miércoles, 2 de abril de 2014

RECITACIÓN VAJRA de OM AH HUNG 

Notas de instrucciones dadas por S.E. Garchen Rinpoche 


Permanecer en el sentido último es permanecer en la verdadera naturaleza, la naturaleza búdica.


Sin embargo, la mente discursiva van detrás de los pensamientos, las energías del viento en el cuerpo va detrás de los vientos kármicos, por lo que mente y vientos están separados. En el cuerpo hay cinco vientos principales (siendo el ombligo como el "asiento real" de todos ellos) y los tres canales sutiles principales: izquierda, derecha, central (el canal central es el prominente). Atraer las energías del viento y la mente hacia el canal central en el ombligo es el método de la práctica de la "fusión en un punto de las energías de la mente y el viento".


Un método particular para enfocar las energías en el ombligo es la recitación Vajra: recitar mentalmente las sílabas OM AH HUNG, al mismo tiempo que uno se enfoca en las energías sutiles del viento. Juntar la recitación de OM AH HUNG con la entrada y salida de la respiración permite mezclar el viento y la mente, liberándonos de los obstáculos que se derivan de la distracción de los vientos que van donde van, mientras la conciencia vaga donde desea.

Instrucciones

Sentado con la columna recta, visualice en el canal central, a nivel del ombligo, una bola de fuego del tamaño de una lenteja. Respirando por ambas fosas nasales, recite mentalmente la sílaba OM. Las energías del viento descienden por los canales derecho e izquierdo, entrando en el canal central justo debajo del chakra del ombligo. En este momento, aguante brevemente la respiración, recitando mentalmente la sílaba AH. Imagine o visualice los vientos avivando levemente la llama que se siente en el ombligo pues arde más cálida y más brillante, mientras descanse en equilibrio durante unos instantes. Luego exhale a través de ambas fosas nasales, recitando mentalmente la sílaba HUNG.

"En esta práctica, mire la naturaleza vacía de la mente en sí misma," dice Rimpoche; esto ayudará a estabilizar la práctica del Mahamudra.

Nos estamos concentrando en el fuego de la consciencia en el ombligo, sin seguir mentalmente la entrada y salida de la respiración. Una y otra vez volvemos a la llama, liberando todo surgimientos mental, físico y emocional a través de la consciencia.

Con esta práctica, no necesitamos de ninguna manera considerar el cuerpo físico burdo. Se visualizan los tres canales, pero no es necesario preocuparse por sus ubicaciones exactas ya que son inmateriales, no se encuentran en la forma física. Finalmente, podemos concentrar nuestra atención completamente en el canal central, del cual surgen los canales derecho e izquierdo. Fuera de esto, no resulta necesaria una visualización adicional.

En cuanto a sostener ligeramente la respiración con la sílaba AH: estamos sosteniendo la respiración mezclada con las energías del viento a nivel del ombligo, avivando la llama. Contener la respiración cerrando suavemente los orificios inferiores, subiendo los vientos inferiores mientras presionan hacia abajo los vientos superiores. Esto se conoce como la "respiración del vaso". Esto no es un entrenamiento fuerte sino suave. (No dilate el vientre mientras sostiene la respiración).

Con las energías de viento, permaneciendo en el ombligo y la mente reposando en su estado natural, no elaborado, la calidez surgirá en el ombligo. Cuando se acostumbre, no habrá ninguna necesidad de aguantar la respiración una y otra vez, porque el calor permitirá a la consciencia permanecer naturalmente en el ombligo.

Los resultados dependerán del esfuerzo. El mejor momento para entrenarse en esta práctica es al amanecer. La experiencia de calor puede surgir en una semana, un mes, seis meses, etcétera. Finalmente, la experiencia no requerirá ninguna meditación pero naturalmente se mantendrá como mente permanente, y el ciclo de OM AH HUNG será continuo, impregnando nuestra consciencia.

Este método de generar que la mente permanezca en base a la calidez y dicha es extremadamente beneficioso. Cuando la mente es estabilizada se mantendrá en silencio sin esfuerzo, la calidez será estable en el cuerpo, la consciencia estará clara, las emociones aflictivas serán quemadas por el fuego, las enfermedades del frío serán dispersadas, etc.

La experiencia de la dicha es vacía en su naturaleza; es un surgimiento mental, no hace falta fijarse en ella.

Estas notas de las instrucciones dadas por Garchen Rinpoche (Tucson, 2005), fueron compiladas por Barbara DuBois para cumplir con la petición de un estudiante dedicado a quien Rinpoche le había asignado esta práctica.


https://www.facebook.com/DDCVT    /   Versión al español: Miguel N.G.

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