miércoles, 24 de agosto de 2016

Contemplación del sufrimiento
como un antídoto al apego
al placer del samsara

Khenchen Konchog Gyaltshen Rinpoche



Si piensa que es aceptable morir porque puede renacer en el reino humano o en el reino de los dioses y, entonces, disfrutar de los lujos de esos estados, esto es simplemente apego al samsara.  Para esto, el antídoto es comprender el samsara meditando en sus características negativas.  En general, existen tres tipos de sufrimiento: sufrimiento generalizado (causa raíz de todo sufrimiento - la temporalidad del cuerpo carente de iluminación); sufrimiento del cambio (transitoriedad de la paz y la felicidad); y el sufrimiento del sufrimiento.  La naturaleza del samsara es sufrimiento generalizado.  No importa qué clase de condiciones disfrutamos, tarde o temprano el sufrimiento impregnará nuestro estado mundano, donde nuestro afligido cuerpo ordinario es una fuente de dolor.  El sufrimiento del cambio es como comer comida mezclada con veneno.  El sufrimiento del sufrimiento es el dolor físico y mental (enfermedad, depresión, etc.).  El sufrimiento generalizado produce una sensación de apatía; el sufrimiento del cambio provoca una falsa sensación de euforia; el sufrimiento del dolor físico y mental trae angustia.

Los cinco skandhas ordinarios son la causa del sufrimiento generalizado, pero las personas comunes y corrientes no lo reconocen como sufrimiento, tal como cuando son atacados por una epidemia, ni se dan cuenta de la menor enfermedad.  Sin embargo, aquellos nobles seres entrados en el camino lo reconocen como sufrimiento, tan igual como cuando la plaga disminuye, se observa el dolor de una lesión menor. El sufrimiento generalizado es como un pelo, las personas comunes y corrientes son como las manos, y los seres nobles como los ojos.  Cuando un pelo toca la mano, no hay ninguna sensación de incomodidad, pero cuando está en los ojos, es intolerable.  Los placeres del samsara son en última instancia la causa del sufrimiento del cambio.  Está escrito en el Sutra Karma: "El reino de los dioses y el reino de los seres humanos son la causa del sufrimiento".  No importa qué tan alto rango logre en el samsara, usted finalmente caerá, por que está fundamentalmente apegado a los goces temporales que causan el sufrimiento de la esperanza y el miedo. El cuerpo compuesto por las cinco skandhas causas sufrimiento del dolor físico y mental, pero en el momento en que experimentamos sufrimiento es que trae consigo la sensación de dolor.

Existen seis reinos de sufrimiento: el reino del infierno, el reino de los fantasmas hambrientos, el reino animal, el reino humano, el reino de los semidioses y el reino de los dioses.

Reino del infierno
Hay ocho reinos calientes y ocho fríos.  Los ocho reinos calientes en orden descendente son: el infierno de resucitación, el infierno de la cuerda negra, el infierno triturante, el infierno aullante, el infierno muy aullante, el infierno del caldeo, el infierno avīci [o infierno muy bajo].  Los ocho reinos fríos son: el reino de ampollas infectadas, el reino de las ampollas congeladas, el reino del parloteo [castañetean los dientes por el intense frío como si los seres parlaran sin cesar], el reino de los sonidos helados [entrechocan los dientes por el congelante frío] (Achu), el reino de otros sonidos helados [lamentándose del congelamiento] (Kyihü), el reino de crepitante de color como una flor utpala [cuerpos azulados por el congelamiento], el reino crepitante como del color de una flor de loto[la piel de los cuerpos tiene grietas como flores de loto], el reino de crepitante como una gran flor de loto [los cuerpos se agrietan en pedazos y los órganos salen de los cuerpos agrietándose].  Dos otros reinos del infierno son: Nyitshe (el sufrimiento más cercano a los reinos calientes) y Nyekhor (el lugar más cercano a los reinos calientes).



El reino de los fantasmas hambrientos
Hay dos tipos de fantasmas hambrientos: los primeros son los que ven alimentos custodiados por alguien que no les permite tocarlos o ven alimentos transformados en desperdicios tan pronto como los observan o ven comida y agua como un espejismo, o son incapaces de comer o beber porque aunque sus estómagos son tan grandes como un valle, sus gargantas son tan estrechas como el pelo de un caballo.  Los segundos son los que experimentan los alimentos como fuego o inmundicia tan pronto como llega a su estómago.  En el reino de fantasmas hambrientos, incluso el sol crece frío en invierno y hasta la luna crece caliente en verano.. Así, los habitantes se convierten en esqueletos vivos.  Tan intenso es su dolor que es contada una historia de uno de los discípulos del Buddha que, al pasar por el reino de los fantasmas hambrientos, fue preguntado por una mujer para que buscara allí a su marido que se había ido mucho antes en búsqueda de alimentos para ella y sus quinientos niños.  Cuando el discípulo encontró finalmente al hombre, él le dijo que no había sido capaz de encontrar comida en su búsqueda, pero que había podido agarrar algunos saliva que un compasivo monje había escupido al suelo.  Tan ansioso estaba el hombre por mantener su tesoro en medio de los cientos de fantasmas que se habían fijado en él con avidez que él tenía su puño tan cerrado que hasta sus uñas habían atravesado la parte superior de su mano.

El reino animal
Hay diferentes tipos de animales: animales de muchas patas, animales de cuatro patas y sin patas.  La mayoría de los animales vive en el océano, en las llanuras y en el bosque.  Sufren al ser golpeados por los seres humanos; de que no tener libertad; de ser matados o desmembrados por su pelaje, huesos, carne, piel y perlas; y de depredarse unos a otros.

Reino humano
El sufrimiento del estado humano incluye nacimiento, envejecimiento, enfermedad, muerte, separación de los seres queridos, encuentros con los enemigos, deseo de lo que uno no puede obtener, y la pérdida de lo que uno posee.

Nacimiento: Después de vagar en el Bardo (estado intermedio), nacen desde el vientre de la madre y permanecen allí durante treinta y ocho semanas.  Hay muchas etapas de sufrimiento inconcebible en este proceso, así como en el momento del nacimiento, lo que no recuerdan la mayoría de las personas.

Envejecimiento: En la juventud el cuerpo es erguido y fuerte; más tarde, volverse doblado y débil, las extremidades vacilante, se hace difícil sentarse o pararse, los cabellos cambian de coloración o se caen, la piel, una vez suave como la seda, se engrosa y arruga, y la tez, una vez como una flor de loto recién florecido, se desvanece.  En la juventud uno tiene la fuerza para emprender cualquier cosa, y uno es optimista.  Más tarde, uno pierde fuerza, no puede trabajar y se vuelve depresivo.  Los sentidos antes agudos, declinan, así que es difícil ver, oír o saborear los alimentos vívidamente.  En la juventud uno gana respeto, pero en la vejez, después de haber perdido la dignidad, uno es despreciado incluso por los niños.  Materialmente, se hace difícil aumentar su riqueza o solicitar ayuda de otros.  Uno anhela comida y bebida que uno no puede permitirse.  El envejecimiento es la peor enfermedad porque no puede curarse.  Otras enfermedades son provocadas por el envejecimiento.  Mentalmente, uno se convierte de desmemoriado y despistado.  Milarepa dijo: Si uno no se da cuenta de la naturaleza del no envejecimiento, el sufrimiento del envejecimiento es inconcebible.

Enfermedad: En la vejez, hay operaciones, dolor, medicinas amargas, el deseo de comer cosas no saludables, una dependencia de los médicos, la extracción de recursos en médicos y medicina y el miedo de la muerte.  Milarepa dijo: Si uno no se da cuenta de la naturaleza de la enfermedad no, el sufrimiento de la enfermedad es inconcebible.

Muerte: Si uno es sorprendido por el Señor de la Muerte, uno es separado de sus protectores y de los objetos de refugio.  Uno aguanta dolor, extremidades temblorosas, respiración superficial, el abandono de los médicos y la incapacidad para sentarse erguido.  Al hacer la gran transición a la vida siguiente, uno entra en la oscuridad desconocida, dejando detrás todo lo familiar, incluyendo su cuerpo.  Solo puede ayudar la realización de las preciosas enseñanzas.  Todo lo demás es ilusión que crea más sufrimiento.  Después de que se detiene la respiración, uno pasa a una nueva vida que depende de su karma.

La separación de los seres queridos: cuando uno se separa de los padres, familiares y amigos, hay mucho dolor.

Encuentro con los enemigos: cuando uno se encuentra con los enemigos, uno experimenta el sufrimiento de pelearse, de la ira y el malestar.

Dificultad en la obtención de deseos: uno desea lo que uno no tiene, y no importa lo que uno tiene, uno anhela todavía más.  Por lo tanto, no hay ninguna satisfacción en la mente y esto, a su vez, provoca más sufrimiento.

Pérdida de lo que uno posee: Uno se preocupa constantemente de que los ladrones pueden robarles sus posesiones, o que puedan ser destruidos.  Esto conduce a más disturbios en la mente.

Estos son los sufrimientos fundamentales de todos los seres humanos, sean que hayan tenido un nacimiento superior o inferior, sean ricos o pobres, educados o incultos.



El reino de los semi dioses
El sufrimiento de los semi-dioses incluye el orgullo, los celos, lucha (con los dioses) y la muerte en batalla.

El reino de los dioses
El sufrimiento de los dioses incluye combatir (con los semi-dioses), insatisfacción no importa cuántos placeres se conceden y el renacimiento en reinos inferiores como resultado de todos los anteriores buen karma.

El samsara permea los seis reinos.  Por lo tanto, el nacimiento en cualquiera de estos reinos trae sufrimiento.  Todos existimos en un océano de sufrimiento.  Al reconocer la realidad del samsara y el desapegarse de los seis reinos, uno es capaz de cultivar una mente libre de sufrimiento, solo así, alcanzar la iluminación.

La renunciación y la mente que abandona la negatividad
son como un capitán que pilotea una nave.
La liberación del samsara depende de ellas.
Por eso, piensa en esto sin distracción alguna.
Este es mi consejo de corazón.

(de Jewel Treasury of Advice [Precioso Tesoro de Consejos] de Drikung Bhande Dharmaradza, comentado por Khenpo Konchong Gyaltshen Rinpoche )


Versión al español, el editor.

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