viernes, 21 de septiembre de 2012


 Garuda
Dzogchen es 'La gran perfección', el apogeo de la realización de la meditación del budismo tántrico tibetano. Es la iluminación de Buda en luz de arco iris.

Dzogchen es también un camino de la praxis existencial que es la quintaesencia de todos los Tantra. Pero no puede ser enseñado o aprendido. Te lo dan o no. Es la escuela de budismo con mayor afinidad a la sensatez de la aspiración mística de siglo XXI.

Un signo del Dzogchen es el Garuda, un ave mítica, Khyung o Kading en tibetano, un antiguo dios-sol, el pájaro celestial con algunas veces rostro humano.

'Todos los pensamientos desaparecen en el vacío como la huella de un pájaro en el cielo'

La exposición del Dzogchen convencionalmente se expresa en términos de visión, meditación y acción. La jerga mística es muy abstracta y abstrusa. Uno de los grandes maestros de Dzogchen en este siglo, Kyapje Dunjom Rimpoche, expresa la visión de Dzogchen algo como esto:

'Lo primero es la visión Dzogchen la que ve lo que es realmente --la naturaleza de la mente en sí. Este es el estado natural del ser, donde la mente no hace distinciones ni juicios. Este estado de conciencia se llama rigpa. Rigpa es la conciencia desnuda de lo integral aquí y ahora. Nosotros realmente no podemos expresar esta conciencia y no hay nada con que compararla para describirla. Ciertamente no es el estado ordinario de confusión emocional y pensamientos contradictorios, pero tampoco es cesación nirvánica. Este estado no puede ser elaborado o desarrollado y,  por otro lado, no puede ser detenido o extinguido. Nunca podemos estar libres de él y tampoco podemos caer en el error en esto. Es imposible decir que existimos realmente en ese momento, pero no podemos decir que no existimos. Esta experiencia ni es de infinidad, ni de algo específico.'

 ‘Por lo tanto, para ser breve, porque la naturaleza de la mente, la gran perfección, rigpa, no puede establecerse como cualquier cosa específica, estado o acción, tiene el rostro original de vacuidad que hace a esto puro desde el principio, omnipresente y penetrante. Porque el brillo sin obstrucciones de la vaciedad y toda la gama de experiencia sea confusa o trascendente son como el sol y sus rayos, la vaciedad es experimentada positivamente como toda y ninguna cosa de algún modo tiene la naturaleza intrínseca de la conciencia no dual del universo espontáneamente planteado de calidad pura. Por este motivo el reconocimiento de la presencia de lo que es, como el estado natural primordial del ser, el verdadero yo de los tres cuerpos de Buda, la conciencia intrínseca como la Unión de la luz y la vaciedad, se llama visión de la gran perfección inconcebible.'

http://www.keithdowman.net/dzogchen/garuda.htm


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