jueves, 1 de junio de 2017

¿QUÉ ES DZOGCHEN?

Tenzin Wangyal Rinpoche




D
zogchen  (dzog chen] se traduce  literalmente  así: [dzog] "perfección', "logro" o "realización' que es [chen] "completa”, "grande"; es decir  significa "totalidad completa”, "la gran plenitud"  o la "gran perfección”. Gracias a estas enseñanzas muchos grandes Maestros han logrado lo que se conoce como "el  cuerpo de arco iris*”  porque  Dzogchen es el camino supremo y directo a la realización y el camino de la autoliberación -en una sola vida- del ciclo de transmigración samsárica  ilusoria.

Cuando oigas hablar o leas acerca de Dzogchen, piensa que se trata de algo acerca de ti mismo. Piensa en la Gran Perfección, la cual significa que tu esencia es primordialmente perfecta en sí misma. La Gran Perfección se refiere en gran medida a la esencia de la humanidad, la esencia del individuo. Y aunque a veces sientas: "Estoy envejeciendo, tengo este dolor de rodillas, me duele la cabeza, tengo esta confusión”, a pesar de todo esto, todavía puedes pensar: “yo soy la gran perfección”.

El camino Dzogchen es un viaje hacia el centro, es un camino hacia la esencia y la fuente, no es una filosofía ni una religión: es un viaje hacia uno mismo.

Generalmente decimos que la esencia está más allá de cualquier cosa, está más allá de conceptos, de las palabras, de las filosofías y de las religiones.

Puedes pensar en ti mismo en cómo te experimentas a ti mismo; puedes reflexionar sobre esto preguntándote: "¿Cómo me experimento a mí mismo." Otra pregunta sería: "¿Estoy experimentando  lo que realmente soy?" Cuando decides encontrarte a ti mismo, estás emprendiendo tu camino espiritual. Pero ¿qué es lo que queremos decir con esto? ¿Qué entendemos por camino espiritual? ¿Qué te propones?, ¿cuál es tu plan? Quieres ser libre, reconocer la esencia, reconectarte con ella, permanecer allí, y continuar.

Cuando oyes las palabras: "Vas a meditar  trata de relajarte", hay algo que cambias: modificas tu postura y entonces algo cambia. Tienes la idea de que debes relajarte y que, hay algo que debe cambiar, que éste es el momento de seguir tu camino espiritual y que debes modificar muchas cosas. Lo que estás diciendo es que tienes que ir a alguna parte a buscarte, y ése no es el enfoque Dzogchen.

En Dzogchen se introducen diferentes medios para reconocernos a nosotros mismos, y se dice que este reconocimiento se da a través de la experiencia. Sin la experiencia sería muy difícil reconocernos.  Incluso el reconocerse es una experiencia. Cada vez que hablarnos de meditación estamos hablando de experiencia porque eso es todo lo que hay: todo es experiencia.

En principio, no tendría ningún sentido tener experiencias si no tenemos une conexión con quien tiene la experiencia. No  importa  cuán increíble sea la experiencia, esta no cuenta; lo que cuenta es quién la tiene.

Cuando  el maestro te introduce  al estado natural  de la mente, te pregunta sobre tu experiencia de ésta: si la naturaleza de la mente tiene forma o color o una ubicación precisa; después  te pregunta sobre el origen de la naturaleza del pensamiento: dónde surge el pensamiento, dónde permanece y dónde se disuelve y quién observa el pensamiento. Podría preguntar: "¿Quién eres?", o "¿Qué es tu mente?,  ¿Tiene un color o una forma?", o bien, "¿de dónde vienen tus pensamientos?", sin sugerir siquiera la respuesta. Sólo cuando has logrado la comprensión profunda a través de tu propia experiencia, el maestro te muestra la naturaleza de la mente, señalándote directamente el conocimiento que has adquirido mediante  tu propia experiencia,  y te da una explicación  sobre kunzhi*  (la base)  y rigpa* (conciencia despierta) y sobre su inseparabilidad en el estado primordial. De esta manera tu comprensión será clara y real, puesto que lo que el maestro  explica y clarifica es el conocimiento que tú  mismo has adquirido a través de tu propia experiencia directa. El maestro no te introduce su propio concepto, ni algo que tú mismo no hayas experimentado (eso produciría una comprensión meramente intelectual): te introduce a aquello que ya has encontrado en tu interior.

Es necesario que tú mismo tengas esta experiencia directa, y la manera más segura de tenerla es practicar zhiné*, De otr0 modo, es muy fácil  tener fantasías  intelectuales acerca de la naturaleza del estado primordial,  acerca del "vacío", la "claridad", la "luz'', el "gozo supremo" y demás. Cuando accedes al estado natural a través de la práctica de zhiné  puedes comprenderlo por completo y eres capaz de entrar y permanecer en el estado de contemplación. Eso es trekchöd*, una de las dos principales prácticas de Dzogchen.

En Dzogchen se habla de cuatro maneras de introducción al estado natural de la mente:

1.  A través de los sentidos.
2. A  través de los recuerdos.
3. A  través de los pensamientos.
4. A  través de las  emociones.

Observa estas cuatro experiencias, que son todas las que puedes tener en este momento. Para ello pregúntate: "¿qué escucho?, ¿qué veo?, ¿qué recuerdo?, ¿qué pienso? y ¿qué siento?" y conéctate con todas esas cosas.

Cada una de estas maneras es una puerta, y esa puerta puede funcionar en las dos direcciones: como una entrada o una salida. En  tu vida cotidiana,  las experiencias,  especialmente si son intensas como las experiencias emocionales -los apegos, las envidias, el miedo-, casi siempre se utilizan para salir, es decir, para alejarte de ti mismo; en el momento en que tienes la experiencia, se te olvida que está conectada con quien tiene la experiencia;  la percepción de tu verdadera naturaleza se ve oscurecida por la intensidad de la experiencia, y te pierdes totalmente a ti mismo.

De: “La esencia pura de la mente, La antigua tradición Dzogchen de Tíbet” de Tenzin Wangyal Riponche. Bodhi. Editorial Pax México, México D.F., 2008


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