jueves, 14 de enero de 2016

Una visión budista del Islam (final)
Alexander Berzin





En la actualidad, existen siete grandes regiones en las que poblaciones budistas y musulmanes están viviendo juntas o en las proximidades e interactuando unos con otros. Éstos están en Tíbet, Ladakh, sur de Tailandia, Malasia, Indonesia, Birmania/Myanmar y Bangladesh. En cada uno de las siete, sin embargo, la interacción entre los dos grupos es influenciada principalmente por factores económicos y políticos, antes que por sus creencias religiosas.

Las relaciones entre la población nativa de budistas tibetanos y la comunidad de colonos centenarios musulmanes Kashmiri han continuado siendo armoniosas, basado en las políticas del quinto Dalai Lama. En los días actuales, los miembros de esta comunidad musulmana son plenamente aceptados como tibetanos por los otros grupos tibetanos, tanto dentro como fuera de Tíbet, y siguen desempeñando un papel integral en la sociedad tibetana en el exilio en India.

Por otro lado, ha habido problemas significativos en las relaciones entre los budistas tibetanos y los chinos musulmanes Hui. Estos dos grupos han vivido al lado por muchos siglos en la tradicional región noreste tibetana de Amdo, actualmente dividida entre las provincias de Qinghai y Gansu de República Popular de China. Aunque, a veces, los caudillos Hui han ejercido fuerte control sobre partes de esta región, los budistas y musulmanes que viven allí han funcionado en un modus vivendi. En las últimas décadas, sin embargo, el gobierno de la RPC ha promovido al Tíbet como la tierra de las oportunidades económicas. En consecuencia, comerciantes Hui se han movido en cantidades significativas a las regiones tibetanas tradicionales, no sólo en Amdo, sino también en el Tíbet Central (la región autónoma del Tíbet). Los tibetanos locales ven a estos recién llegados como competidores extranjeros y, por lo tanto, hay una gran cantidad de resentimiento.
[Ver: Historical Sketch of the Hui Muslims of China. También: The Relation of the Hui Muslims with the Tibetans and Uighurs, 1996.]

Tanto los grupos budistas como los musulmanes que viven en las regiones tibetanas tradicionales dentro de la República Popular China se enfrentan a serias restricciones en la práctica de sus religiones. Especialmente en el Tíbet Central, las comunidades laicas casi no tienen acceso a la instrucción religiosa. Por lo tanto, los enfrentamientos que ocurren entre los dos grupos no se basan en las diferencias religiosas. El problema no es que los nuevos pobladores son musulmanes, sino que son chinos y que amenazan el bienestar económico de la población nativa. La cooperación y diálogo interreligioso son extremadamente difíciles en la situación actual, cuando las autoridades de la RPC fomentan y explotan las diferencias culturales con el fin de mantener el control.
[Ver: The Situations of Buddhism and Islam in China, 1996.]

Ladakh, con su población budista tibetana, actualmente es parte del estado indio de Cachemira y Jammu. La atención de los vecinos musulmanes de los ladakhis en la parte Cachemira del estado  se centra principalmente en el conflicto político hindú-musulmano con respecto a si desean unirse a Pakistán, permanecer dentro de la India o convertirse en un estado independiente. Por otra parte, la tradicional ruta comercial entre Cachemira y el Tibet, a través de Ladakh, está cerrada debido al control comunista chino del Tíbet. Por lo tanto, los comerciantes musulmanes cachemires ya no tienen contacto con la comunidad budista en el Tíbet o incluso con la creciente comunidad musulmana.

El conflicto entre los budistas y musulmanes en Ladakh es impulsado principalmente por la competencia para la ayuda del desarrollo. Como vivir con la tradición budista ya no es viable en el Tíbet, los turistas occidentales acuden a Ladakh para presenciar el budismo tibetano practicado en un entorno tradicional. Los proyectos de desarrollo, auspiciados por organismos indios e internacionales, han seguido la estela del creciente tráfico turístico. Con la situación tan volátil en la parte Cachemira del estado, se ha prestado mucha menos atención a proyectos de desarrollo allí. Naturalmente, muchos musulmanes cachemires están resentidos de que los proyectos de ayuda van a Ladakh. La gente no parecen sentir que el diálogo interreligioso budista-musulmán pueda desempeñar ningún papel significativo en la búsqueda de una solución a este problema.

El sur de Tailandia tiene principalmente una población musulmana, que tiene más en común con los musulmanes de Malasia que con la población budista del resto de Tailandia. Los conflictos allí se refieren al deseo de los musulmanes de una mayor autonomía política. Las cuestiones religiosas parecen ser irrelevantes.

Un tercio de la población del norte del estado de Rakhine en Arakan, Birmania/Myanmar, es musulmana, mientras que el resto es budista. Los dos grupos son de diferente origen étnico y hablan diferentes idiomas. Entre 1991 y 1992, una cuarta parte de un millón de estos musulmanes, conocidos como Rohingyas, huyeron como refugiados a Bangladesh. Huyeron, sin embargo, debido a la opresión y la discriminación del gobierno. El gobierno militar, que oficialmente promueve y se adhiere al budismo, considera a la población musulmana como residentes extranjeros.

En consecuencia, les niegan la ciudadanía, restringen su movimiento y limitan sus oportunidades educativas y profesionales. En 1995, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados asistió con la repatriación voluntaria de 94% de estos refugiados musulmanes. Todavía están recibiendo ayuda humanitaria y lentamente a algunos de ellos el gobierno les emite documentos de identidad. Los disturbios contra los musulmanes a manos de los budistas, sin embargo, todavía ocurren. Los musulmanes alegan que son instigados y apoyados por el gobierno. Sin embargo, gran parte de la tensión entre los dos grupos religiosos y étnicos, proviene del tratamiento preferencial dado a los no budistas bajo el dominio colonial británico. El trato preferencial del gobierno militar actual a los budistas puede verse como una reacción a esto. Sin un cambio de política gubernamental, parece poco probable que arreglo de las tensiones musulmanes-budistas en Birmania/Myanmar puedan resolverse solo mediante el diálogo religioso.

El uno por ciento de la población es budista, mientras que la gran mayoría es musulmana. Los budistas viven principalmente en el distrito de Chittagong y Chittagong Hill Tracts. En 1988, fue aprobada una enmienda en la Constitución de Bangladesh proclamando un "modo de vida islámico" para el país. Desde entonces, ha aumentado la tensión entre las facciones religiosas y seculares dentro del gobierno. Esto se ha visto enormemente exacerbado, sin embargo, desde el año 2001, con la "guerra contra el Terror". Las invasiones estadounidenses de Afganistán e Irak han alimentado el fundamentalismo islámico de Bangladesh y esto ha llevado a una mayor persecución de las minorías no musulmanas, incluyendo a los budistas.

Malasia e Indonesia tienen mayoría de poblaciones nativas musulmanas, intercaladas con comunidades minoritarias budistas, que consisten principalmente de chinos de ultramar y algunos asiáticos del sureste. Los grupos musulmanes y budistas mantienen estrictamente sus propias tradiciones religiosas. De hecho, en Malasia, los malayos étnicos están prohibidos, por leyes severas, de convertirse al budismo desde el Islam, o incluso asistir a una enseñanza o ceremonias budistas. Los principales conflictos entre los grupos en cada país, sin embargo, parecen derivar de la competencia económica.

Promover e intensificar las buenas relaciones y el diálogo entre los budistas y musulmanes en el Tíbet, Ladakh, sur de Tailandia, Birmania/Myanmar, Bangladesh, Malasia e Indonesia es importante y sin duda muy beneficioso. Se puede resolver o aliviar las tensiones entre los dos grupos religiosos, incluso si su capacidad de resolver las causas económicas y políticas para el conflicto es limitada. El objetivo principal para el desarrollo del entendimiento y cooperación mutua budista-musulmana, entonces, ha recaído en los esfuerzos de los líderes religiosos de las dos religiones fuera del contexto de las situaciones en que las poblaciones budistas y musulmanes están viviendo una al lado de la otra, hoy.

Durante muchos años, su Santidad el decimocuarto Dalai Lama en varias ocasiones se ha reunido con líderes religiosos musulmanes en eventos interreligiosos celebrados en numerosas partes del mundo. El mensaje del Dalai Lama es claro. A raíz de una conferencia de prensa que sostuvo el Dalai Lama, en el Club de Prensa de los corresponsales extranjeros, en Nueva Delhi, India, el 08 de octubre de 2006, la Agencia France-Presse informó: "El Dalai Lama ha advertido contra el retratar al Islam como una religión de violencia; diciendo que los musulmanes han sido demonizados erróneamente en el occidente, desde los atentados del 11 de septiembre. Promoviendo la tolerancia religiosa, el líder budista más influyente del mundo, dijo el domingo que hablar de ‘un choque de civilizaciones entre Occidente y el mundo musulmán es erróneo y peligroso’. Los ataques terroristas musulmanes han distorsionado las opiniones de las gentes sobre el Islam, haciéndoles creer que es una fe extremista en lugar de una basada en la compasión... Todas las religiones tienen extremistas y 'es un error generalizar (acerca de los musulmanes). Ellos (los terroristas) no pueden representar a todo el sistema."… El Dalai Lama dijo que él mismo ha elegido el papel de defensor del Islam porque quiere cambiar la forma de las opiniones de la gente sobre la religión".

El Dalai Lama repitió este tema en la conferencia sobre "Los riesgos de la globalización: ¿Las religiones ofrecen una solución o son parte del problema?" patrocinado por Forum 2000, Praga, República Checa, el 10 de octubre de 2006. Allí, dijo: "En el pasado, como hoy, ha habido divisiones en nombre de la religión y para superarlas deberíamos tener un continuo diálogo entre las diferentes religiones... Si realmente cree que su religión proviene de Dios, entonces tienes que creer que las otras religiones también son creadas por Dios. "

Aquí, el Dalai Lama estuvo haciéndose eco de las palabras del Dr. Sayyid M. Syeed, Secretario general de la Sociedad Islámica de Norteamérica. En una reunión interreligiosa, titulada "Un encuentro de corazones iluminando la compasión," celebrada en San Francisco, California, 15 de abril de 2006, atendida por el Dalai Lama, el Dr. Syeed dijo: "El Corán instruye a los musulmanes que la humanidad consistirá de gente de una sola fe si así ha sido considerado por Alá."

Un corolario destacado del creciente desarrollo de un diálogo budistas-musulmán es el papel que ha desempeñado la iniciación del Kalachakra como escenario para este diálogo. Por ejemplo, el príncipe Sadruddin Aga Khan asistió, como invitado de honor, a la iniciación de Kalachakra conferida por el Dalai Lama en Rikon, Suiza, en julio de 1985. El último príncipe era el tío de su Santidad Príncipe Karim Aga Khan IV, el actual jefe espiritual de la rama Nizari de los Ismailí chií. Siete años más tarde, el Dr. Tirmiziou Diallo, el líder Sufi hereditario de Guinea, África occidental, asistió a la iniciación de Kalachakra conferida por el Dalai Lama en Graz, Austria, en octubre de 2002.

Por otra parte, durante la iniciación de Kalachakra que el Dalai Lama otorgó en enero de 2003 en Bodh Gaya, India, el sitio más sagrado en el mundo budista, el Dalai Lama visitó la mezquita local situada junto a la estupa principal. Según el informe oficial de la visita por el Departamento de Información y Asuntos Internacionales de la Administración Central tibetana, Dharamsala, India: "Su Santidad fue recibido allí por Maulana Mohammad Shaheeruddin, Imán de la mezquita y el Rector de un colegio religioso adyacentes a la mezquita. Al dirigirse a los profesores y estudiantes, su Santidad dijo que seguimos diferentes religiones, pero básicamente todos somos los mismos seres humanos. Todas las tradiciones religiosas nos enseñan a ser un buen ser humano. Entonces, es por esto que nosotros trabajamos hacia ese objetivo."

El Dalai Lama ha subrayado a menudo que la cooperación interreligiosa, ya sea entre los budistas y musulmanes o entre todas las religiones del mundo, necesita basarse en verdades universales aceptables en el marco religioso de cada grupo. Dos de esas verdades son que todo el mundo desea ser feliz y nadie quiere sufrir, y que el mundo entero está interrelacionado e interdependiente. Al igual que con el ejemplo de la literatura del Kalachakra sobre la enseñanza compartida budista-islámica de que las personas conllevan la responsabilidad ética de sus acciones, estas dos máximas tienen diferentes explicaciones filosóficas en las dos religiones. El budismo explica los dos puntos en términos de lógica, mientras que el Islam les explica en términos de la igualdad de todas las creaciones de Dios. Sin embargo, encontramos expresados sentimientos similares en ambas religiones que apoyan la política de responsabilidad universal.

El maestro budista indio del siglo octavo, Shantideva, escribió en Comprometerse con la conducta del bodhisattva (Byang-chub sems-dpa’i spyod-pa-la 'jug-pa, sánscr. Bodhisattvacāryāvatāra), VIII 91: "Justo a pesar de sus muchas partes, con divisiones en las manos y así sucesivamente, el cuerpo debe ser cuidado en su totalidad. Del mismo modo, a pesar de las diferencias entre los seres errantes, sin embargo, con respecto a la felicidad y el dolor, todos son iguales a mí mismo, en cuanto desean ser felices y así formar un todo".
[Ver: Engaging in Bodhisattva Behavior, chapter 8.]

Un hadith preservado por Nu'man ibn Bashir al-Ansari, asimismo, registra al Profeta diciendo: "La similitud de los creyentes en relación con el amor mutuo, afecto y  sentimiento solidario es el de un solo cuerpo; cuando duela cualquier miembro de esto, el cuerpo entero dolerá a causa del insomnio y la fiebre."

A través de enseñanzas como estas y de los continuos esfuerzos de no solo líderes espirituales budistas y musulmanes, sino también de la participación de miembros de las dos comunidades religiosas, las perspectivas para la armonía religiosa entre los budistas y musulmanes y, en general, entre todas las religiones del mundo, luce esperanzador.

http://www.berzinarchives.com/web/en/archives/study/islam/general/buddhist_view_islam.html


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