CANCIÓN DEL PROFUNDO
QUÍNTUPLE CAMINO DEL MAHAMUDRA
(final)
Mahamudra
Si
de la expansión como cielo de la naturaleza de la mente
Las
nubes del pensamiento conceptual no son alejadas,
Los
planetas y estrellas de las dos sabidurías no brillarán.
Encárgate,
por tanto, de esta mente sin concepto.
Este verso contiene la
presentación del mismo mahamudra. La frase de
la expansión como cielo se refiere al espacio, libre de toda limitación,
como una metáfora para nuestra mente, libre de toda ilusión. Cielo o espacio no
tiene demarcaciones, límites o forma física, pero es sin embargo el fundamento
para todas las formas, hasta planetas, galaxias y estrellas. El cielo no
depende de los elementos, pero los cuatro elementos dependen del quinto
elemento de espacio. El azul del cielo no es el cielo mismo. Llamamos a este
color azul “un ornamento del cielo”. Ni las nubes son el cielo. Podemos ver el
cielo pero no hay palabras para describir este espacio ilimitado. Aunque el
espacio en sí mismo es libre de cualquier forma, color, condición, etc. nada
puede manifestarse o funcionar sin el espacio. Todos los fenómenos se
manifiestan desde el espacio y se disuelven de nuevo en el espacio como nubes.
Es lo mismo para nuestra
mente. Tanto en el samsara como en el nirvana, todas las experiencias,
proyecciones y objetos son solo el movimiento diestro de la reproducción de la
mente. La mente búdica es la base desde la cual todas las experiencias se
manifiestan. Nuestro cuerpo, los cinco skandas, los doce vínculos de
interdependencia, los dieciocho elementos y todos nuestros pensamientos
positivos y negativos se manifiestas desde este estado. Todos dependen de la naturaleza búdica pura,
pero la naturaleza búdica no depende de ellos. Es totalmente libre y sin
límites. Sin embargo, en principio no tenemos idea de lo que se parece nuestra
mente; no podemos ver esto porque estamos tan perdidos en la ilusión.
Cuando las nubes cubren el
cielo, no podemos ver la naturaleza pura del es-pacio. De igual manera, cuando
los pensamientos conceptuales ocupan la mente, no podemos ver la naturaleza
pura de la mente. Para comprobar si esto es verdad, podemos meditar hasta que
la mente se vuelva relajada y pacífica, entonces hay un ambiente para
desarrollar compasión, amor y bodhicitta. Pero cuando nuestra mente está
ocupada por los pensamientos conceptuales y los pensamientos negativos, no hay
espacio para desarrollar las buenas cualidades. Nuestra mente se vuelve llena
de sufrimiento y no podemos desenredarnos de la confusión. Enfocando la
atención en un pensamiento negativo pequeño puede dar lugar a otro pensamiento
negativo y luego a otro, hasta que la mente está plenamente ocupada con
emociones perturbadoras. Es igual como cuando vemos el cielo lleno con una
pequeña nube tras otra hasta que el cielo entero queda bloqueado a la visión.
Cuando nuestra mente pone énfasis en los pensamientos positivos, calmos y
relajantes, no deja espacio para que surjan los pensamientos negativos.
Entonces podemos mantener una mente armoniosa, pacífica, independiente de las
condiciones externas. Esto se vuelve un asunto de cuánto nos habituamos a las
enseñanzas del Dharma.
La meditación Mahamudra
comprende cuatro yogas progresivos. El primero, el estado de una mente fija en
un punto, abarca nueve etapas en el mundo del deseo, cuatro en el mundo de la
forma y cuatro en el mundo sin forma. Ninguno de los cuatro estados meditativos
del mundo de la forma es un fundamento perfecto para la visión penetrante
especial. El segundo, libre de elaboración, ocurre cuando la mente está en un
estado de absorción total o equilibrio. Esto crea una excelente oportunidad de
comprender la naturaleza total de la vacuidad. Este estado es llamado “libre
de elaboración”. El tercero, un solo sabor, consiste del equilibrio y la visión
penetrante especial concurrentes. El que continúa en esta práctica con atención
consciente experimentará la naturaleza vacua del samsara y del nirvana, del
sufrimiento y la dicha, que no pueden ser diferenciadas. El cuarto, la no
meditación, es la continuación del equilibrio y de la visión penetrante
especial concurrentes, en el que ellos están plenamente perfectos. Entonces la
mente es completamente revelada en la luminosidad que todo lo impregna. No hay
sesión de meditación que pueda ser distinguida de la pos meditación, así se
puede decir que el dharmakaya o iluminación ha sido alcanzada.
En este contexto de estas
cuatro etapas de yoga, la práctica del mahamudra es con frecuencia explicada en
términos de fundamento, camino y fruición. El fundamento mahamudra es la
naturaleza búdica que tiene cada ser sensible. Si ellos realizan esto o no, el
potencial para iluminarse intrínsecamente impregna a todos. Por su naturaleza,
la inseparabilidad del samsara y el nirvana es no elaborada. Es la misma naturaleza búdica con la que
todos los seres sensibles están dotados de manera inherente. Cada individuo
debe reconocer este potencial, la posibilidad de iluminarse, y entonces
practicar el camino del mahamudra para ayudarnos a realizar este estado. Esto abarca
las prácticas de purificación que nos ayudan a eliminar las contaminaciones adventicias.
Así, sirve para purificar nuestras obscuraciones, reunir las dos acumulaciones
y la perfecta sabiduría. A través de estos pasos, uno logrará la fructificación
del mahamudra, que es el resultado de estas prácticas, el logro de la budeidad.
El fundamento del mahamudra. El
fundamento del mahamudra comparte la misma naturaleza como el samsara y el
nirvana. Por ejemplo, el cielo tiene la misma naturaleza, sea nublado o libre
de nubes. El cielo mismo está libre de contaminación y obstrucción. Esto
también es verdad para el samsara. Si investigamos empíricamente el samsara, no
podemos encontrar algún fenómeno permanente, ni aun tanto como una partícula
sub atómica de arena. Los seres sensibles están confusos sobre la naturaleza
del samsara, tanto en su as-pecto físico como en su aspecto mental, debido a su
ignorancia fundamental. Pero esta ignorancia en sí no tiene base legítima. A
veces la ignorancia y las aflicciones parecen ser muy poderosas y reales, pero
si aplicamos sabiduría y las investigamos en el contexto de la vacuidad,
encontramos que ellas no tienen hasta ni una traza de existencia firme. Ellas
son manchas adventicias, como nubes en el cielo. Por lo que, sea si alcanzamos
la budeidad o permanecemos como seres sensibles en el samsara, la naturaleza
de luminosidad de la mente no es diferente. Si comprendemos este fundamento,
seremos inspira-dos para ir por el camino que puede purificar todas las
obscuraciones y revelar la naturaleza absoluta de la iluminación, la paz total.
Camino del mahamudra. Con la inspiración y
guía de un auténtico maestro espiritual, el discípulo es animado a desarrollar
el coraje de enfrentar los obstáculos y dificultades del camino. Uno recibe las
instrucciones de tópicos como los cuatro fundamentos (también llamados los
cuatro pensamientos que tornan la mente), las prácticas de meditación
preliminar (ngöndro) y especial-mente el quíntuple camino del mahamudra. Luego,
uno puede estudiar su significado y realmente seguir el camino de la práctica
de meditación paso a paso, purificando gozosamente las obscuraciones gruesas y
sutiles, así como desarrollar la estabilidad mental y la calma. A través de
estos métodos, uno sostiene en su mano los medios completos para disipar todas
las obscuraciones temporales y realizar el fundamento del mahamudra.
Para permitir que aparezca
la gran sabiduría, hay cinco caminos consecutivos a practicar: el camino de
acumulación, el camino de preparación, el camino de la visión penetrante
especial, el camino de meditación y el camino de perfección. Pero primero
debemos estudiar las enseñanzas para comprender completamente que la
naturaleza del samsara es no permanente, que está conformada de fenómenos
compuestos, que es resultado de causalidad y que es de la naturaleza del
sufrimiento; en pocas palabras, un estado que trae insatisfacción. Con el
apoyo de una buena comprensión del samsara, podemos desarrollar la visión
penetrante que nos permitirá ver todo como un arcoíris o un espantapájaros.
Todos los seres sensibles
están confundidos y victimizados por la ilusión. Este hecho empírico nos da
razón para desarrollar la bodhicitta, la naturaleza de la sabiduría y la
compasión. Practicamos las deidades yidam que nos transforman en el estado
iluminado, el guru yoga que desarrolla confianza y fe, como coloca la mente
correctamente en la meditación mahamudra. Hay diferentes métodos para traer la
mente en buen lugar, descansar en concentración en un solo punto, como
permanecer calmadamente en tranquilidad y equilibrio. Por ejemplo, podemos
tomar la respiración como el objeto de nuestra meditación al contarla o reposar
en ella. Cuando esta práctica ha progresado, podemos mantener la meditación sin
apoyarla en un objeto.
La base fundamental para
la visión penetrante especial depende del samadhi, llamado también “meditación
equilibrada” o “absorción”. Uno puede enfrentar muy diferentes tipos de
impedimentos, como fuerte apego, ira o resentímiento, torpeza, celos, etc.
Para contrarrestar estos obstáculos, contemple objetos como una bella flor, con
la comprensión que ellos no tienen esencia.
Como burbujas en el agua, vienen y pasan y son meras manifestaciones.
Cuando uno se convence de esto, uno ve que no es beneficioso apegarse o
molestarse. De lo contrario, el encanto de las apariencias nos enredará tanto
que sufriremos sin poder hacer nada. Contemplar los muchos niveles del sufri-miento
experimentado en todo el mundo, también nos puede ayudar a liberar-nos del
apego y de la ira. Estos métodos nos ayudarán a meditar y lograr la absorción
equilibrada que es el fundamento para la realización del mahamudra. Hay nueve
etapas diferentes de permanecer en tranquilidad (shamata) a desarrollar, y
luego uno puede aprender los cuatro samadhi y los cuatros estados sin forma.
Para practicar formalmente el mahamudra, es requisito indispensable tener la
experiencia de plena absorción o equilibrio meditativo. Sin permanecer en calma
completamente, no hay base desde la cual realizar y estabilizar la meditación
mahamudra.
Fruición del mahamudra. Sobre
la base del fundamento y el camino del mahamudra, después de purificar las
emociones perturbadoras y las obscuraciones sutiles para la iluminación, como
después perfeccionar las dos acumu-laciones de mérito y sabiduría, uno alcanza
la fructificación de los esfuerzos de uno, la budeidad. Un buda tiene dos
formas básicas: dharmakaya (cuerpo de sabiduría) y rupakaya (cuerpos de forma).
El cuerpo de sabiduría es la cesación definitiva del sufrimiento y todas las
causas del sufrimiento. Esto significa el beneficio de uno, que se está libre
del sufrimiento y que ha perfeccionado las infinitas excelentes cualidades. Los
cuerpos de forma son la perfección que satisface los deseos de los seres
sensibles. Hasta el fin del samsara, estas manifestaciones infinitas surgirán
fácilmente según las necesidades de los individuos.
Se obtienen dos categorías
de sabiduría. La primera, la sabiduría primordial, es la mente que realiza la
naturaleza de todos los aspectos de los fenómenos, tal como ellos son, en el
estado no elaborado. La sabiduría se logra a través de la meditación de la
absorción equilibrada llamada “como vajra”. La segunda categoría, conciencia de
sabiduría, ocurre dentro de este estado y es el conocimiento de todos los
fenómenos, su significado, la definición de las palabras y el logro de
confianza en la expresión de la causalidad de los fenómenos. Esta sabiduría se
logra cuando todos los oscurecimientos están totalmente agotados y dejan de
existir. Estas dos sabidurías son realizadas cuando nuestra mente está pura y
despejada de los pensamientos conceptuales.
Al principio, cuando están
sólo habituándose a las prácticas del mahamudra, dejan que la mente descanse en
el estado no referencial, libre de todos los objetos. Hacen su mente
completamente independiente, en lugar de dependiente o reactiva a los objetos y
se estabilizan en ese estado. Una vez que se estabalizan, pueden surgir
diversas experiencias, como gran gozo, claridad y el esta-do de no
pensamiento. Algunos practicantes
confunden esas experiencias con la iluminación. Si experimenta cualquiera de
estos estados, incorpore la visión penetrante especial para que su meditación
resulte en la realización del mahamudra. Cuando observa la mente, no hay
ningún objeto a observar y ni observador, realizando así el estado no dual. En
este estado puede lograr gran dicha y libertad de todos los miedos. Esta dicha
sin miedo, no perturbada carece de límites. El tiempo vendrá cuando ya no
necesita más meditar porque todas las experiencias se habrán convertido en
meditación perfecta. En ese momento, se perfeccionará su práctica de
meditación.
Usted puede volverse muy
elocuente por leer muchos libros, pero leer no le hará ningún bien si no
practica. Por supuesto, leer algunos textos filosóficos profundos le dará
información muy importante, y a través de eso, usted será capaz de establecer
teóricamente la visión. Pero sin la práctica de la meditación y la experiencia
de la visión, solo aprender no lo liberará del samsara. En cuanto a la
realización del mahamudra, no hay nada especial acerca de ser un erudito. Uno
puede tener amplia información sobre el samsara y el nirvana pero permanecen en
el estado ordinario, afligido. Pero si practica bien, usted morirá
tranquilamente, con dicha, sin pesar y libre del samsara. Este es el propósito
del estudio y la práctica del Dharma. Aunque los pensamientos negativos traen
sufrimiento, los pensamientos negativos también puede ser la base de la
práctica del Dharma. Si no tiene pensamientos negativos, no habría propósito
para practicar. La gran bodhicitta surge en medio de fuertes emociones
perturbadoras, al igual que una bella flor crece en medio de un montón de
compost. Solo necesitamos utilizar las enseñanzas del precioso Dharma para que
esto ocurra. Pero si no aprendemos cómo usar el compost, es solo más suciedad
inútil. Preste atención, por lo tanto, a
esta mente sin concepto.
Tome algunos momentos
ahora para relajar la mente. Tome una respiración profunda, exhale toda su
tensión física y mental. Permanezca en la posición natural, como una mota de
algodón. Inspire y espire libremente,
observando la respiración. La mente libre de objetos. Deje que
se disipe la ilusión en el espacio de la mente. Repose allí sin ninguna
elaboración o esfuerzo.
Dedicación
Si
la gema que otorga todos los deseos de las dos acumulaciones
No
es pulida por la aspiración,
Los
resultados que hemos esperado no aparecerán.
Ocúpate,
por tanto, de esta dedicación final.
El maestro iluminado
Gampopa razonó que puesto que tenemos incontables vidas anteriores, a lo largo
del camino debemos hacer algunas acciones positivas, prestar atención a un
maestro espiritual, reunir grandes acumulaciones y hacer prácticas de
meditación. ¿Por qué, entonces, preguntó, aún no nos liberamos del samsara? Es
debido a que carecemos de la importante práctica de dedicar el mérito obtenido
por esas acciones. Si nuestros méritos están dedicados al éxito, buena salud,
fama o negocios de esta vida, estos méritos habrán sido consumidos y agotados
tan pronto como experimentemos estos resultados. Este enfoque no nos conducirá
a la meta final. El sabio invertirá su mérito para la meta óptima, para lograr
la completa budeidad para ellos mismos y para los demás. Practicar enteramente
la dedicación es un aspecto muy especial de las enseñanzas del Buddha y en lo
que Jigten Sumgön puso énfasis particularmente.
La dedicación es como
poner su dinero en el banco. Cuando pone dinero en el banco, percibe un interés
que vuelve a usted, ya sea que lo sepa o no. Del mismo modo, cuando gana
mérito y lo dedica a la iluminación por el bien de los demás, obtiene beneficio
sea consciente o no de ello. Incluso si creamos solo una pequeña cantidad de
mérito, virtud, o sabiduría, aumentará si está dedicado para el beneficio de
todos. Se dice que nuestro mérito aumenta por la cantidad de seres conscientes
que hay en este mundo, y así puede crecer infinitamente.
Las dos acumulaciones son la acumulación de mérito y la acumulación de
sabiduría. La acumulación de mérito, por ejemplo, puede crearse dando comida,
ropa o riqueza. La acumulación de sabiduría puede reunirse con la práctica de
dar libros del Dharma, lapiceros, papel y enseñanzas del Dharma. Si la comida,
la ropa, etc., se dan con sabiduría y con una visión penetrante especial,
entonces esta práctica también puede convertirse en acumulación de sabiduría.
Cuando estudiamos y practicamos el Dharma adecuadamente, acumulamos mérito.
Cuando practicamos la generosidad, ética moral, tolerancia, etc., ganamos
mérito. Luego, cuando llegamos a conocer el significado de las enseñanzas del
Dharma, eso se convierte en sabiduría. Por lo tanto, el mérito y la sabiduría
van uno al lado del otro, codo a codo; cada uno ayuda al otro a desarrollarse.
Al usar este método hábil de mérito y sabiduría, tenemos un camino completo
para purificar todas las impurezas adventicias y reunir todas las excelentes
cualidades del Buddha. Son como una joya que satisface los deseos, que concede
todos nuestros deseos de felicidad.
La aspiración se refiere a nuestra intención o deseo de alcanzar la
iluminación. Para alcanzar esta aspiración, debemos asegurarnos de dedicar
cualquier virtud y mérito que generemos. Podemos pensar: “Qué pueda esto
volverse una causa especial para que todos los seres sensibles se liberen del
sufrimiento y alcancen la completa iluminación”. De esta manera, no nos
apegamos a nuestros logros. Simplemente se los damos a los demás seres
sensibles para su beneficio, de modo que puedan alcanzar la iluminación, la
budeidad. Este es el significado de la frase pulida por la aspiración.
Si dedicamos nuestra
virtud para el beneficio de todos los seres sensibles, nunca se desperdiciará
porque ha sido “sellada” por la iluminación. Pero si la dedicamos con el deseo
de estar libre de enfermedades físicas o para superar algunos pequeños
obstáculos, este resultado puede surgir en su lugar. Puede tener buena salud
por un tiempo, pero luego se agotará el beneficio. Podemos malgastar nuestras
buenas obras de esta manera, por lo que no nos liberamos del samsara y no
alcanzamos la iluminación. Ahora sabemos cómo dedicar, así que de ahora en
adelante, podemos dedicar para beneficiar a los demás en lugar de solo a
nosotros mismos, para esta vida o para la felicidad samsárica. De esta manera,
el beneficio durará hasta que alcancemos la budeidad.
Cuando sabemos cómo
dedicar, definitivamente surgirán los resultados que esperamos. Sin dedicación,
nuestros méritos pueden deshacerse al lamentarse por el bien que hemos hecho y
pueden ser destruidos por las fuertes aflicciones como la ira o la rabia, o por
pregonar nuestras buenas acciones por orgullo. Sin embargo, si sellamos el
mérito y la sabiduría con la dedicación para la iluminación, entonces estos
impedimentos no pueden destruirlos. Por esta razón, la dedicación es
considerada crucial, poderosa y necesaria. La práctica de la dedicación es tan
importante como el cultivo inicial de la bodichita y la sesión principal de
práctica de meditación.
No solo podemos dedicar
nuestro propio mérito y sabiduría, también podemos dedicar toda la virtud, el
mérito y la sabiduría creados en los tres tiempos por todos los demás seres
sensibles y por todos los budas y bodhisattvas. Reúna todo este mérito en su
mente iluminada y dedíquelo. Esto es posible debido a la bodhicitta; por lo
tanto, el desarrollo de la bodhicitta es el paso más importante a seguir cuando
se comienza una práctica espiritual. La bodhicitta también es importante en la
práctica del yidam, el guru yoga y el mahamudra. La bodhicitta relativa es
importante en el mahamudra porque sin ella no hay forma de alcanzar la
bodhicitta definitiva o iluminación. Para abrir la puerta de la bodichita
definitiva, la clave es la bodhichita relativa. Si sabemos cómo practicar la
bodhicitta, entonces realmente sabemos cómo practicar el Dharma. La gema que
satisface los deseos es pulida por la aspiración de alcanzar la iluminación
debido a la dedicación apoyada por la bodhichita. También debemos tener
bodhicitta para dedicar adecuadamente, porque sin eso, no tendremos ninguna
base sobre la cual dedicar la inmensidad de la práctica de la meditación.
Después de leer un libro
de Dharma, decir oraciones o meditar, traiga su mente al lugar donde está realmente.
Relájese y permanezca tranquilo allí. Visualice a todos los seres iluminados
frente a usted como testigos de su realización de la práctica de la dedicación.
Luego, con una mente sincera, recite la siguiente oración de manera
contemplativa:
Gloriosos,
benditos, venerables, preciosos lamas raíz y lamas del linaje,
Divina
asamblea de deidades yidam y asamblea de budas, bodhisattvas, yoguis, yoguinis
y dakinis que habitan en las diez direcciones:
¡Por
favor, escuchen mi plegaria!
Qué
puedan las virtudes acumuladas en los tres tiempos
Por mí
mismo y por todos los seres sensibles en el samsara y el nirvana,
Y por la
innata raíz de virtud
No
resultar en las ocho preocupaciones mundanas, las cuatro causas del samsara,
O en
renacer como un shravaka o un pratyekabudha.
Qué
puedan todos los maternales seres sensibles,
Especialmente
esos enemigos que me odian y me minan,
Los
obstructores que me dañan, los engañosos maras y las hordas de demonios
Experimentar
felicidad, ser separados del sufrimiento,
Y que
rápidamente obtengan la insuperable, perfecta, completa y preciosa budeidad.
Por el
poder de esta vasta raíz de virtud,
Qué
pueda beneficiar a todos los seres por medio de mi cuerpo, habla y mente.
Qué
puedan las aflicciones del deseo, odio, ignorancia, arrogancia y envidia no
surgir en mi mente.
Qué
no pueda, ni por un momento, surgir el apego a la fama, reputación, riqueza,
honor y preocupación por esta vida.
Qué
pueda mi corriente mental ser humedecida por la bondad amorosa, la compasión y
la bodhicitta
Y, por
medio de esto, qué pueda convertirme en un maestro espiritual
Con
buenas cualidades iguales al infinito del espacio.
Qué
pueda obtener la suprema realización del mahamudra en esta misma vida.
Qué
no pueda surgir el tormento del sufrimiento, incluso ni en el momento de mi
muerte.
Qué no
pueda morir con pensamiento negativos.
Qué no
pueda morir con visiones erróneas.
Qué no
experimente una muerte intempestiva.
Qué
pueda morir gozosa y felizmente en la gran luminosidad de la naturaleza de la
mente y la claridad del dharmata que todo lo impregna.
Qué
pueda, en todo caso, obtener la suprema realización del mahamudra en el momento
de la muerte o en el bardo.
Versión al español del capítulo 5 de Opening the Treasure of the
Profound. Teachings on the Songs of Jigten Sumgön and Milarepa. De Khenchen
Konchog Gyaltsen. Snow Lion Boston & London, 2013, por Miguel Norbu Gyatso.
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