Confusión
Por Ngala Rig’dzin Dorje
La confusión de considerar la vida como una cosa inmutable, parece un enfoque sano; lo que parece una locura es la iluminación.
Vidyadhara Chögyam Trungpa Rinpoche
Cuando alguna forma monstruosa
aparece desde la vacuidad y llega a uno en la ola angosta de la visión kármica,
como una implosión con mucho ruido en su propia naturaleza vacía, absorbiendo
como un remolino a la esencia del ser de uno, hay una opción. Es siempre una
opción sin opción, entre compasión y compulsión. Uno podría quedarse
simplemente en la dimensión clara y abierta en la cual uno no separa el océano de
la ola y del remolino; porque son la naturaleza auto-luminosa de la Mente , la que se comunica
alegremente consigo mismo. De otro lado, uno podría seguir el grano de la
estrategia de enfrentar, desgranado, en su caudal siempre seco en el campo
atrasado y árido de los 6 Reinos, donde las arrugas de fundirse despierta,
reconstruye y reimpulsa la ola idéntica hambrienta de sus pesadillas.
Recientemente, un estudiante de sánscrito,
atrajo mi atención hacia la palabra pritagjana, que él había encontrado
en los comentarios de los Prajnaparamita Sutras. Se refiere a personas
no-iluminadas, y significa literalmente personas separadas o separadas personas.
En las palabras del Sutra del Corazón, el corazón de Sutra, Tantra y Dzogchen:
‘la Forma es
Vacuidad, la Vacuidad es Forma. La
Forma no es otra cosa que Vacuidad, Vacuidad no es otra cosa
que Forma.’ Si uno tiende a no tener confianza en la dimensión abierta, la reacción
es de rechazar mirar la amplitud de su iluminación inherente propia, en la
esperanza que uno podría ser capaz de
localizar alguna forma más concreta de seguridad en otra parte. Poseer esto significaría separarse de la Forma de Vacuidad, lo cual es
imposible; pero el esfuerzo en si mismo es lo que se cuaja la siempre-juvenil
frescura del ateismo estático en una búsqueda para encontrar felicidad en ‘otra
parte’.Este es tomar refugio en la actividad que irónicamente divide uno de uno
mismo. Así es la naturaleza característica de lo que se llama samsara,
‘circulando’; porque, como dijo el
escritor de teatro inglés Tom Stoppard: El círculo es el camino más largo de
vuelta al mismo sitio. No hay ninguna crisis de vida que no sea
fundamentalmente esto.
Si el budismo puede ofrecer algún
tipo de recurso en las circunstancias depende, en primer lugar, si uno es un
budista. No es un punto menor: depende si el budismo es el refugio para una
persona ‘el Refugio que uno pueda recitar no es el Refugio mismo’. El último
Refugio sería el de nunca perder confianza en el conocerse uno inseparable de la Mente-y - Espacio. Entonces,
atracción, aversión o indiferencia podrían solamente surgir como experiencia
no-dual dentro de la naturaleza de la
mente, la condición esencial de uno, más allá de la tensión de intentar de
mantener una división entre sujeto y objeto. Solo los karmas liberados de los
Budas aplicarían entonces: incrementando, pacificando, controlando y destruyendo,
- dirigido espontáneamente hacia cualquier situación que pueda haber surgido, o
cualquier persona que lo puede estar necesitando. Esta opción sería la verdadera
compasión, acción apropiada, el reflejo espontáneo y sin opciones de la Sabiduría- Mente.
Originalmente escrito para la
edición de ‘Budismo en crisis de vida’ de
Ursache und Wirkung (Causa y Efecto), la revista de la Sociedad Budista
Austriaca.
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