miércoles, 29 de marzo de 2017

Allan Badiner habla del budismo americano y los psicodélicos




Los lectores conocerán a Allan Badiner, escritor, activista y profesor en el California Institute of Integral Studies [Instituto de estudios integrales de California], como el editor de las antologías destacadas Dharma Gaia: A Harvest of Essays in Buddhism and Ecology [Dharma Gaia: una cosecha de ensayos en  budismo y ecología] y Mindfulness in the Marketplace: Compassionate Responses to Consumerism [Atención plena en el mercado: respuestas compasivas al consumismo]. Uno de los otros intereses de investigación de Allan ha sido la relación entre el budismo y los psicodélicos en EE. UU. de América.
Su trabajo en esta área ha producido no solo el libro Zig Zag Zen: Buddhism and Psychedelics,  sino también el curso online del CIIS: “Buddhism and Psychedelics.” Puedo hablar con Allan para discutir el curso, y las formas diversas como los budistas han comprendido la experiencia psicodélica.
Por qué enseñar un curso sobre budismo y psicodélicos?  ¿Por qué esto es un tema importante?
Desde que los psicodélicos fueron usados por primera vez en occidente, el budismo ha tenido que ocuparse de ellos. La mayoría de los investigadores y personajes claves en el movimiento psicodélico también experimentaron en la filosofía y prácticas del budismo, y casi todos los maestros budistas de la primera generación en Europa y América han escondido el uso de psicodélicos en su pasado. Veinticinco años atrás, las puertas del zendo y las salas de meditación casi todas fueron inundadas por jóvenes que habían experimentado significativamente con psicodélicos y ahora buscaban una manera más sostenible para continuar su desarrollo espiritual.
Dado el propósito compartido de la búsqueda, como del alivio del sufrimiento y la liberación de la mente, una persona en un camino de autodescubrimiento será muy probable que se fije atentamente tanto en el budismo como en los psicodélicos, como tratar igualmente de llegar a algún entendimiento sobre cada uno de ellos.
En el campo de la medicina hay renovado interés en los poderes curativos de los medicamentos de plantas psicoactivas. Incluso en el actual clima político, el gobierno está autorizando una multitud de estudios sobre los beneficios de los psicodélicos. Si usted sufre de depresión intratable, por ejemplo, ¿desearía tomar medicamentos por el resto de su vida cuando existe la posibilidad de que al comer un hongo, puede liberarse permanentemente de esta condición?
Mientras que el uso medicinal ha desempeñado y seguirá desempeñando un gran rol, es evidente que la necesidad de alterar la conciencia es primaria, tanto como el impulso de saciar la sed, el hambre o el deseo sexual. Este impulso por alterar su estado mental es indiscutiblemente universal. El budismo está fundamentalmente interesado en los deseos de los seres humanos y ofrece una gran cantidad de sabiduría y prácticas para tratar con ellos.
¿Siente que hoy hay todavía uso significativo de los psicodélicos entre los budistas?
En septiembre de 2009, Shambala Sun hizó una encuesta en su blog llamada: "Aquí está mi postura sobre las drogas y el alcohol". A los lectores se les pidió hacer una selección de lo que era verdad para ellos entre las siguientes opciones: no budistas que no los utilizan, uso un poco o uso más que un poco y budistas que no las emplean, las usan un poco, o usan más de un poco.
Como era de esperar, la cantidad de no budistas fue sólo el 18% de los encuestados y entre ellos había más del doble de gente que no los usaba. Entre los budistas 16% dijo que no los utilizaban, mientras que el 52% dijo usarlo un poco, y otro 14% de budistas dijo que los usan más que un poco.
La evidencia es grande que en la práctica hay mucho más solapamiento de lo que se reconoce formalmente.
En cualquier caso, ¿nos preocupamos sólo de los budistas, o también no estamos interesados en los jóvenes que potencialmente podrían utilizar la práctica budista para mejorar sus vidas?   Una persona joven en Estados Unidos o Europa occidental será una excepción a la regla si no ha experimentado psicodélicos antes de que se gradúen en la escuela secundaria. Mi hija me dice que ella puede ser la única estudiante en su secundaria que no ha experimentado con sustancias psicodélicas.
Creo que es importante para nosotros ver estos materiales con una perspectiva budista y ofrecer orientación a los usuarios.
¿Podríamos caminar por algunos de los varios enfoques e ideas sobre budismo y psicodélicos?  ¿Qué dicen los maestros budistas y otros sobre la mezcla de drogas y el Dharma?
Irónicamente, fueron muchas de las figuras iniciales en el budismo norteamericano, como Alan Watts, Allen Ginsberg y Ram Dass, que estaban también muy interesados en el potencial de los psicodélicos. En los años 70 y 80 los psicodélicos no sólo fueron suprimidos legal sino también culturalmente.  Ahora una vez más, la experiencia psicodélica se mira como que tiene un valor importante en el proceso de transformación personal.
Los veteranos de experiencias espirituales inducidas de manera psicodélica que han avanzado en el estudio y la práctica del Budadharma a menudo están agradecidos por el papel beneficioso que estos materiales han tenido en sus vidas. Dado su potencial de daño y confusión duradera y el hecho de que uno apenas podría difícilmente hacer caso a que las drogas son un requisito previo para el camino espiritual, no es difícil entender por qué tantos maestros actuales del budismo no recomiendan los psicodélicos aunque tengan sus propias experiencias poderosamente beneficiosas con ellos.
Opiniones sobre cómo, o si, la mezcla de budismo y psicodélicos es tan diversa como puede ser imaginada, desde la idea de que los budistas no son puramente budistas de "sillón" (Terence McKenna), a apoyar por el uso compasivo de los psicodélicos en los moribundos (Joan Halifax), a la noción de que la única manera de cualquier uso es una distracción y que "no añade nada al budismo" (Richard Baker). Hay muchos maestros en la tierra media que tendemos a mirar cada situación y todos los factores antes de extraer conclusiones. Yo diría que Jack Kornfield es un buen ejemplo. Aunque Jack tomó LSD -- y es feliz por ello — él no compara ese viaje con el poder acumulativo de la meditación.

¿Cómo franquear en esto el quinto precepto contra el uso de drogas?
Creo que el quinto precepto es acerca de tratar de conservar nuestra capacidad de mantener la integridad de alrededor de los cuatro primeros (preceptos). Cuando perdemos nuestra plena atención mental por abuso de sustancias, podríamos acabar rompiendo todos los cuatro preceptos. Por supuesto, es inexacto y engañoso referirse a todas las sustancias psicoactivas en conjunto como "intoxicantes" como si no existiera diferencia entre la cerveza, la heroína o la psilocibina.  También hemos estado tratando de hacer una distinción en este curso entre sustancias que expanden la consciencia, como MDMA, la ayahuasca y la psilocibina y aquellas que constriñen la conciencia, como estimulantes y sedantes, y el alcohol.
Por eso, el Buddha fue muy cuidadoso al aconsejar a los practicantes de abstenerse de cosas que embriagan. Los maestros contemporáneos son rápidos en señalar a las drogas como también al alcohol. Aunque de hecho, las drogas pueden causar intoxicación (especialmente a las que no se sabe que tienen una historia de uso espiritual), a ellas no son específicamente a lo que el Buddha se refería.  Y aunque el alcohol puede haber sido su único ejemplo concreto de un intoxicante, es razonable inferir que él realmente estuvo advirtiendo a los practicantes a que se abstengan de cualquier cosa que les hiciera perder el control y alejarse del camino medio. Los intoxicantes, ya sea drogas, alcohol, televisión, webs, sexo, violencia o política, pueden desafiar a uno a permanecer centrado y ver la vida como realmente es.
Mientras que el budismo anima a la moderación, o tal vez a la abstención, es más claramente sobre el autocontrol. Las enseñanzas crean un contexto para mirarse a uno mismo no de manera prejuiciosa en base a tener deseos, sino en la realización personal y autoestima que viene a partir de la toma de decisiones hábiles. La verdadera autoestima viene de no hacer ningún daño a uno mismo o a los demás, y los frutos de este son amor, compasión y ecuanimidad.
Incluso la prescripción de medicamentos, como todo lo demás, pueden ayudar o lastimar. Al final, es acerca de usted y su práctica, y eso es lo que decide que camino toma.
En un artículo que escribió para el Reality Sandwich, habló un poco acerca tanto de la democratización del budismo como de los psicodélicos en la historia reciente.  Me parece un punto importante.  ¿Por favor, podría hablar un poco más acerca de esto?
Uno de los elementos más valiosos en el Dharma es la sugerencia de que "¡Venga y vea!" (ehipassiko) si las enseñanzas funcionan para usted personalmente. Ehipassiko constituye una abierta invitación a investigar, a estudiar y, si es necesario, incluso criticar el Dhamma antes de aceptarlo. La práctica del Budadharma es un primer esfuerzo de la persona. Es invitado a utilizar su propia vida como una lente, una luz y un laboratorio. La belleza de este principio es que dignifica y faculta a cada individuo y distingue la propia capacidad de la persona para discernir claramente si la práctica funciona o no.
Esta comprensión es expuesta en el Kalama Sutta, que consagra la libertad personal y religiosa como parte del Dharma. "No seguir a algo sólo porque se oye con frecuencia, ni porque lo lees en un libro," dijo el Buddha a los Kalamas, "los invito al conocimiento directo basado en su propia experiencia."
Creo que podemos aplicar el principio de ehipassiko a la cuestión de los psicodélicos. Si el budismo en sí debe pasar la prueba de la experiencia personal para tener claridad y resultar de utilidad, por consiguiente se deduce que la cuestión de si los psicodélicos pueden formar parte de la práctica budista de uno también debe estar abierto a la experimentación y a la experiencia personal.
Una importante razón por la cual los psicodélicos son de interés del budismo es la compasión necesaria por el gran sufrimiento de los perseguidos por el uso de drogas no prescritas. La guerra contra las drogas es una guerra sobre la conciencia, una guerra sobre el libre ejercicio de lo más precioso de los dones otorgados a un ser humano. De esta manera, el uso de sustancias psicodélicas y los problemas sociales creados por su uso y las respuestas legales son de interés primordial para los estudiantes de las enseñanzas del Buddha.
¿Puede decir algo sobre el lugar del tema de las drogas y el Dharma en el contexto más amplio de los estudios budistas?  ¿Este es un tema que tiene relevancia más allá de comprender aspectos de transformar la experiencia budista en los Estados Unidos en los últimos cuarenta o cincuenta años?
El gato está fuera de la bolsa y no va volver. Los psicodélicos en relación al Dharma por la duración serán de creciente relevancia e interés en el contexto más amplio de los estudios budistas. Como terapia se ha convertido cada vez más medicalizada, vivimos en una cultura que premia las transiciones rápidas y no sólo en los Estados Unidos.  Robert Thurman dice que la cuestión de los psicodélicos debe ser entendida por cualquier persona preocupada por el futuro de la práctica budista.
El New York Times publicó un artículo ampliamente difundido en abril de este año llamado: “Hallucinogens Have Doctors Tuning In Again.” [Los alucinógenos tienen a los médicos sintonizándose de nuevo."] Estudios recientes han indicado que el replanteamiento de la ansiedad por morir puede ocurrir de modo beneficioso con psilocibina, y la psicoterapia asistida con MDMA puede reducir el trastorno de estrés postraumático. Otros ensayos clínicos sugieren psicodélicos que pueden resultar muy útiles con el trastorno obsesivo compulsivo, neurosis y psicosis, depresión, alcoholismo y adicción.
La MAPS (Asociación multidisciplinar de estudios psicodélicos) está trabajando en un protocolo que investigaría el uso de sustancias psicodélicas en medio de un retiro de meditación Zen de 7-10 días. El estudio será conducido por el Dr. Franz Vollenweider, profesor de Psiquiatría en la Facultad de medicina de la Universidad de Zurich y director del Instituto Heffter.
Aunque la cuestión de cómo se relacionan el budismo y los psicodélicos no es fácilmente respondida, la ciencia puede probar ser el campo mediador dentro del  cual ellos se reúnan con claridad y transparencia en el futuro.
¿Por último, diría algo sobre lo que ve en todo esto? ¿Lo que para usted son las ventajas y desventajas de la reunión de budismo y psicodélicos?
Soy realmente muy conservador sobre el tema, o por lo menos en el medio. Yo no soy un fan de estar en un camino espiritual químicamente dependiente. Las primeras experiencias que tuve con psicodélicos me llevaron a un interés intenso en el budismo y la iluminación.  Con el paso del tiempo, mi interés en el budismo se convirtió en menos de alcanzar una meta, sino de tratar de disfrutar plenamente el momento presente, haciendo una contribución a los demás y sin esperar más.
Desatendido y sin ser mencionado por muchos maestros (siendo una excepción notable Thich Nhat Hanh) es que, incluso por debajo de la plena iluminación, el estado de estar relajado, presente y consciente al mismo tiempo que estar siguiendo un camino ético de inofensividad, produce una sensación muy placentera y una satisfacción duradera.  Aunque de vez en cuando salpicado de los dolores inevitables de la vida, no es transitorio, ni está confiado en o dependientes de sustancias.
Los psicodélicos y la práctica budista tienen una relación significativa, ninguna experiencia alucinatoria puede reemplazar a la disciplina diaria de la meditación y a la práctica ética.  También es importante reconocer que incluso como las sustancias psicodélicas han sido conocidas por facilitar experiencias muy profundas y han conducido, en algunos casos, a una práctica meditativa estable y disciplinada, esto no equivale a la idea de que los psicodélicos son necesariamente una parte válida de la práctica budista.
Otra vez, con mi propia experiencia como ejemplo, he estado perplejo durante mucho tiempo en cuanto a cómo pude haber tenido una experiencia tan poderosa y beneficiosa con la ayahuasca — que continúa sirviéndome incluso en la actualidad --  y aún recuerdo claramente una fuerte voz que me habló durante el viaje recomendándome que sea mi último. Me dirigí a experimentar más plenamente la magia que se esconde en un sitio: puestas de sol, los ojos de un niño o una mandarina fresca refrigerada.
Los buscadores espirituales maduros, serios, son sabios al estudiar todo el tema de los psicodélicos y el camino espiritual en profundidad antes de comenzar cualquier experimentación. Siempre es preferible utilizar los psicodélicos con cuidado, como un sacramento y de una manera controlada y seria, con la intención específica de producir una experiencia de perdurable significación espiritual.
Mucho más importante, todas las personas deben ser libres para tomar la plena responsabilidad por su propia relación con la fuente de su ser y del acceso a los más altos estados de la mente y del espíritu. Este honor de nuestra dignidad humana generalmente se mantiene dentro y más seguro en sistemas como las democracias. Esto no es el dominio de un enfoque único.
En: Lion’s Roar. Setiembre 8, 2010

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