domingo, 2 de octubre de 2011

Carta de Khenchen Rinpoche a la Sangha


de Tibetan Meditation Center, el jueves, 29 de septiembre de 2011, 12:03

Espero y ruego que se encuentren bien, en mis meditaciones pienso en ustedes. Somos muy afortunados el tener esta preciosa vida humana y tomar refugio en el Buddha, el Dharma y la Sangha, y en seguir el camino.  Me han estado escribiendo más o menos el último par de años y les estoy agradecido de que se hayan mantenido en contacto y aprecio esta oportunidad. En general no puedo escribir amplias cartas porque no sé tipear, pero hoy tengo una buena secretaria así que aprovecho la oportunidad para decirles algunas cosas.

Sin el Dharma nuestra vida en el samsara es solo sufrimiento o alguna situación de sufrimiento y [por ello] creamos más causas de sufrimiento. También somos muy finos creando causas de sufrimiento. Dado que tenemos el Dharma en nuestra vida nos da sabiduría para profundizar en la naturaleza de la realidad de las causas del sufrimiento y de las causas de la paz y la felicidad en esta vida y eventualmente para la completa iluminación. Por lo tanto, es para nuestro propio beneficio como también en el de otros utilizar esta preciosa vida humana como mejor sea posible. Esta valiosa vida humana es una oportunidad para hacer todas las cosas buenas.

Primero, respiren profundamente y aflojen toda tensión tanto física como mental y luego contemplen que todos los fenómenos son compuestos. Contemplen la naturaleza de la impermanencia y la naturaleza de la desintegración. Incluyendo la de nuestro cuerpo humano. Contemplando así, purifiquen todo aferramiento y cólera.

En segundo lugar,  este samsara es un estado de sufrimiento. Sea sufrimiento del sufrimiento, sufrimiento del cambio o condición de sufrimiento. Contemplen esto cuidadosamente como también a los que están sufriendo en el mundo, física o mentalmente, incluyendo a nuestros enemigos. Desarrollen sincera compasión, deseando que ellos se liberen del sufrimiento y alcancen la completa iluminación.

Tercero, estas manifestaciones, la felicidad y el sufrimiento en la impermanencia, estas basadas en causas y condiciones. Nada funciona independientemente. Todo está en la constitución de las causas y condiciones. Y todas las causas y condiciones son infalibles. Por lo tanto, es para nuestro propio beneficio emplear la sabiduría empírica, evitando y purificando todas las causas del sufrimiento y creando y acumulando todas las causas de paz y felicidad. Como un ejemplo, evitando las diez no virtudes y practicando las diez virtudes.

Con esta comprensión, tomamos refugio en el Buddha, el Dharma y la Sangha y practicamos la ética moral. Esto hace a la persona pura y objeto de respeto. Y así, practicando bien la ética, para nuestro beneficio de liberarnos del samsara, cultivamos la bodhicitta, la mente de la iluminación, para los demás. Basados en la sincera bondad y la compasión amorosa. Acuérdense de esta práctica diaria y en cada momento cuando estén trabajando o sentados. Esto nos dará sabiduría y valor para hacer cosas buenas en nuestras vidas cotidianas y para otros. Este pensamiento altruista inspiró a los Buddhas del pasado y del presente. Ellos adoptaron esta mente, la mente universal de la bodhicitta, y la aplicaron y practicaron en sus vidas, alcanzaron la budeidad y beneficiaron a incontables seres sensibles. También podemos tomar este ejemplo e inspirarnos para seguir el camino. Por lo que cuando hagamos estas practicas,  enfoquémonos principalmente en purificar todas las aflicciones mentales. Por ejemplo, la ignorancia, la ira, el aferramiento, el orgullo, los celos y los demás. Son llamados los tres o los cinco venenos, etc. Son la causa raíz de todo nuestro sufrimiento y de conflictos para los individuos y para la sociedad. Sin tocar esta base, no importa cuánto intentemos lograr la verdadera paz y felicidad, es imposible alcanzarlas. Esta clase de experiencia es compartida por todos los seres sensibles.  Solo el Dharma nos da esta sabiduría para entender la naturaleza de la realidad del sufrimiento y de la felicidad. El Dharma también tiene el gran método y habilidad para enfrentar todas las causas del sufrimiento.

Para purificar estas obscuraciones e ilusiones mentales, la enseñanza del Vajrayana ofrece gran habilidad. A través de este método, uno logra la oportunidad de manifestarse en la forma de deidades que es la llamada práctica  del Yidam. Inseparable de la apariencia y la vacuidad. Con esto nos manifestamos repetidamente en la deidad del Yidam y nos disolvemos en la vacuidad basada en la bodhicitta última que se apoya en la ética.

He mencionado algunas palabras  sobre el propósito de la práctica. Son muchos los libros traducidos como referencia de cómo practicar. Deseo que tengan verdadera paz y felicidad y se liberen de la confusión y la ignorancia que son la causa raíz del sufrimiento. Haré plegarias para su buena salud y exitosa práctica meditativa. Si gustan pueden colocar esta carta en su Facebook o página web.

Sinceramente,
Khenchen K. Gyaltshen

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