea suciedad.

“Una y otra vez”, etc, se dijo para llevar de nuevo al sendero correcto a aquel que, bajo el engaño, se mueve continuamente en un círculo vicioso. 

20) Evita el deseo y la ignorancia, pues son los senderos al sufrimiento.
¡Oh, mente mía! Limpia tu propia suciedad.
Toma refugio en el noble gurú, que es como una fuente.
Lava allí la ropa manchada por la suciedad de la Gran Ilusión.

Las implicaciones de las exclamaciones como “¡Oh!” y el estar diciendo “¡Oh, mente mía! Limpia tu propia suciedad”, etc, son las siguientes: es como limpiarse la suciedad de la cara con la ayuda de un espejo. El gurú es como el espejo, sus instrucciones son como el agua, la cual limpia la ignorancia, que es la suciedad que ha de ser eliminada. 

21) Las instrucciones del gurú son como el agua clara.
¡Acéptalas y aprende a lavarte!
¡Oh, mente mía! Comprende y ve bien.
Limpia la gran suciedad del engaño.

Por eso es por lo que se dijo, lavad la suciedad de las imaginaciones con el agua de los preceptos del gurú. Todo es el producto ilusorio de la mente y los vientos. Deberíais de entenderos  a  vosotros  mismos  como  siendo  esto.  Realizad  que  la  naturaleza  de  la mente y de los vientos es similar al espacio. 


22) Quien no escucha las enseñanzas expuestas por el Sabio de los Sakyas, 
Es como aquel que se adentra en un incendio forestal o en una inundación.
Con toda certeza, tendrás que ir al otro mundo en el futuro, 
Por tanto, escucha las palabras del Buda.

Quien  no  escucha  las  palabras  de  Sakyamuni,  y  quien  no  es  lo  suficientemente afortunado  para  haberlas  oído,  es  como  alguien  que  está  dentro  de  un  fuego. Recordad,  con  total  certeza  uno  tiene  que  irse  al  otro  mundo.  Por  lo  tanto,  es necesario practicar la mente de la iluminación, etc, después de haber escuchado las palabras de Sakyamuni. 

23) Nunca seas alguien que obre contra el Dharma tras haber oído sus enseñanzas,
Porque no habrá nadie que pueda rescatarte del infierno del Avici.
Aquel que tras escuchar el Dharma, medita en su significado, 
Con facilidad alcanzará los renacimientos elevados, y conseguirá la liberación.

Después de haberlas escuchado, no actuéis nunca de forma contraria a ellas. Excepto esto[31], nada puede evitar el que uno vaya a caer en el infierno del Avici. Escuchadlo y practicad los preceptos: el resultado temporal de eso será el alcanzar los cielos, y el resultado último de eso será el alcanzar la Completa Iluminación.  

24) El Dharma es la lámpara que guía a través de la oscuridad de la ignorancia,
Y es el barco en el que uno cruza el océano de la existencia.

La lámpara para disipar la oscuridad de la ignorancia es el Dharma, la toma de refugio, la mente de la iluminación, etc, y finalmente la suprema absorción en el Gran Gozo.

Esta lámpara ciertamente iluminará. Por lo tanto, tenéis que depender de ello[32] para cruzar el océano de la existencia cíclica, del mismo modo en que uno depende de un bote o de un barco para cruzar el mar. 

Aquí  finaliza  el  Auto  Comentario  a  la  Canción  para  la  Práctica,  traducido  por  el pandita Dipamkara (Atisha) y por el traductor Jayasila (Nagtso Lotsawa). 


Traducido al castellano y anotado por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.  En  esta  edición  han  sido  interpoladas,  para  una  mejor  comprensión,  las estrofas correspondientes de la “Canción para la Práctica”, las cuales no aparecen en el “Auto Comentario a la Canción para la Práctica”. Editado a 22-03-2015.




[1] Utilizado  como  un  epíteto  del  Buda.  El  término  indica  la  unión  de  la  calma  mental  y  la  visión penetrante.
[2] Vajra-giti. 
[3] Nirodha satya. 
[4] Marga satya.
[5] Samvrti satya.
[6] Jñana- caksu. 
[7] Nasti-svabhava.
[8] Asti-svabhava.
[9] Una enfermedad en la que el afectado ve como si estuvieran cayendo pelos continuamente.
[10] En el ejemplo de una cara reflejada en el espejo.
[11] Deseo, Forma, y Sin Forma.
[12] Ajata. 
[13] Y salta al agua para luchar con ella.
[14] Tan irreales como una flor creciendo en el cielo. 
[15] De la meditación en el círculo del mandala.
[16] Maya.
[17] Las creaciones de la mente.
[18] El engaño de las cosas ya no vuelve a aparecer como real.
[19] La iluminación de los Seres Nobles. 
[20] Satya-dvaya, la verdad convencional y la absoluta.
[21] Sadharana-varga.
[22] Avaranas.  Son: 1) las impurezas de los deseos pasionales, 2) las impurezas de una mente maliciosa, 3) la impureza de la pereza e indolencia, 4) la impureza del sueño, 5) la impureza de la duda.
[23] A-sadharana-varga. 
[24] Las iniciaciones tántricas del vaso y demás.
[25] Bodhicitta.
[26] Gurú. 
[27] En este nivel.
[28] Samadhi.
[29] Surya-prabha-samadhi. Es una de las nueve absorciones meditativas del Bodhisattva.
[30] El experimentar los resultados favorecedores del propio karma acumulado, afrontando los mayores sufrimientos para beneficio de todos los demás seres.
[31] La palabra del Muni. 
[32] De las palabras de Sakyamuni.