Garuda
Dzogchen es 'La gran perfección', el apogeo de la
realización de la meditación del budismo tántrico tibetano. Es la iluminación
de Buda en luz de arco iris.
Dzogchen es también un camino de la praxis
existencial que es la quintaesencia de todos los Tantra. Pero no puede ser
enseñado o aprendido. Te lo dan o no. Es la escuela de budismo con mayor
afinidad a la sensatez de la aspiración mística de siglo XXI.
Un signo del Dzogchen es el Garuda, un ave mítica, Khyung o
Kading en tibetano, un antiguo dios-sol, el pájaro celestial con algunas veces
rostro humano.
'Todos los pensamientos desaparecen en el vacío como
la huella de un pájaro en el cielo'
La exposición del Dzogchen convencionalmente se
expresa en términos de visión, meditación y acción. La jerga mística es muy
abstracta y abstrusa. Uno de los grandes maestros de Dzogchen en este siglo,
Kyapje Dunjom Rimpoche, expresa la visión de Dzogchen algo como esto:
'Lo primero es la visión Dzogchen la que ve lo
que es realmente --la naturaleza de la mente en sí. Este es el estado natural
del ser, donde la mente no hace distinciones ni juicios. Este estado de
conciencia se llama rigpa. Rigpa es la conciencia desnuda de lo integral
aquí y ahora. Nosotros realmente no podemos expresar esta conciencia y no hay
nada con que compararla para describirla. Ciertamente no es el estado ordinario
de confusión emocional y pensamientos contradictorios, pero tampoco es cesación
nirvánica. Este estado no puede ser elaborado o desarrollado y, por otro lado, no puede ser detenido o
extinguido. Nunca podemos estar libres de él y tampoco podemos caer en el error
en esto. Es imposible decir que existimos realmente en ese momento, pero no
podemos decir que no existimos. Esta experiencia ni es de infinidad, ni de algo
específico.'
‘Por lo
tanto, para ser breve, porque la naturaleza de la mente, la gran perfección,
rigpa, no puede establecerse como cualquier cosa específica, estado o acción,
tiene el rostro original de vacuidad que hace a esto puro desde el principio, omnipresente
y penetrante. Porque el brillo sin obstrucciones de la vaciedad y toda la gama
de experiencia sea confusa o trascendente son como el sol y sus rayos, la vaciedad
es experimentada positivamente como toda y ninguna cosa de algún modo tiene la
naturaleza intrínseca de la conciencia no dual del universo espontáneamente
planteado de calidad pura. Por este motivo el reconocimiento de la presencia de
lo que es, como el estado natural primordial del ser, el verdadero yo de los
tres cuerpos de Buda, la conciencia intrínseca como la Unión de la luz y la
vaciedad, se llama visión de la gran perfección inconcebible.'
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