¿Què es
el Yoga de los Sueños
y como
lo haces?
Andrew Holecek
De acuerdo con la
leyenda, cuando Siddharta Gautama brillaba justo después de su Iluminación, la
gente le preguntaba si era un dios, un profeta, un rishi (antiguos sabios del Vedanta), un santo, a cada uno él respondió:
“No”. Lo que él simplemente dijo es: “Estoy despierto”, y su respuesta se convirtió
en su título. La palabra “Buddha” viene de la raíz sánscrita budh, que significa “despertar” y denota
a aquel que ha despertado del gran sueño de la ignorancia. Así, desde el
comienzo, el Budismo ha estado íntimamente conectado a un literal y figurativo
sueño. Una forma de entender las enseñanzas del Buddha es que en realidad
estamos más despiertos espiritualmente que nunca mientras dormimos sin soñar,
pero aun más dormidos en lo que llamamos la realidad en el estado de vigilia.
Lamentablemente, la mayoría de nosotros lo entendió completamente al revés. La práctica
espiritual de las meditaciones nocturnas, pueden llevarnos a esta realización.
Meditaciones Nocturnas
Las meditaciones nocturnas
comienzan con sueños lúcidos, los cuales son la plataforma de lanzamiento para
explorar el profundo espacio interno de la mente nocturna. En los sueños lúcidos,
tú estás completamente consciente dentro del sueño, por lo tanto, puedes hacer
casi cualquier cosa con él. Los sueños lúcidos son lo máximo en entretenimiento
para el hogar. Tú mente se convierte en el cine, y tú eres el productor,
director, escritor y principal actor. Puedes escribir una historia de amor o la
aventura más salvaje. Los sueños lúcidos también pueden ser usados para
resolver problemas, ensayar situaciones, mejorar el desempeño atlético, y
trabajar con problemas psicológicos. Desde lo trivial a lo trascendente, los
sueños lúcidos proveen un espectro de experiencias mayormente enfocadas con
asuntos mundanos y el auto desarrollo.
Los estudiantes de
los sueños lúcidos trabajan con la técnica de reconocer las señales de sueño
como forma de provocar la lucidez. Las señales de sueño son eventos que te
alertan del hecho de que estás soñando. Si ves a tu tío fallecido, por ejemplo,
esa es una señal bastante fuerte de que debes estar soñando, entonces puedes
usar la apariencia de tu tío muerto para darte cuenta de que de hecho estás
soñando. Sin embargo, los sueños lúcidos solos no te darán el sentido espiritual.
Si meramente te regodeas en tus fantasías, los sueños lúcidos se vuelven un
super samsara.
Cuando la intención
está involucrada, incluso a nivel de sueño, el karma es creado. Los sueños lúcidos
no son karmicamente neutros. Si quieres ir más profundo, los sueños lúcidos pueden
desarrollarse como Yoga de los Sueños, que es cuando se vuelve una práctica
espiritual. Mientras que los sueños lúcidos pueden crear karma, el Yoga de los
Sueños está diseñado para purificarlo. “Yoga” es aquello que une. El Yoga de
los Sueños está diseñado para unirte con los aspectos más profundos de tu ser,
y está más enfocado en la auto - trascendencia. Con el Yoga de los Sueños en
vez de usar tu mente como un centro de entretenimiento, los conviertes en un
laboratorio. Experimentas con meditaciones de sueño y estudias tu mente usando
el medio de los sueños.
Por ejemplo, una práctica
del Yoga de los Sueños es cambiar los objetos en tu sueño. Puedes convertir una
mesa de sueño en una flor, o transformar un bote en un auto. También puedes
agregar o quitar cosas en tu sueño, cambiar su tamaño: expandir una casa en una
mansión y entonces encogerla como una casa de muñecas. ¿Por qué querrías hacer
esto? Tenzin Wangyal (Lama del linaje Bon-Po) dice:
“Así como los
objetos de sueño pueden ser transformados en sueños, así también los estados
emocionales y las limitaciones conceptuales pueden ser transformados en el
estado de vigilia. Con la experiencia de la naturaleza de ensoñación y maleable
de las cosas, podemos transformar la depresión en felicidad, el miedo en
coraje, el enojo en amor, la desesperanza en fe, la distracción en presencia…
Desafía las limitaciones que te restringen. El propósito de estas prácticas es
integrar lucidez y flexibilidad con cada momento de la vida y dejar ir la
pesada y condicionada forma que tenemos de ordenar la realidad, de dar
significado, de estar atrapado en la ilusión”.
Otra práctica es
crear un sueño atemorizante y entonces trabajar con tú miedo. Si ya estás en
una pesadilla y te vuelves lúcido, vincúlate con tu miedo en vez de huir de él.
Esta práctica puede mostrarte que no es el contenido de las pesadillas la que
nos asusta sino que es el hábito de tomar los eventos como sólidos y reales.
Descubriendo que los sueños son seguros – lo cual es ocasionado por despertar a
su naturaleza ilusoria – es esencialmente descubrir que no necesitas temer a tu
propia mente. El Yoga de los Sueños te muestra que tu mente es segura y
básicamente buena. Puedes traer este insight
y llevarlo a la vida cotidiana. Situaciones de pesadilla en nuestra vida se
vuelven más suaves y maleables cuando te das cuenta que la cosificación –
confundir las cosas como siendo sólidas y reales (la definición misma de no –
lucidez) – es fundamentalmente ilusoria. El Yoga de los Sueños ofrece una
maravillosa oportunidad de trabajar con tu mente en el contexto fluido de un
sueño y entonces transpolas los insights
de tus sueños directamente al estado de vigilia.
En el Yoga de los
Sueños los signos de sueño, también pueden engancharse en el estado de vigilia
para darte pistas del hecho de que estás dormido y soñando en este mismo
momento. Por ejemplo, si ves el mundo como sólido, duradero e independiente –
¿y quién de nosotros no? - entonces, estás soñando. Esta trinidad impía, es un
clásico grupo de seña-les de sueño que te guía al hecho de que estás dormido en
este mundo de dualidad. Estas señales de sueño nos ayudan a entender de qué y a
qué es lo que los Budas despertaron. Ellos despertaron de ver el mundo como
sólido, duradero e independiente, a verlo abierto, no permanente y originado
dependientemente. Despertaron de la ilusión del materialismo a una realidad de
ensoñación. Es la ironía del despertar espiritual – despertamos a lo opuesto
que consideramos un normal despertar cada mañana.
A través de la
práctica del Yoga de los Sueños, te vuelves un onironauta espiritual.
Oniranología es el estudio de los sueños, y los onironautas, son aquellos que
navegan el mundo de los sueños. Justo como los astronautas exploran el espacio
exterior del cosmos, los onironautas exploran el espacio interior de la mente.
La ciencia detrás de los sueños lúcidos modernos ha tenido una gran ventaja
para el Yoga de los Sueños. Con su sofisticado análisis de los ciclos de sueño,
la farma-cología para dormir y los dispositivos de alta tecnología, los
investigadores occiden-tales de los sueños lúcidos han ampliado ampliamente el
acceso a los estados de sueños lúcidos y, por los tanto, la habilidad de
practicar el Yoga de los Sueños (sin sueños lúcidos no hay Yoga de los Sueños).
En mi propia experiencia, he acertado y errado con la instrucción tradicional.
Pero cuando agregué las técnicas moder-nas, mis sueños lúcidos aumentaron
dramáticamente. El antiguo Yoga de los Sueños y el moderno soñar lúcido hacen
una fantástica asociación al dormir.
Si quieres ir más
profundo, el Yoga de los Sueños puede desarrollarse en el Yoga del Dormir, que
es cuando nuestro estado de conciencia se esparce no solo en nuestros sueños
sino también en el profundo sueño sin sueños. Con el Yoga del Dormir, tú cuerpo
entra en un modo de sueño pero tú mente se mantiene alerta. Caes concientemente
en el mismísimo centro de tu ser, la más sutil conciencia sin forma. Es una
meditación avanzada y antigua del Budismo tibetano. Para la mayoría de
nosotros, dormir sin sueños es la antítesis del estado despierto. Es un apagón
total. La nada. Pero para un yogui dormido, es una mini Iluminación, una
ascendencia a la mente despierta, porque es un estado no dual.
La conciencia sin
forma del dormir sin sueños, no es la nada, sino una no sustancialidad
(Vacuidad). Nosotros no la reconocemos cuando caemos en el sueño sin sueños
porque estamos muy habituados a identificar con formas que surgen en la
conciencia más que la conciencia en sí misma. La identificamos con
pensamientos, emociones y otras formas mentales, no con la no-forma. Entonces
cuando la conciencia sin forma es señalada en el dormir sin sueños, nosotros
inconscientemente nos decimos a nosotros mismos: “Ese no soy yo, yo no soy un
nadie, ¡soy alguien! - y entonces sucede. Podemos aprender algo de la no
dualidad del profundo espacio interno mirando al profundo espacio externo.
Imagínate flotando en el espacio exterior, donde la luz del sol está
constantemente irradiándose. Si no hay objeto ubicado en esa luz y espacio,
entonces nada puede ser visto. Lo único que ves es la negrura del espacio
externo. Tú no ves la luz. Pero en el instante que pones un objeto en la
corriente de luz, ambos, la luz y el objeto (dualidad), de repente aparecen. El
físico Arthur Zajonc explica:
“Sin un objeto en
el cual la luz pueda caer, uno solo ve oscuridad. La luz en sí es siempre
invisible. Nosotros solo vemos cosas, solamente objetos, no luz”.
Es exactamente lo
mismo con la oscuridad del espacio profundo interno de tu propia mente.
Remplaza la “luz” con “conciencia” en la cita de arriba para ver como esto se
aplica a tu mente sin sueños. La luz de la consciencia, la Clara Luz de la
Mente (El Gran Sol del Oriente en el Budismo de Shambala) está constantemente
irradiando. Pero si un objeto, en este caso un pensamiento, no surge en esa luz
y espacio de la mente, nada es visto. Es percibido como un apagón total, lo
cual es exactamente, lo que percibimos en el dormir sin sueños. En la educación
de la noche, el Yoga del Dormir puede ser comparado a graduarse de la
secundaria. Esto te da un sentido de que tan lejos pueden ir estas meditaciones
nocturnas.
Hay un destino
final en la noche. El Yoga de los Sueños y el Yoga del Dormir pueden desarrollarse
hacia el Yoga del Bardo, que es cuando usas la oscuridad de la noche para
prepararte para la oscuridad del morir. “Bardo” es una palabra tibetana que
significa “brecha” o “estado de transición” y en este caso se refiere al
espacio entre vidas. Si tú crees en la reencarnación y quieres saber qué hacer
después de que mueras, el Yoga del Bardo es para ti. En un nivel, todo el Yoga
de los Sueños y el Yoga del Dormir son una preparación para la muerte. Hay una
relación íntima entre el proceso de dormir, soñar, despertar, y el proceso de
morir, el estado después de la muerte y el renacer. El Dalai Lama dice, “Una persona bien entrenada puede reconocer en orden estricto los
cuatro estadios del dormir, y está bien preparado para reconocer en análogo
orden el proceso de morir”. Bokar Rinpoche agrega:
“La energía que
gobierna cada elemento deja de ser funcional y es absorbida en la energía del
elemento siguiente. Este proceso de absorción de los cuatro elementos dentro de
cada uno, no ocurre solamente al morir, también sucede de manera extremadamente
sutil cuando nos dormimos o cuando un pensamiento es removido de nuestra
mente.”
Continúa…
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