Una instrucción sobre la visión del Mahayana que aclara las dos
verdades
Patrul Rimpoché
Para aquellos que desean alcanzar la
liberación, existe tanto (i) la enseñanza acerca
de lo que ha de realizarse como (ii) la enseñanza acerca de cómo poner esto en
práctica.
I. La Enseñanza acerca de lo que
ha de realizarse
En esta, hay dos temas: (1) la condición natural de todos los
fenómenos cognoscibles en general, y (2) la condición natural de nuestra propia
mente.
(1) La Condición Natural de todos
los Fenómenos Cognoscibles
Esta también se divide en dos aspectos:
(i) el relativo y (ii) el absoluto.
(i) El Aspecto Relativo
En términos generales, todas las apariencias –-desde la del
infierno más bajo del Tormento Último hasta la experiencia de post-meditación
de los bodhisattvas en el décimo bhumi,
e incluyendo la misma –- son relativas.
Más aún, existen dos clases de apariencias relativas, las
relativas incorrectas y las relativas correctas.
Todo lo que percibimos antes de que emprendamos el camino
pertenece a la categoría de las relativas incorrectas. Cuando hemos alcanzado
la etapa de la ‘conducta de aspiración’,[1] si podemos integrar alguna realización dentro de nuestra
experiencia, ésta se convierte en relativa correcta, pero cada vez que no lo hacemos, ésta es relativa incorrecta. Una vez que alcanzamos los bhumis,
todo lo que aparece ante la mente es lo relativo correcto – ‘relativo’ porque las ‘meras apariencias’ todavía no han cesado,
y [‘correcto’] porque su falsedad se ve directamente. Estas apariencias
continúan surgiendo desde el primer bhumi
hasta el décimo bhumi, puesto que el
viejo hábito de percibir las cosas como reales todavía no ha sido abandonado,
del mismo modo que el aroma de almizcle perdura en un recipiente.
Eventualmente, en el nivel de la budeidad, cuando estas tendencias habituales
han sido completamente erradicadas, no existen percepciones dualistas de
ninguna clase, y uno permanece exclusivamente en la esfera última, más allá de
cualquier elaboración conceptual.
Aferrarse al mundo ordinario, tanto el ambiente externo como los
seres que se encuentran en éste, como algo real, es lo relativo incorrecto. El antídoto para esto, tal como visualizar a todos los seres
como deidades puras y el entorno como el palacio puro del mandala, mientras que
al mismo tiempo se consideran como una mera ilusión, es lo relativo correcto.
(ii) El Aspecto Absoluto
En esencia, lo absoluto es el espacio básico de los fenómenos (dharmadhatu), desprovisto de toda elaboración
conceptual. En su esencia, no tiene ningunas divisiones, pero aún así es
posible hablar de ‘divisiones’ de acuerdo a si esta realidad ha sido
comprendida o no. De esta manera, existen divisiones entre lo absoluto que es
la propia naturaleza básica y lo absoluto que es la realización de esta
naturaleza básica (o ‘hacer que sea evidente’). Entonces, de nuevo existe la
división entre lo absoluto que es aclarado[2] a través del estudio y la reflexión, y lo absoluto que es
experimentado a través de la práctica de la meditación; o lo absoluto que es
inferido conceptualmente por los seres ordinarios versus lo absoluto que es
experimentado directamente por los seres nobles. También existe una división
entre lo absoluto conceptual (namdrangpé
döndam) y lo absoluto que está más allá de toda conceptualización (namdrang mayinpé döndam).
Existen tres formas en las cuales
podemos experimentar estas dos verdades:
- En la etapa de los seres ordinarios, las
apariencias son consideradas como inherentemente reales y son percibidas
con aferramiento. Esto se denomina lo relativo
incorrecto.
- En la etapa de los seres nobles, se
desarrolla la comprensión de que las apariencias son engañosas y se
perciben sin ningún aferramiento. Esto se llama lo relativo correcto.
- En la etapa de la budeidad, no existen
apariencias ordinarias ni no apariencias de ninguna clase, y cualquier
preocupación acerca del aferramiento o el no aferramiento ya no se aplica.
Esto se llama lo absoluto.
Para explicarlo de otra manera, la primera etapa tiene tanto
apariencias como aferramiento, la etapa intermedia tiene meras apariencias sin
aferramiento, y en la etapa final no existen ni apariencias ni aferramiento.
Estas tres etapas también se conocen como ‘conocimiento
incorrecto’, ‘conocimiento acerca de la comprensión de lo relativo’ y
‘conocimiento acerca de la comprensión de lo absoluto’. En el caso de los seres
ordinarios, la sabiduría de la comprensión de lo relativo depende del análisis,
pero para los seres nobles esto se logra a través de la percepción directa.
Aunque las nociones convencionales tales como ‘comprensión’ o ‘no
comprensión’ no se aplican al espacio absoluto de la propia realidad, todavía
podemos utilizar términos tales como ‘comprensión’ o ‘realizar’ para referirnos
al reconocimiento de este estado.
En última instancia, necesitamos realizar la cualidad indivisible
de las dos verdades, pero sostener que lo relativo se refiere a la existencia,
mientras que en el nivel absoluto las cosas no existen, nunca calificará como
la visión del Camino del Medio. Cuando comprendemos la naturaleza auténtica de
lo relativo correcto, las dos verdades se fundirán de manera inseparable, más
allá de los extremos conceptuales de existencia, inexistencia, permanencia y
nada. Tal como se dice en el Prajnaparamita Madre:
La naturaleza real de lo relativo es la naturaleza
real de lo absoluto.
La división en dos verdades es solamente un dispositivo
provisional, basado en las distintas perspectivas de dos estados de la mente,
que se hace con el fin de facilitar la comprensión. Todas las diversas
entidades que aparecen ante un estado confuso de la mente se designan como
‘relativas’, mientras que ‘absoluto’ se refiere a un estado de la mente en el
cual la confusión ha llegado a su fin y donde no existe ni siquiera el más leve
rastro de cualquier enfoque conceptual, incluso hacia la propia inexistencia.
Tal como se dice:
Cuando las nociones de lo real y lo irreal
Están ausentes de la mente,
No existe otra posibilidad,
En realidad, dentro de la gran simplicidad no conceptual de la esfera
absoluta – la naturaleza última que ha de comprenderse – no existe un
fundamento para hacer distinción alguna entre dos niveles de realidad y, de
esta manera, no existe semejante división. En la realización final de la
budeidad tampoco existe división entre dos niveles de verdad. Incluso las
apariencias ilusorias que experimentamos ahora mismo no abarcan dos niveles
distintos de realidad; sencillamente, constituyen la unidad inseparable de
apariencias y vacuidad; o conciencia y vacuidad.
La realización o comprensión completa de esto constituye la mente
de sabiduría de un buda, la conciencia prístina no dual de la propia realidad.
Al comprender las dos verdades individualmente, eventualmente éstas se fundirán
en una unión inseparable, y esto es lo que llamamos ‘la sabiduría no dual de la
unidad’ o ‘nirvana libre de fijación’, y así sucesivamente.
(2) La Condición Natural de
Nuestra Propia Mente
Aunque podamos comprender la condición natural de todos los
fenómenos cognoscibles de esta manera, si no comprendemos la condición natural
del sujeto que conoce, que es nuestra propia mente, todos los fenómenos
seguirán siendo objetos de conocimiento y esto no servirá como antídoto para
nuestras aflicciones mentales. De hecho, esta propia realización se convertirá
en una causa para sentirse arrogante y engreído, y sólo sirve para reforzar
nuestro sentido de un yo personal. Por esta razón necesitamos reconocer la
naturaleza verdadera de aquél que tiene la realización – ese intelecto, mente o
conciencia.
Existen dos aspectos en este sentido: (i) obtener una comprensión
provisional en término de las dos verdades, y (ii) obtener una comprensión
última en la cual las verdades son inseparables.
(i) La Comprensión Provisional en Términos de las Dos Verdades
Cuando comprendemos la condición natural de los fenómenos en
general, y entendemos que son semejantes a una ilusión en el nivel relativo
porque aparecen aunque no son verdaderamente existentes, mientras que son como
el espacio en el nivel absoluto porque no se puede establecer que son
existentes o no existentes, y nosotros también comprendemos que, en última
instancia, las verdades son inseparables dentro del gran Camino del Medio – el
espacio absoluto de la realidad más allá de todos los extremos conceptuales –
la mente o conciencia que tiene esta comprensión es relativa. Tal como dijo
Shantideva:
Se ha enseñado que lo absoluto está más allá del
alcance del intelecto,
Porque la mente es sólo relativa.[4]
Una mente intelectual que tiene esta
clase de comprensión puede volverse arrogante y engreída. Esta clase de
arrogancia y engreímiento son los medios de acción de mara y sólo servirán para corromper nuestra
comprensión. Tal como dice El Sutra Que Revela el Reino Inconcebible de
los Budas:
El así denominado ‘logro’ es ciertamente transitorio,
Y la así llamada ‘realización’ es una conjetura arrogante.
Conjetura transitoria o arrogante, debe ser obra de mara.
Son extremadamente arrogantes aquellos
que piensan: “He logrado esto”. O se dicen a sí mismos: “He comprendido
completamente”.
La naturaleza de la mente relativa que
comprende es lo absoluto.
Si examinamos la propia naturaleza de la conciencia, mente o
intelecto que comprende, no podemos encontrar nada real o substancial en
absoluto. De hecho, siempre ha estado desprovisto de existencia e inexistencia, desprovisto de surgimiento y
cesación, desprovisto de ir y venir, desprovisto de permanencia y nada,
desprovisto de pasado, presente o futuro y, por lo tanto, es la propia realidad
absoluta.
El Sutra Solicitado por Kashyapa dice:
La mente no ha de encontrarse dentro. Ni existe
fuera. Y no puede ser observada en ningún otro lugar.
El Sutra Solicitado por Maitreya dice:
La mente no tiene forma, ni color, ni lugar. Es
como el espacio.
(ii) La Comprensión Última en la
cual las Verdades son Inseparables
En la naturaleza última de la mente, las dos verdades son inseparables.
La aplicación de las dos verdades a la naturaleza única de la mente no es más
que un uso provisional de designaciones o terminología. No existe una mente
ordinaria dentro de la base o espacio absoluto de la realidad, de modo que no
existe base sobre la cual pudieran aplicarse las dos verdades. Ni existe una
mente ordinaria en el resultado, la mente de sabiduría de la budeidad, de
manera que esto también puede ser designado en términos de las dos verdades.
Incluso en la claridad y la vacuidad, que es la naturaleza de las mentes de los
seres sensibles confundidos, no podemos encontrar esta [distinción], porque
sólo existe la clara conciencia y la vacuidad. Por esta razón debemos realizar
o entender de qué manera son inseparables las dos verdades.
Aún así, debido a que la cualidad inseparable de las dos verdades
sólo puede ser realizada una vez que hemos comprendido las características de
cada una individualmente, existe todavía un motivo para hacer esta doble
división.
De esta manera, la simplicidad no conceptual que es la condición
natural de lo que ha de conocerse se funde de modo indivisible con la
simplicidad no conceptual de la condición natural de la mente. Dentro de esta
experiencia, que está desprovista de cualquier noción de un yo individual o
identidad fenoménica, se considera que todos los fenómenos externos e internos
son como el espacio no creado, libres de cualquier término conceptual, tal como
existente, inexistente, permanente o nada, y así sucesivamente, y no obstante,
la experiencia está más allá de la dualidad de algo que se ve y alguien que ve,
o algo que es realizado y alguien que realiza. Por lo tanto, es una realización
perfecta e inequívoca.
II. La Enseñanza Acerca de Cómo
Poner Esto en Práctica
Esta sección tiene dos partes.
1. La Práctica Directa para
Aquéllos que Tienen las Facultades más Brillantes
Aquéllos que han reunido las dos acumulaciones en el pasado y que
tienen un karma profundamente bueno, así como buena fortuna, pueden obtener
realización simplemente al recibir instrucciones sobre las dos verdades. En su
caso, simplemente sostener la continuidad de este reconocimiento es suficiente.
En su equilibrio meditativo, que está desprovisto de la dualidad del proceso de
conocimiento y de algo que es conocido, y está más allá de cualquier noción de
un yo, ellos meditarán de una manera que es como el espacio, sin ninguna
elaboración conceptual relacionada con las dos verdades. Al practicar la
meditación de esta forma, no existen pensamientos negativos que eliminar y no
hay estados positivos de la mente en los cuales concentrarse.
Como dice el
Señor Maitreya:
En esto no hay nada que eliminar,
Ni lo más mínimo que agregar.
Es examinar perfectamente la propia realidad,
Después de esto, [en el periodo de post-meditación] uno mantiene
la experiencia parecida a un sueño de la unidad de las dos verdades
reconociendo cómo todo lo que se percibe aparece, aunque carece de toda
realidad verdadera. Al mismo tiempo, con la bodhichitta ilusoria, que es el
amor y la compasión por todos los seres ilusorios semejantes a un sueño que no
han comprendido esto, uno reúne las dos acumulaciones ilusorias y formula
vastas oraciones de aspiración para su beneficio.
2. La Práctica Gradual para
Aquéllos que tienen Facultades más Torpes
Aquéllos que tienen facultades más torpes necesitan entrenarse en
etapas graduales, comenzando con las cuatro contemplaciones que alejan la mente
del samsara. A menos que procedan de esa manera, nunca avanzarán más allá de
las ideas conceptuales acerca de la realización profunda.
Se dice:
Todos nuestros
pensamientos y percepciones son relativos.
La realización de su
naturaleza es lo absoluto.
La mente que realiza
esto es lo relativo.
La ausencia de realidad
verdadera de la mente es lo absoluto.
Los términos que
expresan las dos verdades son relativos.
La ausencia de
realidad verdadera en semejantes términos es lo absoluto.
La no dualidad de
éstos es la unión de las dos verdades.
En la naturaleza de
lo que se conoce y la mente de sabiduría de los budas,
Incluso la unidad de
las dos verdades no puede ser observada,
Y así, se le llama
‘el espacio absoluto más allá de toda elaboración’.
Allí, la identidad
intrínseca del individuo o de los fenómenos no puede encontrarse.
La realización de
esto es la visión.
Permanecer en esto es
la meditación.
Reunir las
acumulaciones movido por una preocupación compasiva por los demás es la acción.
La disolución de la
percepción dualista dentro del espacio básico es el resultado.
La sabiduría que
impregna todas las cosas representa las cualidades iluminadas.
Y producir de manera natural el beneficio de los demás es la
actividad iluminada.
Sin aferrarte a las
palabras y a los rótulos como si fuesen el significado mismo,
En cambio, dirige la
mente hacia el único significado al que apuntan las palabras.
La mente propiamente dicha, que es el experimentador de los
fenómenos, está desprovista de toda realidad verdadera, y así, en referencia a
esto, decimos que no hay identidad intrínseca, no hay seres sensibles, no hay
individuo, ni agente y así sucesivamente. Cuando decimos “no” o “inexistente”
en este contexto, esto significa que la existencia no puede ser establecida. No
obstante, como la existencia no puede ser establecida, la inexistencia tampoco
puede ser establecida, y así el término “no” significa el no establecimiento
tanto de la existencia como de la inexistencia.
Esta conciencia que percibe su objeto no depende de las facultades
de los sentidos. No se origina a partir de los sentidos. Y no permanece en
algún lugar intermedio. No existe internamente ni externamente. Cuando surge,
no viene de ninguna parte, y cuando cesa no va a ninguna parte. Es vacía al
originarse, y es vacía cuando deja de existir. Así es como se describe. En los
sutras, por ejemplo, encontramos afirmaciones como esta:
En esa perfecta visión, no aparecerá ninguna clase
de fenómeno.
Y el Prajnaparamita Madre dice:
La conceptualización es involucrarse en el reino
del deseo, el reino de la forma o el reino sin forma. Pero la no
conceptualización no está asociada a ninguno de ellos en absoluto.
Un sutra dice:
Cuando no se efectúa ninguna clase de actividad,
Esto es lo que se llama “acción yóguica”.
Y:
Por lo tanto, sostener el estado ordinario libre de cualesquiera
dharmas es el Dharma supremo.
Un sutra dice:
¿Qué es el Dharma supremo?
Es la ausencia de cualquier noción de dharmas.
El Prajnaparamita Madre dice:
Como no puede observarse ningún despertar, la palabra “despertar”
es sólo un nombre. Como no puede observarse ninguna budeidad, ésta no es sino
un nombre.
La visión es la realización de que no existe nada en la condición
natural de todos los fenómenos, que son semejantes al espacio, que pudiera ser
un objeto de conciencia o de sabiduría. Permanecer con ese reconocimiento – a
modo de un ‘no permanecer’– es la meditación. En la post-meditación, reunir la
acumulación ilusoria de mérito para el beneficio de los seres sensibles
ilusorios es la acción. La disolución de las percepciones ilusorias de la mente
dentro del espacio básico es el resultado último.
El espacio básico de los fenómenos está más allá de la elaboración
Conceptual, y es inexpresable a través de la palabra o el
pensamiento,
En esto, no existe el conocimiento de algún objeto que haya de
conocerse.
No obstante, se habla de la práctica de la visión y la meditación,
Como el espacio que ve al espacio o el cielo que medita acerca de
sí mismo.
En la realidad auténtica, no existe mente y no existen
apariencias,
Pero decir “no” indica que se trasciende incluso
la dicotomía de la existencia y la inexistencia.
Se dice que no temer al significado profundo de la vacuidad, sino
sentirse inspirado por éste es el signo de un ser afortunado que ha escuchado
las enseñanzas y se ha entrenado en ellas con anterioridad, y que está
destinado a alcanzar rápidamente el despertar.
La realidad en sí, el
espacio básico semejante al cielo, libre de cualquier pensamiento,
Cuando se realiza en
un estado de sabiduría primordial más allá de la expresión,
Es igualdad fundamental,
libre de especulación o actividad deliberada.
Esta es la mente de
sabiduría de los budas de los tres tiempos.
Lo absoluto, la
naturaleza de la realidad en sí, es como el hijo de una mujer estéril,
Experimentar los
fenómenos condicionados de lo relativo, apariencias mágicas de unidad,
Sin aceptarlos ni rechazarlos
y sin apego,
Es trasladar la mente
de sabiduría de los budas a la experiencia.
Hasta que alcances
este nivel de logro y dominio mental,
Renuncia a cualquier
apego a posesiones materiales,
Y mantente en lugares
de retiro y bosques aislados, como un ciervo salvaje.
Esta es la forma de
permanecer en el camino sin retroceder jamás.
Hacia todas las
circunstancias, externas e internas, favorables y desfavorables,
Y toda experiencia te
ayudará enormemente en tu camino.
Esta es la forma de
encontrar una realización estable dentro de la naturaleza no nacida de los
fenómenos.
Cuando la sabiduría
que proviene de comprender la naturaleza de la mente semejante al cielo
Y la compasión de no
abandonar a los seres sensibles ilusorios
Se unifican en una
visión y actividad concomitantes,
Se alcanzará
rápidamente la gran sabiduría primordial libre de fijaciones.
El Sutra del Nirvana dice:
Vacuidad significa no percibir ni “lo vacío” ni
“lo no vacío”.
El resplandor natural de la vacuidad puede aparecer como cualquier
cosa en absoluto. Como es vacío al aparecer, la apariencia y la vacuidad constituyen
una unidad. Esto sólo puede conocerse mirando hacia dentro. Está dentro del
dominio de tu propia conciencia-sabiduría que se conoce a sí misma.
Machik Labdrön dijo:
Cuando nada en
absoluto se conceptualiza,
¿Cómo podrías descarriarte?
Aniquila tus concepciones. Y reposa.
Y:
Como la mente no es
una dualidad,
Mira como si no
hubiese algo que mirar.
Esta mente nuestra no
se ve a través de ninguna acción de ‘mirar’.
La propia naturaleza
de la mente no se comprende por el hecho de que sea ‘vista’.
De hecho, no existe
la más pequeña fracción
De algo que mirar.
La naturaleza de la mente, vacía y clara y más allá del foco
conceptual, es la condición fundamental auténtica. Como esta conciencia pura,
libre de términos conceptuales e imposible de localizar, surge incesantemente[8] en la forma de apariencias ilusorias que son su expresión básica,
debemos colocar toda nuestra confianza en este estado que está más allá del
aferramiento, este estado en el cual no existe separación entre la meditación y
la post-meditación, y en el cual la claridad y la vacuidad son una unidad, y
asúmelo de corazón a través de la práctica.
| Traducido por Gustavo Villalobos
[5] El Ornamento de la Clara Realización, V, 21 y El Continuo Sublime, I, 154.
También es el verso 7 de El Corazón del Origen Dependiente de Nagarjuna.
[8] Las diferentes ediciones tibetanas dicen ‘char sgom ‘gags pa’i, pero estoy leyendo esto como ‘char sgo ma ‘gags pa’i, siguiendo la aclaratoria de Ringu Tulku Rimpoché.Extraido de http://www.lotsawahouse.org/las_dos_verdades.html
Patrul Rinpoche (1808 - 1887) fue un maestro viajero de Dzogchen del Tíbet Oriental,
amado por el pueblo. Fue conocido como el
vagabundo iluminado.
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