Reciclando
en la existencia mundana ("Samsara")
En este
mundo, como hemos nacido como seres humanos, necesitamos tener algo beneficioso
que podamos hacer. En general, tenemos algún tipo de actividad mediante el cual
ganamos nuestro sustento, sólo para tener algo que comer y beber. Por supuesto,
no sólo los seres humanos, sino también los animales saben cómo vivir sus vidas
de esta manera. Como hemos nacido humanos, podemos hablar y entender el
lenguaje y el significado. Esa es la característica específica del ser humano.
Así nos basamos en que tenemos que tener algún beneficio máximo que podemos
lograr en esta vida.
En general,
dos son las principales categorías de
actividades en que podemos participar: nuestras actividades mundanas y luego
las actividades dármicas. Pero la mayoría de personas en el mundo se tornan muy
ocupadas con las actividades mundanas antes que seguir algún tipo de práctica
espiritual. Esos trabajos o actividades mundanas están basadas en capacidades
como la fuerza y la habilidad de uno, en ello hay muy diferentes niveles;
algunos tienen más o mejor y algunos tienen menos.
Sin embargo,
cualesquiera sean las actividades mundanas que completemos, sean o no buenas o
significativas, sólo perdurarán durante unos meses o años. No hay nada dentro
de estas actividades, en última instancia, en la que podamos realmente confiar.
Por ejemplo, desde la tierna infancia seguimos la formación educativa, desde
primer grado hasta la graduación. Durante casi quince o veinte años trabajamos y
estudiamos muy duro para que podamos conseguir un trabajo específico. Luego si
a través de su trabajo uno se vuelve más exitoso, entonces posiblemente en
veinte o treinta años consideraremos que tenemos una vida mejor o más feliz. Y
si durante todo ese tiempo, si tenemos una mente muy pura y sincera en todos
estos trabajos, entonces por supuesto hay algún beneficio que se conoce como
acción virtuosa. Pero también hay personas que tienen las calificaciones para
hacer estas actividades, pero como tienen mucho ego o arrogancia u orgullo en
lo que son sus obras, aun si se completan, no son muy beneficiosas en esta
vida.
Tantos seres
humanos consideran como la cosa más importante el beneficio para sus yo
individuales. El resultado es que todos nos estamos reciclando una y otra vez
en lo que se denomina el samsara o la existencia cíclica.
Realmente no
podemos establecer o averiguar cuánto nos hemos ido a la deriva en el Samsara o
existencia cíclica. Nadie puede saber con certeza cuántas vidas hemos dado en
este mundo: cien, mil, diez mil, tal vez un millón de vidas. No podemos
calcular los incontables eones de veces que hemos ido renaciendo en este mundo,
en este Samsara.
A veces
hemos sido capaces de cumplir con algunos de nuestros deseos y a veces no
pudimos. En esta vida, desde el momento que nacimos del vientre de nuestra
madre hasta ahora, sea cual sea nuestra edad, hemos estado constantemente
pensando acerca de nuestro propio beneficio y de cómo podemos ser más una
persona feliz. Toda nuestra educación y nuestro desarrollo financiero son sólo
para beneficio propio. No queda nada afuera de lo que uno no haya pensado para su
propio beneficio.
La ley de
causa y efecto ("Karma") y la ignorancia
Sin embargo, sea lo que hagamos,
realicemos o ejecutemos en esta vida está principalmente basado en nuestro
karma, la acción, de lo que hemos hecho en nuestras muchas vidas pasadas. Uno
no puede realizar cada deseo inmediatamente debido a la ley del karma. Por
cuanto nunca han desarrollado principalmente su lado espiritual, tienen las mentes
engañadas. Por eso no son capaces de comprender las causas y condiciones
basadas en la ley del karma. Sólo pueden pensar en lo que está pasando hoy en
día y no imaginan lo que realmente está pasando. No tienen un nivel más
profundo de entendimiento de estas prácticas espirituales y así ellos no entienden
lo que está involucrado en las vidas pasadas y en las vidas futuras. Es debido
a sus oscurecimientos o ignorancia que no tienen ninguna comprensión clara
sobre las causas y condiciones. Realmente no saben nada sobre la ley del karma.
Y hay
muchos, muchos seres que no saben mucho acerca del Buda o la iluminación o las
enseñanzas del Darma o la liberación. Realmente no tienen ni idea de esas
cosas. Incluso con todas las explicaciones que encontramos en estas enseñanzas
del Dharma, y aunque muchos lamas y otros maestros calificados dan estas
enseñanzas, todavía se podría pensar que estas enseñanzas son sólo mitos. De
este modo, ustedes no pueden verdaderamente aceptar o creer en la realidad
absoluta.
Todo se basa
en lo que se denomina la ley del karma que son las acciones que hacemos, las
causas y condiciones que nosotros mismos creamos. Además hay una ley del karma,
que se conoce como el karma colectivo, las acciones, causas y condiciones que
creamos juntos. No hay manera de que podamos cambiar nosotros mismos, aparte de
entender el Karma. Además, cuando uno no puede entender todas estas cosas más
profundas, entonces uno piensa que estas cosas no existen realmente.
Cuando los
lamas y muchos otros maestros calificados enseñan sobre el sufrimiento del Samsara,
por supuesto que esto no es realmente placentero de escuchar y luego uno siente:
“No quiero escuchar estas clases de enseñanzas.” Algunas personas cuando el
lama da estas enseñanzas sobre el sufrimiento dicen incluso: “No estoy
interesado en escuchar sobre los sufrimientos del samsara. ¡Este lama no considera
que debe ofrecer buenas enseñanzas!” Estas personas prefieren solo expresar sus
propias ideas.
Sin embargo,
cuando un lama calificado enseña, de hecho es el Dharma, la verdad. Estas
enseñanzas sobre la naturaleza del Samsara y la realidad de las fallas del
Samsara han sido impartidas por todos los seres iluminados como el Buddha Shakyamuni.
Los seres iluminados, los budas, dieron todas estas enseñanzas porque si sólo
pudiéramos entender la naturaleza del Samsara, entonces acudiríamos a las
prácticas reales a través del cual podemos purificar nuestros oscurecimientos.
Podemos tener la máxima realización a través de la cual alcanzamos la paz y la felicidad
y, por eso mismo, podemos manifestarnos en beneficio de todos los demás seres
sensibles en el Samsara. Para ello el Buda dio todas estas enseñanzas. No es
que el Buda quería ser famoso y por esa razón ofreció estas enseñanzas, ni muchos
menos estaba mostrando sus habilidades en la enseñanza, ni nos estaba
explicando las cosas para que nos asustáramos. Estas enseñanzas son
principalmente acerca de cómo todos los seres podemos creer y actuar para
alcanzar completamente la iluminación, para liberarnos nosotros mismos de los
sufrimientos del Samsara. Así que ya ven, Buda dio estas enseñanzas con gran
compasión.
Tomemos el
ejemplo de una pesadilla. Dentro de esos sueños, no importa lo que hagan, aun
así no pueden escapar de la sensación de miedo de una pesadilla hasta que despiertan.
En el mismo momento, alguien que esté despierto y mire al lado de la cama,
puede ver que estás teniendo un sueño. Podemos entender algo de la naturaleza
del Samsara con este ejemplo de sueño. Mientras estamos en el Samsara
experimentando toda clase de sufrimientos, somos exactamente como alguien que
está sufriendo una pesadilla.
Los
sufrimientos samsáricos que experimentamos son el resultado de las acciones no
virtuosas del cuerpo, habla y mente. Por ejemplo, si alguien realiza una acción
negativa, como matar, entonces el resultado basado en esa acción, la reacción o
su maduración karmica, es acortar la vida de esa persona. Y en la próxima vida
puede nacer en los reinos del infierno donde tiene que sufrir el resultado del karma
que creó. Del mismo modo, si alguien piensa que en esta vida podrían obtener
posesiones materiales por hurto o robo, como una rata que roba todo tipo de
granos, tales robos, en última instancia, maduran su fruto para que en la
próxima vida, o tal vez en esta vida, esta persona pueda en realidad no tener
suficiente riqueza y ser muy pobre.
Incluso las
acciones negativas del cuerpo físico, como la mala conducta sexual, tienen
resultados negativos. Esto puede ser en esta vida de uno o en la próxima vida,
la familia no estará en armonía y sufrirá riñas y peleas. Del mismo modo
existen cuatro negatividades del habla, que se conocen como mentiras,
interferencias, palabras duras y chismes. De estas, algunas son resultados
negativos que uno experimenta, como el que la gente no creerá lo que uno trata
de decir. Incluso cuando uno intenta decir algo beneficioso parece como si uno
estuviera tratando de lastimar a alguien. Asimismo con las tres acciones
mentales negativas: la codicia, pensamientos de dañar a los demás y las visiones
equivocadas. Basado en estas, uno no tendrá éxito en lo que uno trata de hacer
en esta vida o en vidas futuras, se experimentará un montón de daño de otros
seres, uno será incapaz de permanecer junto a los maestros, profesores o amigos,
etc. Estos son ejemplos de la maduración de las acciones negativas.
Al entender
que todas estas causas y condiciones se basan en las acciones de nuestro
cuerpo, habla y mente, entonces deberíamos abandonar totalmente las diez
acciones negativas e intentar entrenarnos para que nuestro continuo mental
fluya en el sendero espiritual. Entonces uno puede practicar y acumular todas
las actividades virtuosas. Las enseñanzas dicen que si uno sigue el aspecto
mundano de la práctica del Dharma, con comportamientos buenos o positivos, esto
naturalmente se convierte en un camino espiritual a través del cual se pueden
tener paz y felicidad. De esta manera, con nuestros cuerpos, habla y mente, en
cualesquiera condiciones de vida, es muy importante tratar de beneficiar a
otros y tener amorosa bondad hacia todo el mundo.
Esta es la
raíz de todas las prácticas del Dharma: generar la Bodhicitta [bondad amorosa].
Si uno realmente puede generar genuina Bodhicitta en la mente, entonces es muy
fácil acercarnos a la liberación final. La Bodhicitta es conocida como el
despertar de la mente. La mente del despertar es imparcial y beneficia por
igual a todos los seres sensibles. Si tenemos la idea de hacer algo bueno y
beneficioso para nuestras familias y amigos y luego queremos crear todo tipo de
obstáculos para alguien que no nos agrada o a quien consideramos un enemigo, eso
no es Bodhicitta.
Generar
Bodhicitta, la mente del despertar, se hace con la finalidad de beneficiar a
todos los seres sensibles sin excepción. Hasta criaturas vivientes como las
hormigas, en su naturaleza definitiva, también tienen naturaleza búdica. Hasta
las cucarachas. No hay ninguna diferencia en el tamaño de la forma. En las
enseñanzas se dice que no hay límite para el espacio, que el espacio es
inconmensurable y, del mismo modo, no hay límite para los seres sensibles. Su
número es incalculable. Por lo tanto, tenemos que generar el tipo de Bodhicitta
que es inconmensurable para todo este incalculable número de seres.
Si la
Bodhicitta, la mente del despertar, está dentro de su continuo mental desde su
nacimiento, entonces ¡por supuesto que es muy buena! Pero si uno no la puede
generar de esa manera o tener esa clase de cualidad, por lo menos uno puede
entender la necesidad y la importancia de la Bodhicitta. Esto basado en que uno
puede recibir los votos del bodhisattva de un maestro y también los soportes de
cuerpo, habla y mente, como altares y santuarios. En cuanto recibimos los votos
del bodhisattva, podemos aplicar todo esto en la práctica, y convierte en algo
realmente significativo el hecho de que nosotros hemos nacidos como seres
humanos.
Dentro de
nuestro discurrir mental hay toda clase de aflicciones mentales o
contaminaciones que son llamadas los cinco venenos. Estas son las principales
causas por las cuales experimentamos todo tipo de sufrimientos y problemas en
el Samsara. Es por ello que nuestra responsabilidad más importante como
practicantes es cómo podemos deshacernos de esta mente afligida, cómo podemos
abandonarla y cómo podemos suprimir estos venenos.
Es difícil
al comienzo generar realmente bodhicitta, el pensamiento positivo de beneficiar
a todos los demás seres sensibles, dentro de la mente de uno. Pero si piensan
en ello constantemente y tratan de contemplar y entrenarse para superar todas
estas prácticas, entonces será fácil, como generar un hábito. Todos los budas y
bodhisattvas del pasado, incontables como las estrellas del cielo, todos estos
seres iluminados fueron en un principio igual a nosotros, solo seres sensibles.
No nacieron desde el principio como budas.
Así que con
este precioso nacimiento humano, cuando tenemos todo este entendimiento
intelectual, lo tenemos para realmente contemplar y pensar cuál es el mejor
beneficio que verdaderamente uno puede alcanzar en esta vida. Sólo nosotros podemos
completar nuestras actividades mundanas. Pero todavía eso es cultivar los mismos
tipos de causas y condiciones y solo rebotaremos otra vez en el samsara. No
alcanzaremos la felicidad máxima. Incluso si tenemos realmente alto rango o
tenemos todo tipo de lujos y pertenencias materiales, o tenemos fama y muy
buenos amigos y muchos súbditos o asistentes, aún no hay ninguna verdadera
esencia desde la que podamos beneficiarnos. Así que si nos pasamos toda nuestra
vida buscando obtener éxito, aun así, nada encontraremos en que lo podamos
confiar. Todo es tan impermanente y cambiable.
Todos ustedes
tienen una comprensión intelectual para que puedan pensar y examinar por sí mismos
y entender lo que realmente está pasando. Uno debería examinar y reflexionar
sobre lo que uno ha hecho realmente y qué beneficios realmente ha obtenido en
su vida. Incluso si uno es muy rico, muy próspero, muy intelectual, muy sabio;
si miramos dentro de nosotros mismos, en nuestras mentes, podemos comprender
cuánta experiencia de paz o de felicidad hay realmente allí.
¿El “Yo” existe?
En este mundo, la más poderosa oscuridad o negatividad es conocida como el aferramiento a sí mismo, el "yo" o el ego. Cuando uno sólo piensa en "yo" y tiene ese tipo de orgullo y fuerte ego, entonces dentro de ese tipo de flujo mental es muy difícil tener estas enseñanzas y prácticas del Dharma. El orgullo, o el ego, es como una bola de hierro que nos arrastra hacia abajo.
En este mundo, la más poderosa oscuridad o negatividad es conocida como el aferramiento a sí mismo, el "yo" o el ego. Cuando uno sólo piensa en "yo" y tiene ese tipo de orgullo y fuerte ego, entonces dentro de ese tipo de flujo mental es muy difícil tener estas enseñanzas y prácticas del Dharma. El orgullo, o el ego, es como una bola de hierro que nos arrastra hacia abajo.
Si investigamos
cuidadosamente, no encontraremos un "yo" existiendo en la realidad. Pensamos,
"Yo soy" y "Él es" o "Ella es", pero cuando
examinamos verdaderamente, estos no existen en un sentido absoluto. Por
ejemplo, podemos pensar de nuestro cuerpo como "Yo", pero cuando
investigamos podemos ver que el cuerpo no es el "yo". El
"yo" se siente feliz, el "yo" sufre, el "yo" tiene
este dolor y enfermedad y luego el "yo" muere. Pero cuando en la muerte,
los cinco agregados de nuestros cuerpos físicos mueren, nuestro cuerpo externo aún
está allí, pero ya no tiene todos esos tipos de experiencias de felicidad o de dolor.
Por ejemplo, cuando el cadáver se quema en el fuego, en absoluto no siente el
calor. Cuando está enterrado bajo tierra, no hay ningún tipo de sensación.
Incluso cuando es comido por perros y buitres, no hay dolor en absoluto. Cuando
ocurre la muerte, todos los dolores y sufrimientos asociados con el cuerpo ya
no existen.
Incluso si
ahora intentamos encontrar este "yo" dentro de nuestro cuerpo, de
arriba a abajo, realmente no lo encontramos. Cuándo investigamos, preguntando: ¿es
la cabeza el "yo"? ¿Son los ojos el "yo"? ¿La nariz es el
"yo"? ¿El pecho es el "yo"? No podemos encontrar en
cualquier parte lo que llamamos el "yo". No hay manera de que podamos
encontrar allí nuestra mente, nuestro "yo".
En la
existencia corporal relativa es que se da el aferramiento de nuestra mente al
sujeto y objeto a través del cual creemos que hay este "yo" y a
través del cual experimentamos cosas. Esto es simplemente es creado por la
mente conceptual. También el discurso verbal, cuando investigamos y dividimos pasado,
presente y futuro, entonces no podemos encontrar lo que se denomina discurso. Está
solo en nuestra mente.
¿Qué es la mente?
Así es la mente, ¿necesita ser algo que podamos ver? Si pensamos que lo que tiene dolor, sufrimiento, problemas y demás es lo que se llama mente, de esta manera tenemos que percibir la mente como algo parecido a una pelota redonda. Cuando nos fijamos en la mente misma no hay alguien que realmente pueda percibir una mente.
Así es la mente, ¿necesita ser algo que podamos ver? Si pensamos que lo que tiene dolor, sufrimiento, problemas y demás es lo que se llama mente, de esta manera tenemos que percibir la mente como algo parecido a una pelota redonda. Cuando nos fijamos en la mente misma no hay alguien que realmente pueda percibir una mente.
Al mismo
tiempo, esta mente no muere realmente. Desde los tiempos sin comienzo hasta
ahora, la mente del samsara simplemente ha estado renaciendo una y otra vez. La
mente que ha sido conceptualizada por tener esa idea de sujeto y objeto es la que
vincula a uno mismo aquí. Es la que proyecta el mundo externo y luego el cuerpo
de uno y así sucesivamente. Pero no importa cuánto investiguemos, es imposible
que nadie pueda percibir esta mente.
Todos los budas
del pasado han explicado que no hay ninguna manera en que uno pueda percibir la
mente en el pasado, presente y futuro. Si ella es auto-existente, entonces
podríamos verla como una pastilla redonda o algo así. Así que ¿por qué pensamos
que tiene que ser percibida como una "cosa"? Todas estas
"cosas" son creadas por la mente. Todas las experiencias de felicidad
y sufrimiento del samsara y el nirvana; todo es creado por la mente misma.
Por si
pensamos sobre la naturaleza de la mente absoluta solo vamos a encontrar que es
definitivamente vacua. Algunos dicen: "¡Oh, mi mente es muy activa y
multicolor! ¡Quizá es posible que alguien podría tenerla así!" O tal vez
alguien podría decir: "¡Mi mente es algo parecido a una luz blanca!" Pero
no existe realmente de ese modo.
Cuando no
controlamos la mente y la dejamos ser libre, entonces comienza a crear todas
esas acciones y pensamientos negativos. Es por ello que en estas prácticas que
llamamos meditación, si bien existen muchos niveles de meditaciones, en cualquiera
de las enseñanzas del Dharma que han sido enseñadas por todos los budas
iluminados, son principalmente para contener esta mente y domarla. Esto es
reconocer que la falla de la mente es el pensamiento conceptual, que es una
cosa muy dualista donde hay siempre sujeto y objeto, y esto nos une al Samsara
o existencia cíclica. Al mismo tiempo, intentamos realizar su naturaleza
absoluta, para darse cuenta o reconocerla, y esa es la parte más importante de
nuestra práctica.
Cuando el lama
da todas estas enseñanzas, los practicantes las reciben y tratan de ponerlas en
práctica y luego dicen: "¡Oh! ¡Reconozco la naturaleza de la mente!"
Pero tan sólo por reconocer la mente conceptual es muy difícil que uno pueda
alcanzar la iluminación. Lo que crea todas esas emociones y pensamientos
conceptuales, esto se llama mente. Pero la práctica real es algo que está más
allá de ese tipo de mente conceptual, esto se conoce como sabiduría. Es lo que
necesitamos comprender. Así que no podemos alcanzar la felicidad máxima sólo
mediante el reconocimiento de la mente conceptual.
Hay muchas
clases de practicas que tienen como objetivo pacificar a todos estos tipos de
pensamientos negativos y controlar la mente afligida, para purificarlos y
abandonarlos. Cuando hacemos estas prácticas y logramos alguna tranquilidad a
través de la cual podemos concentrar nuestra mente y que sea muy estable,
entonces tal vez podamos concentrar nuestras mentes en la vacuidad a través de la
cual lograr alguna realización. Cuando practicamos meditación y conseguimos un
tipo de permanencia y estabilidad, incluso teniendo un poco de experiencia de
vaciedad es realmente beneficioso y se puede acumular muchos méritos.
La vacuidad
no es algo parecido a sólo permanecer sin tener pensamientos o nada de nada. Se
ha dicho en los textos que si uno no sabe cómo meditar correctamente en vacuidad,
entonces uno puede caer en el recipiente equivocado. Así que uno tiene que
investigar la verdadera naturaleza de la mente para establecer realmente su
naturaleza absoluta como vaciedad, y esto debe ser mantenido a través de la
práctica de meditación.
El vacío que
es simplemente vacío y la vacuidad que es la naturaleza de la mente, son dos
cosas diferentes. El vacío es como la nada. Este tipo de vacío de la nada en
las enseñanzas de Dharma se explica con el ejemplo del cuerno del conejo; algo
que no existe en absoluto. Pero la vaciedad de la mente, que no tiene ninguna
forma o colores o aspecto alguno, es en cierta manera inexistente, aunque al
mismo tiempo esta mente es todo. Es lo que crea todos estos fenómenos
samsáricos y todos los fenómenos del nirvana.
Cuando hagan
la práctica de meditación, es bueno cortar a través de todos estos pensamientos
conceptuales. Estar sin cualquiera de tales pensamientos y luego permanecer en
meditación resulta muy beneficioso. Esto es lo que se conoce como meditación
samatha o meditación en calma. Si uno va con tal práctica de meditación,
durante un tiempo, uno comienza a tener cierta estabilidad de la mente y,
entonces, es más fácil alcanzar las prácticas de meditación vipassana o de visión
penetrante.
Todas las
enseñanzas y prácticas del Dharma tienen que seguirlas a través del linaje
adecuado. Es decir, el lama, el maestro, debe estar calificado para dar estas
enseñanzas. Entonces el discípulo, el practicante, si él o ella tienen
realmente fuerte devoción o fe, pueden entenderlas a través de su práctica. No
hay ninguna otra manera de dar y recibir estas enseñanzas.
Así el lama,
el maestro debe tener esa cualidad mediante la cual puede "leer" la
mente del discípulo. Cuando el lama tiene esa cualidad - el
conocimiento por el cual realiza el flujo mental del practicante - entonces
según este conocimiento puede darle la correcta introducción de la naturaleza
de la mente. Por ejemplo, cuando el lama examina un practicante, él puede experimentar
directamente si el practicante tiene o no el reconocimiento real de la
naturaleza de la mente.
Aparte de
ese tipo de interacción directa de mente a mente, no hay forma de explicar:
"Oh, la naturaleza de la mente es algo como esto". No hay palabras
para manejarla. Si hubiera algún tipo de diagrama específico sobre la
naturaleza de la mente, entonces podríamos dibujarla y luego explicar: "¡Aquí!
¡Esta es la naturaleza de la mente!". Por eso es importante llevar a cabo
todas las prácticas, observar constantemente a través de la práctica de la
meditación samatha, acostumbrarse a este tipo de concentración de la mente, de
modo que pueda haber una manera en que uno pueda tener el verdadero
reconocimiento de la mente.
La palabra
tibetana, "lama", significa el maestro insuperable. El "la"
se basa en la calidad de la realización y el "ma" simboliza la madre,
la benevolencia y el afecto que uno debe tener, al igual al que una madre da a
sus hijos. Todos los budas del pasado, presente y futuro obtuvieron la iluminación
apoyándose en el lama. No hay
ningún Buda que haya alcanzado la iluminación por sí solos.
El lama, el
maestro, significa que alguien que tiene un conocimiento completo sobre todas
estas prácticas. Por eso no son lamas todos los que simplemente tienen ropa
roja. ¡También los que visten de amarillo, no son necesariamente lamas! Alguien
que tiene internamente la realización y la verdadera purificación es lo que se
conoce como lama. Y el flujo
mental del lama debe tener la genuina Bodhicitta para beneficiar a todos los
seres sensibles.
Muchos de
ustedes están interesados y han pedido: "Por favor, denos las enseñanzas
Dzogchen". Pero incluso yo mismo ¡no sé qué es el Dzogchen y no tengo nada
que enseñarles!
De todos
modos, como ya le expliqué antes, si uno practica la Bodhicitta, esa clase de
intención pura para realmente beneficiar a todos los demás seres sensibles y
luego las prácticas de meditación samatha
para establecer la mente de uno en concentración plena, entonces por supuesto
eso serán las meditaciones de la Gran Perfección ("Dzogchen").
Pero si uno
no puede cultivar la bodhicitta dentro de la mente de uno, el camino hacia la
iluminación ya está roto. Sin bodhicitta, no hay ningún camino verdadero. La bodhicitta
es lo que es sin ninguna parcialidad. La intención pura de la bodhicitta, el
pensamiento de beneficiar a todos los seres sensibles sin excepción alguna,
puede entenderse al darse cuenta de que en uno u otro curso de la vida, cada
ser han sido nuestros padres. Si entendemos esto y pensamos en lo mucho que han
cuidado de nosotros, entonces nos sentiremos agradecidos a todos los seres paternales
y nosotros podemos generar bodhicitta hacia todos ellos.
Este nuestro
cuerpo presente está aquí gracias a nuestros padres. Si no tuviésemos padres,
no habría ninguna posibilidad de que podríamos tener estos cuerpos. Y sin este
cuerpo físico, entonces no podemos lograr cualquier tipo de actividad mundana o
dharmica. Así que de hecho nuestras madres son muy bondadosas y deberíamos
estar agradecidos.
Por
supuesto, hay muchos tipos de relaciones de padre-hijo en este mundo, pero
debemos recordar que si estamos o no cerca de nuestros padres está fundamentado
en nuestros propios deseos y en nuestros propios pensamientos. Más allá de ese
tipo de cosas, el principal significado aquí es que sin nuestros padres, no
podríamos tener este cuerpo, y por ello debemos entender y estar agradecidos
por su generosidad. Primero uno realmente se concentra en la generación de la bodhicitta
basado en su agradecimiento a la madre en esta vida y a partir de eso uno igualmente
puede ampliar esta bodhicitta a todos los seres sensibles.
Así que los
puntos más importantes son tener fe y devoción en el Dharma, luego meditar y
contemplar la bodhicitta y la compasión. Entonces uno puede aplicar esto a la
práctica a través de las meditaciones sobre la vacuidad.
En la
práctica del Dharma uno no debería pensar: "Oh, estoy haciendo toda esta
práctica en beneficio de este lama o para estos budas." Nunca piensen de
esta manera. La práctica del Dharma es para vosotros. Todos y cada uno de
ustedes como individuos deben liberarse del samsara. Es alcanzar la iluminación
para ustedes. Están logrando la budeidad por ustedes mismos. Por vuestra
práctica, su lama no va a alcanzar la iluminación ni Buda va a alcanzar la
iluminación. Buda ya ha alcanzado la budeidad. Y si no puede atender de manera
adecuada la práctica del Dharma, entonces caerá en los tres reinos inferiores. ¡No
es el lama o el Buda los que caerán en los reinos inferiores!
Así que,
aunque es importante pensar espiritualmente en beneficio propio y en cómo uno
puede alcanzar la iluminación, aun el logro de esa clase de liberación sigue
por el camino de beneficiar a todos los demás seres sensibles. Sin ese tipo de bodhicitta
uno no puede alcanzar la completa iluminación.
La bodhicitta
que podemos generar ahora, sin embargo enorme, es beneficiosa. En el futuro,
cuando uno alcance la iluminación, según la vastedad de esta bodhicitta, es que
muchos seres sensibles pueden beneficiarse y liberarse por sí mismos de los
sufrimientos del samsara. Ahora no podemos realmente percibir todo ese fruto,
pero si seguimos practicando, entonces en el futuro lo realizaremos como una
percepción directa.
El Buddha
Amitabha, por ejemplo, alcanzó realmente este tipo de resultado desde su
generación de la bodhicitta y su acumulación durante muchos innumerables años
de prácticas de compromisos y plegarias de aspiración. Así como el Amitabha
Buddha alcanzó la iluminación basado en durante mucho tiempo de plegarias de
aspiración y compromisos en beneficio de todos los seres sensibles, asimismo, nosotros
como practicantes debemos constantemente aplicar la práctica de las seis
perfecciones en beneficio de todos los demás seres.
El Buddha
Amitabha no sólo hizo estas plegarias de aspiración una o dos veces, o hizo esta
clase de compromiso solo una o dos veces. Fue por muchos eones que él practicó
estas aspiraciones y compromisos, tal como cualquiera que oye el nombre de
Amitabha y hace plegarias de súplica a Amitabha, nacerá instantáneamente en su
tierra pura. Si uno tiene devoción concentrada en el Buddha Amitabha
y uno va a través de todas estas plegarias de súplica, entonces incluso uno
mismo como persona normal con una mente afligida puede renacer en su tierra
pura. Todo es por las especiales plegarias de aspiración del Buddha Amitabha. Por
lo que aunque haya innumerables campos búdicos, la tierra pura del Buddha Amitabha es muy especial debido a estas
razones.
Todos
nosotros también podríamos lograr ese tipo de compleción cuando alcanzamos la iluminación si
seguimos en el camino y vamos a través de nuestras prácticas, generando bodhicitta
tanto como sea posible. Así que no se debe perder valor, pensando, "Oh, no
puedo hacerlo. No podré nunca alcanzar ese tipo de iluminación." No es
bueno perder así su coraje. Por el contrario, pensar que todos estos seres
iluminados, todos los budas y bodhisattvas, que también alcanzaron la
iluminación y la realización absoluta, comenzaron igual que nosotros, los seres
estándar; y si ellos pudieron alcanzar la iluminación, nosotros también podemos
lograr el mismo tipo de realización.
Así que hoy,
aunque hay mucho que ha sido enseñado, si uno puede tratar de mantener en la
mente de uno, cien por ciento de devoción al Buda, al Dharma y a la Sangha, y
si uno quiere entrenar la mente generando bodhicitta y llevar a cabo las
prácticas, entonces uno puede definitivamente tener este tipo de frutos.
Podemos hacer toda la plegaria de aspiración, de que en el futuro podamos todos
alcanzar la iluminación, dentro de un mandala a través de estas meditaciones de
la Gran Perfección ("Dzogchen"). Igual que en el pasado en que tan
grandes maestros de la Gran Perfección ("Dzogchen"), maestros
realizados como Garab Dorje y Shri Singha y demás, alcanzaron la iluminación a
través de estas prácticas de Gran Perfección ("Dzogchen"), de igual
manera, también podemos tener esa plegaria de aspiración de alcanzar la
iluminación.
¡Gracias!
Traducido del
tibetano al inglés por Khenchen Tsewang Gyatso Rinpoche.
Versión al español, N.G.
Su
Santidad Kyabjé Drubwang Pema
Norbu Rinpoche
fue el 11avo. Sostenedor del Linaje Palyul de los
Nyingma. Fue considerado uno de los principals maestros de la tradición budista del Tíbet. Toda la comunidad
budista le mostró respeto por su vasto conocimiento y logro, como por la
integridad y fortaleza con la que mantuvo las enseñanzas dharmicas. Su Santidad alcanzó el Paranirvana el 27 de marzo,
2009. El
pasado 31 de julio, sagrado día que conmemora el momento de la primera
enseñanza dada por el Budha Skyamuni después de alcanzar su iluminación, ha
sido entronizado un niño como el 12avo. Sostenedor del Linaje, en el Monasterio
Palyul en Tíbet, como expresión de la reencarnación de Su Santidad, para
beneficio de todos los seres.
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