RECITACIÓN VAJRA de OM AH HUNG
Un
método particular para enfocar las energías en el ombligo es la recitación
Vajra: recitar mentalmente las sílabas OM AH HUNG, al mismo tiempo que uno se
enfoca en las energías sutiles del viento. Juntar la recitación de OM AH HUNG
con la entrada y salida de la respiración permite mezclar el viento y la mente,
liberándonos de los obstáculos que se derivan de la distracción de los vientos que
van donde van, mientras la conciencia vaga donde desea.
Instrucciones
Sentado con la columna recta, visualice en el canal central, a nivel del ombligo, una bola de fuego del tamaño de una lenteja. Respirando por ambas fosas nasales, recite mentalmente la sílaba OM. Las energías del viento descienden por los canales derecho e izquierdo, entrando en el canal central justo debajo del chakra del ombligo. En este momento, aguante brevemente la respiración, recitando mentalmente la sílaba AH. Imagine o visualice los vientos avivando levemente la llama que se siente en el ombligo pues arde más cálida y más brillante, mientras descanse en equilibrio durante unos instantes. Luego exhale a través de ambas fosas nasales, recitando mentalmente la sílaba HUNG.
"En esta
práctica, mire la naturaleza vacía de la mente en sí misma," dice Rimpoche; esto
ayudará a estabilizar la práctica del Mahamudra.
Nos estamos concentrando en el fuego de la consciencia en el
ombligo, sin seguir mentalmente la entrada y salida de la respiración. Una y
otra vez volvemos a la llama, liberando todo surgimientos mental, físico y
emocional a través de la consciencia.
Con
esta práctica, no necesitamos de ninguna manera considerar el cuerpo físico
burdo. Se visualizan los tres canales, pero no es necesario preocuparse por sus
ubicaciones exactas ya que son inmateriales, no se encuentran en la forma
física. Finalmente, podemos concentrar nuestra atención completamente en el
canal central, del cual surgen los canales derecho e izquierdo. Fuera de esto,
no resulta necesaria una visualización adicional.
En
cuanto a sostener ligeramente la respiración con la sílaba AH: estamos sosteniendo
la respiración mezclada con las energías del viento a nivel del ombligo, avivando
la llama. Contener la respiración cerrando suavemente los orificios inferiores,
subiendo los vientos inferiores mientras presionan hacia abajo los vientos superiores.
Esto se conoce como la "respiración del vaso". Esto no es un
entrenamiento fuerte sino suave. (No dilate el vientre mientras sostiene la
respiración).
Con
las energías de viento, permaneciendo en el ombligo y la mente reposando en su
estado natural, no elaborado, la calidez surgirá en el ombligo. Cuando se
acostumbre, no habrá ninguna necesidad de aguantar la respiración una y otra
vez, porque el calor permitirá a la consciencia permanecer naturalmente en el
ombligo.
Los resultados
dependerán del esfuerzo. El mejor momento para entrenarse en esta práctica es
al amanecer. La experiencia de calor puede surgir en una semana, un mes, seis
meses, etcétera. Finalmente, la experiencia no requerirá ninguna meditación
pero naturalmente se mantendrá como mente permanente, y el ciclo de OM AH HUNG
será continuo, impregnando nuestra consciencia.
Este
método de generar que la mente permanezca en base a la calidez y dicha es
extremadamente beneficioso. Cuando la mente es estabilizada se mantendrá en
silencio sin esfuerzo, la calidez será estable en el cuerpo, la consciencia
estará clara, las emociones aflictivas serán quemadas por el fuego, las
enfermedades del frío serán dispersadas, etc.
La
experiencia de la dicha es vacía en su naturaleza; es un surgimiento mental, no
hace falta fijarse en ella.
Estas
notas de las instrucciones dadas por Garchen Rinpoche (Tucson, 2005), fueron
compiladas por Barbara DuBois para cumplir con la petición de un estudiante
dedicado a quien Rinpoche le había asignado esta práctica.
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