domingo, 12 de noviembre de 2017

CANCIÓN DEL PROFUNDO
QUÍNTUPLE CAMINO DEL MAHAMUDRA (4)

Guru Yoga

Si hacia el guru, la montaña nevada de los cuatro kayas,
El sol de la devoción no brilla,
La corriente de bendiciones no surgirá.
Ocúpate, por tanto, de esta mente de devoción.

Para estudiar y practicar en forma seria el Dharma, es indispensable un auténtico maestro espiritual. Aun en nuestros estudios regulares es importante tener un buen profesor. Por supuesto, esta situación es interdependiente. Sinceramente, la atención del estudiante y el trabajo duro deben venir junto con un maestro de alta calidad, buena motivación y reflexiones sabias. De esta manera, el estudiante recibirá una buena educación en cualquier tema; matemáticas, ciencia, negocios, estudios sociales, física, tecnología, idiomas, etc. En tanto en el samsara somos dependientes de un maestro calificado para recibir una buena educación, es lógico en definitiva que para liberarnos del samsara y alcanzar la iluminación, debemos depender de un lama, guru o maestro auténtico y de calidad superior.

Liberarse del samsara no es una cosa fácil. No basta con leer libros o ganar un pequeño sentimiento positivo a través de la práctica. Necesitamos la guía directa de alguien que ya comprende el camino. Por ejemplo, Milarepa tenía confianza que los métodos rigurosos de Marpa eran necesarios, así que perse-veró en ellos a pesar de que eran dolorosos. La cantidad de dolor que sufrimos en el camino depende de la fuerza y el coraje de nuestra mente. Aquellos que no tienen coraje indomable, apoyado por la sabiduría, se apegan la actitud egoísta, sintiendo dolor insoportable, y se desvían del camino a la budeidad. Aquellos que tienen una imagen clara del samsara, sin importarles cuán difícil sea, siguen gozosamente el camino. Hay que sacrificar nuestro ego para puri-ficar nuestros malos hábitos, y a veces es angustioso desmantelar el hermoso castillo del ego que hemos construido durante mucho tiempo. Sin embargo, si tenemos la sabiduría para saber que todo el mundo existe en función de la causalidad, podemos llegar a entender que vale la pena sacrificar esos hábitos.

El ego no existe de forma independiente, es solo una etiqueta. Pero esta etiqueta es un hábito que ha estado acostumbrado por un largo tiempo. Nuestra naturaleza búdica, la joya que satisface todos los deseos, está cubierta gruesamente por hábitos negativos, por lo que tenemos que romper a través de sus murallas. Para hacer esto, necesitamos que el sol de la devoción brille. Esto significa rendirse ante nuestra naturaleza búdica. Cuando tomamos refugio en el Buddha, el Dharma y la Sangha, nuestra mente se acerca a seguir en esa dirección. Con poderosa devoción, confianza y bodhicitta, la mente se vuelve receptiva a las bendiciones porque ellos coinciden con nuestro estado natural. Sin embargo, cuando no tenemos devoción, la corriente de bendiciones no aparece, y por eso, debemos hacer mucho esfuerzo para desarrollarla.

Las bendiciones estarán ahora mismo como lo fueron cuando los maestros estaban vivos, debido a su cultivación del bodhicitta y su perfección de la sabiduría, que se extenderán a todos los seres hasta que se agote el samsara. Por lo tanto, es muy útil leer sus historias de vida y familiarícese con sus actividades en favor de los seres sensibles. Esto le dará una buena oportunidad para desarrollar devoción inquebrantable.

Para cultivar la devoción, antes que nada es necesario tener una comprensión del cuerpo, el habla, la mente y las actividades del Buddha. Debemos tomar el tiempo necesario para aprender sobre las cualidades como las diez fuerzas, las cuatro audacias, las cuatro cualidades incomparables, y los treinta y dos atributos físicos principales. Tener algún conocimiento y comprensión de las cualidades búdicas nos ayudará a desarrollar devoción hacia un auténtico maestro. Se puede tomar figuras históricas como Milarepa, Gampopa y Jigten Sumgön como maestros raíz. Las bendiciones serán ahora mismo como lo fueron cuando los maestros estaban vivos, debido a su cultivación del bodhicitta y su perfección de la sabiduría, que se extenderán a todos los seres hasta que se agote el samsara. Por lo tanto, es muy útil leer sus historias de vida y familiarícese con sus actividades en favor de los seres sensibles. Esto le dará una buena oportunidad para desarrollar la devoción inquebrantable.

Como personas ordinarias con mentes impuras, es difícil para nosotros percibir las cualidades sublimes de los seres iluminados. Nuestra visión impura no tiene medios para juzgar las cualidades prístinas de los maestros. Incluso en tiempos del Buddha, había algunos que no podían percibirlo como un ser sublime, aunque la mayoría de la gente lo veía como alguien que poseía las cualidades supremas de la sabiduría y la compasión. Entonces, debemos tomar la responsabilidad personal de comprometernos en el camino espiritual. Para lograr esto, el sistema Vajrayana proporciona el guru yoga, una técnica especial a través de la cual revelamos nuestra propia mente como la sabiduría búdica. Debido a que es tan efectiva, esta práctica del guru yoga se enfatiza y se aprecia mucho.

En este verso, la montaña de nieve que personifica los cuatro kayas es una metáfora sobre el guru o lama. El guru es tan estable como una montaña y encarna los cuatro kayas:

  • Ø  el nirmanakaya (la forma de emanación), la forma física en que un buda se manifiesta cuando es necesario en alguno de los seis reinos;
  • Ø  el sambhogakaya (la forma de la dicha pura), una forma sutil en que un buda se manifiesta a los bodhisattvas altamente consumados;
  • Ø  el dharmakaya (forma verdadera o de sabiduría), la completa budeidad que únicamente puede ser comprendida por un buda; y 
  • Ø  el svabhavikakaya (forma natural), que no es una forma física, sino por el contrario es la naturaleza unificada e inseparable de todas las formas de los budas.

Comprender la “naturaleza inseparable” es como comprender una vela encendida. Uno puede describir una vela encendida como una vara de cera con una mecha, etc. Cada aspecto puede ser examinado individualmente, pero son, de hecho, inseparables. De igual modo, estos kayas existen inseparablemente en la realización de un gran maestro espiritual. En términos más generales, el cuerpo del maestro espiritual es el nirmanakaya, una emanación del cuerpo búdico. Describimos el habla, las enseñanzas de Dharma que él o ella imparte, como el sambhogakaya. La mente que manifiestan esos dos es el dharma-kaya. Nuevamente, estos tres son inseparables dentro de una sola persona; ninguno puede existir sin los otros. Ese aspecto es el svabhavikakaya. Debemos ver al guru iluminado de esta manera.

Quien posee estos cuatro kayas está libre de toda ilusión y pensamiento negativo; por lo tanto, todo su entorno se convierte en un mandala del estado iluminado. Debido a la vacuidad, todas las actividades y apariencias pueden manifestarse incesantemente; son inseparables la incesante manifestación y la fuente de la manifestación. Cuando nuestra mente comienza a comprender esto, surge una gran confianza y devoción. Para que podamos acercarnos a este estado, debemos purificar nuestros hábitos negativos, nuestra arrogancia y nuestras inveteradas propensiones mentales. A veces la purificación es dolorosa porque nuestra inclinación crónica es muy difícil de penetrar, muy obstinada y difícil de liberar. Pero cuando vemos el beneficio y el resultado de este camino, nos volvemos dispuestos a sacrificar nuestros hábitos negativos. Necesitamos fuerte devoción y coraje para progresar en el camino. Sin ellos, no avanzaremos.

Después de eso, practicamos el sambogakaya visualizando al Buddha Vajra-dhara en el nivel de nuestro de corazón. Esta forma del Buddha es una expresión especial, hábilmente diseñada para permitirnos realizar que nuestra mente y la mente búdica son de una naturaleza. Sus cualidades infinitas pueden ser percibidas solamente por bodhisattvas que son altamente logrados en su realización y han alcanzado al menos el octavo bhumi. El cuerpo celestial de un Buda, la inseparabilidad de apariencia y vacuidad, impregna las ilimitadas tierras búdicas en un solo átomo, y aparecen todos los campos búdicos dentro de ese cuerpo sin hacinarlo. Esta forma celestial es también una expresión del cuerpo perfecto de un buda y está adornado con las 112 marcas principales y menores. El sambhogakaya es como una estación de TV que sin esforzarse transmite a miles de estudios de televisión al mismo tiempo. Pero la diferencia estriba en que un Buddha Sambhogakaya elimina la confusión y los shows de TV a veces ¡crean más confusión! Aquí, visualizamos vívidamente el estado de sambhogakaya y recitamos el mantra correspondiente. Después de cantar el mantra, nosotros (como el yidam) nos disolvemos en el sambhogakaya y el sambhogakaya se disuelve a su vez en la vacuidad. Descansamos la mente aquí. Estas prácticas nos ofrecen una excelente oportunidad para reconocer nuestra naturaleza definitiva sin mucha dificultad.

Luego, practicamos la meditación dharmakaya. El dharmakaya es el agregado de las cualidades de todos los budas, un nombre dado a la naturaleza indestructible de la completa iluminación. Esta naturaleza es omniabarcante de la vacuidad, inseparable de la luminosidad. Está más allá de la expresión, es un cúmulo de cualidades excelentes, innumerables, como las diez fuerzas, las cuatro temeridades, las dieciocho cualidades sin par, los cuatro inconmensurables, las treinta y siete ramas de la iluminación, etc. La mente de sabiduría penetrante del Buddha es inmensa como el espacio pero tampoco es diferente de nuestra propia mente. Visualizamos vívidamente al Buddha Vajradhara rodeado por todos los budas y los gurus del linaje. Suplicamos, oramos y meditamos en esto para manifestarnos como el dharmakaya, para realizar que nuestra mente es, y siempre ha sido, inseparable del estado primordial puro. Luego se disuelven todos los buddhas y los gurús del linaje en Vajradhara, después de lo cual se disuelve en usted. Usted, como el yidam, se disuelve en el vacío como un arco iris que se disipa en el cielo. Descanse en ese estado. El espacio no puede ser contaminado por las nubes porque cuando las nubes se disipan, no queda rastro alguno. De la misma manera, nuestra mente es primordialmente pura y sin mancha. Nuestra naturaleza pura solo queda temporalmente oscurecida por los pensamientos negativos. Cuando estos oscurecimientos desaparecen en el espacio de la mente pura, solo permanece la excelente cualidad de la apariencia y la vacuidad inseparables.

El cuarto aspecto de la práctica del guru yoga es el svabhavikakaya, o cuerpo natural. En esta práctica, no hay forma que visualizar como un objeto de la mente, porque es la inseparable unión de los otros tres kayas. Es la base del fundamento, del camino y de la fruición del mahamudra, que es la naturaleza directa de nuestra propia mente. En esta práctica, uno necesita meditar en la naturaleza inseparable del guru y nuestra propia mente sin vacilar de este estado. Mientras mantiene esta naturaleza, haga suplicas y recite plegarias.

Cuando Milarepa meditó en las montañas, estuvo solo durante mucho tiempo. A pesar de ello, siempre sentía que era inseparable de Marpa porque su devoción era muy poderosa. Milarepa cantó sus canciones vajra en soledad pero, a través de la devoción, siempre se conectó a su lama.  La devoción al lama es una poderosa protección de los pensamientos negativos y de las acciones no virtuosas. Es también una protección especial que nos permite practicar la meditación correctamente. Nuestra conciencia de seres iluminados y nuestro conocimiento de cómo cuidar nuestra mente, protegen así a la mente para que no fluya en una dirección equivocada. A través de estas prácticas gozosas desarrollamos un sentimiento de aprecio de cuán afortunados somos, y dejamos de sentirnos solos o deprimidos.

Así, el guru yoga une nuestra mente con la mente pura y la prístina sabiduría de Vajradhara. A través de esta práctica hábil, podemos abarcar directamente las no elaboradas, luminosas y naturales paz y dicha. Aquellos con tiempo limitado pueden utilizar la siguiente práctica. Puede ser corta, pero contiene la esencia de la base de los cuatro kayas del guru yoga.


Un Guru Yoga que trae el Dharmakaya al Camino

Refugio y Bodhicitta

Recite tres veces:
Lama Vajradhara, personificación de los Tres Joyas,
Tomo refugio en usted, y hasta que logre la iluminación.
Los seres sensibles, víctimas de la confusa proyección del sufrimiento,
Y yo generamos bodhicitta para establecer a todos los seres sensibles en el estado de no permanencia.

KÖN CHOG KÜN DÜ LA MA DOR JE CHANG
CHANG CHUB BAR DU MI DRÄL KYAB SU CHI
TRHUL NANG DU KE NAR WA’I DRO WA NAM
MI NE SA LA GÖ CHIR SEM KYE DO

Visualización

El Señor Vajradhara Jigten Sumgón sentado en un asiento de diez fortalezas,
Cuatro audacias y dieciocho Dharmas no mezclados,
Con la radiante luz de las marcas principales y menores del amor, compasión y bodhicitta,
Como de las actividades no conceptuales iluminadas que alcanzan por igual a todos los migrantes.

DOR JE CHANG WANG JIG TEN SUM GÖN SHAB
TOB CHU MI JIG MA DRE DÄN LA SHUG
JAM TSE SEM CHOG TSHÄN BE Ö SER TRHO
TRIN LE TOG ME DRO WA’I THA DANG NYAM

Recitación del Mantra
OM AH RATNA SHRI SARWA SIDDHI HUNG
Acumule muchas recitaciones.

Súplica de bendiciones
Recite por lo menos tres veces:
Usted es los budas Nagakulapradipa y Dipankara del pasado,
Maitreya del futuro y Shakyamuni del presente.
A la reencarnación de Nagarjuna, el incomparable Ratna Shri–
Jigten Sumgön, le suplico.

DE DÜ LU RIG DRÖN DANG MAR ME DZE
MA ONG CHAM PA DA TA SHAK YA THUB
LU DRUB LAR TRUL NYAM ME RIN CHEN PÄL
JIG TEN SUM GÖN SHAB LA SOL WA DEB

Empoderamiento y disolución
Rayos luminosos emanan del cuerpo, habla y mente del lama y se disuelven en mis cuatro lugares,
De ese modo purifican las cuatro oscuraciones, otorgando los cuatro empoderamientos, y plantando las semillas de los cuatro kayas.
Luego el lama se disuelve en mí mismo.
Mi mente es luminosidad-vacuidad natural.

LA MA’I KU SUNG THUG LE Ö SER TRHÖ
DAG GI NE SHIR THIM PE DRIB SHI DAG
WANG SHI LEG THOB KU SHI SA BÖN TRÜN
LA MA RANG THIM RANG SEM SÄL TONG NGANG
Repose en la mente tal como es.

Dedicación
Tanto a través de la innata virtud como de la virtud acumulada por todos en los tres tiempos en el samsara y nirvana,
Que pueda yo y todos los seres sensibles que llenan el espacio, sin dejar ninguno fuera,
Realizar la coemergente realidad definitiva,
Y alcanzar el estado final de no permanencia en la existencia o paz.

KHOR DE DÜ SUM SAG YÖ GE TSHOG KYI
DAG DANG KHA NYAM SEM CHEN MA LÜ PA
DÖN DAM LHÄN CHIG KYE PA’I DÖN TAG TE

SI SHIR MI NE THAR CHIN SA THOB SHOG

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