EXAMINANDO LA NATURALEZA
DE LA MENTE, Tal como es
Karmapa
Wangchug Dorje
Realicen brevemente
las prácticas preliminares sin olvidar los ejercicios de permanecer en calma.
Primero, relajen la mente libremente en su estado natural y déjenla descansar
de esta manera: dejen la mente clara y radiante como el sol libre de nubes.
Déjenla como el agua y las olas, sabiendo que todas las percepciones que surgen
son la mente. Sean como un niño viendo pinturas en un templo, percepción clara
sin aferramiento.
Mientras estén en
este estado, investiguen minuciosamente vuestra mente tranquila. ¿Cuál es su
esencia? ¿Qué color tiene? ¿Qué forma tiene, qué tipo de forma, qué apariencia?
¿Es algo material o no? ¿De dónde viene, dónde se queda ahora, dónde termina?
¿Está en el cuerpo? ¿Existe en alguna forma en los nombres, la materia interna
y externa y en los seis tipos de seres vivientes? Si encuentran que tiene tal y
tal color, forma y esencia, muy bien. Si no puede encontrar nada, no se
desanimen. Investíguenla una y otra vez con gran perseverancia.
Más tarde, el maestro le preguntará al
practicante: "¿Cómo es la esencia de la mente cuando está en calma?"
Si responde, "aparte de que la mente está en calma, no sé cómo es la
esencia de la mente", el maestro podría preguntarle: «Bueno, ¿Esta
conciencia es algo aburrida, algo poco clara y oscura, o es algo clara,
vívidamente alerta y desnuda?» Si responde que es como lo último, ha visto la
esencia de la mente. Si responde que es como lo primero, debería practicar un
poco más.
Una vez más, el maestro le preguntará al
practicante, «¿Qué diferencia hay entre la mente en calma como la experimentaste
antes y cómo ahora?» Si el discípulo responde: «Antes, la calma mental era una
experiencia de una conciencia fácil y relajada, con las apariencias oscurecidas
y confusas, en las que me relajaba y no hacía más esfuerzo que antes. No
reconocía cada pensamiento y no veía la esencia de la mente. Había una densa
calma, como si la conciencia hubiera caído en un hoyo. O como una mosca
atrapada en cualquier lugar donde aterrice, hubo un asentamiento en un estado
de conciencia confusa. Ahora, la mente tranquila es clara y brillante e
inasible»; entonces, él ha visto la esencia de la mente solo un poco. Si su
respuesta es que es la misma que antes, el maestro debe instruirlo de la
siguiente manera: «Con este tipo de experiencia, solo puedes suprimir los
venenos de la mente.» Para alcanzar la iluminación, deben experimentar, además
de ella, la percepción profunda de la conciencia primordial. Por lo tanto,
perseveren en vuestra práctica hasta que surja esta idea: «Si no pueden encontrar
nada cuando investigan la mente en calma, permitan que la mente esté activa.
Examinen minuciosamente esta actividad inquieta de todo tipo de pensamientos y
movimientos mentales llamados mente. ¿Cuál es el color, la forma, la esencia de
esta mente activa? ¿Está en las formas que son los objetos del ojo, está en los
objetos de los cinco órganos de los sentidos, los sonidos, los aromas, los
olores, los sabores y las sensaciones táctiles? ¿Está la mente activa entre la
cabeza y el pie, en los órganos de los sentidos, en los órganos internos, en las
extremidades, en el cuerpo, en el cabello y la piel? ¿Se mueve en los cinco
elementos externos y en los cinco tipos de seres sensibles? Investiguen minuciosamente
cuál es exactamente la esencia de la mente activa y la mente tranquila. ¿Es
algo existente o inexistente? ¿O es ambas al mismo tiempo o ninguna de ellas?
INVESTIGACIÓN EN PROFUNDIDAD
Cuando durante vuestra
búsqueda no pueden encontrar nada, vean la mente de nuevo con más insistencia
que antes. Si de nuevo no pueden encontrar nada mientras investigan, ¿Quién
está investigando? ¿Cuál es la diferencia entre la mente, que antes se había
relajado naturalmente, y la mente que ahora está haciendo todos estos exámenes?
Investiguen a fondo cómo la mente surge, permanece y pasa.
El maestro le pregunta al discípulo:
«Permite que la mente se mueva, y reconoce cómo surge un pensamiento tras otro.
¿El que está en calma y el que está en movimiento tiene la misma mente o no?» Si
el alumno responde que ambos son iguales, el maestro le señala que de hecho es
la misma mente. Si, por ejemplo, el hijo único de una pareja está con la madre,
no está con el padre. Si está con el padre, no está con la madre. El niño va y
vuelve entre ellos. De manera similar, mientras la mente está tranquila, no
está activa, y mientras está activa, no está tranquila. Y, sin embargo, es solo
esa mente única la que hace tanto la calma como la actividad mental. Por lo
tanto, se señala que la calma mental y la actividad mental son una sola mente.
Algunos practicantes pueden
haber visto la esencia de la mente, pero al carecer del vocabulario del Dharma,
no saben cómo expresarse. Por lo tanto, el maestro debe conocer el alcance de
las experiencias del alumno mediante el interrogatorio. Otros pueden no haber
tenido ninguna experiencia personal, pero saben cómo expresarse sin errores
utilizando el vocabulario del Dharma. Al desafiarlos hábilmente con un sencillo
lenguaje de Dharma, no podrán aferrarse a su lenguaje teórico del Dharma y
perderán el hilo. El maestro tendrá que guiar a todos los diferentes discípulos
con gran habilidad confiando en su propia experiencia.
Además, es necesario
investigar a fondo por medio de once ejercicios: (1) investigación exhaustiva,
(2) examen de cada aspecto, (3) investigación sutil, (4) permanecer en calma,
(5) percepción profunda intuitiva, (6) unidad, (7) claridad, (8) no
conceptualidad, (9) imparcialidad, (10) continuidad, (11) no distracción.
1. Investigación
exhaustiva: investiguen con perseverancia en vuestra mente. ¿Cuál es la esencia
de la mente, es algo existente o inexistente?
2.
Examen
de cada aspecto: exploren la naturaleza básica de la mente, particularmente su
color, forma, etc., y de dónde viene, dónde permanece y adónde va.
3.
Investigación
sutil: Investigue a fondo uno por uno al buscador y a lo buscado.
4. Permanecer
en calma: a través de esta investigación, examen e investigación, primero
llegarán a la convicción de que la mente no tiene existencia propia, y
habiéndose convencidos de que todos los fenómenos también son solo nombres, la
mente se asienta en un significado profundo.
5.
Percepción
profunda intuitiva: al investigar la esencia de esta mente tranquila como
antes, comprenderán completamente su esencia.
6.
Unidad:
Permanecer en calma y percepción profunda intuitiva no son distintas, no hay
separación entre ellas.
7.
Claridad:
si la mente se vuelve opaca o brumosa, deben aplicar medios de estimulación
mental y elevar la mente.
8.
No
conceptualidad: Si la mente se vuelve activa sin control, apliquen los métodos
de calma mental.
9. Imparcialidad:
cuando no hay embotamiento ni desenfreno, manténganse en la naturaleza de la mente
misma que han estado examinando e investigando.
10. Continuidad: No deben abandonar nunca esta práctica.
11. No
distracción: En esta práctica deben concentrar la mente, no dándole ninguna oportunidad
a las distracciones que les afecten.
El conocimiento teórico y la
mera fascinación con el significado general no servirán para nada. Deben dar
lugar a experiencias correctas. Para esto deben dirigir vuestra atención hacia
adentro y concentrarse sin distracción en la pregunta: «¿Cuál es la naturaleza
de la mente mientras está activa y en calma?» Nunca abandonen vuestra
investigación en la mente, ni durante sus sesiones de meditación ni entre
ellas.
DE: Mahamudra.
The Ocean of True Meaning. Karmapa Wangchug Dorje. Münster. Editión
Octopus. 2009. pp. 159 -164
No hay comentarios:
Publicar un comentario