lunes, 14 de diciembre de 2015

Una instrucción sobre la visión del 
Mahayana que aclara las dos verdades 

Patrul Rimpoché 


PARA AQUELLOS QUE DESEAN ALCANZAR LA LIBERACIÓN, existe tanto (i) la enseñanza 
acerca de lo que ha de realizarse como (ii) la enseñanza acerca de cómo poner esto en práctica. 

I. La Enseñanza acerca de lo que ha de realizarse 

En  esta,  hay  dos  temas:  (1)  la  condición  natural  de  todos  los  fenómenos cognoscibles en general, y (2) la condición natural de nuestra propia mente. 

(1) La Condición Natural de todos los Fenómenos Cognoscibles 

Esta también se divide en dos aspectos: (i) el relativo y (ii) el absoluto. 

(i) El Aspecto Relativo 

En términos generales, todas las apariencias – desde la del infierno más bajo del Tormento Último hasta la experiencia de post-meditación de los bodhisattvas en el décimo bhumi, e incluyendo la misma – son relativas. 

Más aún, existen dos clases de apariencias relativas, las relativas incorrectas y las relativas correctas. 

Todo  lo  que  percibimos  antes  de  que  emprendamos  el  camino  pertenece  a  la categoría  de  las relativas  incorrectas.  Cuando  hemos  alcanzado  la  etapa  de  la ‘conducta  de  aspiración’, [1]   si podemos  integrar  alguna  realización  dentro  de nuestra experiencia, ésta se convierte en relativa correcta, pero cada vez que no  lo  hacemos,  ésta  es  relativa  incorrecta.  Una  vez  que  alcanzamos los bhumis, todo lo que aparece ante la mente es lo relativo correcto – ‘relativo’ porque las ‘meras apariencias’ todavía no han cesado, y [‘correcto’] porque su falsedad  se  ve  directamente. Estas apariencias  continúan  surgiendo  desde  el primer bhumi hasta el décimo bhumi, puesto que el viejo hábito de percibir las cosas como reales todavía no ha sido abandonado, del mismo modo que el aroma de almizcle perdura en un recipiente. Eventualmente, en el nivel de la budeidad, cuando  estas tendencias  habituales  han  sido  completamente  erradicadas,  no existen  percepciones  dualistas  de ninguna  clase,  y  uno  permanece exclusivamente en la esfera última, más allá de cualquier elaboración conceptual. 

Aferrarse al mundo ordinario, tanto el ambiente externo como los seres que se encuentran en éste, como algo real, es lo relativo incorrecto. El antídoto para esto, tal como visualizar a todos los seres como deidades puras y el entorno como el palacio puro del mandala, mientras que al mismo tiempo se consideran como una mera ilusión, es lo relativo correcto
  
(ii) El Aspecto Absoluto 

En esencia, lo absoluto es el espacio básico de los fenómenos (dharmadhatu), desprovisto  de  toda elaboración  conceptual.  En  su  esencia,  no  tiene  ningunas divisiones,  pero  aún  así  es  posible hablar  de  ‘divisiones’  de  acuerdo  a  si  esta realidad ha sido comprendida o no. De esta manera, existen divisiones entre lo absoluto que es la propia naturaleza básica y lo absoluto que es la realización de esta naturaleza básica (o ‘hacer que sea evidente’). Entonces, de nuevo existe la división entre lo absoluto que es aclarado [2]  a través del estudio y la reflexión, y lo absoluto que es experimentado a través de la práctica de la meditación; o lo absoluto  que  es  inferido conceptualmente  por  los  seres  ordinarios  versus  lo absoluto que es experimentado directamente por los seres nobles. También existe una división entre lo absoluto conceptual (namdrangpé döndam) y lo absoluto que está más allá de toda conceptualización (namdrang mayinpé döndam). 

Existen tres formas en las cuales podemos experimentar estas dos verdades: 

  En la etapa de los seres ordinarios, las apariencias son consideradas como inherentemente  reales  y  son  percibidas  con  aferramiento.  Esto  se denomina lo relativo incorrecto

  En la etapa de los seres nobles, se desarrolla la comprensión de que las apariencias son engañosas y se perciben sin ningún aferramiento. Esto se llama lo relativo correcto

  En  la  etapa  de  la  budeidad,  no  existen  apariencias  ordinarias  ni  no apariencias  de  ninguna  clase,  y  cualquier  preocupación  acerca  del aferramiento  o  el  no  aferramiento  ya  no  se  aplica.  Esto  se  llama lo absoluto

Para explicarlo de otra manera, la primera etapa tiene tanto apariencias como aferramiento, la etapa intermedia tiene meras apariencias sin aferramiento, y en la etapa final no existen ni apariencias ni aferramiento. 

Estas  tres  etapas  también  se  conocen  como  ‘conocimiento  incorrecto’, ‘conocimiento acerca de la comprensión de lo relativo’ y ‘conocimiento acerca de la comprensión de lo absoluto’. En el caso de los seres ordinarios, la sabiduría de la comprensión de lo relativo depende del análisis, pero para los seres nobles esto se logra a través de la percepción directa. 

Aunque  las  nociones  convencionales  tales  como  ‘comprensión’  o  ‘no comprensión’  no  se aplican  al  espacio  absoluto  de  la  propia  realidad,  todavía podemos utilizar términos tales como ‘comprensión’ o ‘realizar’ para referirnos al reconocimiento de este estado. 

En  última  instancia,  necesitamos  realizar  la  cualidad  indivisible  de  las  dos verdades, pero sostener que lo relativo se refiere a la existencia, mientras que en el nivel absoluto las cosas no existen, nunca calificará como la visión del Camino del Medio. Cuando comprendemos la naturaleza auténtica de lo relativo correcto, las dos verdades se fundirán de manera inseparable, más allá de los extremos conceptuales de existencia, inexistencia, permanencia y nada. Tal como se dice en el Prajnaparamita Madre

        La naturaleza real de lo relativo es la naturaleza real de lo absoluto. 

La división en dos verdades es solamente un dispositivo provisional, basado en las distintas perspectivas de dos estados de la mente, que se hace con el fin de facilitar  la  comprensión.  Todas las  diversas  entidades  que  aparecen  ante  un estado confuso de la mente se designan como ‘relativas’, mientras que ‘absoluto’ se refiere a un estado de la mente en el cual la confusión ha llegado a su fin y donde no existe ni siquiera el más leve rastro de cualquier enfoque conceptual, incluso hacia la propia inexistencia. Tal como se dice: 

                   Cuando las nociones de lo real y lo irreal 
                   Están ausentes de la mente, 
                  No existe otra posibilidad, 
                  Sino reposar en total paz, más allá de los conceptos. [3]  

En realidad, dentro de la gran simplicidad no conceptual de la esfera absoluta – la naturaleza última que ha de comprenderse – no existe un fundamento para hacer distinción alguna entre dos niveles de realidad y, de esta manera, no existe semejante división. En la realización final de la budeidad tampoco existe división entre  dos  niveles  de  verdad.  Incluso  las  apariencias  ilusorias  que experimentamos  ahora  mismo  no  abarcan  dos  niveles  distintos  de  realidad; sencillamente,  constituyen la unidad  inseparable de apariencias y vacuidad; o conciencia y vacuidad. 

La realización o comprensión completa de esto constituye la mente de sabiduría de un buda, la conciencia prístina no dual de la propia realidad. Al comprender las dos verdades individualmente, eventualmente éstas se fundirán en una unión inseparable,  y  esto  es  lo  que  llamamos  ‘la  sabiduría  no  dual  de  la  unidad’  o ‘nirvana libre de fijación’, y así sucesivamente. 
  
(2) La Condición Natural de Nuestra Propia Mente 

Aunque  podamos  comprender  la  condición  natural  de  todos  los  fenómenos cognoscibles de esta manera, si no comprendemos la condición natural del sujeto que conoce, que es nuestra propia mente, todos los fenómenos seguirán siendo objetos de conocimiento y esto no servirá como antídoto para nuestras aflicciones mentales.  De  hecho,  esta  propia  realización  se  convertirá  en  una  causa para sentirse arrogante y engreído, y sólo sirve para reforzar nuestro sentido de un yo personal. Por esta razón necesitamos reconocer la naturaleza verdadera de aquél que tiene la realización – ese intelecto, mente o conciencia. 

Existen dos aspectos en este sentido: (i) obtener una comprensión provisional en término de las dos verdades, y (ii) obtener una comprensión última en la cual las verdades son inseparables. 

 (i) La Comprensión Provisional en Términos de las Dos Verdades 

Cuando comprendemos  la  condición  natural  de  los  fenómenos en  general,  y entendemos que son semejantes a  una  ilusión  en  el  nivel  relativo porque aparecen aunque no son verdaderamente existentes, mientras que son como el espacio en el nivel absoluto porque no se puede establecer que son existentes o no existentes, y nosotros también comprendemos que, en última instancia, las verdades  son  inseparables  dentro  del  gran  Camino  del  Medio  –  el  espacio absoluto de la realidad más allá de todos los extremos conceptuales – la mente o conciencia que tiene esta comprensión es relativa. Tal como dijo Shantideva: 
  
            Se ha enseñado que lo absoluto está más allá del alcance del intelecto, 
            Porque la mente es sólo relativa. [4]  

Una mente intelectual que tiene esta clase de comprensión puede volverse arrogante y engreída. Esta clase de arrogancia y engreimiento son los medios de acción de mara y sólo servirán para corromper nuestra comprensión. Tal como dice El Sutra Que Revela el Reino Inconcebible de los Budas
              
             El así denominado ‘logro’ es ciertamente transitorio, 
            Y la así llamada ‘realización’ es una conjetura arrogante. 
            Conjetura transitoria o arrogante, debe ser obra de mara. 

Son extremadamente arrogantes aquellos que piensan: “He logrado esto”. O se dicen a sí mismos: “He comprendido completamente”. 

La naturaleza de la mente relativa que comprende es lo absoluto. 

Si  examinamos  la  propia  naturaleza  de  la  conciencia,  mente  o  intelecto  que comprende,  no  podemos  encontrar  nada  real  o  substancial  en  absoluto.  De hecho, siempre ha estado desprovisto de existencia e inexistencia,  desprovisto de surgimiento y cesación, desprovisto de ir y venir, desprovisto de permanencia y  nada,  desprovisto  de  pasado,  presente  o  futuro  y,  por  lo  tanto,  es  la  propia realidad absoluta. 

El Sutra Solicitado por Kashyapa dice: 

              La mente no ha de encontrarse dentro. Ni existe fuera. Y no puede ser 
                  observada en ningún otro lugar. 

El Sutra Solicitado por Maitreya dice: 

            La mente no tiene forma, ni color, ni lugar. Es como el espacio. 

(ii) La Comprensión Última en la cual las Verdades son Inseparables 

En  la  naturaleza  última  de  la  mente,  las  dos  verdades  son  inseparables.  La aplicación de las dos verdades a la naturaleza única de la mente no es más que un uso provisional de designaciones o terminología. No existe una mente ordinaria dentro de la base o espacio absoluto de la realidad, de modo que no existe base sobre la cual pudieran aplicarse las dos verdades. Ni existe una mente ordinaria en el resultado, la mente de sabiduría de la budeidad, de manera que esto también puede ser designado en términos de las dos verdades. Incluso en la claridad y la vacuidad, que es la naturaleza de las mentes de los seres sensibles confundidos, no podemos encontrar esta [distinción], porque sólo existe la clara conciencia y la  vacuidad.  Por  esta  razón  debemos  realizar  o  entender  de  qué  manera  son inseparables las dos verdades. 

Aún así, debido a que la cualidad inseparable de las dos verdades sólo puede ser realizada  una  vez  que  hemos  comprendido  las  características  de  cada  una individualmente, existe todavía un motivo para hacer esta doble división. 

De esta manera, la simplicidad no conceptual que es la condición natural de lo que  ha  de  conocerse  se  funde  de  modo  indivisible  con  la  simplicidad  no conceptual de la condición natural de la mente. Dentro de esta experiencia, que está desprovista de cualquier noción de un yo individual o identidad fenoménica, se considera que todos los fenómenos externos e internos son como el espacio no creado, libres de cualquier término conceptual, tal como existente, inexistente, permanente o nada, y así sucesivamente, y no obstante, la experiencia está más allá de la dualidad de algo que se ve y alguien que ve, o algo que es realizado y alguien que realiza. Por lo tanto, es una realización perfecta e inequívoca. 


II. La Enseñanza Acerca de Cómo Poner Esto en Práctica 

Esta sección tiene dos partes. 

1. La Práctica Directa para Aquéllos que Tienen las Facultades más Brillantes 

Aquéllos que han reunido las dos acumulaciones en el pasado y que tienen un karma  profundamente  bueno,  así  como  buena  fortuna,  pueden  obtener realización simplemente al recibir instrucciones sobre las dos verdades. En su caso, simplemente sostener la continuidad de este reconocimiento es suficiente. En su equilibrio meditativo, que está desprovisto de la dualidad del proceso de conocimiento y de algo que es conocido, y está más allá de cualquier noción de un  yo,  ellos  meditarán  de  una  manera  que  es  como  el  espacio,  sin  ninguna elaboración  conceptual  relacionada  con  las  dos  verdades.  Al  practicar  la meditación de esta forma, no existen pensamientos negativos que eliminar y no hay estados positivos de la mente en los cuales concentrarse. Como dice el Señor Maitreya: 

               En esto no hay nada que eliminar, 
               Ni lo más mínimo que agregar. 
               Es examinar perfectamente la propia realidad, 
              Y cuando la realidad se ve, esto es liberación completa. [5]  
  
Después de esto, [en el periodo de post-meditación] uno mantiene la experiencia parecida a un sueño de la unidad de las dos verdades reconociendo cómo todo lo que  se  percibe  aparece,  aunque  carece  de  toda  realidad  verdadera.  Al  mismo tiempo, con la bodhichitta ilusoria, que es el amor y la compasión por todos los seres ilusorios semejantes a un sueño que no han comprendido esto, uno reúne las dos acumulaciones ilusorias y formula vastas oraciones de aspiración para su beneficio. 
  
2. La Práctica Gradual para Aquéllos que tienen Facultades más Torpes 

Aquéllos  que  tienen  facultades  más  torpes  necesitan  entrenarse  en  etapas graduales, comenzando con las cuatro contemplaciones que alejan la mente del samsara. A menos que procedan de esa manera, nunca avanzarán más allá de las ideas conceptuales acerca de la realización profunda. 
Se dice: 

Todos nuestros pensamientos y percepciones son relativos. 
La realización de su naturaleza es lo absoluto. 
La mente que realiza esto es lo relativo. 
La ausencia de realidad verdadera de la mente es lo absoluto. 
Los términos que expresan las dos verdades son relativos. 
La ausencia de realidad verdadera en semejantes términos es lo absoluto. 
La no dualidad de éstos es la unión de las dos verdades. 
En la naturaleza de lo que se conoce y la mente de sabiduría de los budas, 
Incluso la unidad de las dos verdades no puede ser observada, 
Y así, se le llama ‘el espacio absoluto más allá de toda elaboración’. 
Allí, la identidad intrínseca del individuo o de los fenómenos no puede encontrarse. 
La realización de esto es la visión. 
Permanecer en esto es la meditación. 
Reunir las acumulaciones movido por una preocupación compasiva por los demás es la acción. 
La disolución de la percepción dualista dentro del espacio básico es el resultado. 
La sabiduría que impregna todas las cosas representa las cualidades iluminadas. 
Y  producir  de  manera  natural  el  beneficio  de  los  demás  es  la  actividad iluminada. 
Sin aferrarte a las palabras y a los rótulos como si fuesen el significado mismo, 
En cambio, dirige la mente hacia el único significado al que apuntan las palabras. 
  
La mente propiamente dicha, que es el experimentador de los fenómenos, está desprovista de toda realidad verdadera, y así, en referencia a esto, decimos que no hay identidad intrínseca, no hay seres sensibles, no hay individuo, ni agente y así sucesivamente. Cuando decimos “no” o “inexistente” en este contexto, esto significa  que  la  existencia  no  puede  ser  establecida.  No  obstante,  como  la existencia  no  puede  ser  establecida,  la  inexistencia  tampoco  puede  ser establecida,  y  así  el  término  “no”  significa  el  no  establecimiento  tanto  de  la existencia como de la inexistencia. 

Esta  conciencia  que  percibe  su  objeto  no  depende  de  las  facultades  de  los sentidos. No se origina a partir de los sentidos. Y no permanece en algún lugar intermedio. No existe internamente ni externamente. Cuando surge, no viene de ninguna parte, y cuando cesa no va a ninguna parte. Es vacía al originarse, y es vacía cuando deja de existir. Así es como se describe. En los sutras, por ejemplo, encontramos afirmaciones como esta: 

          En esa perfecta visión, no aparecerá ninguna clase de fenómeno. 

Y el Prajnaparamita Madre dice: 

            La conceptualización es involucrarse en el reino del deseo, el reino de la forma  o  el  reino  sin  forma.  Pero  la  no  conceptualización  no  está asociada a ninguno de ellos en absoluto. 

Un sutra dice: 

            Cuando no se efectúa ninguna clase de actividad, 
            Esto es lo que se llama “acción yóguica”.  

Y: 

         Por lo tanto, sostener el estado ordinario libre de cualesquiera dharmas es el Dharma supremo. 
  
Un sutra dice: 

        ¿Qué es el Dharma supremo? 
        Es la ausencia de cualquier noción de dharmas. 
  
El Prajnaparamita Madre dice: 

Como no puede observarse ningún despertar, la palabra “despertar” es sólo un nombre. Como no puede observarse ninguna budeidad, ésta no es sino un nombre. 

La visión es la realización de que no existe nada en la condición natural de todos los  fenómenos,  que son  semejantes  al  espacio,  que  pudiera  ser  un  objeto  de conciencia o de sabiduría. Permanecer con ese reconocimiento – a modo de un ‘no permanecer’– es la meditación. En la post-meditación, reunir la acumulación ilusoria de mérito para el beneficio de los seres sensibles ilusorios es la acción. La disolución de las percepciones ilusorias de la mente dentro del espacio básico es el resultado último. 

El espacio básico de los fenómenos está más allá de la elaboración Conceptual, y es inexpresable a través de la palabra o el pensamiento, en esto, no existe el conocimiento de algún objeto que haya de conocerse. 
No obstante, se habla de la práctica de la visión y la meditación, Como el espacio que ve al espacio o el cielo que medita acerca de sí mismo. 
En la realidad auténtica, no existe mente y no existen apariencias, pero decir “no” indica que se trasciende incluso la dicotomía de la existencia y la inexistencia. 
  
Se  dice  que  no  temer  al  significado  profundo  de  la  vacuidad,  sino  sentirse inspirado  por  éste  es  el  signo  de  un  ser  afortunado  que  ha  escuchado  las enseñanzas y se ha entrenado en ellas con anterioridad, y que está destinado a alcanzar rápidamente el despertar. 

La realidad en sí, el espacio básico semejante al cielo, libre de cualquier 
pensamiento, 
Cuando se realiza en un estado de sabiduría primordial más allá de la 
expresión, 
Es igualdad fundamental, libre de especulación o actividad deliberada. 
Esta es la mente de sabiduría de los budas de los tres tiempos. 
  
Lo absoluto, la naturaleza de la realidad en sí, es como el hijo de una mujer 
estéril, 
Nada puede manifestarse o aparecer; [6]  es sencillamente un estado 
completamente normal y corriente. 
Experimentar los fenómenos condicionados de lo relativo, apariencias 
mágicas de unidad, 
Sin aceptarlos ni rechazarlos y sin apego, 
Es trasladar la mente de sabiduría de los budas a la experiencia. 
  
Hasta que alcances este nivel de logro y dominio mental, 
Renuncia a cualquier apego a posesiones materiales, 
Y mantente en lugares de retiro y bosques aislados, como un ciervo salvaje. 
Esta es la forma de permanecer en el camino sin retroceder jamás. 
  
Permanece sin alegría ni tristeza, sin apego ni aversión y así sucesivamente [7]  
Hacia todas las circunstancias, externas e internas, favorables y 
desfavorables, 
Y toda experiencia te ayudará enormemente en tu camino. 

Esta es la forma de encontrar una realización estable dentro de la naturaleza 
no nacida de los fenómenos. 
  
Cuando la sabiduría que proviene de comprender la naturaleza de la mente 
semejante al cielo 
Y la compasión de no abandonar a los seres sensibles ilusorios 
Se unifican en una visión y actividad concomitantes, 
Se alcanzará rápidamente la gran sabiduría primordial libre de fijaciones. 
  
El Sutra del Nirvana dice: 

Vacuidad significa no percibir ni “lo vacío” ni “lo no vacío”. 

El  resplandor  natural  de  la  vacuidad  puede  aparecer  como  cualquier  cosa  en absoluto. Como es vacío al aparecer, la apariencia y la vacuidad constituyen una unidad.  Esto  sólo  puede  conocerse mirando  hacia  dentro.  Está  dentro  del dominio de tu propia conciencia-sabiduría que se conoce a sí misma. 

Machik Labdrön dijo: 

         Cuando nada en absoluto se conceptualiza, 
       ¿Cómo podrías descarriarte? 
        Aniquila tus concepciones. Y reposa. 
  
Y: 

Como la mente no es una dualidad, 
Mira como si no hubiese algo que mirar. 
Esta mente nuestra no se ve a través de ninguna acción de ‘mirar’. 
La propia naturaleza de la mente no se comprende por el hecho de que sea 
‘vista’. 
De hecho, no existe la más pequeña fracción 
De algo que mirar. 

La  naturaleza  de  la  mente,  vacía  y  clara  y  más  allá  del  foco  conceptual,  es  la condición fundamental auténtica. Como esta conciencia pura, libre de términos conceptuales  e  imposible  de  localizar,  surge  incesantemente [8]   en  la  forma  de apariencias ilusorias que son su expresión básica, debemos colocar toda nuestra confianza en este estado que está más allá del aferramiento, este estado en el cual no  existe  separación  entre  la  meditación  y  la  post-meditación,  y  en  el  cual  la claridad  y  la  vacuidad  son  una  unidad,  y  asúmelo  de  corazón  a  través  de  la práctica. 

Traducido por Gustavo Villalobos

[1] es decir, Los caminos de acumulación y unión. 
[2] Literalmente, “acerca de qué concepciones incorrectas se eliminan”. 
[3] Bodhicharyavatara, IX, 34. 
[4] Bodhicharyavatara, IX, 2. 
[5] El Ornamento de la Clara Realización, V, 21 y El Continuo Sublime, I, 154. También es el verso 7 de El Corazón 
del Origen Dependiente de Nagarjuna. 
[6] El si khron mi rigs dpe skrun khang tiene mi bsam. La edición de Varanasi tiene mi gsal. 
[7] La edición de Varanasi tiene sogs. La edición si khron tiene thogs
[8] Las diferentes ediciones tibetanas dicen ‘char sgom ‘gags pa’i, pero estoy leyendo esto como ‘char sgo ma ‘gags pa’i, siguiendo la aclaratoria de Ringu Tulku Rimpoché. 

Extraido de http://www.lotsawahouse.org/las_dos_verdades.html

Patrul Rinpoche (1808 - 1887) fue un maestro viajero de Dzogchen del Tíbet Oriental, amado por el
pueblo. Fue conocido como el  vagabundo iluminado.

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