martes, 26 de febrero de 2013


LA HISTORIA DE SUKHASIDDHI

Khenpo Tsültrim Gyamtso Rinpoche    


La historia de Sukhasiddhi es muy maravillosa. Cuando tenía alrededor de sesenta años de edad, o tal vez sesenta y cinco, ella experimentó mucho sufrimiento. Debido a eso, ella se dedicó a la práctica del vajrayana, logrando un estado en el que apareció como una chica de 16 años de edad. Su historia es que ella y su familia eran muy pobres y llegaron al punto que sólo tenían un recipiente con hojas de arroz. Por lo tanto, su esposo y su hijo salieron a buscar alimento.

Iban buscando, mendigando comida. Aunque pasaron por muchas dificultades, fueron incapaces de encontrar algún alimento. Teniendo en mente que aún tenían un recipiente con hojas de arroz, decidieron volver a casa a comerlo. Sin embargo, mientras ellos se habían ido, Sukhasiddhi, de gran compasión, había dado el alimento a un mendigo. Cuando su esposo e hijo regresaron, estaban muy hambrientos, esperando comer el último recipiente con arroz, pero encontraron que las hojas de arroz habían desaparecido, ella las había dado a un mendigo. Se sintieron muy tristes y a la vez muy enojados con ella, diciéndolo que aunque todos estaban pasando mucho sufrimiento, por muchos problemas, ella había regalado su última comida. Estaban tan molestos con ella que la echaron de la casa.

Entonces ella se trastornó y lloró mucho  porque su marido y su hijo la habían echado de su casa. Al salir de su pueblo,  surgió en ella una muy fuerte renuncia del samsara, mas por esta muy fuerte renuncia y por su buena fortuna, ella fue capaz de encontrarse con un siddha de quien recibió instrucciones orales. Ella meditó en aquellas y realizó el mahamudra, el supremo siddhi. Dentro de este estado de luminosidad fue liberada su mente y su cuerpo se convirtió en una forma vacua como un arco iris. Ella semejaba una chica de 16 años de edad. Había unificado la luminosidad y el cuerpo ilusorio. Se dice que incluso ahora reside en la India y puede encontrarse en varios lugares de allí. Es a partir de tener mucho sufrimiento y dificultades que uno es capaz de practicar muy bien el dharma. Para meditar sobre el mahamudra, uno necesita tener problemas y dificultades. Si uno no tiene problemas y sólo es feliz, uno no medita y estará distraído.

Por lo tanto, se dice que cuando uno está meditando sobre el mahamudra, es muy bueno si uno tiene un montón de sufrimiento. En la verdadera naturaleza, o esencia, del mahamudra, no hay tiempo, y por lo tanto no hay que pensar que uno necesita mucho tiempo para estas prácticas. Es sólo lo suficiente para realizar la verdadera naturaleza de la mente presente, el mahamudra.

-De Mahamudra Shamatha and Vipashyana, Rocky Mountain
Shambhala Center, 1991, 
p.195. Traducido al ingles por Elizabeth Callahan.


versión al español: Norbu Gyatso.

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