domingo, 6 de noviembre de 2016

Las series de calma mental

Peter Barth


Introducción

Las series de calma mental nos brindan un ciclo de instrucciones en el entrenamiento de la mente y la habilidad de cultivar la atención hacia cualquier objeto seleccionado. Una vez que la mente aprende a permanecer en su propia naturaleza será libre de la noción sujeto-objeto. Una vez que la mente puede permanecer en calma y claridad por un cierto tiempo, tanto sea con un objeto de referencia o ninguno, una nueva y fresca manera de conocimiento se activa. Este conocimiento es alcanzado en la naturaleza y no depende de palabras o de la reflexion analitica. Es un conocimiento o sabiduría que surge de la percepción directa y desnuda. Por ejemplo, un bello pájaro se posa en una rama frente a nosotros, en un primer momento notamos el cambio de apariencia frente a nosotros. Este cambio en sí mismo atrae nuestra atención. El momento de atención directa hacia esta apariencia visual es similar a los momentos de meditación en los que el tipo de conocimiento de la percepción directa se vuelve activo, luego, procesamos esta percepción y la identificamos como un cuervo o un halcón, cualquiera sea el caso, y luego pensamos ¿Por que se encuentra en esa rama y dónde podría encontrarse su hogar? Mirar las apariencias de la mente, tanto exteriores como interiores, con una fresca y no elaborada manera de mirarlas es la base del entrenamiento del descanso de la mente.

Los principiantes deben aprender a mantener la mente en un estado relajado libre de apego. La atención plena (mindfulness) no debería ser moldeada. Solo necesita ser reforzada cuando esta lo requiere por la pérdida de atención. Finalmente la atención se presentará a sí misma y se estabilizará a sí misma libre del flujo de los pensamientos. Cuando la mente vívidamente, con calma e incesantemente percibe las formas, los sonidos, los sentimientos, los gustos, los olores, los pensamientos, sin ansiedad o tensión, la calma mental (shiné) ha sido realzada.

Al comienzo, esto conlleva esfuerzo. Finalmente el practicante observará el progreso en su propia práctica y de cuán sencillo es volver a este estado. Finalmente un meditador no debería solo atender facilmente a este estado, sino que no debería apegarse a este estado y moverse hacia la actividad tan sencillamente como cuando se encuentra en meditación.

Podemos sentir que esta práctica “de calma mental” es un poco artificial en el sentido en que enfatiza lo no analítico por sobre la meditación analítica y requiere llevar al estado de calma algo que está siempre en movimiento. Sin embargo, si no aprendemos cómo ejercitar algún control sobre la mente, permaneceremos completamente a merced de sus creaciones. Se dice que la mente es como un elefante poderoso que puede hacer tanto trabajo positivo si está bajo control, como también puede destruir una ciudad entera si es dejada en un estado de frenesí.

Por lo tanto, al realizar esta meditación y entrenamiento de la mente, aprendemos a hacernos cargos de las cosas. Nuestra mente se vuelve más flexible, nos volvemos más flexibles. Sumado a esto, al aprender a estabilizar la mente, preparamos la base de la práctica que nos permitirá ver las cosas con mayor claridad. Se dice que hasta que no aprendamos a descansar la mente, vemos las cosas como si estuvieran en una habitación a la luz de una vela cuya llama parpadea con el viento. Simplemente no podemos ver las cosas como son en esta situación, por el contrario creemos que las vemos y caemos en el error. Pero cuando la mente se estabiliza, entonces nuestra visión es clara y estable.
A través de la calma mental y del abandono del hábito de divagar (mentalmente), comenzamos a tener control sobre nuestra mente. Así logramos la habilidad de explorar la naturaleza de nuestra mente, nuestra identidad, nuestros pensamientos y nuestras percepciones, e incluso la cognitividad, el tiempo y el espacio. Las cosas que vemos directamente las conocemos con un mayor grado de veracidad. Podemos, por lo tanto, investigar las cosas con mucha precisión. Es como si inspeccionáramos cada una de las facetas del diamante para asegurarnos de su autenticidad antes de comprarlo. Entonces nuestro conocimiento se vuelve preciso y estable, y completamente libre de cualquier duda.

Así, al comienzo practicamos la calma mental (shiné) para establecernos en la visión de las cosas tal como son. Y una vez que hemos establecido esta visión, usamos la meditación para estabilizar la visión en sí misma. En ese sentido, estas series pueden ser tanto una práctica para un principiante como para un practicante avanzado. De hecho, toda la meditación budista es una unidad de calma mental (shiné) y visión penetrante (Lakhtong).

Con la práctica al comienzo nuestra mente es como una cascada fluyendo a través de una quebrada montañosa. Finalmente nuestra mente es como la mezcla del río y el océano o un encuentro entre madre e hijo.

Al comienzo, son recomendadas las sesiones cortas y frecuentes más que las largas. Mantener la cognitividad fresca. Deberíamos detener la práctica mientras uno se encuentra todavía en un estado vívido de calma, antes del embotamiento, para que se cierre la práctica con entusiasmo y no se deteriore.

La instrucción clave es tensar un poco o hacer un poco de esfuerzo cuando aparece el embotamiento y relajar un poco cuando surge la agitación.

En algún momento, la dependencia de un objeto externo para la práctica debe ser abandonada y el practicante debería volver a la meditación sin objeto, como en las prácticas 1 y 8.

Algunos dicen que es solo cuando el apego al shiné (calma mental) mismo es abandonado es que uno debiera moverse hacia la meditación sin objeto, otros dicen que depende del grado de estabilidad en la meditación sin objeto que cada uno posea y que cada uno debe experimentarlo por sí mismo. Con este fin se evalúa si hay una diferencia discernible en la estabilización de la calma lograda por el practicante en la práctica 1, comparada con la práctica 2, donde una visualización (objeto) es utilizada. Cuando tienen un grado similar de estabilidad deberían soltar la meditación con soporte como práctica regular. Podemos volver a ella para evaluar si la práctica está progresando.

Un estilo de vida recto, sin demasiadas exigencias y planes, da las bases para que esta práctica y el mantenimiento de la misma sean fructíferas.

Quienes practican la calma mental generalmente pueden experimentar: bendición, claridad o vacuidad. Debemos estar atentos al apego hacia  alguna de estas experiencias. Tradicional-mente se dice que ese apego a la bendición, resulta en el renacimiento en el reino del deseo, el apego a la claridad en el reino de la forma y a la vacuidad al reino de la no forma, todos estos reinos son parte del samsara. Que ellos emerjan no es un problema y de hecho puede ser beneficioso. Es el apego a estos estados y experiencias lo que resulta un problema. La clave es permanecer desapegado a cualquiera de las experiencias que emerjan.

Además al encontrar que nuestra mente se vuelve más calma, los practicantes que persisten en esta meditación desarrollan un grado de maleabilidad tal, que la mente se vuelve relajada y flexible en diferentes condiciones. Un estado de completa maleabilidad o flexibilidad y gozo emerge (Shin-Jang). Puede resultar en un mayor grado de conciencia de lo que sucede alrededor. Tradicionalmente suele decirse que los poderes psíquicos provienen de esta práctica.
Una práctica de calma mental no está desvinculada de una práctica de visión penetrante (insight-lakhtong). La práctica de calma mental (shiné) aquieta solo temporalmente las aflicciones mentales (kleshas). Por lo tanto es necesario acompañarla con las series de exploración y visión penetrante (vipashyana-Lakhtong) para obtener resultados. Por lo tanto, los practicantes deberían animarse a continuar con las series de exploración (visión penetrante) y recordar la importancia de la visión penetrante.

1.- Descanso gozoso

Cuerpo: Siéntese confortablemente en una posición estable y cómoda con la espalda recta. La postura no debe producir ni descanso ni sueño. Coloque las manos (a) sobre las rodillas con las palmas hacia arriba o hacia abajo o (b) sobre el regazo con las palmas hacia arriba. Los ojos deben estar abiertos y mirar levemente hacia abajo pasando por la punta de la nariz de manera relajada. Esto será la postura básica.

Respiración: Respire a través de la nariz. Dejar la profundidad y el ritmo de la respiración tal cual está. No interferir en ella.

Mente: Comenzar la meditación con una actitud gozosa. Siéntase afortunado de que se está tomando algún tiempo para explorarse y cuidarse a sí mismo. Luego permita que la mente “descanse en su propia naturaleza”.

  • No siga los pensamientos sobre el futuro. Déjelos ir cuando se encuentre a sí mismo capturado por ellos.
  • No siga los pensamientos sobre el pasado. Déjelos ir cuando se sienta capturado por ellos.
  • No siga los pensamientos sobre el presente. No analice el presente.
  • No medite. Relájese un poco. Simplemente siéntese y relájese en su propia claridad.
  • Solo disfrute del sabor de sentarse y relajarse en su mente con la presencia de la atención.

Preguntas/comentarios

1.- La postura de siete puntos de Vairochana es la siguiente:
·        Piernas cruzadas (o los pies apoyados en el suelo si estamos sentados en una silla)
·         Columna recta (relajada)
·        Las manos con las palmas hacia arriba sobre las piernas
·        El mentón ligeramente apuntando hacia abajo
·        Los ojos semi abiertos ligeramente mirando hacia abajo
·        La lengua y los labios relajados (la lengua puede tocar el paladar superior)
·        Codos abiertos en línea con los hombros
Kalamáshila agregó a esta postura dejar la respiración tal cual está sucediendo.

2.- Estas son instrucciones para la meditación y no el modo en que uno debería permanecer después de la sesión.

2.- Atendiendo a las apariencias visuales

Si somos capaces de descansar la mente con calma y claridad en la primera práctica, simplemente debemos continuar con ella. De lo contrario, debemos continuar con el resto de las series. Podemos utilizar una comparación de nuestro estado de calma en las prácticas 1 y 2 para determinar si la meditación con objetos y utilizando la respiración nos serían beneficiosas.

Cuerpo: Nos relajamos en nuestra postura base

Respiración: Dejamos a la respiración en su estado natural (tal como está)

Mente: Llevar la atención a un objeto visual que elijamos. Tomar un mármol, una piedra, un trozo de madera y ubicar el objeto sobre el piso o sobre una tabla a 30 centímetros frente a nosotros. Simplemente mirar, atender a la percepción del objeto.

1.      Cuando notamos que nuestra atención comienza a dispersarse simplemente retornamos delicadamente al objeto.

-         Cuando veamos el objeto desvanecerse o distorsionarse simplemente volvemos delicadamente al objeto. Vemos el objeto con claridad.
- No debemos analizar el objeto. Eso es reflexión no meditación.
- No debemos preocuparnos si hay pequeñas variaciones de nuestra percepción. Simplemente debemos continuar con la meditación sin perder el objeto.
- No debemos preocuparnos si nuestra mente divaga o se dispersa demasiado, simplemente sostenemos la práctica. Simplemente volvemos suavemente, una y otra vez al objeto.

Preguntas/comentarios

1.- ¿Definirías a tu mente como que está en calma o con mucha actividad? Se dice que, así como el sol expone o deja ver el polvo flotando en una habitación, la meditación deja ver todas las actividades de nuestra mente. La primera cosa que debemos notar es cuán ocupada está nuestra mente.


2.- ¿Cómo compara la meditación con objeto y sin objeto? Funciona como un signo de la memoria a través del cual podemos observar con mayor precisión nuestra dispersión mental? Si es de ayuda continúa con él.

3.- La luz azul en el corazón

Cuerpo: Relájate en la postura base

Respiración: Respiración natural (tal cual está)

Mente: Visualizamos una pequeña luz azul en el centro de nuestro corazón (localizada en el centro de nuestro cuerpo frente a la columna a la altura del corazón). Permitimos que esta luz azul crezca por sí misma. Debería tener el tamaño de una lenteja y el color de un cielo claro de otoño y ser  maravillosa de contemplar.

-  Cuando notemos que nuestra atención se dispersa o que hemos perdido completamente la luz, simplemente retornamos delicadamente a la luz.
-    Cuando vemos la luz desvanecerse o cambiar de tamaño simplemente retorna-mos a ella. La restauramos. La vemos con claridad. No la analizamos.
-         No debemos preocuparnos si tenemos dificultades en visualizar la luz. En ese caso, intentamos recordar visualmente algo de nuestro pasado reciente, como por ejemplo el acto de entrar en la sala de meditación. Nos movemos sobre estas imágenes visuales cuidadosamente en el ojo de nuestra mente. Luego de manera similar producimos una luz azul dentro de estas imágenes visuales y la trasladamos hasta el centro de nuestro corazón. Si eso no funciona podemos simplemente sentir como si hubiera una luz en el centro del corazón y atender a esa sensación.
-         Si nuestra mente se adormece, visualizamos una brillante luz blanca en el centro del entrecejo. Si nuestra mente está comenzando a dispersarse, visualizamos una luz no tan brillante que se encuentra en el punto debajo del lugar donde las piernas cruzadas se encuentra con el piso.

Preguntas/comentarios

-         ¿En qué difiere atender a una visualización de la luz de un objeto visual que se presenta  ante nuestros ojos?
-     Algunas personas poseen mayor dificultad que otras. Esto no debe tomarse como un signo del desarrollo del practicante, sino más bien se relaciona con las diferencias de funcionamiento en los canales (nadis o Tsa).

4.- Resonando la sílaba Ah

Cuerpo: Postura base

Respiración: Natural (tal como está)

Mente: Escuchamos todos los sonidos por unos instantes. Sencillamente atendemos a los sonidos a nuestro alrededor.

Aproximadamente en el último tercio de la sesión de meditación, hacemos resonar la sílaba Ah de manera profunda y prolongada. Une tu mente a la respiración con el canto de la Ah y descansa tu conciencia en el sonido mismo.

Finalmente, nos sentamos sin cantar la Ah o prestamos particular atención a los sonidos. Sencillamente nos sentamos como en la práctica 1 de esta serie.

-   Percibimos dónde está nuestra atención cuando la ubicamos en el sonido. Fundimos la atención dentro del sonido si nuestra conciencia se siente separada del sonido. Nos sumergimos dentro del sonido. Prestamos atención a la experiencia de esto.
-         Cuando perdemos el sonido o la atención simplemente volvemos suavemente a él. Percibimos el sonido con claridad. No lo analizamos.

Preguntas/comentarios

1.- ¿Cómo comparamos la atención a un sonido del descanso de la mente en la luz? ¿Qué cualidades comparten? ¿Cuáles los diferencia?

2.- Atendemos con plena conciencia a la música, la próxima vez que la escuchemos. Disfrutamos la danza de nuestra atención  a la música y la estimulación que la música produce en ella.

5.- Contando la respiración

Cuerpo: postura base

Respiración: Natural

Mente: Atendemos a nuestra respiración, contamos el ciclo de cada inhalación y exhalación como 1 y así sucesivamente hasta llegar al número 10. Mentalmente contamos al momento de exhalar.

Cuando completamos un ciclo de 10 respiraciones, volvemos a comenzar desde el número 1.
-         Ubicamos nuestra atención particularmente en la exhalación. Reparamos en la calidad de la exhalación.
-         Nos aseguramos de atender aquellos momentos entre inhalación y exhalación y exhalación e inhalación.
-       Cuando perdemos la cuenta retornamos al número 1. No debemos preocuparnos al respecto. Solo mantener la práctica.

Preguntas/comentarios

1.- Esta meditación es realizada como una práctica para principiantes en la tradición Soto Zen y puede ser practicada durante muchos años antes de pasar a la próxima.

6.- Siguiendo la respiración

Cuerpo: postura base.

Respiración: Natural

Mente: Abrimos ligeramente la boca. Respirar uniformemente a través de la nariz y la boca simultáneamente con alrededor de la mitad del aire fluyendo a través de cada uno de los conductos (boca y nariz). Curvar la punta de la lengua delicadamente contra el paladar superior encima de los dientes. Relajamos la boca.

Atendemos a la sensación del flujo de la respiración en nuestro cuerpo y a través de la nariz y la boca. Saboreamos la sensación permitiendo que se acumule. Descansamos nuestra atención en la respiración y nos relajamos en las sensaciones de la respiración tanto como la sensación se expanda.

-  Si nuestra mente se embota, lo intentamos con un poco más de esfuerzo, estamos un poco más alertas. Si nos agitamos, nos relajamos un poco, no forzamos.
-  Si la sensación de la respiración se extiende más allá de los límites de nuestro cuerpo, simplemente nos mantenemos en ella. No debemos excitarnos ni apegarnos a ella. Si esto no sucede, también está bien.

Preguntas/comentarios:

1.- Intentamos atender a la calidad de las sensaciones en esta práctica. ¿Cómo podríamos describirlas?

2.- La respiración es como una antena. Según un famoso dicho “el aire estaba tan espeso que se podía cortar con un cuchillo”. Atendemos tanto a las sensaciones más intensas como a las suaves.

7.- La suave respiración de la vasija

Cuerpo: Postura base. Apoyar las manos con las palmas hacia abajo sobre las rodillas. Relajar el pecho. El mismo no está directamente involucrado en la práctica.

Respiración: Primero, natural. Respirar por la nariz.

Mente/respiración: Luego, tomar una inhalación ligeramente más profunda llenando la zona del ombligo.

Cuando exhalamos las primeras tres veces, cada vez extendemos los dedos de nuestras manos. Con la primera respiración, imaginamos que todas nuestras enfermedades e impurezas físicas dejan nuestro cuerpo a través de nuestros dedos y se disuelven en el espacio que nos rodea. Durante la segunda respiración, imaginamos que nuestros demonios internos u obstáculos, como nerviosismo, depresión o ansiedad, son purificados y disueltos en el espacio. Durante la tercera respiración, imaginamos que toda nuestra ignorancia, odio y apego se disipan y se disuelven en el espacio.

Después, cuando inhalamos lo hacemos llenando el bajo vientre (ombligo).

Atendemos a la respiración mientras inhalamos y la llevamos al ombligo. Mantenemos el pecho relajado. Una vez que completamos la inhalación, sentimos suavemente un empuje desde arriba hacia abajo, y simultáneamente un empuje de abajo hacia arriba, como si retuviéramos el aliento en el centro alrededor de cuatro dedos debajo del ombligo, mientras retenemos la respiración y posamos nuestra atención allí. En cuanto sentimos la necesidad de exhalar, lo hacemos suavemente a través de la nariz. Continuamos con esta respiración.

1.- Esta es una versión suave de la respiración de la Vasija y es completamente segura. No debemos intentar ninguna versión forzada sin la guía de un instructor calificado. En ninguna circunstancia la respiración debe ser forzada.

2.- El empuje hacia arriba a veces se describe como la sensación interna luego de una evacuación. Podemos enfatizar esta sensación tensando los músculos de abajo las primeras veces, pero luego, la sensación hacia abajo y hacia arriba es mucho más sutil.

8.- Simplemente permanecer sentados

Cuerpo: postura base

Respiración: A través de nuestra nariz o ambas (nariz y boca)

Mente: Comenzamos nuestra meditación con una actitud gozosa. Nos sentimos afortunados de tomarnos un tiempo para explorarnos y ocuparnos de nosotros mismos. Luego, permitimos que nuestra mente “descanse en su propia naturaleza”. Soltar completamente todas las intenciones. No debemos esforzarnos demasiado, no debemos esperar demasiado. Debemos liberarnos de las expectativas o las preocupaciones. Debemos, simplemente relajarnos.

-       Debemos dejar ir los pensamientos de los tres tiempos (pasado, presente, futuro). No debemos meditar.
-   No debemos divagar ni un momento. Debemos estar tan alerta como quien se encuentra enhebrando una aguja. Luego descansamos. Olvidamos todas estas instrucciones y SIMPLEMENTE PERMANECEMOS SENTADOS.
-      Si nos abandonamos en el sueño o en el embotamiento debemos esforzarnos un poco más. Si nos ponemos tensos, debemos relajarnos un poco más. Como el Buda dijo al musico, “si la cuerda está muy tensa se rompe, si está muy floja no suena”.
-         Cuando la nube de pensamientos aparece, debemos reconocerla y luego volver a la mente tal como se encontraba antes de que le pensamiento emergiera.
-         No debemos ponernos contentos si hay pocos pensamientos, ni entristecernos por que hay muchos. Simplemente miramos a los pensamientos tal como aparecen.
-       Con el tiempo, nuestra atención/conciencia debería ser tan vívida como para detectar de manera inmediata la emergencia del embotamiento o la tensión.  Deberíamos saber cómo relajarnos sin perder la frescura de la meditación. Deberíamos saber cómo intensificar nuestra atención y mantener la continuidad de un estado de no distracción sin perder la calidad  de la relajación.

Preguntas/comentarios
- Luego de entrenarnos con las prácticas anteriores ¿cómo se compara nuestra experiencia en esta práctica con la práctica número 1?
-  Saraha dijo que si intentamos retener a un camello, luchará con nosotros e intentará escabullirse, Sin embargo si lo dejamos ir, permanecerá en el lugar donde está. Dejemos ir al camello. Dejemos de agitar el recipiente del karma.

De: Una guía de meditación Mahamudra. Peter Bahr

No hay comentarios:

Publicar un comentario