Una meditación sobre la bondad amorosa
Tulku Thondup Rinpoche
Hay diferentes maneras de
meditar en la bondad amorosa. Basado en
muchas de las enseñanzas budistas, te enseñaré una meditación en la que la
bondad amorosa es generada principalmente por pensar y sentir el amor
incondicional del Buddha de la bondad amorosa y la compasión (Avalokiteshvara).
Hacemos esto a través del poder de nuestra devoción — la energía que abre
nuestro corazón con alegría y confianza — al Buda.
Usamos cuatro medios
para desarrollar esta meditación:
1. Visualizar imágenes positivas de
Avalokiteshvara, el Buddha de la bondad amorosa, y sus bendiciones;
2. Pensarlas con palabras positivas y
plegarias;
3. Sentir la energía de la bondad amorosa;
4. Confiar sin duda alguna en el poder de la
devoción, de la bondad amorosa y las bendiciones del Buddha.
En la vida cotidiana, debido
a nuestros hábitos usuales, dejamos que nuestras propias percepciones de
objetos y situaciones externos controlen nuestra vida. Por ejemplo, cuando
percibimos a una persona que viene hacia nosotros como un asesino, nos sentimos
asustados. Al instante, todo se convierte en un mundo de terror. Pero tan pronto
como lo reconocemos como uno de nuestros mejores y más amables amigos, la
situación se vuelve pacífica y alegre.
De igual manera, en cuanto
vemos y sentimos la imagen del Buddha como una presencia de la sabiduría
omnisciente y del amor incondicional, nuestra mente cambia de un estado
negativo o neutro a uno lleno de sentimientos y pensamientos positivos. En la
medida en que apreciamos y disfrutamos el amor incondicional del Buddha, en esa
misma medida nuestro corazón se transformará y florecerá como un corazón con
amor incondicional. Es por que en las meditaciones budistas visualizamos al
Buddha con cualidades iluminadas, orando a él o ella y recibimos bendiciones
para despertar nuestras propias cualidades interiores puras, como la bondad
amorosa.
Abriendo
la meditación
Es importante comenzar la
meditación con intención iluminada (bodhichitta). Pensando: «Voy a meditar para
desarrollar la bondad amorosa en los corazones de todos los seres».
Meditación
principal
En medio de cielo ilimitado
y puro, visualiza al bello Buddha de la bondad amorosa sentado en una
gigantesca flor fragante y en un cojín de radiante luna.
Su cuerpo juvenil, con tez
blanca, es un cuerpo de luz radiante — clara, luminosa e inmaterial — como si
brillara la luz de miles de lunas. Su
mente es omnisciente y conoce todo simultáneamente. Su corazón de bondad
amorosa cuida incesante-mente a todos los seres como si fueran su único hijo.
Su ilimitado poder satisface las necesidades de todos cuyos corazones están
abiertos a esta oportunidad.
El Buddha de la bondad
amorosa es la personificación de todos los iluminados — los budas, los santos y
los sabios. Es la manifestación de la verdadera naturaleza y cualidades puras
del universo entero. Es el reflejo de la naturaleza búdica y la verdadera
bondad amorosa de tu propia mente, como si estuvieras viendo tu propio reflejo
en un espejo.
Cuando ves y sientes la
presencia y las cualidades del Buddha, tu mente es trans-formada
instantáneamente. Se disuelven todas las murallas de vacilación y limitaciones
que te impiden cualquier progreso espiritual.
Cesan todos los pensamientos
y emociones negativos que originan las distintas clases de sufrimiento. El
ciclo de sensaciones y visiones positivas — la causa de la paz y la dicha
perdurables — es puesto en marcha.
Primera plegaria: ora al Buddha con devoción — la energía de
la verdad y la dicha totales — desde lo profundo de tu mente. Cantando el
mantra-plegaria con dulces melodías, escucha y siente todos los sonidos del
mundo, y los sonidos saldrán desde la respiración de ondas de energía de cada
partícula de tu cuerpo, como el sonido de dicha y celebración. Tu corazón y
cada partícula de tu cuerpo están floreciendo ilimitadamente con la energía de
la devoción al Buddha, como plantas floreciendo en la calidez de la luz del
sol. Canta repetidamente:
Om ma-ni pad-me hung [hum],
Oh
Buddha con gemas [simbolizando bondad amorosa] y loto [simbolizando la
sabiduría omnisciente], por favor, cuída-me/nos.
Luego ve y siente que la
omnisciente sabiduría, el amor incondicional y el poder sin límites del Buddha
emanan de tu cuerpo en forma de infinitos haces de luz, como luces de arcoíris.
Todas tus aflicciones mentales y emocionales y enfermedades físicas —
visualizadas en forma de oscuridad o suciedad en tu cuerpo — son disipadas por
la brillantez de la luz, arrastradas por el torrente del néctar de luz,
barridas por el viento y el brochazo de luz o quemadas con el fuego de luz.
En este momento, cada
partícula de tu cuerpo es colmada con la luz brillante de la sabiduría
omnisciente, del amor incondicional y del poder ilimitado del Buddha. Sentir
intimidad y felicidad de como la luz del amor incondicional del Buddha acaricia
cada partícula de tu cuerpo. Mientras tu cuerpo disfruta las bendiciones, tu
mente está siendo purificada, sanada y transformada, pero en realidad tu mente
está iniciando y disfrutando de todas las transformaciones.
Luego medita sobre un ser
querido, tal como tu amorosa madre, visualízala claramente delante de ti y
piensa: «Madre, tú me diste mi vida, criando a un niño hasta volverlo una
persona. Te sacrificaste por mí y siempre me guardaste en tu cálido, amoroso
corazón.
A veces cometiste errores,
como también has sido víctima de fuertes emociones, que entiendo perfectamente.
Me quisiste como lo más precioso en el mundo, recuerdo claramente esto. Yo
siempre preocupado por tu felicidad, y ahora soy muy afortunado de tener un
gran regalo — las bendiciones del Buddha y el amor puro de mi corazón— para
compartir contigo. ¡Qué feliz soy!» Entonces con gran amor, mientras cantas el
mantra, medita, ora, purifícala, sánala y transfórmala con las luces de la
bendición del Buddha, como antes lo hiciste por ti mismo.
Después, comparte la misma
meditación con una persona neutra, luego con alguien con quien estás opuesto, y
finalmente con todos los seres a los que reconoces como tus amorosas madres en
tus infinitas vidas pasadas.
El objetivo de la bondad
amorosa es servir a todos, pero es importante empezar la meditación con uno
mismo y luego con un ser querido. De esa manera, experi-mentarás la
benevolencia directa, vívida y profundamente, sin vagabundear en ideas
superficiales o generales, así como en sentimientos vagos o poco profundos.
Segunda plegaria: en este momento, una gran transformación
está teniendo lugar en ti. Todos los pensamientos y sentimientos de tu mente y de
tu cuerpo son transformados en pensamientos y sentimientos de bondad amorosa.
El Buddha de la bondad amorosa está enfrente de ti, pero también en tu mente y tu
cuerpo. Lo reconoces. Entonces cualquier cosa que digas o hagas, todos son las
palabras y expresiones de bondad amorosa — la verdadera fuente de dicha para ti
y para muchos otros. Siente que toda tu
mente y cada partícula de tu cuerpo están floreciendo totalmente con los sonidos
de las ondas de energía de la bondad amorosa, cantando:
Om ma-ni pad-me hung,
Oh Buddha con gemas y loto,
¡La Quíntuple sabiduría está en mí!
Tercera
plegaria: en cuanto tal
bondad amorosa se despierta en ti, y mientras permanezcas en ella, cualquier
cosa que veas, oigas y sientas serán imágenes, sonidos y sensaciones de bondad
amorosa. Date cuenta de esto. Ver, oír y sentir a cada ser y a todo el universo
como la tierra pura del Buddha y la bondad amorosa, cantando:
Om ma-ni pad-me hung,
Oh Buddha con gemas y loto,
¡la Quíntuple Sabiduría está en todo!
Meditación
final
Contempla al reposar en la
concienciación de la paz absoluta — la verdadera bondad amorosa, el resultado
de la meditación — sin aferrarte en esto o pensando sobre esto.
Concluyendo
la meditación
Finaliza la meditación
ofrendando a todos los seres todo el mérito originado por la meditación,
considerando a cada uno como tu madre. Este mérito es la causa de la
realización de la bondad amorosa absoluta. Realiza la aspiración de beneficiar
a todos con la bondad amorosa.
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