¿QUÉ ES DZOGCHEN?
Tenzin Wangyal
Rinpoche
D
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zogchen (dzog chen] se traduce literalmente
así: [dzog] "perfección',
"logro" o "realización' que es [chen] "completa”, "grande"; es decir significa "totalidad completa”, "la
gran plenitud" o la "gran
perfección”. Gracias a estas enseñanzas muchos grandes Maestros han logrado lo
que se conoce como "el cuerpo de arco iris*” porque
Dzogchen es el camino supremo y directo a la realización y el camino de
la autoliberación -en una sola vida- del ciclo de transmigración samsárica ilusoria.
Cuando oigas hablar o leas acerca de Dzogchen,
piensa que se trata de algo acerca de ti mismo. Piensa en la Gran Perfección,
la cual significa que tu esencia es primordialmente perfecta en sí misma. La
Gran Perfección se refiere en gran medida a la esencia de la humanidad, la
esencia del individuo. Y aunque a veces sientas: "Estoy envejeciendo, tengo
este dolor de rodillas, me duele la cabeza, tengo esta confusión”, a pesar de
todo esto, todavía puedes pensar: “yo soy la gran perfección”.
El camino Dzogchen es un viaje hacia el centro, es
un camino hacia la esencia y la fuente, no es una filosofía ni una religión: es
un viaje hacia uno mismo.
Generalmente decimos que la esencia está más allá
de cualquier cosa, está más allá de conceptos, de las palabras, de las filosofías
y de las religiones.
Puedes pensar en ti mismo en cómo te experimentas
a ti mismo; puedes reflexionar sobre esto preguntándote: "¿Cómo me
experimento a mí mismo." Otra pregunta sería: "¿Estoy experimentando lo que realmente soy?" Cuando decides
encontrarte a ti mismo, estás emprendiendo tu camino espiritual. Pero ¿qué es
lo que queremos decir con esto? ¿Qué entendemos por camino espiritual? ¿Qué te
propones?, ¿cuál es tu plan? Quieres ser libre, reconocer la esencia,
reconectarte con ella, permanecer allí, y continuar.
Cuando oyes las palabras: "Vas a meditar trata de relajarte", hay algo que
cambias: modificas tu postura y entonces algo cambia. Tienes la idea de que
debes relajarte y que, hay algo que debe cambiar, que éste es el momento de
seguir tu camino espiritual y que debes modificar muchas cosas. Lo que estás diciendo
es que tienes que ir a alguna parte a buscarte, y ése no es el enfoque
Dzogchen.
En Dzogchen se introducen diferentes medios para reconocernos
a nosotros mismos, y se dice que este reconocimiento se da a través de la
experiencia. Sin la experiencia sería muy difícil reconocernos. Incluso el reconocerse es una experiencia.
Cada vez que hablarnos de meditación estamos hablando de experiencia porque eso
es todo lo que hay: todo es experiencia.
En principio, no tendría ningún sentido tener
experiencias si no tenemos une conexión con quien tiene la experiencia. No importa
cuán increíble sea la experiencia, esta no cuenta; lo que cuenta es
quién la tiene.
Cuando el maestro
te introduce al estado natural de la mente, te pregunta sobre tu experiencia
de ésta: si la naturaleza de la mente tiene forma o color o una ubicación precisa;
después te pregunta sobre el origen de
la naturaleza del pensamiento: dónde surge el pensamiento, dónde permanece y dónde
se disuelve y quién observa el pensamiento. Podría preguntar: "¿Quién
eres?", o "¿Qué es tu mente?, ¿Tiene un color o una forma?", o bien,
"¿de dónde vienen tus pensamientos?", sin sugerir siquiera la
respuesta. Sólo cuando has logrado la comprensión profunda a través de tu
propia experiencia, el maestro te muestra la naturaleza de la mente, señalándote
directamente el conocimiento que has adquirido mediante tu propia experiencia, y te da una explicación sobre kunzhi* (la base)
y rigpa* (conciencia despierta)
y sobre su inseparabilidad en el estado primordial. De esta manera tu comprensión
será clara y real, puesto que lo que el maestro
explica y clarifica es el conocimiento que tú mismo has adquirido a través de tu propia
experiencia directa. El maestro no te introduce su propio concepto, ni algo que
tú mismo no hayas experimentado (eso produciría una comprensión meramente
intelectual): te introduce a aquello que ya has encontrado en tu interior.
Es necesario que tú mismo tengas esta experiencia
directa, y la manera más segura de tenerla es practicar zhiné*, De otr0 modo, es muy fácil
tener fantasías intelectuales
acerca de la naturaleza del estado primordial,
acerca del "vacío", la "claridad", la "luz'',
el "gozo supremo" y demás. Cuando accedes al estado natural a través de
la práctica de zhiné puedes comprenderlo por completo y eres capaz
de entrar y permanecer en el estado de contemplación. Eso es trekchöd*, una de las dos principales
prácticas de Dzogchen.
En Dzogchen se habla de cuatro maneras de introducción
al estado natural de la mente:
1. A través de los sentidos.
2. A través de los recuerdos.
3. A través de los pensamientos.
4. A través de las
emociones.
Observa estas cuatro experiencias, que son todas
las que puedes tener en este momento. Para ello pregúntate: "¿qué
escucho?, ¿qué veo?, ¿qué recuerdo?, ¿qué pienso? y ¿qué siento?" y conéctate
con todas esas cosas.
Cada una de estas maneras es una puerta, y esa puerta
puede funcionar en las dos direcciones: como una entrada o una salida. En tu vida cotidiana, las experiencias, especialmente si son intensas como las
experiencias emocionales -los apegos, las envidias, el miedo-, casi siempre se
utilizan para salir, es decir, para alejarte de ti mismo; en el momento en que
tienes la experiencia, se te olvida que está conectada con quien tiene la
experiencia; la percepción de tu verdadera
naturaleza se ve oscurecida por la intensidad de la experiencia, y te pierdes
totalmente a ti mismo.
De: “La esencia pura de la mente, La
antigua tradición Dzogchen de Tíbet” de Tenzin Wangyal Riponche. Bodhi.
Editorial Pax México, México D.F., 2008
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