El estudio del Dharma
Chokyi Nyima Rinpoche
LO QUE PARECE Y LO REAL
El estudio del Dharma tiene el propósito de darse
cuenta de la realidad, la verdadera naturaleza de todas las cosas. Con esa
idea, todas nuestras emociones negativas y oscurecimientos desaparecen. Pero
también necesitamos saber cómo se ve el mundo desde la perspectiva de los
demás. En otras palabras, necesitamos entender el mundo en toda su complejidad
infinita mientras que al mismo tiempo nunca olvidamos la realidad que es su
naturaleza. Ese es el tipo de conocimiento al que debemos aspirar.
Es importante que comprendamos ambas dimensiones: la
realidad tal como aparece para los demás y la realidad tal como es en realidad.
Saber cómo otros perciben el mundo es muy valioso. No podemos simplemente
descartar lo que otros experimentan como "incorrecto" y dejarlo así.
Visto desde la perspectiva despierta, la forma en que los seres ordinarios
perciben el mundo está realmente equivocada. Pero para nosotros todo es muy
genuino.
No importa cuán confundidos y engañados podamos estar,
instintivamente sentimos que nuestra experiencia es real. Es por eso que el
budismo habla de dos aspectos de la realidad: lo aparente y lo real. La
aparente realidad ciertamente no es irrelevante, porque intuitivamente se toma
como real.
EL CAMINO DEL BUDDHA
Por otro lado, si miramos más de cerca, encontramos
que lo que de otro modo parecía verdadero y real, de hecho, tampoco lo es. Ese
descubrimiento nos permite conocer la naturaleza de las cosas. Necesitamos
lograr un delicado equilibrio. Debemos reconocer cómo aparecen las cosas, pero
al mismo tiempo permanecer abiertos y listos para reconocer cómo son las cosas
en realidad.
¿Cómo lo hacemos funcionar? Primero, recibimos
enseñanzas y explicaciones, y reflexionamos profundamente sobre lo que
escuchamos. De esta manera llegamos a una comprensión clara de lo que realmente
trata el Dharma. El siguiente paso es entrenar para que nuestro conocimiento
recién adquirido informe nuestras vidas. Necesitamos aplicar nuestra
comprensión de manera práctica y concreta a medida que avanzamos en la vida.
Esa es la única forma de obtener experiencia directa de las enseñanzas. Este es
el camino del Buddha hacia la percepción, la apertura y la realización.
ESCRITURAS Y REALIZACIÓN
El tipo de instrucción que recibimos y el tipo de
métodos que empleamos dependerán de quiénes somos y cómo trabajamos mejor. El Dharma
tiene dos componentes: la escritura, que se refiere a las enseñanzas del Buddha
tal como se han transmitido a través de los tiempos, y la realización, que es
la percepción que se desarrolla a través del estudio y la práctica. Primero
escuchamos, luego examinamos y reflexionamos sobre lo que escuchamos, y
finalmente aplicamos nuestra comprensión en contextos prácticos. Para que este
proceso tenga éxito, también necesitamos una base en ética y un sentido de
disciplina.
VOTOS, ÉTICA Y DISCIPLINA
La disciplina ética implica un compromiso de vivir la
vida de la manera más constructiva posible. El budismo proporciona diferentes
conjuntos de votos que pueden ayudarnos en este proceso. Los tres vehículos
principales de enseñanza del budismo, el vehículo fundamental, el gran vehículo
y el vehículo vajra, tienen sus propios votos específicos, y hay una gran
cantidad de literatura sobre las distinciones entre estos vehículos y los
detalles de sus votos.
Sin embargo, las tres categorías de votos,
afortunadamente, también pueden describirse en términos más generales. Si
podemos evitar causar a otros seres cualquier tipo de dolor o angustia,
entonces mantenemos los votos del vehículo fundamental, que se centran en
lograr la libertad para nosotros mismos. Luego, si no solo evitamos lastimar a
los demás, sino que también trabajamos para su beneficio y felicidad, entonces
mantenemos los votos del gran vehículo, que se compromete a llevar a todos los
seres al estado despierto. Finalmente, si además reconocemos la pureza fundamental
de todas las cosas y si somos capaces de vivir de acuerdo con esa realización,
entonces mantenemos los votos del vehículo vajra que traen el despertar
completo en esta misma vida.
Ya sea que recibamos enseñanzas, reflexionemos sobre
lo que hemos escuchado o apliquemos nuestra comprensión en contextos prácticos,
es importante que lo hagamos mientras seguimos esos tres aspectos del
compromiso ético.
MUCHOS ENFOQUES
Las instrucciones y explicaciones que recibimos
siempre se ajustan a nuestra disposición individual y capacidad de comprensión.
Cada uno de nosotros tiene su propia perspectiva individual sobre el mundo, y
todas esas percepciones y creencias individuales son importantes. Aunque
estamos equivocados con respecto a cómo son las cosas en realidad, aún debemos
tener en cuenta nuestra experiencia del mundo. Por eso hay muchas tradiciones
filosóficas budistas diferentes. Abordan los distintos intereses, creencias y
habilidades de las personas.
UN COMPROMISO CON LA VERDAD
La gente a menudo me pregunta si el budismo es una
religión o una filosofía. El budismo puede parecer una religión o una
filosofía, pero en realidad no lo es. El budismo es un compromiso con la
verdad. El propósito del budismo es comprender y experimentar las cosas como
realmente son. Cuando nos dedicamos a esto, nos convertimos en budistas. El
budismo no es un proyecto religioso o filosófico. Algunas personas llaman al
budismo una religión porque como budistas buscamos refugio en las Tres Joyas:
el Buddha, el Dharma y la Sangha. Pero al final, la única razón por la que
buscamos refugio es porque buscamos la realización de cómo son realmente las
cosas. Por eso confiamos en el Buddha, la fuente de la sabiduría; el Dharma,
las enseñanzas del despertar; y la Sangha, la comunidad de personas
comprometidas con la realización que estamos buscando.
PASO A PASO
Las Tres Joyas: Buddha, Dharma y Sangha, son en
realidad nuestro único apoyo real. No importa cuán saludables, en forma,
exitosos, ricos, inteligentes, respetados o reconocidos podamos ser, un día
todo desaparecerá repentinamente y todo será diferente. Ya sabemos esto
bastante bien, pero preferimos no pensar en ello. Aún así, ¿qué haremos cuando
un día la alfombra sea retirada de debajo de nuestros pies? Claro, podemos
rezar a dioses y ángeles guardianes, pero como el Buddha aconseja, no
deberíamos tener expectativas poco realistas. Hay un límite en la cantidad de
ayuda que podemos recibir, incluso de un Buda despierto.
El Buddha prometió mostrarnos cómo podemos liberarnos
de nuestra ignorancia, engaño, emociones destructivas y sufrimiento. Sus
instrucciones son fáciles de entender y aplicar, y los efectos son concretos.
Pero también tenemos que hacer nuestra parte del trabajo. El Buddha puede
mostrarnos cómo, pero no puede hacerlo todo por nosotros. El Buddha nos muestra
el camino, pero necesitamos avanzar, paso a paso. Esa es la forma de como es.
RELIGIÓN Y CIENCIA
En estos días, la religión es un tema delicado. En el
pasado, la religión solía desempeñar un papel importante en la vida cotidiana
de las personas, pero hoy en día la imagen es más confusa. Algunas personas
piensan que la religión es simplemente malvada. Otros piensan que es una
reliquia del pasado, irrelevante en el mundo contemporáneo. También hay quienes
piensan que la religión mantiene a las personas en un control tan poderoso que
es mejor simplemente jugar y pretender ser un creyente. Otras personas toman su
religión muy, muy en serio, pensando que sus creencias particulares son la
única fe verdadera. Estas personas generalmente tienen poco conocimiento de
otras religiones, pero insisten en que todos deben creer lo que ellos mismos
creen.
Un tema central en muchas religiones es la creencia en
un poder todopoderoso y omnisciente que no podemos enfrentar cara a cara, una
especie de principio o ser trascendente que ve todo lo que hacemos, sabe todo
sobre nosotros y es capaz de las más sorprendentes hazañas. Nosotros, por otro
lado, seguimos sin poder escuchar o ver esta entidad todopoderosa. A través de
los siglos, las variaciones de esta idea se han vuelto fundamentales en muchas
religiones, pero el surgimiento de la ciencia ha desafiado cada vez más tales
convicciones. No es fácil para una persona con mentalidad científica creer en
un dios omnipresente o poder divino cuya existencia desafía la lógica y que no
puede verificarse a través de nuestros sentidos.
La ciencia ha producido descubrimientos e inventos
notables y que cambian la vida, que han hecho la vida más fácil y más cómoda.
Incluso algo como viajar de un lugar a otro es completamente diferente y
requiere mucho menos tiempo que en el pasado. La ciencia no tiene dioses, sin
embargo, nos ha otorgado tantos beneficios que nos resulta difícil no confiar
en la ciencia. Incluso si tratamos de evitar confiar en la ciencia, los maravillosos
efectos del pensamiento científico todavía están a la vista.
Por supuesto, la ciencia también es responsable de
muchas cosas desafortunadas: solo piense en todas las armas mortales que alguna
vez fueron inconcebibles pero que ahora son parte de nuestro mundo. Aún así,
muchas personas creen más en la ciencia que en la religión. Desde una
perspectiva budista, eso está bien, como budistas, ¿no nos alienta siempre a
investigar las cosas con cuidado y de manera objetiva, tal como intentan hacer
los científicos?
EL BUDISMO NO TIENE DOGMA
Necesitamos investigar las cosas cuidadosa y
objetivamente, y eso también se aplica al Dharma. No deberíamos pensar que el
budismo es la verdad absoluta y que dudar sería un pecado. Por el contrario,
nuestra tarea es ser crítica. El Buddha dijo: “Monjes, cuando escuchas mis
palabras, deben examinarlas cuidadosamente, como un orfebre experto que prueba
el oro calentando, cortando y frotando. No acepten mis palabras simplemente por
respeto ".
El Buddha nos dice que no debemos aceptar sus palabras
solo porque son suyas. Esto distingue al budismo de muchas otras religiones.
Algunas religiones consideran un pecado cuestionar todo lo que se enseña en sus
sagradas escrituras. Otras religiones pueden alentar a sus seguidores a
investigar las cosas un poco más de cerca, pero solo hasta cierto punto. Y si
por casualidad cruzamos la línea, pronto lo descubriremos...
Sin embargo, en el budismo no hay límite a lo que
podemos cuestionar. No hay dogmas que deban permanecer sin respuesta. Esta es
una característica especial de la enseñanza budista y el camino budista.
Practicar el Dharma es una actividad práctica y concreta que comienza
observando el mundo y a nosotros mismos.
NO PERMANENCIA
Por ejemplo, notaremos que no importa lo que podamos
construir, es solo cuestión de tiempo antes de que se desmorone. Todos
conocemos la necesidad de crear algo, y podemos trabajar muy duro para hacer
realidad nuestros deseos. Sin embargo, no importa cuán hábiles o trabajadores
seamos, cualquier cosa que logremos construir o ensamblar desaparecerá tarde o
temprano. Así son las cosas, y no hay nada que podamos hacer al respecto.
Cuando nos reunamos, es solo cuestión de tiempo antes de que nos separemos
nuevamente. No hay dos personas que puedan permanecer juntas para siempre.
Nuestro dinero en el banco también se habrá ido algún día. Esta es la
naturaleza de la existencia condicionada.
DE LA CUNA A LA TUMBA
En el fondo lo sabemos muy bien: el nacimiento termina
en la muerte, y eso se aplica a cada uno de nosotros. Quien entra en este mundo
está condenado a abandonarlo nuevamente. Todos estamos en diferentes fases de
nuestras vidas. Algunos de nosotros somos jóvenes, algunos son de mediana edad
y otros son viejos. Algunos están en lo que poéticamente podría llamarse la
puesta de sol de la vida. Sin embargo, ninguno de nosotros sabe cuántos años
nos quedan. La muerte puede llegar a cualquier persona en cualquier momento,
eso es seguro, pero no tenemos ni idea de cuándo llegará. Lo único que sabemos
con certeza es que en algún momento moriremos.
De: Sadness Love Openess. Shambala Publications, 2018
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