lunes, 5 de noviembre de 2018

MÁS ALLÁ DE LA MENTE


Un camino más allá de la muerte




La perspectiva de la muerte casi siempre viene como un choque: nos encontramos de repente, en el peor momento posible, con todas las preguntas fundamentales pertinentes sobre lo que es, o era, la vida.

Sin embargo, a pesar del énfasis del budismo en la transitoriedad y la muerte, incluso acérrimos budistas se encuentran sintiéndose indecisos sobre qué hacer cuando la muerte ocurra de repente.

Fue el pensamiento de la muerte que impulsó al Buddha a abandonar el hogar y la familia para buscar un camino de liberación del sufrimiento. Buscaba un lugar (o estado) de seguridad que no pudiera ser sacudido por la muerte. Así que el budismo podría decirse que está relacionado con todo sobre la muerte y el camino que conduce más allá de ella.

Tengan en cuenta que el Buddha es visto no sólo como un sabio muerto hace tiempo, sino como un “Despierto”, alguien que ha despertado a una realidad profunda y eterna que está en contraste con nuestra comprensión habitual de la vida. El Buddha llamó a esta realidad “nirvana”, la paz, la finalización del sufrimiento, la liberación del corazón. Significativamente, también se le llama el “No-nacido” o el “Inmortal”.

La travesía del Buddha para despertar comenzó con una pregunta: ¿Para qué nacemos, si estamos simplemente para sufrir la muerte? Él llegó a ver que el nacimiento y la muerte son, definitivamente, percepciones simplemente confusas. Esta realización con frecuencia es referida como despertar o iluminación, es análoga a tomar consciencia y darse cuenta que tomamos nuestros sueños como reales. Mientras continuemos de este modo mal-interpretando la verdadera naturaleza de la realidad, naceremos y moriremos una y otra vez, vida tras vida. Es como si estuviéramos atrapados en nuestro mundo onírico y no podamos encontrar nuestra salida. Es este estado al que nos referimos como samsara.

El Buddha encontró una manera de salir de la confusión del samsara en la luz y la libertad del nirvana. Esta manera es el dharma, y consiste en domar nuestra mente y nuestro corazón para penetrar a un nivel más profundo de comprensión de la vida y la muerte a través de la reflexión y la meditación. Así, la enseñanza del Buddha nos da la inspiración o la esperanza de un objetivo que perseguir y la orientación sobre cómo alcanzarlo. Sin embargo, seguir el dharma a su objetivo definitivo más allá del alcance de la muerte, implica una larga y ardua lucha contra los hábitos acumulados de pensar y actuar que nos mantienen atrapados en el samsara.

La buena noticia es que seguir el camino del dharma puede traer alivio in-mediato y profundo, tanto en la vida como en el momento de la muerte. La sangha, nuestros compatriotas en el camino, nos proporciona una conexión viva hacia el Dharma. Esta conexión viva tiene un poder en sí misma; protege, guía y transmite comprensión a todos aquellos que tienen contacto con ella.

Para los budistas, el objetivo de despertar al nirvana, el camino del dharma para alcanzarlo y la sangha que nos muestra este camino, todos aseguran que siempre hay esperanza y sentido para la vida y la muerte. Considerando estas tres como nuestras fuentes de protección, seguras y perdurables, y por eso a ellas “vamos por refugio”. Este ir por refugio – la práctica fundamental de la tradición budista – ofrece una liberación de la muerte, como tradicionalmente lo entendemos, como su última esperanza.

Es comprensible si prefiere no insistir en el hecho de la muerte. Ignora todo y dice que la muerte es sólo una parte de la vida y nada puede hacer al respecto. El budismo mismo a menudo ha sido entendido como que dice esto, ya que todo es temporal, la muerte no importa, solo debemos aceptarla. Pero eso es un malentendido. La visión budista es que, ya que todos nos aferramos como real a lo que es transitorio y termina con la muerte, debemos abandonar el apego y buscar lo que es de valor eterno.

Si se ven obligados por la idea de que hay una manera de despertar a algo más allá del nacimiento y de la muerte, consideren la posibilidad de reflexionar sobre la muerte. La inspiración y la alegría se pueden encontrar en hacerlo así, ya que convierte los pensamientos de apego a lo que es menos importante y nos lleva hacia lo que es en última instancia real y de valor duradero, y que es nuestra verdadera naturaleza, la que el Buddha encontró ser auténtica, dichosa, significativa, más allá del sufrimiento y capaz de aliviar los sufri-mientos de los demás, espontáneamente y sin esfuerzo.

El camino que el Buddha descubrió es considerado un camino seguro para finalizar el sufrimiento, no sólo en esta vida, sino en todas las vidas futuras y no sólo para uno mismo, sino para todos los seres. Nada de lo que puedo decir aquí, por supuesto, puede comprobar esto, ¿pero a quién más tienes que recurrir? Al final, incumbe a cada uno de nosotros mirar en nuestros cora-zones, más allá de la confusión de los pensamientos superficiales, y ver por nosotros mismos lo que es verdaderamente real.

Adaptado de There’s More to Dying than Death: A Buddhist Perspective, de Lama Shenpen Hookham, publicado por Windhorse Publications.

 

Sobre LAMA SHENPEN HOOKHAM

Lama Shenpen Hookham tiene cerca de 50 años de preparación en las tradiciones del Mahamudra y Dzogchen del budismo tibetano y ha recibido transmisiones, estudiado y ha traducido al 16° Karmapa, a Dilgo Khyentse Rinpoche, a Kalu Rinpoche y a Bokar Rinpoche. Es una estudiante de Khenpo Tsultrim Gyamtso Rinpoche. Pasa la mayor parte de su tiempo en semi retiros en su hogar, The Hermitage of the Awakened Heart, en Gales, RU.

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