sábado, 20 de enero de 2018

¿Què es el Yoga de los Sueños
y como lo haces? (2)
Andrew Holecek



Cómo hacer el Yoga de los Sueños

Tres ingredientes clave son necesarios para comenzar con los sueños lúcidos. Primero, es fundamental una fuerte motivación de volverse lúcido, y crear un flujo (karma) que continúa hacia dentro del mundo de los sueños. Es como si estuvieras “sembrando” el sueño lúcido, la cual es una técnica que es básica para cualquier nivel de introducción o incubación del sueño.

¿Alguna vez has tenido que levantarte temprano sin tener un reloj-alarma? Al establecer una fuerte intención de levantarse a cierta hora, usualmente nos despertamos a esa hora a pesar de no haber tenido la alarma. De la misma manera, podemos fijar una alarma interna para despertarnos dentro de nuestros sueños estableciendo una fuerte intención.

Segundo, tener buen recuerdo de los sueños es también esencial y comienza con la firme resolución de recordar tus sueños. Un diario de sueños también ayuda. Mantén el diario al lado de tu cama y escribe cualquier porción de cualquier sueño. Cuando despiertes, pregúntate a ti mismo, “¿Estuve soñando?” Cierra tus ojos y trata de retroceder y recapturar cualquier parte de los sueños.

Toma ventaja del horario central del soñar, el cual comienza cerca de dos horas antes de lo que normalmente te despiertas. Una técnica probada es despertarse dos horas antes de lo normal, mantenerse despierto 15 minutos aproximadamente, y volver a dormir con la intencionalidad de “Me voy a despertar en mis sueños, voy a recordar mis sueños”. Esta técnica tal vez sea el método más efectivo para lograr la lucidez.

Finalmente, hay muchas técnicas de inducción especifica tanto orientales como occidentales, tales como tomar el suplemento galantamina para incrementar la claridad al soñar, usar lentes de dormir (que registran los característicos movimientos oculares rápidos REM del estado de ensoñación y que señala que estás durmiendo), y prácticas de visualización (imagina un loto rojo en tú garganta a medida que te duermes). Para los budistas, uno de los métodos más efectivos es la meditación, la cual te despierta a los contenidos de tu mente. Al volverte lúcido (consciente de) los contenidos de tú mente, naturalmente te volverás más lúcido de los contenidos durante los sueños. Muchos estudios han mostrado que los meditadores tienen más sueños lúcidos.

Transformación Rápida

La razón por la cual tal vez queramos involucrarnos en estas meditaciones nocturnas es porque trabaja directamente con las placas tectónicas de nuestra experiencia. Como cualquier psicólogo en profundidad te diría, lo que sea que hagas con tu mente inconsciente tiene una vasta repercusión en tu vida consciente, los más pequeños cambios en las placas tectónicas tiene una masiva implicación en la superficie. Tu tierra puede temblar hacia la Iluminación muy rápidamente cuando trabajas con la base de la experiencia.

Cuando nos relacionamos con nuestra mente en la meditación durante el día, estamos mayormente trabajando con los niveles superficiales de la mente consciente, la cual es tan directo como podamos. Es un comienzo. Pero estos niveles conscientes son proyecciones del estrato inconsciente más profundo que subyace a toda experiencia de superficie. Si podemos trabajar con estos niveles inconscientes directamente, la cual es una rara oportunidad provista por el Yoga de los Sueños y del Dormir, estamos lidiando con el punto ciego de la mente.

Es comparable al porque la hipnosis puede ser tan transformadora. Lo que tú haces “ahí abajo” tiene un gran efecto en lo que sucede “aquí arriba”. Las meditaciones nocturnas son incluso más transformadoras porque van más profundo. No estás trabajando solamente con las hojas y las ramas del árbol del Samsara (el dominio de la psicología, hipnoterapia, y de los métodos de auto ayuda). No estás trabajando siquiera con el tronco (meditación clásica). Estas trabajando con las mismísima raíces de toda tu experiencia. Transforma estas raíces y transformarás todo hacia arriba.

De acuerdo con Traleg Rinpoché (1955 – 2002), el Yoga de los Sueños puede desencadenar potenciales a los cuales no se tenía acceso previamente, aprovechando reservorios de sabiduría no explotados. El relata muchas historias de practicantes del Yoga de los Sueños madurando dramáticamente en una noche. El 1er. Karmapa (1110 – 1193) por ejemplo, alcanzo la Iluminación practicando el Yoga de los Sueños. Tú puedes ir a dormir confuso y despertar transformado. Namkhai Norbu Rinpoche dice:

“Es más fácil desarrollar tus prácticas en un sueño que en el día. Durante el día, estamos limitados por nuestro cuerpo material, pero en el sueño el funcionamiento de nuestra mente y conciencia de los sentidos están sin obstáculos. Podemos tener más claridad. Así, hay más posibilidades... Si una persona aplica una práctica dentro de un sueño, es nueve veces más efectivo que cuando lo aplicamos en el estado de vigilia.”

Los Yogas internos de los Sueños y del Dormir son casi como un atajo a la Iluminación, un camino interno rápido. Ellos trabajan con aspectos de la mente que son la distancia más corta entre tú y el despertar. Pero rápido no significa fácil. Porque es más directo, es también más difícil. Aun así, conocer el potencial para una rápida y duradera transformación puede inspirarte a emprender estas prácticas y quedarte con ellas.

La Fruición del Yoga de los Sueños

Con los yogas nocturnos puedes traer el dormir y soñar al Camino. Para aquellos que están ocupados, es como agregar un turno nocturno. No tienes más la excusa de que no tienes tiempo de meditar. Más aún, puedes traspasar insights de la noche al día. Tarthang Tulku Rinpoche dice:

“Las experiencias que ganamos de la práctica durante los sueños pueden ser traídas a la experiencia durante el día. Por ejemplo, podemos cambiar las imágenes atemorizantes que vemos en nuestros sueños, en formas pacíficas. Usando el mismo proceso, podemos transmutar emociones negativas que sentimos durante el día y acrecentar nuestra conciencia. Así, podemos usar nuestras experiencias de sueños para desarrollar una vida más flexible. Con práctica continua, vemos menos y menos diferencia entre la vigilia y el sueño. Nuestra experiencia en la vigilia se vuelve más vivida y variada, como resultado de una luminosa y más refinada conciencia...Este tipo de conciencia, basado en la práctica de los Sueños, puede ayudar a crear balance interno”.

Ganar maestría sobre el soñar y dormir es ganar maestría sobre tú propia mente. El punto central no es controlar tus sueños sino tener control sobre tu mente. Al ganar maestría sobre tu mente, te vuelves sin temor en la oscuridad. Los Yogas nocturnos pueden iluminar y, por lo tanto, eliminar el miedo, la emoción primordial del Samsara.

Al conquistar el miedo, también eliminamos la esperanza. La desesperada desesperanza del ego, no la virtuosa aspiración de despertar para el beneficio de los demás. Esperanza y miedo son los parientes de las ocho prisiones mundanas, y con las prácticas nocturnas, podemos escapar de estos muros que nos confinan. Sin esperanza por placer, ganar, fama y alabanza, no estamos más controlados por el miedo del dolor, de perder, de la vergüenza y de la culpa. Al madurar esta ecuanimidad, finalmente no tenemos preferencia por el Samara ni por el Nirvana – ambos son vistos como ilusorios. El Yoga de los Sueños también desarrolla los siddhis, los poderes psíquicos, tanto relativos como absolutos. Los siddhis relativos es cuando tienes poder sobre el mundo, los siddhis absolutos es cuando el mundo no tiene más poder sobre ti. En términos de siddhis relativos, los Maestros que han logrado el Yoga de los Sueños, y realmente ven el mundo como un sueño, pueden manipular el mundo físico como si no fuera más sólido. Los milagros suceden cuando sintonizas con la milagrosa e ilusoria naturaleza de la realidad. Cristo lo hizo, el Buddha lo hizo, y los Maestros de cualquier tradición pueden hacerlo. Khenpo Tsultrim Gyatso dice:

“Es posible confiar en tales historias si entiendes que la naturaleza del Samsara es la indivisible apariencia y vacuidad como un sueño o una ilusión mágica.”

En el caso de los siddhis absolutos, los cuales son mucho más importantes, el Yoga de los Sueños revela la naturaleza de la ensoñación, y por lo tanto tiene menos poder sobre nosotros. El mundo solo tiene el poder que nosotros le damos, un poder que sin saber le otorgamos cuando tomamos las cosas como siendo reales. Si congelamos el mundo en concreto y acero, esa pesadilla de solidificación puede herirnos. Eso es lo que significa estar no-lúcido, tomar las apariencias como siendo reales cuando no lo son. Si vemos el mundo como ilusorio, no puede herirnos. Eso significa estar lúcido – atravesar las apariencias ilusorias de la verdad. Como dice en el Bhardo Todol (mal llamado “Libro Tibetano de los Muertos”): “La Vacuidad no puede herir a la Vacuidad”. Cuando despiertas espiritualmente, sientes más las cosas (porque estás tan despierto), pero te hieren menos (porque no hay nadie que sea dañado).

Otra fruición del Yoga de los Sueños es liberar el humor. Ver las cosas como sólidas, duraderas, independientes, es un gran chiste. Y los yoguis de los sueños lo entienden. Cuando “rompemos” o “quebramos” en risa después de un buen chiste, ese sentimiento de liviandad viene de romper o quebrar. Cuanto más sólido lo establecido, más grande es la broma. La narración de toda una vida de ver las cosas como sólidas, duraderas e independientes, de repente es puesta cabeza abajo, y eso es un desarmador. El Maestro Dzogchen, Longchenpa dice:

“Ya que todo no es más que una aparición, perfecto siendo como es, no teniendo nada que ver con bueno o malo, aceptación o rechazo, uno bien puede estallar en carcajadas.”

Además de que los Despiertos están llenos de humor, también están llenos de compasión. Imagina estar en una habitación llena de cientos de personas durmiendo, mientras que tú eres el único despierto y andando alrededor. Algunos están soñando profundamente, mientras que otros se retuercen y gimen en una pesadilla. Tu respuesta natural, específicamente si es una habitación llena de seres amados, sería despertarlos de su sueño y decir: “¡Despierten! Es solo un mal sueño.” Así es como los Despiertos pasan su vida.

El Yoga de los Sueños también inspira simplicidad. ¿Cuál es el punto de pasar tu vida persiguiendo apariciones de ensoñación? Cuando ya no estás atrapado por las apariencias ilusorias, dejas de aferrarte a ellas. Cuando el aferramiento cesa, el Samsara también. El final del materialismo (ver las cosas como sólidas, duraderas e independientes), significa el fin del consumismo. La materia ya no importa más.

Unificando la Humanidad

Dormir es un factor unificante de la humanidad. Todo el mundo duerme y sueña. Esta camaradería biológica es el nivel externo de una unión espiritual más profunda que apunta a uno de los más grandes beneficios de los yogas nocturnos: su habilidad para subyugarnos a todos los seres sensibles.

Cuando nos dormimos, caemos por debajo del ego dualista, donde las diferencias son sinónimo de división, discriminación, disensión y guerra, las cuales son iniciadas por la ilusión de la separabilidad. Temporalmente nos desconectamos de las capas superficiales de la mente y nos conectamos con nuestra naturaleza despierta compartida – nuestra naturaleza búdica colectiva. Como afirman los investigadores de los sueños Jayne Gackenbach y Harry Hunt: “Cuánto más desciendas en el agujero del conejo, más colectiva se vuelva la experiencia.”

Tal vez no hayamos despertado a esto aún, pero es ahí a donde vamos cada noche. En esta base cero del ser, la ignorancia es remplazada por el insight, y la multiplicidad por la unidad, la dualidad se derrite en no dualidad. Así que en nuestro núcleo, debajo del lenguaje superficial, raza, color o credo, somos absolutamente lo mismo.

Las prácticas de la noche nos llevan a este campo unificado y nos despiertan a la universalidad de la condición humana. Para que veas, cuando vas a dormir, estás en realidad yendo a encontrarme a mí y a todo ser sensible de este planeta, al más profundo nivel posible. Nos vamos a dormir y descansar juntos en la misma cama lujosa de la mente primordial. Nuestro trabajo, cuando comience cada mañana, es no olvidar esta reunión nocturna. Rumi (1207 – 1273) lo pone de esta manera:

“Más allá de la ideas de correcto e incorrecto hay un campo. Te veré ahí. Cuando el sol yace en ese césped, el mundo está demasiado lleno para hablar. Ideas, lenguaje, incluso la frase ‘cada uno’ no tienen ningún sentido.”

Así que la próxima vez que me veas a mi o a cualquier otro, recuerda que ya nos hemos encontrado antes. Recuerda que al nivel más fundamental del ser, todavía estamos juntos. Es tiempo de despertar a esa verdad.

El autor. Practicante budista del linaje Karma Kagyu de Tìbet, instructor de meditación y del Yoga de los Sueños, y escritor.
Traducido del Inglés por B.H.U.

Texto ligeramente editado por los editores.



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